La búsqueda de la compañera de Alexander Dracul se vuelve cada vez más desalentadora mientras lidia con los desafíos que enfrenta junto a su familia. Sin embargo, cuando secretos oscuros de su pasado son revelados y su compañera finalmente aparece, su única tarea es protegerla de las garras del poderoso arcángel Rafael. Alexander comprende que debe controlar sus emociones si quiere salvar a su compañera y asegurar su futuro eterno juntos. La vida de ambos depende de su capacidad para dejar atrás su pasado y enfrentar los desafíos del presente con valentía y determinación. La canción del ejecutorUn ejecutor, uno hecho por Kellen, uno tan fuerte como él, no podía tener debilidades, en lo absoluto. Porque si estas se convertían en algo de dominio público, incluso si solo era a nivel familiar, afectaría la imagen que tenían de él y por consiguiente, pensaba con calma, perdería el respeto de todos.Habían sido unos años movidos, l
Vlad en teoría, estaba lejos de Rumanía para darle a su esposa, un viaje de luna de miel. Una que llevaba muchos años de retraso ya que siempre se habían mantenido en Rumanía y por eso, recorrerían el mundo.Sin embargo, no dejaba de pensar en Gabe y en Lucien. Ambos entraban y salían del castillo todos los días sin llevar a Christie con ellos y aunque entendía que le daban espacio, le parecía sospechoso. No habían conversado desde el día en que la sometió para que guardara silencio, por eso, aprovecharía que su hijo no estaba para entrar.Y honestamente no le preocupaba enfrentar a su hijo si este le agarraba en casa con Christie sino a su mujer, quien le diría que los dejara en paz.Y ella tenía una especie de radar, porque nada más verlo, supo que algo tramaba.—Algo raro pasa en esa casa.—Me pregunto cómo lo sabes si hace una semana que no viajas a Rumanía.—Bueno, pues cuando estaba allá con los gemelos me di cuenta de que Gabe y Lucien están yendo y viniendo de su apartamento s
Kellen salió al jardín con ella y caminaron un poco hasta situarse frente al bosque. El viento azotaba de forma inclemente y ella, solo miraba hacia el horizonte y cuando la sintió estremecerse, se quitó la gabardina y se la puso encima.—Me gustas, Morgana. Siento este vínculo que crece y es maravilloso, pero soy un ejecutor, tú una hechicera. —¿Eso que significa?—Das vida, quito vidas.—Kellen…—Soy fuerte, puedo darte seguridad y amor. Quiero que nos demos una oportunidad pero si me dices que no, lo respetaré.—Lamento mucho lo que has pasado, Kellen —le dijo mientras con dulzura acariciaba su rostro— Como ejecutor, en especial uno tan poderoso, debes ser cruel, necesitas que te tengan miedo, de lo contrario no te respetarán. Eso no hace que mis sentimientos por ti no existan.—Me quieres.—Más de lo que debería, sí. Ya lo dijiste, eres el ejecutor y necesitas de una compañera fuerte.—Morgana…—Fui acusada de traición y aunque Vlad comprobó que no fui yo, nunca más fui aceptada
Cuando llegaron al castillo, fueron recibidos por la familia. Justina preparaba comida mientras Emi se iba con Christie para acompañarla mientras se preparaba para descansar.—¿Así que un tercer compañero?—Si, imagino que, si puedo con dos, tres no representará mayor cosa.—Pues para mí es más complicado, porque dos de mis compañeros son monarcas entre los inmortales y el otro, es uno de los reyes del inframundo.—Eso sí, no podría manejar semejantes niveles de poder.—Lamento no haberlo notado.—Los líderes sabían lo que hacían, me sorprendió mucho la verdad, pues disfrutaban de verme sufriendo.—Quizás pasaron mucho tiempo en prisión, afectados por la magia de Augustus.—Es probable, por lo menos ahora podré enfocarme en prepararme para enfrentarnos a lo que viene.—Sí. El castillo de Gael era hermoso, tanto que Gabe como Lucien pensaron que a ella le vendría bien instalarse ahí.—Si resulta que son compañeros, me gustaría que te quedaras aquí. —Me gustaría también ya que hay paz
Rafael, era una criatura realmente vieja. Tanto que no recordaba siquiera su vida antes de ser un arcángel tampoco podía asegurar que había sido alguien antes y no una mera creación de Damian.Sus memorias estaban casi intactas, porque tenía periodos tan oscuros que las imágenes en su mente eran difusas. Sin embargo, la voz de la mujer a la que amó con locura se mantenía en su mente, susurrándole, a pesar de que la había asesinado.No es que fuese adrede, sino que no sobrevivió a la conversión, y mientras agonizaba entre sus brazos le pidió ayuda a Damian pero este se negó rotundamente. Si ella no había sido lo suficientemente fuerte para resistir el cambio, no podría sobrevivir entre ángeles y arcángeles.Pero Rafael pensaba distinto, había sido siempre la mano derecha de Damian, haciendo cosas que no le parecían correctas, pero nunca siquiera cuestionando los pedidos del jefe. Y cuando fue quien necesitó ayuda, obtuvo a cambio indiferencia.Ahora, quien una vez fuese el arcángel más
Para Ileana, quien había vivido la pérdida familiar—aunque debido a Radu no recordara la pena y el dolor—, pertenecer a la familia Dracul, resultó una experiencia muy buena. Amaba la forma en que la hacían sentir, sin embargo, las cosas estaban muy distintas y no para bien.Lastimosamente.Lo difícil, era que ya se había acostumbrado a formar parte de la familia. Y el tener un compañero que velaba por su bienestar, resultó una experiencia única.Hasta hace poco tiempo pensó que era parte de la familia y ahora la vida, se encargaba de mostrarle que no debía soñar. Una incompleta, una aberración como ella, nunca podría ser normal. Y menos aún, aspirar a formar parte de la familia más antigua.No tenía magia, solo una inservible capacidad de enfermar como lo hacía un humano. ¿Por eso no la querían más?Tonta ella, al pensar que las palabras de Radu eran ciertas. Y ahora debía marcharse, con un bolso de mano y el corazón roto. Ileana nunca se había sentido tan triste como lo estaba en aqu
Radu la llevó de regreso a su tienda y se instaló cerca. No se iría, aunque cerraría a ella el vínculo. ¿Por qué? Si estuviese en Rumanía ella no podría sentirlo y quería que pensara que estaba lejos.Durante dos días la miró cargar cajas pesadas llenas de libros, la vio llorando, la vio sufriendo, la vio llegar a un supermercado y contar lo que tenía en la bolsa, y devolverlo pues no le alcanzaba y él, no podía acercarse porque le había dicho que estaría en Rumanía.Sin embargo, cuando al tercer día la escuchó gritar no pudo más y entró a su tienda, su compañera estaba en el suelo, sujetándose el vientre mientras gritaba de dolor. Sabiendo que podía sanarla quiso intentarlo, colocó sus manos sobre su vientre y descubrió lo que sucedía.Un aborto, su mujer tenía un aborto.Y todo era su culpa, todo debido a lo que había hecho.—Mi bebé…—Lo siento, Ileana.—Es tu culpa, es tu culpa…—Sí, lo es.—Déjame morir, déjame…Radu colocó la mano sobre su compañera y la hizo quedarse quieta.—V
Korvoz trataba siempre de mantenerse calmo y ecuánime. En especial en lo referente a su compañera, porque, aunque habían pasado varios años desde que se unió a ella, era común que su mujer sufriese de crisis de ansiedad y con lo del abuelo queriendo morirse, Emi no pasaba unos días muy sencillos.Por eso lo que sucedió a continuación fue aberrante, pero en el momento no pudo controlarse. Todo empezó mientras observaba como su hermano Alexander, practicaba algunas rutinas con Emi.Y estaba celoso.Alexander sonreía con ella, ella le devolvía el gesto.Y estaba celoso.Alexander la abrazaba, ella le devolvía el abrazo.Y estaba celoso.No de ellos como si fuesen una pareja, sino de la relación entre ambos, de ver como Emi, tenía acceso a la felicidad del ejecutor. Desde el día en que Alexander regresó tras ser secuestrado, levantó un muro que lo mantenía aparte de todos.Y ahora Emi, ella traspasaba dichas barreras y compartía con él. Y todos, querían poder acercarse a Xander, anhelaban