Sirius Newman era el mayor responsable de que Irissa Zack estuviera vivo, sano y salvo en la actualidad, era su jefe de seguridad y uno de sus amigos más cercanos. Era la persona en la que Zack más confiaba para cuidarle la espalda. Sin embargo, ese puesto no siempre fue de Sirius. En el pasado, Moira era la verdadera encargada de la seguridad de Zack. Siendo una policía e investigadora, y además su novia, Moira Jineo era la más interesada en mantenerlo a salvo de sus múltiples enemigos y Sirius simplemente la ayudaba, eran compañeros. Cuando Moira se fue, toda la carga de proteger al hombre más famoso del mundo de atentados terroristas e intentos de asesinato recayeron mayormente en Sirius, que dio todo de sí para mantener a salvo a su amigo, pero… no era suficiente. No importa lo mucho que quisiera ayudar a Zack. No podía salvarlo de sí mismo. No podía salvarlo de la miseria en la que se hundió desde que Moira se fue. Lo peor era que ahora sabía que Moira no solo se marchó
Zack abrió los ojos de golpe, solo para vomitar horriblemente en el piso, tosiendo y respirando con dificultad una vez pasada esa horrible experiencia.Sirius lo miró con cautela.—¿Qué hora… es? —Zack finalizó la pregunta con dificultad, con su respiración temblorosa impidiéndole ser muy coherente.—Son las cinco de la tarde —contestó su amigo con una mirada confusa—. ¿Estás bien? Creo que tuviste…—Un coma etílico, sí. —Tosió fuertemente—. Maldita sea, estuve inconsciente como doce horas, aunque recuerdo que iba y volvía de la inconsciencia. —Llevó dos dedos a su cuello, midiendo su propia presión sanguínea. Era bastante baja, no era de extrañar que se sintiera tan débil—. Me excedí con el alcohol… Diablos, necesito ir a un hospital.Odiaba ir a hospitales, la mayoría de las veces podía tratarse él mismo, pero con su pulso tan débil y su respiración tan irregular la verdad le sorprendía ser capaz de pensar racionalmente ahora mismo. Podría tener un maldito paro cardíaco en cualquier
En su segundo día de escuela a la hora del receso, Lutxi se sentó junto a Miranda, la niña pelirroja, una vez más.Y esta vez fue Ray Neils quien vino a sentarse con ellas, más precisamente junto a Lutxi.—Toma. —Le tendió cien dólares.—¿Eh? —Ladeó la cabeza—. ¿Esto no es lo que iban a pagarte por reparar el celular? —Lo miró confundida.—Sí… Realmente ni yo ni el chico creíamos que iba a poder repararlo. —Ajustó su cubre bocas, evitando mirarla—. Se sorprendió tanto que me pagó doscientos. Así que ten la mitad, porque tú lo hiciste. —Acercó más el billete a ella.—Oh. —Tomó el billete con los ojos muy abiertos—. Gracias… Quizás no debería haber aceptado el dinero cuando lo hizo como regalo para él, pero… los aparatos científicos costaban mucho dinero. —¿Te llamas Jineo, verdad?—No, Jineo es mi apellido. Dime Lutxi. —Te diré Jineo —insistió—. ¿Dónde aprendiste a reparar celulares? —La miró con curiosos ojos verdes.—Lo aprendí gracias al Dr. Irissa Zack. —Sonrió alegre
Moira estaba comenzando a desesperarse un poco. Tenía que conseguir un trabajo pronto, pero no lograba encontrar nada que la convenciera, con cada posible puesto de trabajo salía un nuevo inconveniente. Claro que no es que estuviera apurada por tener problemas de dinero, tenía mucho ahorrado, pero quería comprar una casa para criar a su hija, y para comprar una casa necesitaba un sueldo fijo pronto para que no se le acabara el dinero tan rápido, y tenía que conseguir un horario que se ajustara a su rutina y tampoco quería un puesto cualquiera en el que ganara una miseria. O le ofrecían cosas que eran demasiado demandantes y le quitarían tiempo con su hija o bien le ofrecían cosas que eran insuficientes para su nivel. Ella llevaba más de doce años trabajando en las fuerzas policiales, merecía un puesto acorde a su experiencia y no aceptaría menos, pero por otro lado tampoco podía aceptar algo demasiado demandante o no tendría tiempo para cuidar a su niña preciosa. Tendría que
Ya había pasado un tiempo desde que tuvo que pasar por el coma etílico, y luego Zack tuvo que pasar una semana viviendo en casa de sus padres hasta que su viejo se sintió lo suficientemente tranquilo como para dejarlo volver a su propia casa, aunque advirtiéndole que le haría visitas sorpresas cada que quisiera y lo llamaría cada tres horas, como el pesado que era.Tenía prohibido volver a beber y la verdad le estaba costando, pero Sirius y Gael le pidieron que cuando sintiera la necesidad irrefrenable de beber llamara a alguno de ellos, ellos se encargarían de comprar la botella y él solo bebería una copa o dos bajo su supervisión. Luego se llevarían la botella y allí no pasó nada, tampoco le dirían a su familia si él no quería. La verdad se sentía como un bebé, pero al menos así su familia y amigos estaban más tranquilos. Además, se lo merecía por haber bebido de forma tan irresponsable.Y, honestamente, se sentía un poco más ligero después de… liberar un poco sus sentimientos r
Aquel fue un mes ocupado para Lutxi, aunque también fue uno de los mejores meses de su corta vida, pero eso no significaba que no hubiera tenido sus cosas malas.Siempre pasó mucho tiempo junto a su madre, no estaba acostumbrada a no verla durante casi todo un día y mucho menos tan seguido. Y resulta que para tener el nuevo trabajo que quería su madre necesitaba hacer un "curso intensivo" en pos de conseguir el empleo que ella deseaba. Y eso la hacía estar ocupada casi todo el día y llegar muy cansada en la noche.Estaba un poco triste de que su madre tuviera que trabajar tanto, pero ella le había explicado muy bien el por qué necesitaba hacer eso y Lutxi ya sabía que no debía molestar a su mamá cuando trabajaba, así que simplemente asintió y pasó su tiempo libre estudiando más o ayudando a su primo Ricky en sus proyectos ya que seguían viviendo en casa de su tía Lilly y su tío Clark.Debía admitir que tener a su madre menos tiempo con ella tenía ciertas ventajas… como que ahora era m
—Me llamó Lutxi Jineo. —Después de que la niña le dijera su nombre, Zack a duras penas pudo mantener el equilibrio. Retrocedió un paso, sin poder dejar de mirarla con el rostro completamente desencajado por la sorpresa—. ¿Estás bien? —Ladeó la cabeza, mirándolo con un poco de preocupación y confusión en sus grandes ojos azules.Él abrió la boca, queriendo decir algo, pero estaba completamente sin aliento y nada salió.Luchó por recomponerse, a pesar de que estaba comenzando a sentirse mareado.—Sí… —Cerró los ojos, antes de volverlos a abrir y mirarla con pánico, casi como si ella pudiera desaparecer en cualquier momento—. Lutxi… —Repitió casi en trance, antes de volver a enfocar sus ojos en ella—. Lutxi Jineo… —Continuó mirándola, sin poder apartar los ojos."Es la hija de Moira… Su hija... es mía. Es mi hija… Nuestra hija..."Era innegable. La niña era prácticamente su copia femenina y parecía de seis años, y todo apuntaba a esa conclusión. Los nervios de Moira cuando la encontró, l
Zack se quedó pensando en su sofá, todavía sin procesar del todo lo que había descubierto. Para ser honesto, no sabía cómo sentirse. Ni siquiera había acabado de creerlo. Fue muy repentino. ¿Qué se supone que debería sentir ante una situación así?Una parte de él quería ir corriendo a casa de Clark a preguntarle dónde demonios estaba Moira para poder exigirle respuestas, pero ese era su lado más impulsivo y rápidamente fue silenciado por su lado más razonable y lógico. Sin embargo, ese lado tan lógico y sensato tampoco tenía ningún tipo de respuesta para las dudas que estaban revolviendo su mente ahora mismo. Mientras más lo pensaba menos sabía cómo sentirse.¿Debería hablar con alguien? ¿Debería sentirse molesto? ¿Realmente lo que acababa de pasar fue real? De alguna forma se sentía como si todo hubiera sido un simple juego de su mente, un sueño o una pesadilla, realmente no estaba seguro. No estaba seguro de nada.—¡Amo Zack, traje su pedido! —El zen-bot que había enviado de