—¿Cuantos años crees que tenemos? —Patrick alzó una de sus cejas y Hyesung soltó una risita, tapando su boca con una de sus manos mientras acomodaba su toalla en su cuerpo.
—Oh, no lo sé. —Se encogió de hombros, tratando de detener su risa— Pasan tanto tiempo con mis padres y sus amigos que supongo que ya los veo como otra pareja de ancianos.
—¿Escuchaste eso, amor? —Miró
Viernes, 11:37 pm:—¡Entonces sólo toma todas tus cosas y vete! —Jung lanzó la chaqueta de Patrick al piso y éste titubeó.—Sólo déjame explicarte… —El pelinegro extendió una de sus manos, intentando alcanzar al mayor, pero él lo empujó de nuevo hacia afuera.
Miércoles, 1:15 pm:El bonito aparador de postres del gran restaurante estaba surtido de una gran cantidad de tartas; tartas de Chocolate, tartas de fresa, tartas de arándanos, tartas de caramelo, tartas de cualquier sabor que pudiera ser imaginado, pero Patrick simplemente no era capaz de encontrar una tarta de queso entre la marea de tartas que tenían disponibles.—Uhm… Disculpe… —Alzando un dedo tentativo con algo de duda, el pelinegro llamó la atención de la distraída mujer que se encontraba del otro lado del mostrador— Yo… —Su vista volvió al sinfín de tartas y frunció su ceño, entrecerrando sus ojos mientras examinaba mejor todos los postres, asegurándose de que no se había pasado por alto lo que buscaba y que no parecería estúpido al preguntar por algo que, de hecho, sí estaba allí, pe
Jueves, 12:51 pm:El día era soleado y un poco caluroso a pesar de la fuerte brisa que movía sus ropas y cabellos en dirección contraria a la que andaban. Había pocas nubes en el cielo, muchas personas en el parque y aquel par seguía con su relajado trote en el despejado camino. Jung apretaba la botella de agua en sus manos con inquietud mientras Hyesung fruncía sus labios en un puchero.—¿Estás así por lo de ayer? —Rompió el silencio repentinamente, haciendo que el coreano se detuviera y se volviera a verla— ¿Por los boletos de avión? —insistió, el castaño mordió su labio— ¿Estás seguro de que él lo hizo? Es decir…—Era su información bancaria… —interrumpió— además, ¿quién iba a tomar su laptop, intentar comprar boletos de av
—¿Esperabas que pu…? —Patrick parpadeó confundido, el coreano subió su mirada para verlo a los ojos.—Puedo hacerme una idea de lo que ocurrió con los boletos, Pat… No estoy molesto. —Suspiró, de nuevo se veía triste— Eso era lo que hacías cuando te acusé de ver pornografía, ¿no es así? Buscabas boletos de avión para irte a algún lado luego de terminar aquí. —Asintió, Patrick se sintió inmediatamente mal al recordarlo.
—Supongo que volveremos a casa justo a tiempo para la boda de Jonathan y Taylor —Patrick deslizó sus dedos por la quijada del coreano y sonrió al ver su expresión— ¿Qué?—Volver a casa —dijo, su ya enorme sonrisa se hizo aún más grande—. Nuestra casa —rio bajo, Patrick asintió.—Así es —respondió, aun sonriendo por la linda reacción de su novio, ajustando el auricular en su oído para que no se viera.Jung y Sophie habían tenido dos días enteros destrozando los tímpanos de Patrick cada vez que tenían una vídeo llamada; la niña estaba incluso más emocionada por la idea de la mudanza que el mismo Patrick, incluso que el mismo Jung, para ella era como navidad otra vez. Jonathan les había ordenado sacar un poco de información de los Ye para entregarla a la policí
—¿Qué quieres decir con que está en problemas? —Patrick dejó a la chica pasar y ella comenzó a frotar sus manos con nerviosismo— ¡Hyesung! —bufó, lo estaba poniendo nervioso— ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Sabes quién soy? —Frunció su ceño, luego negó con su cabeza— No, acabas de llamarlo Allan —dijo casi en un susurro.—No sé quién eres, pero sé que en definitiva no eres un profesor de historia y que probablemente Allan no sea el nombre de tu esposo… Quizás no sean ni siquiera una pareja, pero sé que son buenas personas… creo —su duda saltó con la más grande demostración de sinceridad al soltar ese pequeño "creo" al final. Patrick suspiró.—Jung… Su nombre es Jung —corrigió, la chica tragó fuer
—Tsk… —Patrick miró al piso y frotó sus manos ansiosamente, Hyesung siguió hablando en voz baja.Había llegado al hospital hace algunas horas y su única compañía en aquel lugar era la nerviosa chica, quien había ponderado por mucho tiempo si contarle la historia completa al detective o no, decidiendo hacerlo al ver que Patrick no la presionaba y que de hecho no parecía realmente interesado en el asunto; el sujeto estaba tan preocupado por el estado actual del coreano que realmente había mandado aquella misión al carajo hacía muchas horas atrás. Hyesung decidió que, además de confesar todo lo que había pasado y acabar con aquel asunto de una vez por todas, distraería al estresado pelinegro a su lado, quien parecía a punto de matar a uno de esos doctores que seguían yendo de un lado a otro sin decirle nada.Hy
—¡Muchas gracias! —Eddie tomó el café de las manos de la linda chica y le regaló otra gran sonrisa— ¡Lindo día! —Ondeó su mano en despedida, tomando por sorpresa a la apenada mujer, quien devolvió el saludo con sus mejillas enrojecidas.Su acción lo distrajo por más tiempo de lo normal, olvidando prestar atención al frente y chocando con la persona que venía desde su derecha, terminando por derramar su café sobre él y temblando levemente debido a la fría sensación.—Demonios… —El sujeto a su lado vio sus brazos manchados por el café de Ethan y él titubeó.—¡Lo siento mucho! —dijo rápidamente, su rápida respuesta hizo que el otro se volviera a verlo con una de sus cejas alzadas.—No deberías caminar sin ver al frente&