Abigaíl.La que pensé que sería una gran noche, se convirtió en un completo desastre, me sentía humillada de la peor manera, aunque si me pongo a pensar, si ella era la pareja de Agustín, es de esperarse que él le diera el lado a ella.Bueno que más da, cuando salí de la disco, quise conseguir un taxi, pero todos pasaban ocupado, la noche era fría, así que deseaba volver pronto a mi apartamento.— Margaret— escuché que dijeron.Me giré para ver de quién se trataba, era Eduardo, uno de los ingenieros jefe de mi trabajo, quien también había estado a cargo de mi entrevista de ingreso.— Buenas noches, Eduardo, qué gusto verte— lo salude.— El gusto es mío, no esperaba verte aquí—dijo mirando a su alrededor.— Lo mismo digo— le contesté.— Ya te vas— me pregunto.— Sí, estoy cansada, fue mi primera semana de trabajo, así que el agotamiento es mucho— mentí.— Comprendo, yo también ya me iba, si gusta puedo acercarte—se ofreció.Tenía ganas de negarme, pero al ver que no pasaba ningún taxi,
El resto del fin de semana paso, Abigaíl disfruto de su descanso y evitando al máximo a Agustín, cada que él llegaba a buscarla, ella no habría la puerta y si se lo encontraba en las escaleras o en la entrada del edificio siempre sacaba una escusa para irse. Así llego el día lunes, Abigaíl se levantó como de costumbre, se alistó, ese día eligió una falda ceñida, hasta las rodillas en un tono oscuro y la acompañó de una camisa manga larga con un ligero escote, en un tono rosa palo, peinó su pelo y aplico un poco de maquillaje. Cuando estuvo lista salió de su apartamento, encontrándose con Agustín, quien la esperaba.— Buenos días, Agustín— saludo ella mientras cerraba la puerta.— Buenos días, Margaret— respondió el saludo— Luces hermosa hoy.— Gracias— contestó ella, evitando mirarlo a la cara.— ¿No vamos? — le dijo él.Ella se detuvo y lo volteo a ver, ella no quería ser grosera, pues él había hecho tanto por ella, pero tenerlo cerca no le hacía bien, ya que los sentimientos que est
Abigaíl miró a su otro compañero, este sonrió y afirmo con la cabeza, no era la primera vez que ella saldría con ellos, durante el tiempo que había transcurrido desde el altercado con Susana, ella había salido en muchas ocasiones con ellos.— Bien, pero que sea solo unas copas— dijo ella.Los dos chicos asintieron con energía, durante la tarde, Abigaíl y sus compañeros estuvieron a la expectativa, estaban ansiosos por saber si habían ganado o no el proyecto.Cuando estaba por terminar la jornada laboral, Eduardo recibió la noticia que tanto habían esperado, efectivamente habían obtenido el proyecto.Llenos de felicidad salieron de la empresa y se fueron aún pequeño bar, en donde bebieron y comieron hasta más no poder. Cerca de la una de la mañana un taxi se parqueó en la entrada del edificio, Abigaíl descendió del, un poco mareada, pero feliz, ella ingresó al edificio tarareando una canción que ni ella sabía cuál era.Como pudo llego hasta su puerta, pero por más que intento no logro
Abigaíl tomó su teléfono y marco el número de Agustín, el no dejo que el teléfono sonara, él contestó apenas, vio en la pantalla el nombre de la princesa.— Hola Margaret, te siente mal, necesita que te ayude con algo— le contesto el teléfono preocupado Agustín.— Estoy bien.- dijo ella— Llamaba para invitarte a comer, aun recuerdo la promesa que te hice.Agustín sonrió lleno de alegría del otro lado del teléfono, él estaba pensado en una excusa para acercarse a ella, pero ahora ya no era necesario.— Pensé que lo habías olvidado— dijo él.— Claro que no.- le contesto ella— Te espero a las siete en mi apartamento.— Ahí estaré sin falta— dijo él.Abigaíl saltó llena de emoción, ahora debía preparar algo, lo bueno era que su arte culinario había mejorado en el último mes, así que busco en su refrigerador a ver qué tenía para preparar, al ver que estaba casi vacío, se vistió y se fue al súper a comprar todo lo que necesitaba para preparar algo rico para esa noche.…Agustín.Estaba emoc
En la casa real todo estaba tranquilo últimamente. Muchos de los empleados se preguntaban qué había pasado, pues no entendían el cambio repentino de la familia. Quizás era que ya sabían dónde estaba la princesa o se habían dado por vencidos en su búsqueda.—Ya ha pasado un mes desde que nuestra hija se fue de casa —dijo Genoveva con tristeza—. Pensé que me acostumbraría, pero cada día la extraño más.—Yo estoy igual —le respondió Guillermo dándole un beso en la frente.—¿Crees que le tomará mucho tiempo volver? —preguntó la mujer.—Espero que no, de lo contrario, los medios empezarían a especular sobre su ausencia en los eventos —comentó el hombre.Guillermo y su esposa estaban en su habitación descansando desde después de haber cenado. Ellos habían cancelado varios eventos, también muchas entrevistas que su hija teníaprogramadas, con la excusa de que ella se había ido de viaje por una temporada. Pero sabían que esa excusa no la podrían mantener por mucho tiempo.…Agustín.No quería
Esas palabras fueron el detonante para Agustín, él la atrajo y la beso, era un beso desenfrenado, Abigaíl tomo su mano y la llevo a la entrepierna de él, sujetando su amigo ya erec**, lo acerca su entrada.— Ah—gimió Agustín cuando sintió que entraba en ella.Estaba muy estrecha, apretando su miem** con fuerza, eso lo volvía loco, esta vez no su nada gentil, así que la embistió con dureza y rapidez, Abigaíl estaba encantada, deseando que no parara.…Abigaíl.Cuando estaba en casa nunca pensé en hacer esto, así que solo fantaseaba con los libros eróticos que leía. Si les soy sincera creí que moriría virgen, que más podía pensar cuando ni novio había podido tener, pero bueno, ahora todo es diferente, siento que me podría volver adicta a eso, es increíble la sensación, como tus sentidos son controlados por el placer. Después de hacerlos, reiteradas veces, decididos detenernos e ir a comer algo, había preparado una lasaña, así que la servimos y comimos.— Crees que podamos tener una rela
Míriam y Claudia se quedaron en silencio ante los argumentos de Abigaíl, la idea de fastidiarla era clara, pero había mantenido una postura serena.Abigaíl, lavo mi taza y la dejo en su lugar, luego volví a mi puesto, y me puse a trabajar en el plano, dejando a las dos mujeres solas en la cafetería.…Agustín.Las cosas con Abigaíl venían de maravilla, cada día la llevo a su trabajo y la recojo, vamos al cine, a la disco, hacemos cualquier cosa que se nos ocurre, la verdad es que nos complementamos.Hoy estaba en el motel con Benjamín ayudándolo, cuando recibí un mensaje de Abigaíl por la hora, supuse que estaba finalizando su hora de almuerzo, así que sonreí, pues era de costumbre que ella me enviara un mensaje para desearme una linda parte, pero cuál fue mi sorpresa al abrir el mensaje y ver que se trataba de un video en donde Susana estaba gritando e insultando a Abigaíl delante de todos.— Por qué tienes esa cara— me pregunto Benjamín.— Estoy en problema—dije pasándome la mano co
Abigaíl no podía creer que la estuviera culpando del algo como eso, era ridículo, que una mujer con tantos años, no supiera manejar la situación.— Como puede culparme, recuerde que fueron ustedes los que pactaron la condiciones de su relación, así que le agradecería que me deje fuera de esto—Susana no dijo nada.— Susana, lo nuestro, fue una relación en la que nos beneficiábamos los dos, nunca te prometí amor— Agustín, ya quería irse, pues le molestaba la mirada de los demás, quienes estaban atento a lo que pasaba— Amo a Margaret y quiero que respetes eso.Agustín se puso de pie, tomo a Abigaíl de la mano y se alejó de la mesa, dejando a la mujer devastada.…Abigaíl.Había sido incómodo tener que escuchar la conversación, pues era inevitable para mí no imaginarme a esos dos haciendo sus cosas.Pero bueno, sé que Agustín lo hizo para demostrarme que en realidad había cortado la relación, cosa que la agradezco. Después de eso, nos fuimos a otro restaurante en donde cenamos, él se veía