Mientras Emily continuaba preparándose, el abuelo August la miraba desde la puerta. Se sentía melancólico y triste, pero sobre todo un fracaso, no solo como abuelo, sino como cabeza de familia, por no frenar lo que hacía Sofía.Cuando su nieta huyó del país supo que aquello estaba relacionado con Alec Dracul y le llamó por teléfono, pero este, no le dijo mayor cosa. Sin embargo, cuando también se fue del país, supo que entre ellos había pasado algo que era quizás, imposible de arreglar. Y debería querer verla feliz con ese tal Michael, pero para él, solo el joven Dracul podía darle la felicidad que merecía. Mirándola con atención se sentó en la cama y colocó en la mesa un sobre de manila bastante abultado, Emily lo miró, pero no preguntó nada. Y eso dolía, la Emily de antes era burbujeante, no sabía estar callada y menos, quedarse sin preguntar. Y que ella no quisiera saber lo que había dentro del sobre lo entristecía. No era su niña curiosa. No podía evitar pensar en Alec, y en
Emily se acercó a la ventana mientras los recuerdos venían a ella. Era demasiado el resentimiento y no parecía existir posibilidad de arreglarlo. Una lágrima traicionera corrió por su mejilla, no podía darse el lujo de ser débil, mucho tiempo atrás se había prometido a sí misma no llorar más por él. —Mi niña... —Muchas veces aquellos a quienes más amamos son quienes más nos lastiman. Mi amor por él le dio el poder para destruirme, cuando lo necesité me dio la espalda, a Michael no lo amo así que no podrá romperme el corazón. —¿Alec sabe de tú boda? —Acabo de hablar con él, fue difícil pues honestamente pensé en no decirle nada. Emily le contó todo, los coqueteos y luego lo que le dijo durante la cita en la que iba, según ella, a pedirle matrimonio.—De acuerdo, la verdad es que si le veo le daré un par de regaños por su forma de actuar.—¿Un par de regaños? Abuelo, no estamos hablando de un niño que en la escuela le sacó la lengua a un compañero, ese hombre me destr
Estaban tan entretenidos que no se dieron cuenta de que llamaban a la puerta, por eso cuando golpearon de nuevo, más fuerte, ambos se sobresaltaron lo que les hizo reír. Sin embargo, la felicidad que tenía August se acabó al ver llegar a Michael. Antes de abandonar la habitación el anciano se detuvo frente a él. —Sabes muchacho que no he sido muy amable. —Descuide señor. Sé que no soy quien quiere para Emily. —No, en eso tienes razón. —¡Abuelo! —Pero Michael —prosiguió August —he aprendido y no de forma rápida lo reconozco, que debo escuchar a mí nieta. Algo que en esta familia no hemos hecho. Michael definitivamente no esperaba aquello, la palidez en su rostro hizo que el abuelo se sintiera avergonzado por la forma en que lo había estado tratando. —¿Señor? —Es dura, y muy sabia para su edad así que confiaré en su buen juicio. No está de más recordarte que, aunque estoy así, viejito y consumido puedo majarte las bolas. —Descuide señor, pienso cuidarla bien. —De a
Radu llevó a su sobrino fuera, lo miró y movió la cabeza con desaprobación. Algo no estaba bien con esa unión de Alec y Emily y por eso se mantendría vigilante. —Esta es una llamada de atención, deja de actuar como un crío. —Lo sé tío, lo sé. —No dejes pasar esta oportunidad. Es tuya y es valioso que puedas decir que la has encontrado. Mi hermano se ha mantenido aparte porque bien sabes que es de los que los deja seguir el camino marcado por las elecciones que han hecho, sin embargo, pienso distinto. Si Vlad decidiera por ti, te diría que como ella no va a darte una oportunidad debido a que la heriste, deberías alejarte. —No creas que no lo sé. —En cambio, te digo que te pongas a trabajar por su perdón y que la recuperes. —Eso pienso hacer, tío Radu. Alec sentía la presión de forma asfixiante, la mentira parecía ser difícil de sostener. Todos pensaban que ella era su pareja predestinada e ignoraba lo que sucedería cuando llegase el momento de justificar, por qué no la
Esperar fuera podía no parecer la gran cosa, meditaba Alec mientras furioso, escuchaba las cosas que decía Sofía. E irrumpir en aquella casa y matar a casi todos sus ocupantes resultaba demasiado tentador.La oportunidad que la bruja le había dado era bastante impresionante.Sin embargo, no contaba con que otra hechicera, aparecería frente a él para dejarle en claro que no permitiría que dañase a su propia familia.—Morgana, no sé si puedo decir que sea un gusto el verte.—¿Un trato con Matilde? De verdad que te desconozco.—Quédate fuera de esto.—No puedes esperar que me quede sin intervenir, tu padre es importante para mí.—Le rindes devoción al vampiro que te entregó para que murieras en la hoguera.—La traición se paga con la vida y la evidencia en mi contra era contundente. Pero justo en el momento en que conoció la verdad, fue por mí.—Entiendo que los Sackville han encontrado a la compañera de Lucien.—Es correcto, ahora la cuidan desde lejos, pero ¿qué tiene eso que ver conmi
El susodicho, quien se unía a ambas mujeres, decidió divertirse un poco, redirigir la furia de Sofia lejos de Emily. La mujer necesitaba de alguien que le dejara en claro que no podía seguir tratando a su hija de esa forma, su suegro era en definitiva un papanatas, un débil de corazón que se hacía de la vista gorda y lo que sentía era ira, mataría al inútil sin dudarlo. Has fila Michael, Jack ha sido indulgente y ha permitido esto. Lo sé Alec y prepárate, pronto te pediré que ingreses. — Emily no está embarazada, pero no por falta de práctica, se lo juro en nombre de mi madre. —añadió con diversión. —¡Impúdico! ¡Desvergonzado! —No sea tan mojigata suegrita, no va a decirme que no fue mejor que comprobáramos si éramos compatibles sexualmente, y, además, debo agradecerle por permitirle a Emi hacer tanto ejercicio. —No te entiendo. —¡Pues que la flexibilidad de mi prometida me deja asombrado! Yo que usted, tapizaría los muebles de la sala. —No puede ser que mi hija sea tan
Jack sonrió tranquilo, pero August, ese abuelo era demasiado listo y se escabulló a la cocina, sitio desde dónde tendría plena vista del jardín y espió a la pareja. Alec y Emi se sentaron en una de las bancas y charlaron con calma. —Me asustaste, cariño. —Lo siento, era necesario hacerte creer que la boda era real. —Lo comprendo Emily, y me alegro cómo no tienes idea. Vengan de vacaciones a Rumanía, tratemos de pasar tiempo juntos. —Alec, debes comprender que las cosas siguen igual, solo quería que supieras la verdad, pero eso no significa que será borrón y cuenta nueva. Verte es difícil no porque mis emociones se descontrolen y quiera que huyamos, sino porque al mirarte, vuelvo una y otra vez a esa noche. —Lamento lo sucedido. Lo que te dije no tiene justificación, luego hubo cosas que me hicieron alejarme y hoy, he renunciado al trono. Sofía irrumpió aprisa en el jardín y antes de que pudiesen reaccionar, abofeteó a Emi. —¿Has rechazado a un rey? Deberás casarte con Al
Después de aquello, Michael tomó a Emily de la cintura e ingresaron a la biblioteca, y tras proceder a la lectura de toda la parte técnica, los testigos firmaron el acta y ambos se convirtieron en marido y mujer. Oliver, el abogado de los Gold, sabía de todo aquello y no inscribiría el matrimonio. Jack se acercó a su hija y la abrazó sintiendo enojo, ya que ella no parecía cómoda de estar entre sus brazos. ¿Cómo había sido tan ciego? Su nena, su pobre nena había sido brutalizada mientras él viajaba por el mundo. Al menos tenía como esposo a un buen hombre y si no era mucho pedirle a la vida, esperaba que algún día lograse perdonarlo.—Hija, de verdad espero de todo corazón que este sea el inicio de lo que será una buena vida al lado de un buen hombre. —Gracias papá, sé que, al fin, seré completamente feliz. —Hay tanto de lo que hablar.—No papá, no me lo tomes a mal, pero el tiempo de hablar sobre mi infancia pasó hace mucho.Joseph, el padre de Michael se acercó a ellos, podía e