Hola queridas lectoras. Disculpen por no haber actualizado a tiempo esta semana, he tenido unos días muy ocupados y por esa razón se me complicó actualizar. Espero disfruten el capítulo.
NATASHAAbrí los ojos. No me atreví a girarme para comprobar quien había sido la persona que nos interrumpió.Eso fue lo mejor.Coloque ambas manos en su pecho y lo empuje para que retrocediera. No se le miraba la intención de alejarse de mi cuerpo. Él también tenía cerrados sus ojos y en el instante que lo toque para hacerlo retroceder, los abrió.No se inmutó ni nada por su novia, que estaba segura de que era ella. ¿Cómo es que no le da pena hacer esto enfrente de ella?—¿Alessio? —la mujer volvió a llamarlo. Continuaba sin reaccionar o no sé qué le pasaba. Sus ojos seguían fijos en los míos —¿Qué significa esto? —exigió su novia.Ninguno de los dos se molestó en verla. Nuestras miradas estaban conectadas. Él escudriñó mi cara y se detuvo de nuevo en mis labios por unos segundos.Estaba por caer devuelta en su dominante hechizo, pero la razón llegó más pronto a mi mente que cualquier otra cosa. Y está vez lo empujé más fuerte, haciendo que su pecho se separará unos cuantos centímetro
NATASHA—Admito que la mujer tiene un cuerpo espectacular, muy bien cuidado. Pero debo decir que si se le notan un poco los añitos —comente.Por supuesto, no era envida, claro que no.—Es porque se ha hecho unos arreglitos. Si es bella y todo eso; aun así, no es nada fuera de este mundo, porque no es belleza natural. Cómo la belleza de la madre de Alessio, todos dicen que es muy hermosa.— ¿Su madre? No sabía que tuviera una, le faltaron algunas nalgadas a ese niño.—Si apenas supiste su nombre ―se rio. La fulminé con la mirada ―es normal que no sepas de su vida personal, no acostumbra a mencionar su familia a personas que acaba de conocer.Bueno, eso sonó como si fuera una completa extraña. En verdad lo era, ¿qué pretendo pensando lo contrario?—Igual no me interesa saber de su vida y su familia —hice un ademán con la mano restándole importancia —Lo único que pido es no volver a cruzarme con él en ninguna parte.—Eso será imposible —añadió —Alessio casi vive en este club. Y últimamen
ALESSIO Estaba pálida, su pecho subía y bajaba agitado. Parecía cansada y sin aliento, como si hubiera corrido en un jodido maratón. ¿Qué estaba ocurriendo con ella?Salí del auto sin pensarlo, había sido un impulso mío, algo que no hacía todo el tiempo. No acostumbraba a ser alguien impulsivo, siempre reflexionaba las cosas antes de actuar, pero desde que esta chica se cruzó en mi camino, mi control se desbocaba rápido.En un segundo ya estaba de pie frente a ella. El tono de la piel de su rostro estaba casi blanco, más pálido de lo habitual. ¿Acaso había visto un fantasma?― ¿Estás bien? ― pregunté de repente preocupado.¿Qué demonios, por qué me preocupaba por una desconocida? Si seré hipócrita, ayer estuve a casi nada de besarla, si no hubiera sido por Narkissa, tal vez hubiera ocurrido lo que estaba deseando hacer. Apenas la había visto unas cuantas veces en el club, sin contar la primera vez, cuando me ganó la carrera. Es que había algo en ella que me intrigaba, pero al mismo t
ALESSIOEn cuanto dejé a Asha en su casa, le regrese la llamada al abuelo, pero este no contesto.― ¿Para qué demonios me llama si después no va a responder? ―murmuré.Tal vez se molestó porque desvié su llamada antes de haberme dado cuenta que Asha bajó de mi auto. Otra vez estuve a nada de besarla. ¿Qué mierda me estaba pasando con esa chica? Últimamente, he estado muy distraído, incluso no he podido concentrarme en el asunto de la Bratva y del maldito Krait.Al final decidí por llamarle a Luca. Sabía que estaba fuera de la ciudad y posiblemente también del país, pero eso no me importo. También sabía que él iba a responder de todas formas o después me devolvería la llamada si no podría responder en ese momento. Por lo regular siempre hacia eso cuando trataba de comunicarme con él. Luca toma la llamada en el primero pitido.― ¿Qué pasa, Alessio? ¿Ocurrió algo?.―Parecía agitado, no voy a preguntar que mierda estaba haciendo antes de que respondiera la llamada.― Tu padre me llamo, p
NATASHA—¿Entonces… solamente huiste y ya? —indagó Jenny.—¿Qué otra cosa querías que hiciera? —me molesté por su respuesta, cuestionarme no era lo que quería —¿Qué esperabas, que me iba a quedar allí sentada en su auto viendo cuando se animaba a terminar por besarme? O no, tal vez, debí haberle preguntado: Hey, Niño bonito, ¿a qué hora se te antojará besarme? —mi tono sarcástico estaba cargado de furia.No le dije que ese asunto ya me tenía frustrada. Frustrada sexualmente, esa era la palabra correcta.¿Cómo es que eso pasó de ser una cosa a otra? Él no me agradaba, incluso fue grosero conmigo cuando me dejó en el apartamento de Jenny, y, aun así, estuve a punto dejarme besar por él.¿Qué diablos me estaba pasando?Era un desastre.La tarde pasó rápido, ya estaba arreglándome para subir al escenario esa noche. No me había cruzado en el camino a Alessio, creo que eso era lo mejor, ya que no quería pasar otro momento frustrante como el último.Termine de maquillarme después de colocarm
NATASHA ¿A dónde me llevaba? ¿Acaso me llevará a un lugar de aquellos dónde suele llevar sus conquistas? Ahora mi pregunta era: ¿Existirá tal sitio? Eso iba a estar en mis pensamientos por un buen largo rato. Me llevó hasta su auto, el mismo en el que me hizo subir aquel día cuando me encontró huyendo de los desconocidos que me perseguían esa noche. Pero esta vez no replique, ni siquiera dije una sola palabra, pues no podía hacerlo, era como si estuviera entumecida desde que nos besamos. El camino también fue silencioso, Alessio tampoco dijo nada, y la verdad agradecí mentalmente por ese silencio. Aunque no era nada cómodo el momento, al menos no me había avergonzado haciéndome preguntas o molestándome con algo que no quisiera discutir en este instante. Hablar de lo que pasó hace rato atrás en el club, eso me dejaba nerviosa y confundida. Sé que yo lo quería más, sin embargo, él no sabía lo que estaba comenzando a sentir. No quería que supiera que me sentía atraída por él. Pues
NATASHALa adrenalina corre por todo esté ambiente. La gente grita, apuesta, silba e insulta cuando al que le invirtieron pierde. Amo la adrenalina, la velocidad, el viento cuando roza mi cara mientras monto una motocicleta. Sin embargo, siempre he usado casco, pues sabía que mi seguridad era lo primordial.Stefano nos llevó apartados de la muchedumbre. Vimos tres carreras, ninguna estuvo interesante hasta que compitió Alessio. Sí, era muy bueno, y eso me dejaba en duda, ¿cómo es que yo le había ganado aquel día?Algo había pasado con él en ese momento, porque el Alessio, que acababa de correr ahora, no mostró lo mismo aquella vez.—¿Siempre es así de bueno? —dije aun viendo hacia la calle.—¿A qué te refieres con bueno? — giré para ver a Stefano, me estaba sonriendo —Si te refieres a si es bueno en la cama o si está bueno, eso solamente tú debes de saberlo o si no de averiguarlo.Sentí correr un calor en mi cara y mi cuello. Este chico no tenía filtros, habla conmigo cómo si me conoc
NATASHA ―Algún día te llevaré enfrente ―anunció con seguridad. ―Eso jamás… ―puntualice. El viaje fue agradable, demasiado diría yo. Pues me sentía segura estando con él, a pesar de subir a una motocicleta y saber que estaba acostumbrado a conducir sin límites, tuvo la cortesía de hacerlo con precaución y a una velocidad aceptable también para los demás conductores que circulaban en las calles de New York. Supongo que no lo hacía por el reglamento de conducción, o por temor a que una patrulla de policía nos detuviera por exceso de velocidad. Se notaba tranquilo, como si nada le preocupara, podía observarlo por el pequeño espejo y también podía sentirlo, pues su cuerpo no estaba tenso como en otras ocasiones, se sentía relajado, ¿cómodo? Condujo hasta las afueras de la ciudad, entro en un terreno medio rocoso, había un estrecho sendero por donde la motocicleta podía cruzar sin problema alguno. Aun así, aferre mi agarre a su cintura. Recuerdo cuando subí a su moto y me sostuve de su