No tenía ni la menor idea de que la organización de una boda tuviera tanta complicación. Incluso para elegir el ramo o el sabor del pastel debes contar con tiempo para seleccionar el indicado y, sobre todo, que nos guste a ambos. Fuera de todo lo que acarrea una boda, elegir cientos de cosas y medirte vestido tras vestido, me siento muy feliz y emocionada.

Han sido tres meses largos, pesados y trabajando arduamente para casarnos a finales de este mes, pero ha valido la pena todo el esfuerzo que hemos hecho. Estamos un día más cerca de unir nuestras vidas y la felicidad no cabe en mi pecho. Empiezo a sentir los nervios previos y todavía nos queda una semana para unir nuestras vidas para siempre.

Jana, mi mejor amiga, ha estado día a día ayudándome en todo. Ella tiene más visión que yo y ha elegido la decoración de la iglesia y la recepción. Aunque son pocas las personas que van a asistir a nuestra boda, decidimos alquilar un salón para tener mayor comodidad. Entregamos las respectivas