Corina:
—A veces me avergüenzo de lo idiota que es mi hermano —doy un sorbo a la taza de té que sostengo en las manos.
—Es extraño, pero, todo lo que habíamos ganado en este fin de semana… se esfumó y no hablo de que ya no me guste… de verdad que me gusta bastante pero… mi nube apareció y recordé quien era —mi amiga niega y toma mi mano.
—Cori, el pasado hace a las personas más fuertes, no te culpes más.
—Adriana, yo fui la que decidió quedarse con Héctor a pesar de que era un animal.
—Lo siento, de verdad, lo siento mucho —dice apenada y me abraza por los hombros. Estamos sentadas en la cama de mi habitación, mi amiga como siempre, de forma tan oportuna llego unos minutos después de mi baño.
—Esto no es más que lo que yo he permitido que pa
Joel:No he podido dormir ni un minuto. El rostro de Corina no me abandona ni un momento, la necesito, deseo tenerla cerca y debo conseguir que ella vuelva.He hecho muchas llamadas y no recibo respuesta, he mandado mensajes de texto. Estoy tan desesperado por saber de ella que me ha creado un dolor de cabeza terrible.Trato de respirar hondo y volver a tomar el móvil para llamarla de nuevo, ¿Qué estará haciendo?, ¿habrá cenado?, ¿pensará en mí?, ¿estará… con alguien más? Niego varias veces. El solo hecho de imaginarla con otro hombre cerca me hierve la sangre.Llamo de nuevo y está vez timbra… lo ha encendido, pero sigue sin contestar. Vuelvo a llamar y timbra una, dos veces hasta que hay silencio y después el sonido de la bocina de un auto.—¿Corina? — pero no recibo respuesta—. ¿Corina,
Corina:—Es lo que me ha dicho Adriana —termino de contarle a mi amiga lo que Joel sentencio en aquella llamada.—Pues… te diré algo, los dos están igual de mal, tanto tu por aferrarte a estar lejos para “evitar que sufra una decepción”, por favor Cori, esto es de los tiempos de los cavernícolas y ya habíamos quedado que… ibas a dejarlo atrás— mi amiga tiene razón.—Me es muy complicado, y ahora es Joel quien está molesto y pensando cosas sin sentido— Adriana bufa—Fue tu culpa —dice llenando su boca de frituras—Gracias —mi voz suena a sarcasmo—¿Y qué quieres que te diga?, es la verdad, esta mañana me has dicho que estabas decidida a dejar pasar todo, el está enamorado y tu también, no veo por qué no pueden estar juntos y no menciones u
Joel:El aeropuerto está abarrotado, son las 3:30 am. No tuvimos otra opción que quedarnos aquí, nos notificaron muy tarde que el vuelo no saldría y no he encontrado boleto hasta hoy Miércoles, a las 8 de la mañana.Jeremy está recostado en una de las sillas incómodas de la sala de espera. Mis ojos se cierran y abren a ratos, tengo que vigilar nuestras pertenencias y mi mente la ocupa Corina. ¿Cómo voy a hacer para sacarla?Tomo mi móvil y como si lo hubiera previsto la pantalla se ilumina notificando que es ella. Pestañeo varias veces y froto mis ojos cansados, ¿de verdad?, respondo:—¿Corina? —me apresuro a contestar pero no hay respuesta—. ¿Corina, estás bien?—Si… estoy bien —carraspea—¿Qué pasa?, ¿Adriana está bien?—Las dos e
Corina:Estoy en mi habitación ordenando la ropa que estaba en la maleta cuando alguien llama a la puerta.—Pasa —digo sin mirar quien es, cuando escucho sus botas pesadas.—Hola —dice con voz ronca, me giro con una estúpida sonrisa—Hola.—¿Cómo estás? —se acerca y le invito a sentarnos a la orilla de la cama—Bien, supongo, ¿lo dices por todo lo que ha pasado? —ladea su cabeza y se libera del sombrero, noto como su barba está más crecida y hace que sus azules ojos resalten aún más.—Lo digo por todo, ¿te sientes bien? —asiento—. Estoy muy feliz—¿Por qué? —levanta su áspera mano y me acaricia la mejilla—Por qué al fin te tengo —lo miro divertida—Joel, dime qué es esto.—
Corina:Los días pasan y la convivencia mejora aún más. No puedo creer que ya ha pasado un mes desde que hemos llegado a Georgetown.Siendo sincera han sido las mejores 4 semanas de mi vida, jamás me había sentido tan importante y especial para alguien y sobre todo, jamás había sentido lo que era tener una familia.—Vamos, hay que ir de compras —dice Yvonne, mi amiga rueda los ojos—Mamá…—Solo será un momento, Brad tiene que trabajar, déjalo respirar —suelto una carcajada y Joel corrobora el comentario—Es verdad, y hoy tenemos bastante trabajo con las nuevas reses que llegarán así que sería genial que nos dejarás trabajar —Adriana hace un berrinche—Que molesto… —Brad se ha limitado a sonreír, no ha dicho ni una palabra, pero desde que sale con m
Corina:Caminamos en dirección al establo uno. Me he visto obligada a aceptar las “sugerencias” de Adriana y me he colocado el bikini rojo, una camisola, un pequeño pantaloncillo de mezclilla y mis botas nuevas.Adriana brinca por todos lados llamando a Brad. Este sale con una sonrisa de oreja a oreja cubierto de sudor a abrazarla. Pobre Brad, siento que él de verdad la quiere y le dolerá mucho su partida.Joel no aparece si no hasta que Brad le da un grito, al mirarme sus cejas se alzan, se deshace del sombrero inclinando la cabeza, por Dios que ese gesto me desarma.—A dónde se dirige con… ¿botas? —sonrío—Las he comprado esta tarde—Vaya te lucen espectacular —besa mis labios—Joel… queremos ir a nadar al lago, venimos a avisarles que estaremos por allá —los dos vaqueros hacen un gesto de desa
Joel:Brad tarda en poder orillarnos, la corriente es muy fuerte. Siento como su pequeño cuerpo se aferra al mío. Mi corazón está acelerado. Corina sigue tosiendo y con dificultad para respirar.Salimos del lago y la coloco en el suelo, comienza a escupir agua y trata de hablar, pero trato de tranquilizarla, eso no ayudará.—Está bien, está bien —dice Brad. La ayudo a inclinarse y escucho su balbuceo.—Corina… —cuando menos pienso la tengo pegada a mi cuerpo con sus brazos rodeando mi cuello, su cuerpo tiembla —. Estoy aquí, todo está bien.Acaricio su cabello mojado, su respiración está alterada.—¿Cori? —le llama mi hermana—Espera a que se tranquilice linda —dice Brad y la verdad es que eso sería lo más oportuno. Por las ideas locas de mi hermana es que estam
Corina:Los labios de Joel me aprisionan, no existe mejor lugar que él, aquí es donde quiero estar.Se pone de pie y enrollo mis piernas por su cintura, mi espalda choca contra la pared, ¿Cómo pudo haber tardado tanto?, Mi respiración está entrecortada, su olor y su piel crean adicción, le necesito.—Cori… —dice con la voz entrecortada—. No creo que Jeff quiera ver esto.Rio y asiento, tomo el sombrero de Joel y lo coloco en su cabeza torpemente, se ve tan atractivo.Salimos del establo no sin antes darle un beso a Jeff, mi mejor amigo. Caminamos devuelta a casa. Ya ha oscurecido por completo.Joel da las buenas noches a los trabajadores en turno, caminamos tomados de la mano como es costumbre y abre la puerta principal.Escuchamos el sonido de los cubiertos chocando con los platos, deben de estar cenando, subimos las escaleras directo a&h