Capítulo 12.
Crazy.
(Aidan)
Estaba casi tan ansioso por verla como lo estaba ella, así que lo primero que haría al día siguiente sería solicitar los días de vacaciones que me correspondían. Los necesitaba cuánto antes, necesitaba abrazarla, besarla, incluso hacerle el amor, si así se terciaba.
Mi teléfono comenzó a sonar, lo descolgué sin tan siquiera mirar de quién se trataba, lo que fue un gran error, pues era mamá, pidiéndome más dinero.
El pingüino. (Marina).Mientras caminaba de vuelta a casa, no podía dejar de pensar en él, no podía creerme que estuviese allí, en Madrid. Había cogido un vuelo y se había presentado en un lugar caluroso, a pesar de que lo odiaba, sólo por mí.Sonreí, como una idiota, volviendo la vista hacia él, que seguía mirándome. En aquel momento me pareció guapísimo, la camiseta blanca le quedaba de miedo.Crucé el paso de peatones y caminé hacia papá, que me miraba con cara de incredulidad, al igual que mamá y Mou. Me mordí el labio, divertida, pues sabía que en breve me tocaría explicar sobre mi relación con Aidan.Es un amigo – dije, quitándole importancia. Sabía que ellos no iban a conformarse con esa mierda. Sonreí, v
Magic. (Aidan). El sexo con ella era incluso mejor de lo que recordaba. Acaricié su piel desnuda, mientras me sujetaba la cabeza con la mano, y me fijaba en cada uno de los detalles de su perfecto cuerpo. No sólo era preciosa de cara, no sólo tenía unos ojazos que me hacían perder la cordura, si no que su cuerpo era… espectacular. Tenía los pechos grandes, vientre plano y un sexo que no me cansaba de mirar. Me quedaría a vivir aquí, en esta cama – comencé, llamando su atención – si cada mañana, al despertar, esto es lo primero que veo – ella rompió a reír, haciéndome sentir incluso más feliz. Deberíamos vestirnos e ir a hacer un poco de turismo – sugirió, haciendo el amago de levantarse, pero la detuve, agarrándola del brazo, haciendo que ella mirase hacia mí. No he venido aquí a hacer turismo – le dije – he venido a v
Derretirse. (Marina) Paseábamos por el campo del retiro, agarrados de la mano. Aún podía recordar la sensación cuando había conducido hacia allí, en la moto, con él abrazándome, por detrás. Estar con él me hacía feliz, como hacía mucho que no lo era. He pensado que esta noche podríamos ir a bailar – le dije, tras varios minutos pensando en ello, él sonrió, sin decir nada – mis amigas se mueren por conocerte, y … ¿te parece buena idea, o prefieres- Sí – me calmó – me apetece conocer a tus amigas. ¿Deberíamos despedirnos ahora? ¿Ya quieres librarte de mí? – bromeé. Quiero ir al hotel y ponerme algo más apropiado. Comprendía perfectamente lo que quería decir, asentí. *** Quedamos en reunirnos directamente en el local, él n
Yours. Aidan. Cada uno de los días que pasé a su lado en Madrid fueron únicos, inigualables, y no sólo los pasamos en Madrid, ella me convenció para irnos a la playa, prometió que sería más agradable, que no pasaríamos tanto calor como en la ciudad. No podía negarle nada a esa preciosa mujer. Estuvimos en Barcelona y en Valencia, ella quería enseñarme todos esos lugares, verlos conmigo, y quedarse a mi lado. Creo que éramos novios, aunque no hablásemos sobre ello. Me sentía feliz teniéndola a mi lado, y no quería siquiera pensar en tener que marcharme, a pesar de que sabía que en algún momento tendría que volver a casa. ¿En qué piensas? – preguntó aquella noche, haciéndome salir de mis pensamientos, en el pequeño balcón del apartamento que ella había pagado. No me dejó pagar absolutamente nada, decía que era su regalo, como agradecimiento de que estuviese allí, por ella. Me abrazaba por
Capítulo 1. Vivir en una mentira. (Marina).Junio en Madrid puede ser realmente cruel, sobre todo si aún estás asistiendo a los exámenes y trabajos finales de la universidad. El sofocante calor de aquellos días, me hacía llegar a casa pegajosa y con el cabello sudado, especialmente en la nuca.¡Maldito verano! Adoro el frío, por eso mi estación favorita es el invierno, quizás tenga algo que ver con mis viajes al norte de España, donde vivían mis abuelos, en las vacaciones de navidad, cuando tan sólo era una niña. Adoraba mis días allí más que nada en el mundo.Dejé mi pesada bolsa con todos los libros y el ipad sobre la mesa de la cocina, agarré una manzana roja del frutero, y comencé a comerla a mordiscos, adentrándome en la enorme mansión de mi
Capítulo 2.Dejar de creer en el ser humano. (Marina).Mis padres no entendieron mi repentino cambio, ni siquiera las chicas entendían lo que pasaba por mi mente para hacer algo así, pero lo necesitaba, tan sólo quería huir, poner tierra de por medio, esperar a que las cosas se solucionasen solas, incapaz de poder hacerlo por mí misma.No quería hablar con Isa, o con Francisco, ni siquiera podía decirles que lo sabía, me veía incapaz de enfrentarlos, tan sólo quería que todo se solucionase solo, sin hacer absolutamente nada, que él volviese a ser mi novio y ella mi mejor amiga, nada más.Me cerré en banda, ignoré todos los consejos de mis amigas, y todas las súplicas de mis padres porque hablase las cosas con él antes de tomar decisiones precipitadas. Pero no podía hacerlo, no cuando sent&ia
Capítulo 3.Spanish Girl.(Aidan).Acababa de terminar de trabajar, como cada día, el tráfico en la hora punta es algo horrible, y siempre me tocaba a mí estar hasta que se iba el sol, en una de las zonas más visitadas de la ciudad, dirigiendo el tráfico.Miré la hora en mi teléfono móvil, dándome cuenta de que tenía como diez llamadas perdidas de la pesada de Mina, mi madre adoptiva, la única que me dio un hogar cuando mi padre nos abandonó a nuestra suerte. Seguro que quería que le llevase más pasta para gastarla en drogas. Estaba tan harto de lidiar con aquella situación, y ni siquiera podía apoyarme en alguien, pues yo mismo alejé a todas las personas que una vez fueron importantes en mi vida, de mi lado.Por supuesto, Anna no había contestado a ninguno de mis men
Capítulo 4.Pasarlo bien con un desconocido. (Marina)Bailaba con él, en un bar, sin poder parar de reír, a cada rato, pues él bailaba realmente mal, hacía mucho que no salía a bailar con alguien tan torpe. Ni siquiera tenía ritmo.Aún no sé bien cómo acabamos allí, después de dejarme convencer para ir al cine, jamás pensé que acabaría con un completo desconocido en un bar. Pero … yo misma lo propuse, al darme cuenta de que se sentía incómodo en el cine, a causa de que la gente nos observaba. Me moría por saber más sobre el tema, él era demasiado misterioso, pero por el momento, me conformaba solo con aquel momento.Las cervezas irlandesas no están tan ricas como las españolas, eso tengo que admitíroslo, pero no estaban mal.