Cuando llegaron al castillo, fueron recibidos por la familia. Justina preparaba comida mientras Emi se iba con Christie para acompañarla mientras se preparaba para descansar.—¿Así que un tercer compañero?—Si, imagino que, si puedo con dos, tres no representará mayor cosa.—Pues para mí es más complicado, porque dos de mis compañeros son monarcas entre los inmortales y el otro, es uno de los reyes del inframundo.—Eso sí, no podría manejar semejantes niveles de poder.—Lamento no haberlo notado.—Los líderes sabían lo que hacían, me sorprendió mucho la verdad, pues disfrutaban de verme sufriendo.—Quizás pasaron mucho tiempo en prisión, afectados por la magia de Augustus.—Es probable, por lo menos ahora podré enfocarme en prepararme para enfrentarnos a lo que viene.—Sí. El castillo de Gael era hermoso, tanto que Gabe como Lucien pensaron que a ella le vendría bien instalarse ahí.—Si resulta que son compañeros, me gustaría que te quedaras aquí. —Me gustaría también ya que hay paz
Rafael, era una criatura realmente vieja. Tanto que no recordaba siquiera su vida antes de ser un arcángel tampoco podía asegurar que había sido alguien antes y no una mera creación de Damian.Sus memorias estaban casi intactas, porque tenía periodos tan oscuros que las imágenes en su mente eran difusas. Sin embargo, la voz de la mujer a la que amó con locura se mantenía en su mente, susurrándole, a pesar de que la había asesinado.No es que fuese adrede, sino que no sobrevivió a la conversión, y mientras agonizaba entre sus brazos le pidió ayuda a Damian pero este se negó rotundamente. Si ella no había sido lo suficientemente fuerte para resistir el cambio, no podría sobrevivir entre ángeles y arcángeles.Pero Rafael pensaba distinto, había sido siempre la mano derecha de Damian, haciendo cosas que no le parecían correctas, pero nunca siquiera cuestionando los pedidos del jefe. Y cuando fue quien necesitó ayuda, obtuvo a cambio indiferencia.Ahora, quien una vez fuese el arcángel más
Para Ileana, quien había vivido la pérdida familiar—aunque debido a Radu no recordara la pena y el dolor—, pertenecer a la familia Dracul, resultó una experiencia muy buena. Amaba la forma en que la hacían sentir, sin embargo, las cosas estaban muy distintas y no para bien.Lastimosamente.Lo difícil, era que ya se había acostumbrado a formar parte de la familia. Y el tener un compañero que velaba por su bienestar, resultó una experiencia única.Hasta hace poco tiempo pensó que era parte de la familia y ahora la vida, se encargaba de mostrarle que no debía soñar. Una incompleta, una aberración como ella, nunca podría ser normal. Y menos aún, aspirar a formar parte de la familia más antigua.No tenía magia, solo una inservible capacidad de enfermar como lo hacía un humano. ¿Por eso no la querían más?Tonta ella, al pensar que las palabras de Radu eran ciertas. Y ahora debía marcharse, con un bolso de mano y el corazón roto. Ileana nunca se había sentido tan triste como lo estaba en aqu
Radu la llevó de regreso a su tienda y se instaló cerca. No se iría, aunque cerraría a ella el vínculo. ¿Por qué? Si estuviese en Rumanía ella no podría sentirlo y quería que pensara que estaba lejos.Durante dos días la miró cargar cajas pesadas llenas de libros, la vio llorando, la vio sufriendo, la vio llegar a un supermercado y contar lo que tenía en la bolsa, y devolverlo pues no le alcanzaba y él, no podía acercarse porque le había dicho que estaría en Rumanía.Sin embargo, cuando al tercer día la escuchó gritar no pudo más y entró a su tienda, su compañera estaba en el suelo, sujetándose el vientre mientras gritaba de dolor. Sabiendo que podía sanarla quiso intentarlo, colocó sus manos sobre su vientre y descubrió lo que sucedía.Un aborto, su mujer tenía un aborto.Y todo era su culpa, todo debido a lo que había hecho.—Mi bebé…—Lo siento, Ileana.—Es tu culpa, es tu culpa…—Sí, lo es.—Déjame morir, déjame…Radu colocó la mano sobre su compañera y la hizo quedarse quieta.—V
Korvoz trataba siempre de mantenerse calmo y ecuánime. En especial en lo referente a su compañera, porque, aunque habían pasado varios años desde que se unió a ella, era común que su mujer sufriese de crisis de ansiedad y con lo del abuelo queriendo morirse, Emi no pasaba unos días muy sencillos.Por eso lo que sucedió a continuación fue aberrante, pero en el momento no pudo controlarse. Todo empezó mientras observaba como su hermano Alexander, practicaba algunas rutinas con Emi.Y estaba celoso.Alexander sonreía con ella, ella le devolvía el gesto.Y estaba celoso.Alexander la abrazaba, ella le devolvía el abrazo.Y estaba celoso.No de ellos como si fuesen una pareja, sino de la relación entre ambos, de ver como Emi, tenía acceso a la felicidad del ejecutor. Desde el día en que Alexander regresó tras ser secuestrado, levantó un muro que lo mantenía aparte de todos.Y ahora Emi, ella traspasaba dichas barreras y compartía con él. Y todos, querían poder acercarse a Xander, anhelaban
Vlad escuchó todo sintiendo asombro. Le debían a Rafael la vida de su sobrino, y por eso, lo recibirían con los brazos abiertos tanto a él como a su compañera y a su suegra. Y así se lo dejó saber a Lucifer.—Sorpresiva la noticia, misma que ha causado revuelo entre los celestiales, Vlad. Por eso me atrevo a pedirte esto.—Quieres que hagamos a Rafael como nosotros, no que sea un demonio.—¿Cómo lo has sabido?—Era lógico, porque si haces una trasformación, la guerra entre celestiales y el inframundo será inevitable.—Me preocupa un poco tu sobrino, mitad ángel mitad vampiro, y muchos van a temerle.—Otros lo querrán muerto. —Por el momento, Rafael debe permanecer en el inframundo, Áurea, su madre, e Ileana, se quedarán en casa de Rafael, siendo custodiadas por Kellen y Morgana. —Estará débil.—Sí, sin sus alas será vulnerable y aunque sea completamente inmortal, igual pueden herirlo de gravedad. Debe pasar un tiempo con nosotros y aparecerá para la batalla contra Salomón.—Nuestro
Vlad escuchó todo sintiendo asombro. Le debían a Rafael la vida de su sobrino, y por eso, lo recibirían con los brazos abiertos tanto a él como a su compañera y a su suegra. Y así se lo dejó saber a Lucifer.—Sorpresiva la noticia, misma que ha causado revuelo entre los celestiales, Vlad. Por eso me atrevo a pedirte esto.—Quieres que hagamos a Rafael como nosotros, no que sea un demonio.—¿Cómo lo has sabido?—Era lógico, porque si haces una trasformación, la guerra entre celestiales y el inframundo será inevitable.—Me preocupa un poco tu sobrino, mitad ángel mitad vampiro, y muchos van a temerle.—Otros lo querrán muerto. —Por el momento, Rafael debe permanecer en el inframundo, Áurea, su madre, e Ileana, se quedarán en casa de Rafael, siendo custodiadas por Kellen y Morgana. —Estará débil.—Sí, sin sus alas será vulnerable y aunque sea completamente inmortal, igual pueden herirlo de gravedad. Debe pasar un tiempo con nosotros y aparecerá para la batalla contra Salomón.—Nuestro
Blaire no se sentía especial. No es que fuese una persona común y corriente, pero aquello que sabía que la hacía única, era también un lastre que había llenado su vida de sombras, oscuridad y dolor.Había logrado perfeccionar sus habilidades hasta el punto de volverse completamente indetectable, por eso en aquel momento estaba a salvo. Tenía en su apartamento la visita del ángel Zacharias.Blaire había sentido sus pensamientos y a toda prisa se metió en un pequeño cuarto de seguridad, que se encontraba detrás de un librero en la sala. De hecho, esa era la razón por la cual había comprado aquel apartamento. Era el único de todo el edificio con un armario así, pues según su antiguo dueño, era lo que le daba paz, pues si querían robarle, podía simplemente esconderse.El anciano, que se había visto como uno debido al glamur, era un duende. Este iba a regresar a su reino, no lograba vivir entre humanos a pesar de haber tratado de mimetizarse. Pero no quería dejar su apartamento en manos de