CAPÍTULO 46. Un viejo amigo y su escolta.Logan.Una hora. Solo una hora, me prometo, pero se siente como una eternidad. Cada segundo que pasa en este maldito cuarto, con Carolina y Gemma molestándome, hace que mi sangre hierva. Quiero gritarles, quiero levantarme de esta cama y echarlas a patadas, pero mi cuerpo todavía está entumecido por la anestesia y el cansancio.Cuando cuelgo el teléfono después de hablar con mi amigo y me aferro a la esperanza de que él llegue pronto. Es un hombre de palabra, y si dijo que estaría aquí en una hora, lo estará. Me impresiona que esté tan cerca como para llegar en ese tiempo, pero nos debemos lo suficiente el uno al otro como para estar seguro de que esto terminará como quiero.Gemma me observa desde un rincón, con los brazos cruzados y una expresión de odio puro. Carolina, por su parte, se sienta en una silla cercana, mirándome como si yo fuera un niño malcriado que necesita una lección.—¡¿Se van a quedar todo el puto día mirándome o quieren ha
TOMO 2.SINOPSISCreí en ella, en sus ojos llenos de dulzura y en su risa que era capaz de iluminar hasta mis días más oscuros. Mi Señora Fresita me hizo sentir cosas que nadie más podía. Pero ahora, todo se siente como una mentira.Las pruebas están ahí, aplastantes, gritando que Liliana no es quien yo pensaba. ¿Cómo pudo traicionarme de esta manera? Y lo peor es que las evidencias son imposibles de ignorar.Ahora mi vida es distinta, a mi lado tengo a una mujer que sí me quiere, pero no importa cuánto lo intente, el vacío que dejó Liliana sigue consumiéndome. Cada mirada de Carolina me recuerda lo que perdí, y cada susurro en mi oído suena hueco en comparación con la risa de Liliana.Pero ella tiene que enfrentar las consecuencias de sus actos, como todos, y por más que quisiera creerle… por más que lo intento, simplemente no puedo volver atrás.CAPÍTULO 47. Cuando no importa nada más.LoganEstoy harto de estar postrado en esta maldita cama, impotente. Cada minuto que pasa sin noti
TOMO 2. CAPÍTULO 48. Un ángel de pasoLilianaLas horas aquí dentro se sienten eternas. No sé si son las náuseas, el cansancio o el hambre, pero mi cuerpo está completamente fuera de control. No he podido comer nada desde que me trajeron, y menos he podido tomar las medicinas que necesito desde de la operación. El dolor empieza a extenderse como si mi cuerpo me estuviera reclamando por haberme olvidado de él.Pienso en Logan. ¿Estará bien? ¿Se habrá despertado? ¿Sabrá lo que pasó? Me abrazo las rodillas, intentando encontrar algo de consuelo, pero nada funciona. Este lugar es frío, oscuro, y apesta a humedad; y siento que por dentro estoy igual: hecha un desastre.Han pasado dos noches. Dos maldit@s noches sin que me dejen hacer ni una sola llamada. He perdido la cuenta de cuántas veces les he pedido, casi rogándoles, que me permitan contactar a alguien. Siempre me responden con burlas o silencio. Una de las oficiales incluso se carcajeó en mi cara y me dijo:—¿Llamar a alguien? ¿A qui
TOMO 2. CAPÍTULO 49. Una fresita rota.LoganVer a Liliana en ese estado me destroza. Se ve tan… frágil, tan rota. No es la mujer testaruda que soportaba en mis peores momentos cuando yo le soltaba alguna de mis idioteces. ¡Y hay que reconocerlo: eran muchas! Ahora, está hecha un manojo de lágrimas y murmurando cosas que no tienen sentido.—Liliana, ven aquí, por favor —le digo, tratando de que mi voz suene calmada, pero por dentro me estoy volviendo loco.Ella niega con la cabeza, temblando como una hoja, y sigue murmurando:—Estoy sucia… No puedo… No puedo abrazarte, Señor Greñitas... ¿Y… y si te enfermo…?La desesperación me golpea como un tren. ¿Qué le hicieron? ¿Qué le pasó en esos dos días que estuvo fuera?—¡Gabriella! —grito con toda la fuerza que me permite mi cuerpo, y ella aparece en la puerta en cuestión de segundos, como si hubiera estado esperando que la llamara—. ¡No sé qué tiene! ¡Ayúdala!Me mata no poder moverme para hacerlo yo mismo, y juro que jamás en mi vida habí
TOMO 2. CAPÍTULO 50. Un odio inolvidable.LilianaMe siento como si me hubieran pasado por encima un camión, pero eso no importa ahora. Apenas logro abrir los ojos y mi mente empieza a aclararse, sé que lo único que quiero es estar con Logan. Necesito verlo, sentir que está bien, asegurarme de que no voy a perderlo también a él.Tengo un huracán de sentimientos desatados y ni siquiera puedo entender por qué. Me siento vulnerable y furiosa, pero sobre todo tengo miedo de que estas cosas que estoy sintiendo por Logan sean reales. ¿Y si de verdad me estoy enamorando del señor Greñitas?Trato de sentarme en la cama, pero mi cuerpo protesta con un mareo horrible; y por suerte una enfermera entra justo cuando estoy peleando con las sábanas.—¿Qué cree que está haciendo? —pregunta, cruzando los brazos.—Lléveme con Logan, por favor —le respondo, pero ella me mira como si le hubiera pedido que me llevara a la luna.—No puedo hacer eso, señorita. El doctor ordenó que descanse y no debe moverse
TOMO 2. CAPÍTULO 51. Sentimientos contenidos.LoganEl caos se desata tan rápido que apenas me da tiempo de procesar lo que pasa. Veo a Gemma acercarse a Liliana con esa mirada de rabia descontrolada, y sé lo que va a hacer antes de que lo intente. Mi corazón se acelera, pero estoy atrapado en esta cama, inútil, sin poder levantarme.—¡Gemma, ni se te ocurra tocarla! —le grito con toda la fuerza que me queda, aunque sé que mis palabras no le importan.Pero antes de que pueda hacer algo, Gabriella se mueve como un rayo y se interpone entre Liliana y Gemma. Lo siguiente que escucho es un golpe seco, y luego otro… el tercero ya es por pura satisfacción, lo sé, pero Gemma suelta un grito de dolor y cae al suelo sosteniéndose la nariz después de tres puñetazos y la esposa de Ranger.—¿¡Estás loca!? —chilla mi hermana con voz totalmente histérica—. ¡Esto no se va a quedar así!Gabriella se cruza de brazos, tan tranquila como siempre, pero con una chispa peligrosa en los ojos.—No, no se va
TOMO 2. CAPÍTULO 52. El peso de la verdadLilianaLas palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas, y apenas escucho mi propia voz, tan rota que ni siquiera me reconozco, entiendo que ya no puedo retractarme—No soy tu esposa, Logan… no soy tu esposa… —Me llevo las manos a la cara tratando de ocultarla—. No soy tu esposa…Lo digo una y otra vez, como si al repetirlo pudiera quitarme el peso de encima, pero en realidad solo hace que sienta más miedo, más culpa. Mi cuerpo empieza a temblar, y las lágrimas corren por mi rostro sin control. Logan me mira, primero con confusión, luego con una mezcla de incredulidad y rabia contenida.—¿Qué estás diciendo, Liliana? —me pregunta, y su tono es bajo pero tenso.Me abrazo a mí misma, incapaz de sostenerle la mirada.—Que todo esto fue un engaño… —susurro entre sollozos—. Lo del matrimonio… no es cierto…Veo que aprieta los labios en una mueca de impotencia.—Legalmente eres mi esposa ¿no es así? —murmura y yo niego.—Yo no sabía lo q
TOMO 2. CAPÍTULO 53. Decisiones a media luzLoganEstoy tan furioso que siento que mi cuerpo no puede contenerlo. Es como si toda mi rabia fuera un volcán a punto de estallar. Siempre supe, en el fondo, que había algo raro en todo esto, pero escuchar a Liliana confirmarlo… es como un golpe directo al pecho, en especial ahora que he empezado a sentir cosas por ella.—Ese tipo… ¿Liliana ese tipo te ha lastimado de alguna manera? —gruño y ella niega con demasiada poca convicción—. Contéstame, Liliana —insisto y esa mano sobre su cicatriz se mueve ligeramente.—Solo… un poco aquí, para probar un punto —susurra.—¿Qué punto? —la increpo.—Que puede hacerlo —me contesta y la suelto despacio porque de lo contrario el que acabará lastimándola aun sin querer seré yo.Hay cosas que no me sorprenden, como que haya firmado todo lo que le pusieron delante un momento de vulnerabilidad. Si soy honesto no creo que estuviera pensando con mucha claridad mientras su madre se moría. Pero por otro lado no