— ¿Acaso creíste que sería una presa fácil? —la joven cerró su blazer con sus manos.—Eres una desgraciada. Me tendiste una trampa —gruñó al observar el micrófono que llevaba en su ropa interior. Justo cuando elevó su brazo para intentar volver a golpearla, escuchó como de un fuerte golpe, abrieron la puerta del apartamento. Sus labios se separaron en una gran O.—Vas a pagar por haber tocado a mi esposa —Alexander gritó con furia.James presionó con fuerza sus dientes.—No puedo creer lo que me hiciste —bufó y la tomó por el cabello.—¡Suéltame! —Madison gruñó—, vas a pagar por todo lo que has hecho.Alexander caminó a grandes pasos en compañía de Luke, palideció al ver la forma en la que la tomó, su mirada se ensombreció al ver su rostro ensangrentado.—No se acerquen —James gruñó y tiró de su cabellera.Ambos se vieron y se detuvieron. —Anda sigue dando la nota a los medios de comunicación —Luke refirió y le mostró la cámara que traía en su chaqueta.James presionó sus dientes co
Horas más tarde, Alison salió de aquel lugar, colocó el gorro de su chamarra y subió la cremallera, tomó su móvil y solicitó un Uber, sentándose en las escaleras del exterior del lugar. Miró el reloj y resopló al ver que eran cerca de las 10:30 pm.Con impaciencia comenzó a mover uno de sus pies al darse cuenta que luego de haber solicitado aquel servicio, le cancelaron el viaje.—No puede ser —expresó con angustia. —¿Cómo me voy a ir de aquí? —bufó y se puso de pie para caminar hacia la avenida principal con la esperanza de poder tomar un taxi ahí. Sacó sus audífonos inalámbricos de su pequeño bolso y comenzó a escuchar música para intentar calmar el nerviosismo que sentía de transitar por aquellas solitarias calles. Su corazón se agitó al distinguir la sombra casi detrás de ella, que se reflejaba al pasar por el alumbrado público, bajó el volumen y logró distinguir con claridad las pisadas de esa persona.Buscó con rapidez atravesarse la calle, por lo que agilizó sus pasos, entonce
Aurora, condado de Cayuga, Nueva York.Luego de conducir por más de cuatro horas, James estacionó su auto y se dirigió hacia la casa de su único hermano. Se retiró sus gafas de sol sin poder dejar de admirar el lugar en el que vivía Oliver, rodeado de frondosos árboles, todo era verde por donde veía.— ¿En qué lío te metiste? —preguntó Oliver al salir a recibirlo.James se aclaró la garganta.—Lo voy a solucionar —mencionó—, necesito quedarme un par de días.Oliver tensó su mandíbula.—No quiero problemas, no voy a arriesgar a mi mujer y a mis hijos, por tus estupideces.—No me puedes dar la espalda, soy tu única familia —James refunfuñó.—Claro que puedo —señaló—, me ha costado mucho trabajo formar mi patrimonio, como para que llegues tú y me pongas en riesgo, de que me acusen de ser tu cómplice.—Eres un mal hermano, parece que ya se te olvido quien te ayudó a pagar tus estudios.Oliver movió la cabeza.—Te voy a dar alojamiento solo por hoy, lo más que puedo hacer es darte las llav
Hanna colocó un jarrón con las rosas que le llevó Luke y las acomodó sobre la mesa que tenía en la terraza, además de llevar un par de copas y una botella de su vino favorito.Al salir Luke sosteniendo un par de platos con los emparedados que recién había preparado, se sorprendió al ver la terraza alumbrada con las guirnaldas con bombillas alrededor del espacio, además de las flores que le había entregado.—Estoy seguro que te va a encantar —mencionó tomando asiento frente a ella.—No lo dudo ni un segundo —respondió ella y de inmediato le dio un pequeño mordisco—. mmm, está delicioso —manifestó con sinceridad.Luke sonrió con satisfacción.—Sabía que te encantaría —comentó con orgullo—, a tu hermano le gustan mucho.—De haber sabido que se reunían para comer estos emparedados, te habría visitado muy seguido —bromeó y bebió un sorbo del vino que recién le sirvió él.Luke ladeó los labios y mordió el sándwich.—Me alegra que te guste, espero que eso calme a la fiera que llevas dentro.
James llevó a la mesa una tabla con quesos y colocó su vino favorito. Miró su reloj y frunció el ceño con extrañeza al ver que ya casi eran las 3:00 pm y no llegaba, por lo que de inmediato tomó su móvil y le llamó.Resopló con extrañeza, después de que le marcó tres veces y no le respondió, a continuación, le envió un mensaje:— ¿Todo bien?, ya tengo todo listo para que charlemos, envió una imagen de la mesa con el ramo de flores, las copas y todo lo que comerían juntos. Comenzó a caminar con desesperación de un lugar a otro al ver que no leía sus mensajes.—Debe venir en camino —refirió y tomó asiento.***Mike tomó el lugar de Alison al ver que la chica no llegó. Intentando ocultar su molestia comenzó a hacer el trabajo de la chica.—¿Hoy no vino la muchacha de los ojos bonitos? —cuestionó la pequeña a la que le dio un panecillo de más.Mike se acercó a ella y le entregó un panecillo en su manita. La mirada de la niña se iluminó y le sonrió.—Gracias —susurró y prosiguió para que
—Anda cariño da las gracias y vamos hacia el comedor —dijo la mamá de la pequeña quien sostenía las charolas de ambas.—Gracias por la comida Mike —la pequeña le mandó un beso y se giró para seguir hacia la mesa que le había tocado, entonces observó entrar a aquella chica de ojos azulados. — ¡Llegaste! —gritó con emoción y corrió hacia ella para abrazarla.Mike dirigió su mirada hacia la pequeña y se sorprendió al ver a Alison ingresar.Ella se inclinó y la abrazó con cariño.—Tuve un poco de complicaciones para llegar, lo siento. —Retiró un mechón de su cabellera—, te traje un obsequio —mencionó y le entregó la bolsa de regalo que llevaba—. antes de que lo abras me gustaría saber ¿cómo te llamas?La mirada de la niña se iluminó.—Me llamo María —respondió y se dirigió hacia su obsequio. — ¡Una muñeca! —exclamó con emoción al ver lo linda que era, luciendo un lindo vestido en color rosa, además de tener largos rizos y ojos azules como los de Alison.La madre de la pequeña separó los l
—Noah, Liam —Madison se movilizaba lo más rápido que podía buscando a sus pequeños, sintiendo que su corazón dolía al no verlos.—Vamos niños, no jueguen con mis emociones, la tía Hanna se muere si no aparecen ya —refirió con voz fragmentada.—Vamos a dividirnos —Alexander se detuvo—. Los encontraremos, lo prometo —manifestó, tomó con sus grandes manos las mejillas de Madison. Su corazón dolió al ver en sus orbes una gran carga de aflicción. —Mírame —suplicó.Madison enfocó su cristalina mirada en sus verdosos ojos, y se reflejó en ellos.—Los vamos a encontrar. —Besó el dorso de su mano—, estén pendientes de sus teléfonos —dijo y cada uno tomó un camino diferente para ir a buscarlos.Mientras Alexander se movilizaba entre el césped y corría hacia los frondosos árboles, tomó su móvil y se comunicó con el encargado de su seguridad.— ¿En dónde están? —cuestionó.****Hanna se detuvo unos segundos para tomar aire, se recargó en una banca, sintiendo como su cuerpo temblaba.—Es mi culpa,
Hanna ingresó a su apartamento abrazada de Luke, caminó con ella hacia su habitación y la ayudó a recostarse. —Voy a traerte un poco de agua —mencionó tomando la jarra que tenía sobre su mesa de noche.—Necesito prepararme un té —expresó tomando asiento.—Tranquila yo te lo voy a preparar.—Espero no se te queme el agua —Hanna intentó sonreír.Luke ladeó los labios.—Eso solo le pasa a ustedes, los Walton —se defendió y comenzó a reír.Hanna ladeó los labios.—En eso tienes razón, no nacimos para cocinar.—Déjalo todo en mis manos —solicitó y se acercó a ella, acarició con su mano una de sus mejillas con ternura.Minutos más tarde, Luke ingresó con una charola.—Preparé unas sincronizadas con jamón y queso, te traje una infusión de manzana con lavanda para que te relajes. —Se sentó a su lado.—Gracias, ya me siento más tranquila —confesó—, saber que los niños están bien —es todo lo que necesitaba. —Suspiró profundo.Instantes después su móvil timbró.—Es Alexander —respondió a la vid