El lunes por la mañana, Zack tuvo una reunión con la señorita Mandy Anderson, la maestra titular de su hija, misma que acababa de regresar de sus vacaciones pagadas.—Dr. Zack. —Lo miró con una sonrisa encantada mientras se sentaba en su escritorio—. ¿Mis niños se comportaron bien con usted, no es cierto? Odiaría saber que lo hicieron pasar malos tragos. —Claro que se comportaron. Son buenos niños —admitió en medio de un bostezo.Había trabajado demasiado ayer en el laboratorio y en su empresa. Ahora que estaba menos horas entre semana debido a que estaba ocupado fingiendo ser el profesor de su hija, se esforzaba más los fines de semana en su empresa, por lo que acababa teniendo que sobre-esforzarse todos los días de la semana, sin descanso. —Me alegra escuchar que no lo volvieron loco. —Rio calmadamente—. Las vacaciones fueron muy agradables, pero ya estoy lista para volver al trabajo. —Suspiró profundamente, luciendo como si realmente no le gustara demasiado su trabajo de maestra.
Moira tenía mucho en su mente. Realmente estas estaban siendo de las semanas más difíciles para ella.Se sentía cansada mentalmente, pensando en lo mejor para su hija, lo que habló con Zack y las palabras de su hermana. Y también adaptarse al nuevo trabajo no era exactamente fácil después de años sirviendo como policía de escritorio en Londres.Estaba más contenta montando guardia afuera que sentada frente a una computadora, pero extrañaba cenar todos los días con su hija y era duro adaptar sus horarios de sueño ya que la mayoría de turnos eran por la noche.Era difícil, pero verdaderamente lo que más la preocupaba era su vida personal, más específicamente el qué iba a hacer con Zack y Lutxi.Ahora que ya sabía que él era su maestro, Lutxi disfrutaba contándole todo lo que su profe le enseñaba, y ella solo podía escucharla con una sonrisa resignada.Le gustaba que estuviera tan feliz y se llevara tan bien con su padre, aunque no sabía que era su padre…A veces tenía la leve tentación
Primer día de su nuevo trabajo y Moira estaba bastante emocionada.Estaba muy feliz porque finalmente pudo prepararle el desayuno a su hija y llevarla a la escuela otra vez, cosa que últimamente siempre le pedía que hiciera a su hermana. Aunque ese día tuvo que ir por un nuevo acompañante, por supuesto.Alquiló un auto y condujo hasta la casa de Marcus, donde lo encontró esperándola en compañía de su hijo, el pequeño Kevin.Le había mostrado una foto antes, pero aun así encontró al niño muy adorable. Su cabello era negro como el de su padre, pero a diferencia de él tenía un flequillo cubriendo la mitad de su frente, su cabello también era un poco encrespado. Y había heredado los ojos celestes de Marcus.—Kevin, ella es Moira, será tu ángel de la guarda —Marcus la presentó con una sonrisa estúpida—. Puedes confiar completamente en ella. Te llevará y te traerá de la escuela a partir de hoy.—Está bien por mí —dijo alegremente el niño—. Entonces te veo luego, papá.Después de que padre e
Tres semanas pasaron desde que Moira empezó a trabajar como guardaespaldas al servicio de Marcus que la contrató a pedido de Zack y todo marchaba relativamente bien.Zack y Robert mantenían contenida a la prensa con sus contactos. En caso de que alguien quisiera publicar la noticia sería inmediatamente silenciado y presionado para cerrar la boca. Internet era un poco más difícil de monitorear, pero al menos los sitios web más relevantes también podían ser controlados con influencias.Básicamente el mayor miedo que Zack tenía ahora era que subieran la noticia en un sitio poco conocido y se hiciera viral en pocas horas. ¿Podría diseñar un algoritmo para controlar eso? Sí, con el suficiente tiempo, pero eso podría ir contra la privacidad de las personas y su libertad de expresión y era poco ético y toda esa basura. La verdad le daba igual, pero tampoco era como si tuviera mucho tiempo libre… además, era consciente de que el secreto no podía ser eterno.Tarde o temprano todos lo sabrían…
Había pasado ya más de un mes en su nuevo trabajo como guardaespaldas del hijo de Marcus y su deber autoimpuesto de cuidar todavía más minuciosamente a su hija y Moira estaba muy tensa.Por un lado, le estaba yendo mejor que nunca económicamente, y podía pasar prácticamente todo el día con su hija sin depender de niñeras o de su hermana, en ese aspecto estaba pasando una época maravillosa. Por otro lado… sabía que había gente rondando la escuela de su hija. Gente que estaba detrás de Zack.Aparecían de vez en cuando, una o dos veces a la semana. Iban en parejas de a dos y pareciera que se turnaban cada semana.Durante ese mes Moira estuvo vigilándolos y reuniendo evidencia de ellos (como fotografías), sin embargo, esta última semana extrañamente ninguna de las parejas de espías se hizo presente.Moira solo podía deducir que estaban planeando un gran movimiento, porque no había forma de que tiraran un mes de vigilancia a la basura por nada.Debería hablar esto con Marcus, que era su je
Fue una cena definitivamente incómoda, sin duda alguna.—¿Entonces mamá y mi profe son novios?—Por sexta vez, hija, no. Deja de decir ese tipo de cosas, por favor. —Las constantes preguntas de su hija sobre el tema solo le recordaban el vergonzoso momento en el que casi cede a sus anhelos del pasado y besa a Zack delante de su hija y todo.Era su culpa por ser tan descuidada, por supuesto, pero aun así quería simplemente olvidarse de eso. Más debido a que ahora tenía que aguantar cenar con Zack aquí.—¿Y entonces por qué se iban a besar? ¿Son amigos con derechos? —Ante esa última pregunta, tanto Zack como Moira se escandalizaron.—¿Disculpa?—¿Dónde aprendiste esas palabras, jovencita? —Zack frunció el ceño.—Eh… tío Robert… —Sonrió nerviosamente.—Voy a matarlo —dijeron ambos padres al mismo tiempo.—¿Qué te dijo exactamente? —preguntó Moira mientras crujía los puños.—Dijo que él y tía Franny fueron eso antes de ser novios… aunque no entiendo del todo qué significa. —Encogió los ho
Moira se quedó sentada como una tonta en su sofá mientras Zack terminaba su llamada, todavía pensando en el casi beso que casi se dieron. —Era Sirius —dijo él con un suspiro al colgar la llamada—. Ya está aquí para recogerme. —La miró de reojo por un segundo, antes de mirar al álbum, que apenas habían leído hasta la mitad—. Supongo que… podemos continuar algún otro día. —Cerró el álbum y se puso en pie.—Sí… —Carraspeó, evitando mirarlo mientras se abofeteaba mentalmente.Él sonrió, antes de reír entre dientes.—Bien entonces… buenas noches, Miry. —Tomó su chaqueta y se dirigió a la puerta.—B-buenas noches —lo despidió apenas siendo capaz de mirarlo.Cuando escuchó la puerta cerrarse, se desplomó en el sofá sujetando su cabeza frenéticamente, maldiciendo en susurros.¡¿Qué demonios fue eso?! ¡¿Acaso se había vuelto totalmente loca?!Gruñó y se levantó del sofá abrazando el álbum contra su pecho, intentando no pensar ese breve instante en el que sus labios se reunieron con lo
—Entonces… ¿vas a estar ocupada con el asunto de los perseguidores de Zack? —Marcus miró con curiosidad a Moira mientras tomaban café en la sala de su mansión.Sus hijos estaban jugando no muy lejos de allí. O más bien Kei estaba escapando de Lutxi que quería golpearlo por decir que la música era mejor que la ciencia. Ya los calmaría luego…—Sí… Quiero decir, no planeó descuidar en lo absoluto la seguridad de Kei, pero creí que debía decirte esta situación en caso de que algo surgiera.—Está bien, Miry preciosa, entiendo totalmente. —Sonrió comprensivamente—. Confió plenamente en tus capacidades, no tienes nada que explicarme.Ella sonrió agradecida.—Gracias, Marcus. —Suspiró.—Aunque… hay algo que quiero pedirte.—¿Qué sería eso? —Alzó una ceja.—Haré una fiesta esta semana y Zack está invitado… Me pone un poco nervioso que sus perseguidores quieran hacer algo en la fiesta así que ¿te importaría venir a trabajar como guardaespaldas esa noche? Ella lo miró con los ojos muy abiertos.