Holden

Esa vida que tanto odié y luché sin cesar por salirme de ella, es una maldita cruz en la espalda. No sabía que pesaba tanto hasta ahora que siento todo su peso en mis hombros.

Nunca había sentido tanto miedo en mi vida como ahora. Contarle la verdad a Greta no fue nada sencillo para mí, pues desde que salí de Irlanda, dejé todo ese mundo atrás, incluyendo a mi familia. Enterré todo lo malo y lo bueno con tal de ser feliz, pero debía contarle la verdad.Pensaba que nunca más tendría que preocuparme por nada ahora que estoy tan lejos de ese infierno, pero el temor que siento en mi pecho no se puede siquiera explicar con palabras. Es una zozobra que amenaza con asfixiarme.

Desde que la vi salir del apartamento no he tenido paz de nada. He caminado de un lado a otro, observando cada tanto mi teléfono por si decide enviarme un mensaje como única respuesta a mis palabras, pero que no diga nada, es todavía más desesperante.

No sé qué piensa de mí ahora que conoció esa parte tan oscura