En brazos de Holden he conocido una felicidad tan nueva y diferente. Cada día me enamoro más de él y de todo lo que vivimos. La química que tenemos, la complicidad que nos envuelve y esa pasión desenfrenada nos hace diferentes a ojos de muchos. A su lado he sonreído más de lo que lo he hecho en toda mi vida.

A veces me detengo a pensar y me digo a mí misma que vamos muy rápido y que algo va a salir mal, pero trato de no pensar en nada malo. No quiero que esta felicidad se arruine por nada ni nadie.

Hoy me desperté en la luna por culpa de mi ardiente y atractivo novio. Anoche hizo conmigo lo que quiso. Me hizo suya de una manera que me dejó sin fuerzas siquiera de respirar o de mover un solo musculo. El cuerpo me duele y siento mucho sueño, pero valió la pena la desvelada.

Estaba tan distraída y recordando su boca por mi piel, que no me di cuenta de que había dejado varias de mis cosas para mi clase de hoy en la sala de profesores. Mientras fui a buscarlas a paso rápido, dejé a mis est