25 de noviembre.Me froto los brazos intentando buscar calor, pero no lo consigo. Tiemblo del frio en medio de la lluvia helada. Camino y camino intentando llegar, sin prisa, a mi destino.Después del funeral y del entierro de papá pude escaparme de Mono y Ricardo, empecé a caminar lejos de la funeraria que aunque estaba fuera de la ciudad, no me tomo tanto tiempo llegar a ella. La lluvia empezó hace una hora, aunque con una llamada Mono estaría aquí y me llevaría a donde yo quisiera, no lo llamo. Ahora solo necesito estar sola mientras llego hasta la única persona que me puede hacer sentir mejor.Las lágrimas que derramo se mezclan entre las gotas de lluvia que se resbalan por mi piel. El dolor solo se intensificó cuando me di cuenta que había solucionado mis problemas más graves. Mi mente se despejo, pero entonces una tormenta eléctrica se adueño de ella, cada gota de agua derramada era una lagrima que se resbalaba por mis mejillas; cada trueno que sonaba era una punzada en el coraz
TAMARA.8 meses después. 13 de julio, 2019.Caminar por la finca me trae tranquilidad, me deja pensar con claridad en los siguientes pasos que daré, lo hago cuando tengo cosas importantes que hacer, pero no sé cómo proceder. Sin embargo, hoy solo quiero dejar de pensar, por eso un recorrido a caballo es lo mejor para este momento.No ha sido una semana fácil, no he podido asistir a la universidad y tengo trabajos atrasados. Mono está muy ocupado con unas negociaciones como para ayudarme a supervisar la entrega de los últimos pedidos… Todo se ha estado complicando. A todo sumándole el hecho de que nos han intentado atacar más de una vez en los últimos 3 meses. A veces llego a pensar que es demasiado para mí, pero me niego a rendirme y retirarme, no lo hare, no ahora…Veo a Ty un poco inquieto así que me apresuro hacia él. Tomo su correa tratando de que se mantenga en un solo lugar, le acaricio la cabeza y un costado tranquilizándolo. Ty es un caballo que decidí proclamar como mío, cua
Después de tantos años en el negocio ¿Cómo ocurrió todo esto?Limpio mis lágrimas al ver llegar a Mano derecha.—No sabe, usted, cuánto lamento todo esto —no me mira a la cara.—Yo lo lamento más —no puedo evitar regalarle una pequeña sonrisa, triste, pero al fin y al cabo, sonrisa.—Señorita, ya sé que no es el mejor momento, pero…—Los negocios llaman —completo por él.—Sí, señorita, sin su padre, esto se pondrá muy feo —puedo notar su preocupación.—¿Qué quedo pendiente? —Tres viajes, uno de cocaína y dos de heroína. También una distribución de éxtasis por todo el país.<
Tamara Duval.Si estas esperando a una chica tímida y miedosa; una chica linda y fresa, pues estás equivocado.Mi nombre es Tamara Duval y vivo en Medellín. Acabo de pasar a mi último año de instituto —y gracias a dios—.No tengo familia aparte de mi padre: José Duval. Mi madre murió en un atentado contra mi padre cuando yo tenía ocho años. No tengo familiares por parte de mamá, ya que ella era huérfana. Mi padre fue rechazado por su familia al enterarse de su trabajo.No tengo amigos.No tengo novio.No tengo conocidos.No tengo vida social.Normalmente estoy metida en la finca leyendo libros o cocinando.Tengo algunos pasatiempos, pero me gusta hacerlos cuando mi padre está presente.Todo iba bien, hasta que lo conocí. Él no podía dejarme en paz, solo debí
TAMARA.10 de enero.—He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que la admiro y amo apasionadamente.No importa cuántas veces lea Orgullo y prejuicio, el señor Darcy siempre me impresionará. En esta parte, me provoca golpearlo por la manera en la que se le declaro a Elizabeth, sin embargo, no puedo dejar de amarlo por dejar a un lado su orgullo y hacerle frente a los prejuicios.Por otro lado, le doy todo mi apoyo a Elizabeth, fue valiente y defendió su postura. En ese momento ella no estaba enamorada de Darcy —o quizá sí, solo que era difícil admitir que estaba enamorada de un hombre tan orgulloso—, y gracias al cielo porque si no, no existirá esta historia.El sonido de varios autos deteniéndose me saca de mi análisis. Volteo mi rostro p
TAMARA.18 de enero.Hoy es el primer día de clases. Hace aproximadamente una semana fui al instituto y recogí mis horarios.Quedé en la misma sección de siempre. Con los mismos ineptos de siempre. Con las mismas miradas extrañas de siempre. Lo bueno es que quede con la misma profesora de física de siempre, ella es buena y me cae muy bien.Bajo las escaleras rápidamente, voy con tiempo, pero me gusta llegar temprano, así escojo mi asiento.Paso por la cocina para tomar una manzana, me encuentro con una nota pegada en la puerta del refrigerador.Ara, tuve que irme muy temprano a la cocina, disculpa no poder desearte buena suerte en persona, aunque no la necesitas.Te quiero mucho, hija, ten un buen día.Papá.No me decep
TAMARA.Después de mis clases voy a la finca con mano derecha, que al parecer será mi chófer, otra vez.Bajo de la camioneta al llegar a la finca. Entro a la casa para encontrármela completamente vacía, lo cual no me extraña.Cuando papá va a la "cocina" siempre llega tarde.Espero a Mano derecha en la sala.—¿Todo está bien, señorita? —me dice al verme en la sala. Lo miro con los ojos entrecerrados.—¿Cuando dejaras de decirme "señorita"? —él deja ver una pequeña sonrisa.—Cuando usted pierda la apuesta, señorita —enfatiza la última palabra.—¿Por qué no pierdes y ya? Me estoy cansando de esta apuesta, llevo 18 días sin comer chocolate ¿Quieres que muera por falta de dulce? —me mira con fastidio, yo me cruzo de
TAMARA.19 de enero.—¡Ara, baja de una vez! —escucho el grito de mi padre cuando llego a las escaleras.Puedo ver a mano derecha situado a un lado de mi padre.—Tranquilo Duval, tenemos tiempo de sobra —le dice Mono a mi padre.—Exacto papá, ya cálmate —apoyo a Mano derecha.—Es que quiero saber cómo te fue ayer, antes de que te vayas —termino de bajar las escaleras y lo saludo con un beso en la mejilla, una que ya tiene unas cuantas arrugas.Mi padre tiene 50 años, es un hombre alto, pero un poco pasado de peso, lo que lo hace ver un poco bajo. Tiene ojos marrones, cabello negro con algunas canas, nariz ancha, pero recta; cejas delgadas, lo cual es raro ya que los hombres casi siempre las tienen pobladas. Viste con un traje sin corbata, siempre ha sido así, le gusta verse elegante.—Me fue bien, casi me castigan por llegar tarde, pero todo bien —le sonrío.—¿Por qué llegaste tarde?—El au