Han pasado tres días llenos de oscuridad. Aunque el doctor dice que Holden está estable, que no despierte todavía, me genera gran angustia. Tengo una necesidad urgente de escuchar la voz de mi esposo y ver esos ojos tan bonitos mirándome con esa admiración y devoción que lo ha hecho desde hace más de un año.

No hemos podido salir de la casa, algo que ha mantenido fastidiada y desesperada a mi madre. A ella no le gusta quedarse quieta por tanto tiempo en un solo lugar. Por más que salga a caminar por el jardín y los alrededores de la casa, ha insistido en irse.

No sé cómo explicarle lo que está pasando, porque ni yo misma sé la magnitud de este problema. Por su propio bien, lo mejor que puedo hacer es ocultarle la verdad y no mencionar absolutamente nada delante de ella. Ni siquiera Jana, que es mi mejor amiga y le tengo gran confianza, he sido capaz de decirle. No quiero que se preocupen, suficiente tenemos ahora con este ataque y la condición de Holden.

Los hermanos de Holden son dos