EMPEZAMOS LA SEGUNDA PARTE Y NO VAMOS TRANQUI, JAJAJAJAJA
POV. BRYAN.Cada golpe que estaba recibiendo mi pequeña era como una tortura a carne viva, su nariz empezó a botar sandre, su labio estaba visiblemente roto y las uñas de su madre iban a hacer un huevo en mi brazo y mi cuello, mi esfuerzo por retener a Sam era minimo, mi amada esposa seguía teniendo ese trasero firme por tanto yoga, pero pesaba lo mismo que una pluma.Y aunque me dolía tenía que darle una lección a ese pequeño bastardo por lo que había hecho, pues eso no fue lo que se le enseñó en casa y mucho menos a actuar como un cobarde.— Detenlo por favor — gimoteo Sam y mire a Carmen que tenía sus manos cubriendo su boca por el impacto de la situación,la vi derramar una lágrima mientras se inclinaba hacía Felipe.— Carmen — la llamé y ella me miró confusa.— Detenlo por favor — sentí aún más angustia en Carmen que en Sam.Deja a Sam a un lado, me acaricie justo donde ella había clavado las uñas y sentí el calor de la sangre y gruñi, tal vez en otras circunstancias hubiese estado
POV. SOFI.Me duele la cabeza.Me duele mucho.Es un dolor punzante y me arden las muñecas, mis ojos pesan y siento que mi estómago duele.Parpadeo un par de veces y me doy cuenta que sigo viva, quiero llevar mi mano directamente a mi estómago, allí donde se supone que había vida, pero no puedo, se siente pesada y yo demasiado débil para levantarla. Seguía mirando al techo, recordando el mensaje de Miguel, las fotos de él con esa porrista de piernas largas y trasero empinado, la prueba positiva que me habían entregado en la mañana del día anterior y todo empezó a pesar más, me sentí mareada y gimotee un poco.Abrí mis ojos y empecé a examinar lentamente la habitación de hospital, la luz, flores, una bomba enorme con forma de oso y eso me partió de dolor, escuche una especie de ronquido, uno que yo conocía muy bien y mi mente me jugó una mala pasada, primero sonreí, sentí ese calor reconfortante en medio de mi pecho y luego el recuerdo de Miguel sobre los pechos de esa porrista.Gemí.
POV. LAILA. — ¡Vamos, una más! — Carajo no cabía una gota de sudor más en mi frente. ¿Cómo que una más?Esto ya era demasiado.Maldije y suspire, mire al frente y mis manos estaban apretadas en puños, mis piernas se movían tan rápido como podía mientras seguía apretando ese maldito botón.Cerré mis ojos y maldije de nuevo.¿Qué estaba haciendo allí?Ni una m*****a idea, pero igual lo hacía.¿No podía parar? Sí, siempre podía detenerme y volver a casa a dormir, pero no.Así no era yo.Siempre terminaba todo lo que empezaba y este día especialmente me había levantado a las 4 de la mañana, había tomado una ducha de agua fría para la piel y el cabello, me había hecho toda una rutina de skincare y ahora está sudando hasta en el trasero sobre una bicicleta de spinning para sacar no sé qué demonios.La música de la clase retumbaba en el lugar, pero parecía que nada entraba por mis oídos, todo era silencio para mí, solo seguía las instrucciones del profesor y aumentaba la presión o la dismi
Los odios.Los amo también.Pero no voy a negar que en días como hoy, realmente los odio a todos.La música está en un volumen infernalmente alto, las luces parecen más fuertes, las risas suenan más duro y las palabras parecen que no se hablan si no que se gritan.Se lanzan a la piscina, se ríen, beben cócteles, vuelven a reír y yo busco esa melena rubia que me da paz, pero que no encuentro por ningún lugar.Mis ojos recorren el lugar con desespero, pero también con anhelo, con algo de diversión, un poco de rabia de ver a mi pequeña Star que ahora es toda una señorita con los ojos hinchados y al otro lado del salón veo a Miguel más flaco, pálido y con la barba hecha un asco.— Deberías decirle que se afeite — le dije a Felipe que suspiro.— Ya no es el mismo, no escucha, no ve, no hace nada, solo duerme y a veces no come.— ¿Qué pasó?— No dice nada.— Star tampoco.Solté el aire de mis pulmones y vi a Leo y a Theo riendo y lanzando al agua a la pequeña Dulce hija mayor de Dan y Sam, l
POV. LUCÍA.A veces podía ser realmente caótico salir con las chicas.Y caótico era una palabra que se le quedaba muy corta. También podrían juzgarnos, pero es que salir con 13 niños no era tarea fácil, unos más pequeños que otros y todos pidiendo lo mismo a gritos. Todos pidiendo a mamá.Sí, entonces era necesario tener niñeras y la verdad no me sentía menos madre por eso, pedir ayuda no estaba mal y sobre todo tenía que estar agradecida por el privilegio de poder tener una o dos que me ayudaran con todo lo que implicaba tener hijos.Así que así se fue resumiendo la vida a una gran tranquilidad y a criar pequeños traseros que dejaban caos por todas partes, a hacerlos feliz, a hacerle el amor a mi esposo en cada rincón posible, a reír, sonreír, a ser feliz.Sí, yo ahora era más feliz que nunca.Tenía todo.Pero sobre todo lo tenía a él, lo tenía para mí.A Seb.Cada mañana yo me despertaba mucho más temprano que él, hacía un poco de Yoga, meditaba y luego ejercicio, preparaba el desa
POV. THEO.Mis manos estaban temblando, vi a mi hermano como lentamente caía al suelo con dos hombres sobre él, mi madre se había desmayado producto del golpe que un hombre le había dado y la tía Marie y Loren también, mi padre se volvió como una bestia, simplemente no podía ni siquiera reconocerlo.Todo parecía como una escena de una película de acción que pasaba en cámara lenta. Me daba terror lo que estaba pasando, pero era inevitable, no sabíamos en qué problema se había metido Mila, pero lo que nos habían enseñado desde niños es que la familia era primero, siempre.Y entonces un grito hizo que mi mundo se conectará de nuevo, que mi mente se activará y que de mis manos salieran acciones y golpes de los que no me creía posible. Dulce, el grito agudo y doloroso de Dulce, la busqué y mis ojos la encontraron de rodillas con dos hombres sosteniendo sus brazos extendidos, como si fuera la criminal más peligrosa del mundo.Y sabía que no era el único que había escuchado aquel sensible y
POV. MILA.La primera vez que me fui, lo hice porque no quería permanecer mucho tiempo más cerca de Dante, verlo pasear con su firme trasero con una mujer diferente cada día por el campus de la universidad era una verdadera tortura.Sí, me había enamorado del hombre equivocado, tenía el cuerpo lleno de sentimientos y el alma hecha pedazos.Sabía desde el principio, desde el primero momento que entregarme a él era un completo error, el más grande que iba a cometer en mi vida, pero aún así decidí tomar el riesgo, aunque más que un riesgo fue un suicid¡o.Tenía 17 y en ese entonces mi corazón palpitaba en mis oídos cuando lo veía, esos ojos profundos y esa mirada indiferente, su pelo sobre su rostro y alborotado, los tatuajes en las manos, los pantalones rotos y desgastados, la camisetas ajustadas y esos músculos inflados de hacer ejercicio.Definitivamente era todo un deleite para mis ojos, pero aún así, no podía hacerlo mío, no podía tomarlo, no podía decirle nada y mucho menos demostra
POV. DANTE.— Carajo, Mila.— No se que esta pasando, pero yo también lo quiero…Y entonces sus labios, esos preciosos labios soltaron las palabras que hicieron que mi mente se desconectará por completo de mi cuerpo.Me prendí de ella, de su cintura, de sus nalgas, de sus pechos, los bese, masajee y mordí, sus pezones eran como dos copos de azúcar, deliciosos, suaves, no quería liberarlos, y cada vez que su espalda se arqueaba para que yo pudiera tomar más de ellos, mi mente viajaba a la luna y regresaba. Las palabras parecían innecesarias, insuficientes, aparatosas y desgastantes, yo solo quería hundirme y fundirme en esa chica.Desde que tenía unos 13 años y al vi con su primer bikini en casa de la tía Loren, mi mente no fue la misma, sus piernas, sus pequeños pechos, día a día estuve allí viendo cómo su cuerpo cambiaba y el mío también, mi primera erección fue por ella y la primera vez que me masturbe también.Pensaba constantemente en sus ojos, sus labios, sus piernas, verla nada