Hola, mis bellas lectoras. ¿Qué tal les ta pareciendo la historia de Alessio y Natasha? Me gustaría leer sus opiniones, espero pronto leerlas. También quiero agradecerles por seguirme hasta este cuarto libro de estas historias de los Mancini, espero seguir contando siempre con ustedes.
NATASHAEsto había sido mala idea, no debí haber aceptado ese trabajo. Esa maldita ropa, si es que se le podía llamar así; estaba exhibiendo todo mi trasero. Ahora los viejos cochinos, esos, me observaban con lasciva, hasta se me revolvió el estómago con solo ver sus reacciones.—No creo que llegue a soportar tanto en este trabajo —dije después de terminar de bailar y salir del escenario. Jenny estaba esperándome del otro lado del telón — ¿Y si mejor pides que me cambien para mesera? —insistí.Mi insistencia continuaba desde que me propuso ser una bailarina del club. Por supuesto que eso era lo último en lo que había pensado dedicarme, opté hasta por servir bebidas en la barra, pero ella me dijo que ya estaban completos y que solamente contrataban hombres para ese puesto.¿Qué tenía de anormal que una mujer sirviera bebidas?—Tenlo por seguro que odiaras más el otro puesto. Siendo mesera corres más riesgo de que te metan mano por debajo de la falda, y no pienses que el uniforme cambia
NATASHAMi mirada se congeló cuando nuevamente sus ojos se hallaron con los míos. Me había atrapado husmeado entre él y su hermano.Aparté la mirada inmediatamente en el momento que reaccione. Giré para ver a Jenny, pero ya había desaparecido.¿A dónde se había ido? ¿Y por qué me dejó sola?Cuando termine de comprobar que no había rastro de ella por ninguna parte, me moví para alejarme de allí; sin embargo, alguien me detuvo.—Hey, ardiente —tiro de mi mano y me giré automáticamente impactándome contra su pecho firme —¿Primero tratas de escuchas, conversaciones ajenas y después huyes, sin antes obtener la información? —sono divertido, y no molesto.¿Acaso se ha burlado de mí?—No molestes, salvaje —sacudí mi brazo para liberarme de su agarre mientras lo fulmine con la mirada —No estaba escuchando nada. ¿Y sabes una cosa? —lo encaré antes de irme. Él arqueó una de sus cejas —No siempre serás el centro de atención de todos.—Tal vez no de todos, pero si de los que me rodean, cómo tú —se
NATASHAAbrí los ojos. No me atreví a girarme para comprobar quien había sido la persona que nos interrumpió.Eso fue lo mejor.Coloque ambas manos en su pecho y lo empuje para que retrocediera. No se le miraba la intención de alejarse de mi cuerpo. Él también tenía cerrados sus ojos y en el instante que lo toque para hacerlo retroceder, los abrió.No se inmutó ni nada por su novia, que estaba segura de que era ella. ¿Cómo es que no le da pena hacer esto enfrente de ella?—¿Alessio? —la mujer volvió a llamarlo. Continuaba sin reaccionar o no sé qué le pasaba. Sus ojos seguían fijos en los míos —¿Qué significa esto? —exigió su novia.Ninguno de los dos se molestó en verla. Nuestras miradas estaban conectadas. Él escudriñó mi cara y se detuvo de nuevo en mis labios por unos segundos.Estaba por caer devuelta en su dominante hechizo, pero la razón llegó más pronto a mi mente que cualquier otra cosa. Y está vez lo empujé más fuerte, haciendo que su pecho se separará unos cuantos centímetro
NATASHA—Admito que la mujer tiene un cuerpo espectacular, muy bien cuidado. Pero debo decir que si se le notan un poco los añitos —comente.Por supuesto, no era envida, claro que no.—Es porque se ha hecho unos arreglitos. Si es bella y todo eso; aun así, no es nada fuera de este mundo, porque no es belleza natural. Cómo la belleza de la madre de Alessio, todos dicen que es muy hermosa.— ¿Su madre? No sabía que tuviera una, le faltaron algunas nalgadas a ese niño.—Si apenas supiste su nombre ―se rio. La fulminé con la mirada ―es normal que no sepas de su vida personal, no acostumbra a mencionar su familia a personas que acaba de conocer.Bueno, eso sonó como si fuera una completa extraña. En verdad lo era, ¿qué pretendo pensando lo contrario?—Igual no me interesa saber de su vida y su familia —hice un ademán con la mano restándole importancia —Lo único que pido es no volver a cruzarme con él en ninguna parte.—Eso será imposible —añadió —Alessio casi vive en este club. Y últimamen
ALESSIO Estaba pálida, su pecho subía y bajaba agitado. Parecía cansada y sin aliento, como si hubiera corrido en un jodido maratón. ¿Qué estaba ocurriendo con ella?Salí del auto sin pensarlo, había sido un impulso mío, algo que no hacía todo el tiempo. No acostumbraba a ser alguien impulsivo, siempre reflexionaba las cosas antes de actuar, pero desde que esta chica se cruzó en mi camino, mi control se desbocaba rápido.En un segundo ya estaba de pie frente a ella. El tono de la piel de su rostro estaba casi blanco, más pálido de lo habitual. ¿Acaso había visto un fantasma?― ¿Estás bien? ― pregunté de repente preocupado.¿Qué demonios, por qué me preocupaba por una desconocida? Si seré hipócrita, ayer estuve a casi nada de besarla, si no hubiera sido por Narkissa, tal vez hubiera ocurrido lo que estaba deseando hacer. Apenas la había visto unas cuantas veces en el club, sin contar la primera vez, cuando me ganó la carrera. Es que había algo en ella que me intrigaba, pero al mismo t
ALESSIOEn cuanto dejé a Asha en su casa, le regrese la llamada al abuelo, pero este no contesto.― ¿Para qué demonios me llama si después no va a responder? ―murmuré.Tal vez se molestó porque desvié su llamada antes de haberme dado cuenta que Asha bajó de mi auto. Otra vez estuve a nada de besarla. ¿Qué mierda me estaba pasando con esa chica? Últimamente, he estado muy distraído, incluso no he podido concentrarme en el asunto de la Bratva y del maldito Krait.Al final decidí por llamarle a Luca. Sabía que estaba fuera de la ciudad y posiblemente también del país, pero eso no me importo. También sabía que él iba a responder de todas formas o después me devolvería la llamada si no podría responder en ese momento. Por lo regular siempre hacia eso cuando trataba de comunicarme con él. Luca toma la llamada en el primero pitido.― ¿Qué pasa, Alessio? ¿Ocurrió algo?.―Parecía agitado, no voy a preguntar que mierda estaba haciendo antes de que respondiera la llamada.― Tu padre me llamo, p
NATASHA—¿Entonces… solamente huiste y ya? —indagó Jenny.—¿Qué otra cosa querías que hiciera? —me molesté por su respuesta, cuestionarme no era lo que quería —¿Qué esperabas, que me iba a quedar allí sentada en su auto viendo cuando se animaba a terminar por besarme? O no, tal vez, debí haberle preguntado: Hey, Niño bonito, ¿a qué hora se te antojará besarme? —mi tono sarcástico estaba cargado de furia.No le dije que ese asunto ya me tenía frustrada. Frustrada sexualmente, esa era la palabra correcta.¿Cómo es que eso pasó de ser una cosa a otra? Él no me agradaba, incluso fue grosero conmigo cuando me dejó en el apartamento de Jenny, y, aun así, estuve a punto dejarme besar por él.¿Qué diablos me estaba pasando?Era un desastre.La tarde pasó rápido, ya estaba arreglándome para subir al escenario esa noche. No me había cruzado en el camino a Alessio, creo que eso era lo mejor, ya que no quería pasar otro momento frustrante como el último.Termine de maquillarme después de colocarm
NATASHA ¿A dónde me llevaba? ¿Acaso me llevará a un lugar de aquellos dónde suele llevar sus conquistas? Ahora mi pregunta era: ¿Existirá tal sitio? Eso iba a estar en mis pensamientos por un buen largo rato. Me llevó hasta su auto, el mismo en el que me hizo subir aquel día cuando me encontró huyendo de los desconocidos que me perseguían esa noche. Pero esta vez no replique, ni siquiera dije una sola palabra, pues no podía hacerlo, era como si estuviera entumecida desde que nos besamos. El camino también fue silencioso, Alessio tampoco dijo nada, y la verdad agradecí mentalmente por ese silencio. Aunque no era nada cómodo el momento, al menos no me había avergonzado haciéndome preguntas o molestándome con algo que no quisiera discutir en este instante. Hablar de lo que pasó hace rato atrás en el club, eso me dejaba nerviosa y confundida. Sé que yo lo quería más, sin embargo, él no sabía lo que estaba comenzando a sentir. No quería que supiera que me sentía atraída por él. Pues