TAMARA.15 de septiembre.Nos estacionamos en el punto de encuentro. Por razones de seguridad no podemos dar direcciones por celular o que otra persona haga de mensajero ya que esto podría traernos problemas tanto al que manda el mensaje como al que le recibe. Así que pautamos un punto de encuentro por un correo que es especialmente para la comunicación entre este cartel mexicano y nuestro cartel.Busco entre mis recuerdos ese en el que Mono me dijo el nombre del cartel, el nombre del traqueto al mando y todo lo que debo saber de él. El nombre del cartel es común entre los carteles de México, El cartel de Juárez; normalmente ese nombre es utilizado para el cartel encargado de Juárez, pero este no, este tiene ese nombre por el fundador del cartel: Domingo Juárez, el abuelo de Francisco Juárez, el ahora dueño y jefe del cartel. El hombre es jefe desde que su padre fue asesinado por el jefe del cartel contrario —tema en el cual no indague porque no es de mi interés—, eso fue hace quince
TAMARA.20 de septiembre.Como me encantaría decir que ya volví a Colombia, que pude descansar de todo lo ocurrido en México, pero no. No estoy en Colombia y mucho menos he podido descansar.Acabamos de aterrizar en Brasil y voy tarde para mi encuentro con los hermanos Carvalho, los jefes del cartel Calavera, un nombre un poco estúpido por lo que respecta a mi opinión, lo más lógico es poner su apellido para que sepan quién manda, pero bueno, eso ya no es mi problema.Me apresuro a cambiarme antes de bajar del jet. Me pongo ropa sencilla, no hay tiempo para hacerse de la diva cuando llevo más de una hora de retraso. Lo bueno, y a la vez malo, de los hermanos Carvalho es que tuvieron la suficiente confianza como para darnos su dirección, no hay que esperar por nadie.Salgo del jet y Mono está dando golpecitos con el pie en el suelo, me presura a subir a la camioneta y arranca una vez estoy en ella.El camino es corto, como no serlo si Mono esta sobrepasando el límite de velocidad. Lleg
TAMARA.10 de noviembre.Yo antes de ti, leo el nombre del libro que me acabo de terminar, tardé una semana entera en terminarlo, no por leer lento, sino que cada vez que iba a leer surgía alguna reunión o algo por el estilo y me tocaba dejar la lectura para otro momento. Como añoro esos momentos en donde solo tenía que preocuparme por terminar un libro o terminar una tarea o solo salir a practicar mi puntería.Han pasado dos meses desde que le dispararon a papá, él ya está bien y ya está nuevamente a cargo del negocio, pero no significa que mi trabajo acaba allí. Hice un par de negociaciones por lo que debo velar por ellas, aparte de que tengo que aprender más de mi padre y me tienen que ver allí ya que si llega el momento en el que mi padre no pueda más con el negocio yo estaré allí y me respetaran.Papá se enteró de lo ocurrido en Brasil por lo que me apoyo al decidir no hacer negocios con el cartel Calavera, Mono igual me apoyo, pero Kongo se rehusó un poco ya que, según él, son u
TAMARA.15 de noviembre.Sigue siendo difícil ver esas letras plasmadas en una lapida. Ver su nombre, fecha de nacimiento y la fecha en la que murió. Nunca dejara de doler. Intentar no recordarla es aún más doloroso, los mejores recuerdos me invaden y no me abandonan hasta que me sacan la última lágrima.Es la segunda vez que la vengo a visitar desde aquel viaje a México. Con tanto trabajo y ajetreo es difícil sacar tiempo para venir a verla, pero eso cambiara, no puedo dejar de venir a verla. Le traje dos cartas, la última vez que vine no le traje la carta, con tanta cosa, se me olvido en la cama; así que hoy serán dos cartas.Sentada frente a la tumba, leyendo una y otra vez la inscripción en la lapida, solo me puede invadir la nostalgia. Quiero llorarla como antes, pero no tengo fuerza para eso y no quiero que me vea como una hipócrita. La noche que murió le pregunte que si tenía que ser como papá y ella dijo que yo podía ser lo que quisiera, pero aquí estoy yo, siendo igual que Du
TAMARA.17 de noviembre.Observo disimuladamente a Mono mientras termina de hablar por teléfono, sé que ya hablo con Rairen y que ya tiene el día, la hora y el lugar donde me reuniré con él, pero no me ha querido decir nada y eso me enoja. Se supone que ya me reuní con él una vez y lo hice bien ¿Por qué esta vez sería diferente? Sé cómo debo actuar con él y sé que debo decir para que me obedezca sin chistar. Mono actúa como si fuera la primera vez que voy hablar con ese tipo, no, actúa peor, por lo menos esa vez si me hablaba y me mantenía al tanto de lo que ocurría. Desde que papá se recuperó trata de mantenerme lejos y eso ya no es posible, debe entenderlo.Termina de hablar, mantiene la vista perdida. Parece estar analizando alguna situación, me gustaría saber qué situación. Se levanta y sale del despacho. No me dijo cuando voy a reunirme con Rairen.Vuelvo mi atención a la laptop, sigo revisando el informe proporcionado por mi nuevo contacto. Hace un par de semanas unos amigos de
MATHIAS.17 de noviembre.Cocinar no es divertido cuando tienes flojera de hacerlo, ya dije. Hacer el almuerzo cuando apenas me he despertado es toda una pesadilla, quizás no debí despertarme, aunque sino despertaba mamá llegaría gritándome por no haberlo hecho sabiendo que ellos estaban trabajando y no llegaban sino hasta después de las dos. También tengo un hambre infernal razón suficiente para cocinar el almuerzo y juntarlo con el desayuno.Repaso la nota que dejo mi madre antes de irse, aclara que quiere pollo con papas salseado. Bien, sus peticiones son órdenes.Busco los ingredientes y me dispongo a cocinar. Acabo en una hora dejando todo tapado para esperar a mis padres que no deben tardar. Subo a mi habitación y me baño rápidamente. Salgo del baño con una toalla en la cintura y con otra secándome el cabello y cuello, detengo mis acciones al ver la esclava. No sé por qué aún no está en el último cajón junto con el reloj súper caro que me regalo. La tomo y, en su misma caja, lo
Traidor.Con mucha dificultad logro llegar al auto donde Mono me ayuda a subir, luego sube y se sienta a mi lado. Ricardo esta al volante y no hay señal del otro escolta. Delante de nosotros hay una camioneta y detrás también. Al parecer Mono mando a llamar refuerzos. Veo que Ricardo se ducho, curo las heridas y se cambio de ropa, pero Mono no; se quito la chaqueta del traje, la camisa blanca está llena de sangre seca al igual que sus pantalones, en el rostro tiene varias heridas sin curar.—¿Cómo estás? —pregunta una vez el auto arranca con las otras camionetas cubriéndonos.—Me duele todo, estoy enojada, frustrada y decepcionada de mi —le respondo mirando al frente.—¿Te tomaste las pastillas? —asiento—. Yo también estoy enojado, no creí que esto fuera a pasar…—Espera a que lleguemos a casa y hablamos, ahora no quiero hablar —le corto fría, él solo asiente y se queda en silencio.No puedo creer que ese tipo se aliara con el cartel Calavera, es extraño, él no sale de su casa, no tie
La hija del capo Duval.Las lágrimas no dejan de salir, el dolor sigue incrementándose. Siento que mi mundo se ha detenido, que el tiempo no avanza. Me es imposible percatarme de lo que dicen a mi alrededor, se que hablan y se mueven porque los veo, pero a la vez no. Escucho voces lejanas y sobre esas voces, el momento y las palabras que dijo Carlos al dispararle a papá.Bajo mi vista a mis manos, están llenas de sangre que se está secando, mi blusa blanca también está llena de sangre, miro mis bailarinas, que ya no son blancas, sino rojas. Sé que cuando me quite las bailarinas tendré los pies llenos de sangre. Siento un punzante dolor en el lugar donde me dispararon hace unos días, sé que está sangrando, pero ese dolor es insignificante comparado con el dolor de mi pecho.Levanto las manos y las muevo frente a mí, la sangre se ha metido entre mis uñas. Las lágrimas aumentan y empiezo a soltar quejidos de dolor. Mi respiración se vuelve agitada, los espasmos vuelven y los sollozos no