TOMO 2. CAPÍTULO 57. El incentivo correctoLoganHan pasado dos semanas desde que comencé con las fisioterapias de verdad. Ya no son esos ejercicios aburridos sentado en una silla o acostado en la cama. Ahora estoy de pie, avanzando, aunque sea un paso a la vez, y cada día me siento más fuerte.Liliana está conmigo en cada momento. Es como mi sombra, pero una sombra radiante, llena de energía. La veo mejor también. Sus ojos tienen más brillo, su risa sale más fácil, y ya no tiene ese miedo constante que antes la rodeaba como una nube. Si me preguntan, creo que verla mejor me ayuda más que cualquier medicina.—Eso, señor Greñitas, un paso más. ¡Tú puedes! —me anima con una sonrisa enorme, mientras me sostengo de las barras paralelas que usamos en el gimnasio de la casa para los ejercicios.—Fresita, si repites "tú puedes" una vez más, voy a pensar que soy un comercial motivacional.Ella suelta una risita y se cruza de brazos.—Bueno, entonces deja de quejarte y camina.Resoplo, pero me
TOMO 2. CAPÍTULO 58. Señor Greñitas ¡uno!LoganEl calor del agua es la primera caricia que siento cuando entro en la bañera detrás de Liliana. Me recuesto contra uno de los bordes y mis músculos se relajan inmediatamente después de todo el esfuerzo del día, pero en cuanto mis ojos se detienen en su cuerpo desnudo, esa paz se convierte en deseo en su estado más puro.Ella se desliza con suavidad, acomodándose entre mis piernas, con la espalda contra mi pecho, y la sensación de su piel húmeda y tibia contra la mía es como tener dentro un incendio diminuto, imposible de apagar.Me gusta esta mujer. Me gusta demasiado.Mi boca encuentra el camino hacia su cuello. Beso la curva de su hombro, mordisqueo su piel mientras mis manos recorren su cintura bajo el agua. Liliana suspira, pero deslizo una mano más abajo, hacia ese volcán que es ahora su sexo, y con la otra intento detenerla, acariciando sus pechos. Su respiración cambia en un segundo, superficial y acelerada… y estoy a punto de esc
TOMO 2. CAPÍTULO 59. Problemas en la puertaLilianaHan pasado tres semanas desde que Logan empezó con su recuperación en serio, y su progreso es impresionante. Parece que a pesar de todo la lesión en su columna, gracias a Dios, no era tan grave como parecía al principio, y ahora casi puede caminar solo. De hecho, muchas veces me deja con el corazón en la boca porque insiste en moverse sin ayuda, y aunque al principio me ponía nerviosa verlo tropezar, ahora confío en que lo logrará.Hoy, sin embargo, estoy preocupada por otra cosa. Vincent no responde a las llamadas de Salma. Lleva días intentándolo, y nada. Sé que él y Logan son dos mulas tercas, y que convencerlos no será nada fácil, pero tienen que entenderse porque estoy casi segura de que Vincent no está detrás de todo lo que pasó.Mientras tanto, Anthony ha estado ayudando en la hacienda. Es un muchacho atento, trabajador, y aunque no parece muy acostumbrado a todo esto de cuidar caballos y manejar plantaciones, hace lo que pued
TOMO 2. CAPITULO 60. Una familia complicadaLoganLa tarde está en calma, pero en cuanto veo los autos acercarse por el camino, esa calma se evapora como si nunca hubiera existido. Reconozco el primer auto al instante: mi padre al volante, mi hermano Christian al lado y Gemma, mi hermana, sentada detrás. Ni siquiera han terminado de estacionar cuando otro vehículo aparece detrás: Vincent.Aprieto los dientes. Conozco lo suficiente a Vincent para saber que si está aquí no es porque quiera. Mi padre debe haberlo arrastrado. Los conozco demasiado bien a los dos. Anthony, que aparece por otra puerta a unos metros de mí, prácticamente brinca al verlos llegar.—¡La familia está reunida otra vez! —grita como si estuviéramos en un maldito comercial de Navidad. Corre hacia ellos como un niño emocionado, abrazando a mi padre primero, luego a Christian y a Vincent. Y a Gemma la pasa por alto porque ya es del conocimiento de todos en la casa lo que pasó en el hospital y nadie ahora es fan de mi h
TOMO 2. CAPÍTULO 61. Mi esposaLiliana.La tensión en el ambiente es tan densa que parece que puedo cortarla con un cuchillo. Apenas Vincent baja del auto, lo intercepto antes de que pueda dirigirse a Logan. No necesitamos más problemas.—Vincent, ven conmigo, por favor. —No espero a que me responda, simplemente tomo su brazo y lo llevo directo a la cocina.Él no se resiste, pero puedo sentir cómo su mirada me quema la espalda. En cuanto cerramos la puerta, suelta un suspiro cargado de impaciencia.—¿Qué quieres, Liliana? —pregunta, cruzando los brazos y mirándome con una mezcla de irritación y desinterés—. ¿Esta fue idea tuya, de Logan o de…?Respiro hondo antes de hablar. No tengo intención de pelear con él, pero tampoco pienso quedarme callada.—Quiero pedirte disculpas por lo que pasó con Logan —le digo y me mira en silencio—. No tengo hermanos para imaginar cómo es estar peleado con alguien como perro y gato todo el tiempo, y sé que las cosas entre ustedes son complicadas, pero é
TOMO 2. CAPÍTULO 62. Una amenaza latente.LoganLa tensión en la casa finalmente comienza a disiparse cuando Vincent y yo acordamos una tregua. No voy a mentir, la relación con mi hermano siempre ha sido complicada, precisamente porque los dos somos exactamente iguales, igual de tercos e igual de brutos, pero esta vez decido dejar el orgullo a un lado, sobre todo porque Liliana me tuerce los ojos con un regaño silencioso y no hay nada que no haría por darle gusto a la condenada.—Lamento el malentendido, idiota. Sé que me pongo bruto a veces y tienes razón, casi siempre acabo arrepintiéndome del carácter de mierd@ que tengo, así que quiero arreglar las cosas contigo.Él me mira en silencio por un momento, evaluándome como si no pudiera creer lo que acabo de decir, pero finalmente asiente.—Supongo que cada uno tiene sus motivos y yo no soy quien para juzgar los tuyos. Mejor deja el sentimentalismo a un lado que esa mujer te pone ñoño y eso te cae del asco. Invítame a una cerveza y hab
TOMO 2. CAPÍTULO 63. Quiero saberlo todoLilianaEstoy feliz, aunque no me lo crea del todo. Logan está logrando cosas que hace un mes parecían imposibles. Lo veo moverse por la casa de la playa, valerse por sí mismo, y por más lento que vaya, siento una mezcla de orgullo y un miedo que no puedo controlar. Es como si una parte de mí esperara que todo se derrumbe de un momento a otro. Pero no lo hace. Logan sigue adelante, y yo... yo empiezo a sentir cosas que no sé cómo manejar.Los sentimientos que tengo por él me están abrumando. Lo quiero. Lo quiero más de lo que pensé que sería capaz de querer a alguien otra vez. Pero no puedo evitar sentir que solo es un sueño de humo. ¿Y si todo esto, esta tranquilidad que tenemos ahora, es solo un respiro antes de que vuelva el caos?—Deja de pensar tanto —dice Logan, interrumpiendo mi espiral de dudas. Está de pie frente a mí, con esa mirada tranquila que parece siempre saber exactamente lo que necesito.—No estoy pensando... —miento, aunque a
TOMO 2. CAPÍTULO 64. Una espada samuraiLoganLa paz no podía durar, maldit@ sea. Toda la tranquilidad que Liliana ha vivido desde que llegamos a la casa de la playa, se rompe de golpe cuando regresamos a la hacienda y vemos a Carolina y Gemma en el porche.—¿Qué demonios hacen aquí? —suelto, incapaz de contener mi enfado y lo primero que hago es increpar a mi hermana.Liliana baja del auto y mi primer instinto es ponerla detrás de mí; pero Gemma no habla, es otra la que se adelanta.Carolina, con esa forma suya de aparentar serenidad, da un paso al frente y respira con resignación.—Logan, solo vinimos a arreglar las cosas. No queremos problemas.—¿Arreglar? —repito, tomando la mano de Liliana y mirándola de reojo. Ella se ha quedado inmóvil junto a mí. Su incomodidad es evidente, y eso solo aumenta mi rabia, porque lo último que quiero es forzarla a tener una charla con estas dos—. No me interesa lo que tengan que decir.—Por favor, Logan —insiste Carolina, con un tono que casi suen