Dragos tenía los ojos llenos de lágrimas no derramadas, de pena, de ira. Y aunque trataba de mantenerse lejos, Kor sabía la clase de batalla que libraba cada día. —Alec la quiso, y te fusionaste con él, evidentemente ibas a mantener sus emociones.—Es incorrecto.—¿Lo es? Ya tenemos a Amón y ella sigue débil, nuestra energía no es suficiente. Sabes que existen núcleos de compañeros, el clan de Benjamin tiene uno.—No me atrevería a anhelar, a soñar.—Aprendiste a amarla, no digo que debas decidir esto, porque no es algo que se escoge. Solo ten presente que eso es lo que pienso, y quédate cerca de ella. Si el vínculo entre ustedes no es real, lo descubrirás.—Korvoz, gracias.—Vamos dentro, que nos necesitan.—La familia…—Esto que te he dicho, lo hablé primero con ellos y están de acuerdo conmigo. Vamos, no perdamos más el tiempo.Morgana retomó la conversación cuando regresaron los gemelos, notando cuan en calma estaba Dragos.—Emily no va a sufrir, ahora está dormida y al despertar
El resto del día pasó sin mayores incidentes, salvo cuando la atacaron las pesadillas. Justo en el momento que la dejaba sola.¿Una casualidad o Moonwalker empezaba a perder la paciencia? Emi se metió al baño y al salir, Korvoz notó que tenía el rostro muy inflamado, debido a haber llorado.—Cariño.—Mi madre murió por mi culpa. Susurró, pero cada palabra estaba impregnada de todo su dolor.—Emi, pero ¿qué dices?—Mamá murió por mi culpa y aunque sé que me hizo daño no merecía algo así.—Eso no puedes saberlo, los informes indican que fue un suicidio.Emi miró a su esposo, mientras sujetaba su rostro y lo llenaba de besos, Kor la sentía estremecerse, victima de un dolor tan intenso que la quemaba por dentro.—Ustedes saben que no fue un suicidio, sé que me protegen, pero ahora lo sé. Y no estoy molesta con ustedes, pues todo lo hacen para protegerme.—¿Cómo lo sabes?Emi dejó la habitación y salió al porche, necesitaba sentir el viento en su rostro y cuando su esposo se sentó a su la
Las siguientes semanas Emily se dedicó a preparar una pintura de su abuelo. Hablaba con su esposo a diario, estaban de acuerdo con que era mejor estar lejos de casa porque Moonwalker estaba cerca, y ella agradecía aquel tiempo a solas. Le gustaba observar a los trabajadores de Carlos. Se veían cansados, pero había cierta paz, aquel problema del agua debía haber dado mucho estrés a todos allí. Uno de los trabajadores apareció temprano llevando una de las máquinas de cortar césped de Carlos. —Señorita, el jefe me manda a que me encargue de su jardín y que le pode algunas de sus plantas. —De acuerdo, gracias. Negarse sería absurdo —lo sabía bien —, y no quería causar que su vecino el vampiro apareciera a amenazarla. Le preparó un emparedado, un refresco y se sentó junto a él sin saber que la miraban desde las sombras, que aquello le costaría la vida al muchacho. Su visitante rabiaba al verla sonreír y atender a un simple peón. De pronto y antes de que siquiera comprendiera lo q
De pronto Alexander se puso serio, algo realmente malo había sucedido y Emi, se refugió en brazos de Korvoz mientras escuchaban las demoledoras noticias. —Ha habido una masacre completa, en el pueblo de al lado. —¿Las tres tribus? —Sí, huele a magia. Es importante que reforcemos los cuidados pues no sabemos si ahora que ha absorbido la magia de los tres clanes, vendrá tras Emi. Después de que todos, incluido Amón, dejaron a solas a Kor y a Emi, este se inclinó sobre su mujer para besarla, sin embargo, se apartó haciendo un gesto de dolor. Lo que temía estaba sucediendo, aquel pueblo drenaba también su poder. No lo hacía una presa sencilla de matar, no robaba su inmortalidad, pero era más susceptible al dolor, parecía un poco humano. Pero aquello era normal, Emily era parte demonio y ahora con su segundo compañero, un demonio completo, su otra naturaleza empezaría a despertar. Casi deseó que no sucediera aún porque tenía demasiadas cosas que explicarle a su esposa, cosas pa
Korvoz se pasó las manos por la cabeza, en evidente señal de frustración. Toda aquella maldita ciudad era la responsable de que su mujer estuviese tan mal, de haber tenido sus fuerzas funcionando al punto máximo, nada habría sucedido. —Cariño, dime una cosa. ¿Te ha sucedido algo raro? —El día que me enteré de la muerte de Sofia me contactó alguien mentalmente, me dijo que era mi hermano y que estaba aquí para protegerme y no tuve miedo. De hecho, sentí como si realmente fuese alguien familiar que hablaba conmigo. —Es importante, cariño. Porque podría ser cierto. —Me dijo que presentías que iba a parecer un segundo compañero, mencionó que le gustaba nuestra relación y me aseguró que mis miedos eran totalmente justificados, pero dijo que no debía temer porque nada me iba a suceder y sí, recalcó eso de que no quería lastimarme. Pero no entiendo como tendría un hermano con dones como ese de poder hablar mentalmente, si papá y Sofia, ambos son humanos. —Tus instintos son conf
Furia helada acompañaba cada una de las palabras de su esposo, y lo amó por ello. Tenía razón, y aunque luchaba por aceptar que nada de lo que dijo Alec en aquella cena era verdad, lo cierto es que esa espinita vivía clavada en su corazón.—Puedo vivir lejos que sabemos que te trasportas en segundos. —Eres mi esposa, tú lugar está a mí lado. —No soy como tú, solo soy una humana vinculada. No soy una guerrera, tampoco una erudita como Gabe. Soy sencillamente, un adorno. Korvoz estaba furioso, pero su voz nunca subió de tono. Porque no quería que ella sintiese esa violencia que lo carcomía. Nunca imaginó cuan salvaje sería, una vez que encontrara a su compañera. —Eres mi esposa, te amo y te valoro por ser quién eres. Si quieres dedicarte a pintar y vestir nuestro hogar con tus obras, lo amaré, si quieres pasar el día con mi madre en sus loquísimos clubes de cocina, lo amaré, si quieres convertirte en una guerrera e ir conmigo al campo de batalla, lo amaré. Lo único que no per
A la mañana siguiente se levantó muy temprano, estaba sola así que pensó que quizás sería sencillo retomar el sueño, pero como llevaba días madrugando, su cuerpo se había acostumbrado a esa rutina. Así que, refunfuñando, se puso sus pantuflas y café en mano, se sentó frente a la puerta de vidrio que daba al jardín. Un poco después su supuesto hermano charlaba con ella. Hola, querida Emily. ¿Hermano? El mismo. Me resultas realmente interesante. Sal de mí cabeza. No pretendo herirte, mírame como un protector. Largo. ¿Por qué? No me gusta que invadan mi mente. Se vienen épocas interesantes, pequeña. Y llegará un momento en el que me dejaré ver. Una vez que su invitado abandonó su cabeza, pensó que iba a decirle todo a sus compañeros y en el momento en que ese pensamiento llegó a su mente, vio una sombra sosteniendo la mano en alto. Apenas tuvo tiempo de cubrirse el rostro antes de que el vidrio explotara y la cortara. ¡¡AYUDA!!. Segundos después Korvoz y Amón e
Cuando Carlos salió Emi suspiró resignada, Christian la vio y sonrió un poco. Porque era curioso como aquel demonio de tan mal genio, era capaz de amar con esa intensidad. —Déjame decirte que es la primera vez que veo a alguien capaz de domar a la bestia que él lleva por dentro. Amón… es un ser curioso. No soy un fae mayor pero sí el más poderoso en Helena. Todos le temen y eso era cuando solo sabían de su existencia. —Nadie imagina que está aquí —Soy quizás el único que lo sabe y cuando sea de conocimiento general, habrá caos. —No entiendo, ¿cómo van a enterarse? —No diré nada si eso temes, pero anoche se me convocó. Amón está por salir me lo dijo él mismo. —Pero creí que no podía entrar aquí. —No debería, pero como toda regla tiene sus excepciones, si su compañera vive aquí puede estar, porque una compañera mantiene más sereno o en control a un demonio. Un demonio no pierde poderes, son seres superiores. —No como vampiros y otros inmortales. —Correcto. En f