—Uhm… ¿De nuevo tarde? —Miranda miró el reloj en la pantalla de su móvil.
Sophie estaba dormida en su habitación, ya era entrada la madrugada y Patrick no contestaba sus llamadas, como todos los días últimamente. El pelinegro llevaba mucho tiempo ya actuando de aquella manera, frío, distante, llegaba siempre tarde y nunca tenía una explicación convincente. Miranda no exigía mucho, después de todo ambos tenían sus propias vidas y no eran una pareja real, a ella no le importaba si Patrick decidía salir con alguien y quedarse hasta tarde con esa persona, le alegraría si llegara a escuchar una noticia como esa, después de todo ella quería que su mejor amigo fuera feliz... ¡¿Pero le costaba mucho responder sus llamadas?! Aunque no fueran una pareja él seguía siendo el padre de su hija, seguían viviendo juntos, segu&iac
Patrick sintió cómo algunas personas se le quedaban viendo mientras iba a la máquina expendedora y un pesado suspiro se escapó por sus labios al escuchar su nombre en susurros, metió el billete en el aparato, marcó el número del snack que quería y se devolvió a su asiento aun sintiendo aquellas fijas miradas sobre su espalda. Aquello pasaba siempre, cada vez que él iba a algún lugar en aquella estación, los patrulleros, oficiales, detectives, inspectores e incluso las secretarias hablarían a sus espaldas, al principio había creído que se debía a que un oficial del SWAT había sido ascendido a detective de una manera tan abrupta, Patrick era muy joven y ya se había saltado varios escalones muy rápido, cualquiera que no lo conociera pensaría que tendría algún contacto en los altos cargos y eso era lo que lo ayudaba a subir tan r&aacut
—¿Por qué fue eso? —Patrick se separó un poco del mayor, manteniéndose sobre éste y alternando su mirada entre sus labios y sus ojos.—¿Importa? —Jung habló bajo.—Un poco, sí. —Sonrió.—Pues no lo s&ea
—Mnh… —Patrick extendió su mano hacia el despertador y apagó la molesta alarma.El molesto sonido sólo retumbó en la habitación por una fracción de segundo antes de que el coreano lo pelinegro y se volviera sobre su costado, rodeando la cintura del coreano una vez más con su brazo y depositando un rápido beso sobre sus labios, sonriendo luego de que éste tirara de él una vez más, reanudando el roto beso y ladeando su cabeza un poco, el pelinegro lamió su labio lentamente, pidiendo permiso para explorar su cavidad con su lengua, obteniéndolo r&
—¿Tú de nuevo? —Nicholas suspiró al ver a Patrick en la puerta, éste sólo le dedicó una corta mirada al coreano.—¿Interrumpo algo? —preguntó con un poco de molestia.—Sí. —El castaño frunció su ceño. Jung suspiró luego de bajar de su auto con Sophie y se dirigió hacia la entrada de su casa. Aquello no había salido muy bien. Patrick ya le había contado sobre la abuela de Sophie, él no había tenido las intenciones de tener que contarle sobre su sexualidad a una mujer desconocida, pero la presión que ponía sobre el tema le había crispado los nervios y terminó por escupirlo, haciendo que la situación se volviera incluso más incómoda cuando Sophie pidió quedarse con él. ¿Cómo se sentiría aquella mujer luego de que su única nieta decidiera quedarse con el tipo gay que acababa de conocer en lugar de ella? Seguro había sido como un golpe al hígado y él se sentía mal porOpen Case N° 43: Novena - Burn that shit.
—¿Nada? —Patrick se volvió a ver al coreano que miraba detrás de algunas tablas sueltas y éste negó con su cabeza— Bien, no hay otra manera de salir. El asesino tuvo que usar las escaleras del frente.—Con tantas personas pudo confundirse fácilmente, nadie lo habrá notado con el alboroto… es inútil buscar una pista aquí —Jung caminó al lado del más alto y éste se apoyó en el antiguo barandal de madera. —¿Otro...? —Patrick bajó su chocolate caliente y titubeó, Jung soltó un suspiro y tomó una de las galletas de coco, sabía a dónde iba aquella llamada— Estuve allí hace nada, ¿cómo que otro cuerpo apareció? —bufó, parecía frustrado— No, saca a la gente de allí y cierra el perímetro, ¿hay alguna manera de convencerlos de cerrar la iglesia hasta que...? Sí… no tenía mucha fe en eso. Iré en... —Parecía que lo habían interrumpido— ¿Estás seguro? —Apretó sus labios— Oh... Bien, gracias Sargento —dijo con desgano y colgó la llamada. —¿Puedes decirme dónde estuviste entre las ocho treinta y tres de la noche del miércoles y las siete en punto del día de ayer? —Patrick preguntó al chico frente a él y éste titubeó.—¿Por qué es relevante? —soltó a la defensiva y Patrick suspiró, parando la grabadora una vez más y reclinándose en su asiento.—Escucha, no te ofendas, pero estoy buscando Open Case N° 45: Novena - I like him
Open Case N° 46: Novena - Corintios