Storm
Salgo de la biblioteca hecha un demonio, pero quién se cree Erik para venir a exigirme algo. Camino directo al establo y mando a ensillar mi caballo, veo que se demora mucho y lo hago a un lado.
— Señorita, espere por favor. — dice el joven, lo miro y trato de obligarme a no ser brusca.
— No te preocupes, estaré bien._ —digo como intentando ser amable.
— Pero, la silla de montar.— dice preocupado.
— No te preocupes, este caballo sabe que hacer sin necesidad de cuerdas o silla. — lo calmo y él se hace a un lado no muy convencido.
Me monto y sin pensarlo hecho a galopar, sin rumbo fijo; necesitaba esto, necesito sentirme libre, sin presiones de los demás para que vuelva a ser esa niña soñadora, ahora soy quien soy y si no me quieren así solo me queda pensar en irme de este lugar....
Luego de dar vueltas llego a mi lugar favorito y me siento en mi piedra. Todo es tan diferente, por lo menos yo lo veo así, hay tantas cosas que quisiera, quiero volver a ser esa niña que era antes pero cómo, cómo puede alguien que halla visto y vivido lo que yo viví volver a ser quien era...
Flash Back
Tengo miedo, estoy segura de que Erik me salvaría, pero que digo, el seguro fue a casarse con una mujer de verdad que pueda ayudar a su pueblo cuando sea Laird. Yo quiero ser esa persona pero para lograrlo solo tengo que escapar si, eso. Miro a todos lados y nadie me presta atención así que con cuidado me levanto y corro sin mirar a tras. Por mirar a tras para estar segura de que no me siguen siento que alguien me detiene bruscamente.
— ¿Storm qué te pasa.?— me fijo y un gran alivio siento al ver que es Roy.
— Roy, corramos — le digo pero aun con una sonrisa en la cara._Hay hombres muy malos allá a tras, me querías secuestrar pero escapé. —
Se me queda mirando unos segundos hasta que me pregunta dónde es que están esos hombres.
— Allá a tras.— le señalo el lugar por donde vine.
— De acuerdo. — me toma fuertemente ambos brazos y de un giro ambos me los pone a mi espalda, me obliga a caminar en la dirección en la que vine.
— Roy, Roy ¿qué pasa? — pregunto con mucho miedo.
— Lo siento Storm, eres muy buena, de eso no hay duda pero necesito que desaparezca, para que ella sea feliz tienes que desaparecer? — me dice y yo no se a quién se refiere pero tampoco pienso en eso en lo único que pienso es en que volveré con esos hombres.
— No Roy, por favor no.— le suplico aterrada y me dejo caer en mis rodillas; puedo sentir como cae y me libera y con mucho esfuerzo porque me duelen mis pies me levanto y empiezo a correr pero es muy tarde, Roy me toma de un tobillo y hace que me caiga, me golpeo la frente con un árbol que impide que caiga de lleno al piso.
— Lo siento Storm, pero tienes que estar tranquila.— escucho que dice pero yo solo grito y me remuevo para ver si logro que me suerte pero es en vano.
Llegamos a donde esos hombres y ahí se encuentra en frente de nosotros, esa misma mirada que me hizo tener miedo la primera vez que la vi.
— Valla valla, pero si miren que tenemos aquí.— dice
— Se les escapaba, llevénsela, yo no diré nada a nadie. — dice y me empuja y caigo a los pies de ese hombre, yo solo puedo llorar.
— Gracias, como pago te daré una muerte rápida. — dice
— Espera qué.— y cuando miro Roy, ya no tenía cabeza, yo solo grito por la impresión.
— Ahora muñequita. — dice mientras se agacha y me toma de mi mandíbula de manera brusca y dolorosa. —Vamos a enseñarte lo que pasa cuando intentas escapar. — dice mientras me besa de forma desagradable y yo solo siento ganas de vomitar. “Erik por favor ayúdame”: ese es mi pensamiento antes de empezar a experimentar el dolor en mi piel a causa de los golpes..
Al pasar los días poco a poco mis súplicas por él acabaron y me centraba en evitar que me tocaran, lo cual era en vano, al ver la facilidad con las que me les escapé me prestaban más atención, mucho más ese hombre que decía que le pertenecía...
Fin del Flash Back
Aquellos días fueron una tortura, aquellos primeros latigazos en mi piel me hicieron suplicar por que me salvara, porque mi gran amor viniera y como un héroe me librara pero todo fue en vano.
Mis súplicas solo hacía que disfrutara más de los golpes que me daba por lo que aprendí a aguantar el dolor, no importa lo que me hiciera, cosa que lo enojaba y me daba mucho más fuerte pero no me importaba, sentía una gran satisfacción al ver que al menos de una forma no obtenía todo lo que el quería de mi.
Es imposible que vuelva a quien era antes y es imposible que vuelva a querer a Erik, porque por él ya no siento nada en lo absoluto. Esas mariposas en mi estómago se murieron y mi corazón ya no corre por tan solo escuchar su nombre, dentro de mi no hay amor o cariño alguno y a decir verdad, creo que no volveré a saber nunca más sobre ese sentimiento.
Llego a la casa e indico que le den un buen baño y que alimenten bien a mi compañero, hoy tuvo un día bastante movido. Al entrar puedo sentir que algo no está bien, todos están hablando y con una gran sonrisa en sus caras y cuando me ven solo hace que esta se vuelva aún más grande, todos están felices menos ojos de sol, él tiene la mirada perturbada, sus ojos me confirman que algo no le agrada.
— Buenas, Edda si puedes manda a que me suban agua para el baño.— digo y puedo sentir como todos me miran pero la única que últimamente me importa es la de él, Darren.
— Claro niña.—dice alegre.
Asiento con mi cabeza y empieza a subir las escaleras para ir hacia mi habitación.
Termino de prepararme y como siempre antes de vestirme detallo cada una de mis marcas, ya no duelen pero las del alma, esas sí que duelen, me preguntó, cuándo sanarán...
Me pongo la ropa ocultando a todos lo que hay debajo de ella y me dejo el pelo suelto, no me hago trenzas ni nada parecido, otra cosa que odio, mi cabello, una herramienta más que usó para someterme...
Todos están ya en la mesa por lo que al llegar ocurre la misma costumbre de todos los días, saludo, me siento y empiezo a comer sin mirar ni pensar en nada, ellos empiezan a hablar y yo me mantengo en silencio.
— Storm — llama mi padre. — Mañana vas con Erik al pueblo, necesita ir a ver al herrero. — su tono es de lo más feliz y yo dejo mi comida para poder mirar de Erik a mi padre.
— ¿A Erik acaso se le olvidó el camino al pueblo? — digo de forma irónica. — Si más no me equivoco haz estado viniendo a este clan desde antes que yo naciera por lo que te haz de saber todo y cada uno de los caminos que hay en estas tierras. — miro a mi padre. — No creo que sea necesario que lo acompañe. — les respondo.
— Storm, dije que vas a ir, no te lo pregunté. — me responde serio y la verdad odio eso, odio todo esto.
— Así que tengo que hacer lo que tu quieras sin pensar en mi opinión y dejar de un lado las cosas que tenga que hacer. — respondo.
— Antes no cuestionabas mis pedidos y hasta disfrutabas el tan solo ir a la caballería con Erik. — me recuerda y no me gusta para nada que me lo recuerde porque esa niña,solo es un recuerdo de lo estúpida que era. — Y que yo sepa te pasas el día sin hacer nada, así que no se diga más, mañana vas con Erik. — esta vez si usa su vos de mandato y mi sangre hierve.
— De acuerdo.— me levanto provocando que la silla se arratre y con ella provoque un gran ruido.- Iré con Erik a donde el herrero. — Lo miro con odio. — Estás listo a primera hora de la mañana, un minuto tarde y vas solo. —
— Storm, si no quieres ir no hace falta que vallas. — me responde mirándome algo incómodo.
— Mañana a primera hora, se puntual. Ahora si me disculpan voy a ver si logro comer algo en otra parte, por lo que veo no voy a poder tener una cena sin que hallan contratiempo. — digo y sin más subo a mi cuarto, comer ni que comer, si hasta el apetito se me fue.
Pasa el tiempo en mi cuarto y no he logrado calmar la tempestad que siento dentro de mi, me asomo por mi ventana..
— Cómo estarás, cómo estarán todos ustedes. Los extraño. — digo y mientras me quedo dormida sentada cerca de mi ventana solo pienso en una cosa, todo sería más fácil si llorara, pero hasta eso me arrebataron.
Un sonido me despierta y me levanto desorientada, veo hacia a fuera y vuelvo a escuchar ese sonido que provoca que mi corazón se acelere.
— Estás aquí.— exclamo y sin esperar más me levanto.
Trato de no hacer ruido por toda la casa, no quiero que alguien se despierte y me detenga, nadie logrará detenerme. Llego afuera y con una gran sonrisa me adentro al bosque, con dirección hacia donde proviene ese hermoso sonido...
DarrenNada de lo que planean hacer Erik y Bruce me gusta y creo que quién va a salir dañada en todo esto es Storm. Es una mujer muy valiente y decidida, fuerte, cualquier hombre que tenga los cinco sentidos claro le gustaría que ella fuera su señora. Si hablaran con ella claro en vez de andarse con artimañas estoy seguro, bueno casi seguro de que ella los escucharía y hablaría.En la cena, al igual que ella no pude comer nada, estaba tenso, tenía ganas de levantarme y tomarla de la mano para evitar ese encuentro pero no soy nadie, y solo su padre tiene derecho sobre ella. Amo a mi amigo pero a decir verdad en estos momentos le tengo algo de resentimiento al querer obligar a Storm a tener su compañía porque si de algo estoy seguro, ella odia tenerlo cerca o si tan siquiera hablar con él y muy dentro de mi eso medio que me agrada.Estoy en mi habitación sin poder dormir, escucho e
DarrenMe fijé en cómo se relacionaba Storm con los lobos y en sus acciones con ella, me maravillé al ser testigo de tan estupenda imagen. Esos lobos la aceptaban y aunque quiero saber esa historia puedo asegurar de que ella no está preparada para contarla, Storm ha sufrido más de lo que deja ver.Al llegar a la casa y ver como dejaba de ser la muchacha relajada que hace segundos era me dieron ganas de tomarla y regresarla a ese lugar donde no se sintiera atacada ni acorralada.— De acuerdo, pero dónde estaban. — pregunta Erik y su mirada se pone encima mío, no le agrada que esté aquí. — Qué hacías con Darren. —— Yo no estaba con él. — responde Storm, por mi parte no digo nada, aunque si no me sentó bien el que dijera que no estábamos juntos.— Llegaron juntos. — señala esta vez con enojo.
Darren— Si tanto odias en la persona que me ha convertido, perfecto pero deja ya esos intentos de que vuelva a ser aquella chiquilla, me tienen alta. — la escucho decir.— Pero es que tú no entiendes. Esta mujer en frente de mi no es mi hija. —Yo no creo estar seguro de la palabras que acabo de escuchar. Mi mirada sigue puesta en Storm, tratando de adivinar algo a través de sus gestos.— Darren. — me llama — Erik dijo que tenía que escoger entre casarme con alguno de ustedes dos. Prepara las cosas que mañana partimos hacia tus tierras —Ahora si me he quedado mudo por la sorpresa que provocan sus palabras.— Deja que te diga, que mi madre no debería de haberte dado una hija, la labor te quedó demasiado grande. — Al sentir el sonido del golpe me hizo reaccionar y me acerco para poder ser capaz de verla sonreírle a su padre y li
StormMiro a Darren de forma insistente y es que quisiera saber si todas sus palabras son verdad, tengo la esperanza de que sus ojos me digan que son mentiras lo que hace un momento estaba lleno de sinceridad.Se que el contarme sobre su hermana tuvo que ser bastante difícil para él, no lo conozco mucho pero por su forma de actuar, en la que me he fijado en estos días, es un hombre que impone, dominante y muy protector con los suyos. No se me hace raro el ver cómo cuestiona a sus hombres respecto a su estancia aquí y por lo que veo tienen la confianza para decirle que mejor estuvieran en sus casas con sus mujeres. Eso me demuestra que es un buen hombre pero la verdad es que lo admiro, hasta ahí, aparte de admiración y de sentir que cuando me mira mis demonios se silencian por un rato no siento más nada.— Cuánto hace que pasó lo de tu hermana?.— le pregunto y veo como su cuerpo se
StormAl entrar fui directo a mi habitación, Veda quería conversar conmigo pero yo me escapé, no estoy preparada para enfrentarla. De todos creo que con quien más mal me siento al ver su rostro de dolor por mi actitud es ella. Veda ha sido mi amiga, mi compañera de andanzas, la hermana que no tuve. De las dos ella fue la más directa y no había nadie que la dejara sin habla, aparte de Erik. Hubo un tiempo en el que pensé que ella le interesaba y me puse celosa pero Erik me dijo que solo éramos sus niñas así que me quité eso de la cabeza.Me empiezo a vestir una vez que seco el agua que escurre por mi cuerpo producto del baño. Antes veo mi herida y ya está sana, solo se nota una ligera cicatriz, otra más para la colección de marcas en mi cuerpo. Niego con la cabeza para poder despejarme de algunos recuerdos que quieren abrirse paso y sigo con mi labor.&
Todavía no puedo entenderla actitud que he visto en Erik en estos días, es como si no le interesara en lo absoluto por lo que Storm ha tenido que pasar. Cómo es que piensa que a Storm no le pasó lo mismo que a mi hermana, por supuesto que no le pasó lo mismo, lo de mi hermana fue un solo día, terrible, pero solo fue un día, en cambio Storm estuvo lejos por tres meses con esos malditos.Mi hermana no dejaba que la tocaran o que se le acercara un hombre, sin embargo aceptaba el toque de las mujeres, Storm es todo lo contrario no acepta ningún tipo de acercamiento o rose, lo que me hace pensar en todo el dolor que ha de tener por dentro.¿Habré hecho bien en pedirle que se case conmigo? Podré..— Darren..— el llamado por parte de mi mano derecha me impide seguir en mis pensamientos.Volteo mi mirada hacia él y me encuentro con un par de ojos oscuros como la noche
DarrenVer nuestras manos unidas y que no le afecta en gran medida me hace pensar que no me equivoqué en insistir para que fuera mi esposa. Al principio cuando me recordó sobre mi heredero me quedé un poco sorprendido ya que no había pensado en eso, mi meta era solamente que aceptara pero vi lo bien que en estos días se ha adaptado a mi compañía así que volví a insistirle que la esperaría. Lo que de verdad me sorprendió fue cuando me dijo que no quería dejar a su familia por lo que por el lado cínico y desgraciado de mi persona le recordé lo mal que la habían tratado su familia, lo incómoda que se sentía en este lugar. Lo sé, soy un desgraciado por jugar esa carta pero no me interesa, no cuando en estos momentos la tengo tomada de mi mano y aceptando ser mi señora....-Me pueden explicar qué está pasando aquí?- interr
Storm— Hija, tú, tú sabías sobre el acuerdo — me pregunta de una vez mi padre.— Sí, lo sabía desde hace tiempo. Tú y el padre de Erik estaban hablando sobre eso una tarde así que los escuché.— miro a Erik y suelto una risa algo estúpida y niego con mi cabeza debido a que ese fue el comienzo de todo.— Por eso fue que empecé a fijarme en Erik y a ilusionarme con él y al ver como me trataba se podría decir que llegué a sentir algo. — digo mientras recuerdo como parecía una boba tratando de llamar su atención o recibir algún elogio de su parte, que estúpida era.— Entonces sabes que este matrimonio que tienen planeado tú y Darren no puede ocurrir. — las palabras de sacan de mis pensamientos, lo que me hace recordar.— Dime una cosa padre, qué iba a pasar mañana una v