Ay noooooo, pero que es esto??? Por un lado somos felices y por el otro lloramos a moco tendido. Aiudaaaaaaaaaa que no aguanto y tengo miedo.
POV. LUCÍA.— Abre — le pedí por millonésima vez a Marie.Pero ella solo abría para ir por algo de comer, en realidad solo bebía café y un par de galletas.— ¿Qué hacemos? — Carmen preguntó moviendo la perilla de la puerta con fuerza.— Rompamos la puerta — dijo Loren que traía un martillo y yo no tenía idea de donde lo había sacado.— Podemos llamar a alguien que haga eso por nosotras — Francisca que estaba mirando su celular habló al fin —, el cerrajero llega en 10 min — levantó los ojos y todas la miramos como si le hubieran salido 5 cabezas —. ¿Qué? — Río —. No me voy a quebrar las uñas, tampoco voy a intentar llamarla en vano,necesitamos soluciones.Torcí mis ojos y reí.— Las amo — dije en voz baja.Carmen me abrazó, Francesca acarició mis mejillas y Loren rodeó mi cintura dándome un beso en la mejilla.— Tu esposo porque no ha intervenido en esto — Loren preguntó cuando se puso de pie junto a Carmen, para darle paso a Francisca que iba a abrirle al cerrajero.— Dice que Antonio
POV. ANTONIO.La música vibraba en mis oídos, el humo y los olores me hacían sentir abrumado, todo era demasiado para mí.— ¡Viniste! — chilló la chica de ojos verdes y sonreí.Sonreí por mera cortesía, no porque estuviera feliz de verdad. Aunque si estaba feliz de verla, pero no en ese lugar.— Hola — salude como siempre.— ¡Ven! — Tiro de mi mano con fuerza.De repente ya estábamos en medio de la pista de baile y mis manos sobre su trasero, ella misma las colocó allí, se colgó de mi cuello y me beso. No me detuve, aquello era intenso, delicioso, peligroso también, pero me gustaba.— Eres el mejor beso de mi vida — susurró sobre mis labios mientras una de sus manos bajaba en medio de mis pantalones y apretó aquella erección que palpitaba hasta mi cabeza.El sonido de la música electrónica se hizo más intenso y sus movimientos también, apoye mi frente en su hombro y no me importo que nadie me estuviera viendo, tampoco creía que alguien lo hiciera, todos estaban absorbidos por completo
POV. ANTONIO.— ¡Suéltalo! — Esa voz.Sentía mis labios secos, mi cabeza pesada, mis ojos ardían un poco y reí porque sabía que estaba alucinando.Marie, mi hermosa Marie.— Te dije que lo sueltes, z0rra asquerosa.Volví a reír, definitivamente Marie diría palabrotas como esa.El pinchazo finalmente nunca llegó así que con las pocas fuerzas que sentí, me enderece y me senté adecuadamente, mis ojos estaban casi nublado por el cansancio, así que parpadee varias veces porque no podía creer que habían tantas personas en esa habitación, incluyendo a la luz de mi vida.— ¿Qué… ¿Qué haces aquí?— Si tengo que repetir que sueltes a mi… — Marie dudo y yo quería saber que iba a decir —. A mi esposo, te voy a arrancar cada pelo de la cabeza.— Ustedes no tienen autorización para entrar, Antonio no tiene autorización para recibir visitas — las palabras eran frías y determinadas. — ¿Por qué? — Le pregunté sin quitar mis ojos de Marie —. ¿Por qué prohibiste las visitas? — Antonio, mi amor, yo…— ¡
POV. SEBASTIÁN. —Soy capaz de destruir lo que me rodea por diversión, no quieres imaginarte lo que te puedo hacer por venganza.— Eres un niño.— Es lo que quieres creer.— Es lo que me has demostrado toda la vida — río —. Haciendo siempre las cosas por el bien de los demás y no por el propio, tú no tomas lo que te mereces o lo que te pertenece, tu recibes las migajas de lo que los demás te quieren dar. No sabes lo que significa pedir perdón y no permiso, tienes miedo de tomar las decisiones equivocadas porque siempre anteponer a esos tontos que llamas amigos y a esa putx que dices amar — se sentó en la silla del estudio —. Así nunca vas a ser poderoso y temido.Reí y caminé por la habitación hasta que puse mis manos sobre la fina madera y me incliné un poco para mirarlo, su cuerpo se inclinó hacia adelante y estábamos a centímetros.— Confundes la bondad con debilidad, el amor con compasión y la benevolencia de mi mano dura con fragilidad, pero lo que no sabes es que no conozco el te
— ¡NO LO HAGAS!— ¿Por qué no? — La voz era tan suave que parecía una caricia.— Yo no tengo nada que ver.— Eres daño colateral.— Por favor — La mujer estaba suplicando y sus ojos estaban demasiado rojos, demasiado llenos de lágrimas.Había mucho dolor en su rostro, en su cuerpo, ella nada tenía que ver y tampoco tenía porque pagar las consecuencias de personas con las que ni siquiera se relacionaba directamente, pero allí estaba encerrada en su propia oficina y con un arma en su frente.¿Culpa de quién?De Dan.El hombre se sentó en la silla que era de Samantha y esperó a que su teléfono sonará.— ¿Qué? — Dijo el hombre al otro lado del teléfono,con evidente desinterés.— Vamos a jugar un juego…— ¿A qué quieres jugar? — Por cada día que pase y que no me entregues lo que es mío, yo voy a derrocar cada una de tus piezas, empezando por los peones.— Intentalo — sonrío Sebastián con arrogancia.— Solo recuerda querido hijo que para llegar al rey y dejarlo en jaque también debo destru
POV. SEBASTIÁN. — Lucía, despierta — no quería molestarla, pero ya habíamos llegado.— Mmmm.— Nena, llegamos.— Conejito… — sus ojos grandes y brillantes me miraban con amor y mi corazón se acelera al máximo —. Sabes que esto es un error, recuerda lo que pasó la segunda vez.— Ni siquiera lo pienses, te aseguro que este lugar es… Secreto.— El pasado también lo era.— No tanto — sonreí un poco triste por el recuerdo —. Y confíe en alguien que creí que te amaba.— Dan.— Sí.— Quiero saber la verdad, no puedo dejar de verlo como…— El hombre que casi asesina a su hijo y de paso al mío.— Conejito… No me dejes — sus ojos eran tan preciosos y una verdadera súplica.Pero me negué dejando un beso sobre su frente y ayudándole a bajar.De la camioneta que venía atrás se bajaron Marie, Carmen que tenía el abdomen mucho más abultado y Loren que tenía los ojos muy rojos. Francisca decidió no venir porque aseguraba que ella no tenía ningún punto débil que pudieran atacar y que sería de más ayud
POV. SEBASTIÁN.Me quedo mirando a Felipe, su rostro sigue hinchado y sus ojos no abren, sus costillas están envueltas en un grueso yeso.Sé que es mi culpa, sé que tengo que matarlo, pero no quisiera hacerlo tan rápido.Estoy seguro de que Timothy merece algo lento y doloroso.Se me fue de las manos la primera vez simplemente porque pudo manipularme, pero esta vez, sé exactamente dónde está.— Sebastián, es hora.Veo a Antonio que aún se recupera, pienso en Alexa y en Francisca, en lo que pasó Lucía, Carmen y Marie y en la forma inescrupulosa en que fue expuesta Loren.— Quédate — lo miró fijamente y sabe que no estoy bromeando.— No — dice con firmeza y sonríe.— No puedo arriesgarlos más.Antonio frunce el ceño confundido y antes de decir una palabra más, por el estacionamiento el sonido de una moto y un auto chirriando nos espabilan. Al principio creemos que es el mismo ataque de nuevo, pero luego veo el casco rojo y sé que es Oliver.Elijah viene tras él.— ¿Estás listo chico lind
POV. NARRADOR. Las manos que estaban a lado y lado de su cuerpo goteaban ese espeso líquido carmesí, apretó los puños dejándolos casi blancos, pero no se veía porque la sangre era mucho. Se podía oler en el lugar la muerte. Y como era de esperarse no había ni una pizca de arrepentimiento en los oscuros y malévolos ojos de ese hombre. — Lo siento, después de todo era tú…—Yo no lo lamento, él se lo buscó. El hombre reía mientras caminaba hacia afuera del enorme hangar, sus pasos dejaban una marca de sangre que se borraría del suelo pero jamás de su cabeza pues lo que había pasado allí, marcaría un antes y un después. * * * HORAS ANTES * * * — ¡AHORA! —El grito de Sebastián fue como un grito de guerra. Sus ojos se fijaron en Elijah que estaba tirado en el suelo, golpeando y derramando sangre por la boca, sus ojos cerrados y Oliver que aún seguía en pie estaba cerca de él tomándole la mano y apoyando su frente sobre la de su compañero de vida. — ¡HIJO DE PUTX! — Gritó con dolor y