Narra Alexandra:
Después de esa comida deliciosa converso un poco con Carmen, ya que ella insiste en que la llame por su nombre, su esposo, el señor Hugo después de comer se retiro a continuar su trabajo. Conocí un poco a Carmen, me comentó que no tienen hijos, ya que tenia uno con problemas de salud que termino dejando ese mundo. Algo que los dejo devastados y a quien no, se supone que uno entierra a sus padres, no a los hijos.
Después de hablar con ella durante lo que parecen horas me muestra cual será mi habitación, también, me pone al tanto sobre los inquilinos fijos que tiene, la mayoría son estudiantes universitarios o adultos que trabajan todo el día y que vienen solo a dormir, al menos de lunes a viernes. Me comenta que los domingos aquí son muy movidos, ya que ella siente a todos sus inquilinos como sus hijos y almuerzan juntos como una familia, al menos los que se quedan, ya que algunos viajan a ver a sus familias cuando pueden. Observo la mirada de Carmen y me hace sonreír, cuenta con tanto amor sobre los domingos familiares, como les dice ella, que hasta me dieron ganas de estar presenta en uno de estos.
Cuando llego a la que será mi nueva habitación comienzo a ordenar la poca ropa que traje en un mueble que esta en el cuarto debajo del televisor que hay. Al terminar ordenó mis libros encima del mueble y me siento en la cama para encender mi nuevo teléfono, aunque pienso mientras lo hago, ¿Para qué lo compré? No tengo con quien hablar, ya que si le marco a Lara ella puede avisarle a Caleb y eso arruinaría mis planes de estar sola por un tiempo. Igualmente lo enciendo y busco abogados en Santiago, aparecen bastantes, pero no quiero ir a cualquiera, por lo que dejo esa búsqueda para después, debo comenzar a buscar un trabajo con el que pueda mantenerme mientras viva aquí. El dinero no se me hará eterno.
Me doy un baño, por suerte el cuarto que estoy pagando tiene su propio baño, eso me da más privacidad y como dijo el esposo de Carmen, Hugo, todo esta impecable. Estando lista salgo del cuarto para ir por la señora Carmen, ya que ella me dijo que ante cualquier duda o pregunta la buscara, eso estoy haciendo. La encuentro conversando con un joven que tiene la cara magullada, al acercarme escucho que ella lo esta regañando igual que una madre a su hijo, no quiero interrumpir, pero ella me ve y detiene su regaño al chico.
—Querida, te presento a mi pequeño mas inquieto, Leo, como ves cree que en su patineta puede ir a alta velocidad sin mirar para cruzar una calle —habla molesta mientras analiza el rasguño bien feo que tiene el joven
—Hola, acostúmbrate, con el tiempo se convierte en madre de nosotros, ¡es la mejor del mundo! —exclama el joven besando su mejilla
—Y ya con eso me compra este pillo —La miro porque no entiendo la palabra, ella sonríe y el chico me explica que se refiere a astuto o pícaro, asiento demostrando que comprendo lo que quiere decir y se nota que el chico lo es. Palabras nuevas agregadas a mi vocabulario —. ¿Cariño, necesitas algo? —me pregunta al darse cuenta que la estaba buscando al llegar aquí
—Si, quería ver si puede decirme donde puedo salir a dar una vuelta y ver si encuentro un lugar donde buscar trabajo momentáneo, algo que pueda hacer mientras ordeno los papeles que se necesitan para estar aquí en Chile —le digo sonrojada
—¡Claro! Tu dime que sabes hacer que aquí te encuentro algo para trabajar. Conozco mucha gente y eso ayuda mucho para estos casos, Leo, ve a curarte esas heridas de la rodilla, brazo y mejilla. En la cena las quiero limpias.
—Si, mami. —responde el chico tomando su patineta y yendo a su cuarto.
Al quedarnos solas vamos a la cocina y nos sentamos, ella como siempre atenta me entrega una limonada exquisita, me aclaro la garganta para comenzar a hablar.
—Vera, no tengo un titulo universitario, pero he hecho algunos cursos de estilista, uñas, pestañas, cosas de belleza. No se si aquí piden algún tipo de certificado, la verdad es que cualquier trabajo me viene bien. —comento con sinceridad y pena.
—Comprendo, eso no tiene que darte pena, por el contrario, debes sentirte orgullosa por tu espíritu de superación. No todas lo tienen, algunas buscan lo más fácil para hacer dinero y eso debe avergonzarlas, aunque no estoy en contra de su forma de ganarse la vida, no me agrada. Cada loco con su tema, como dicen. Bueno tengo una amiga que tiene su peluquería aquí cerquita y de seguro te da algo de trabajo, ya verás que sí. Vamos —toma su cartera y la sigo, no conozco nada de aquí, así que si el trabajo esta cerca mejor todavía, así no me pierdo.
Caminamos un poco, creo que unos 7 minutos, aproximadamente, llegamos a una calle que esta llena de salones de belleza, mucha gente trabajando en lo mismo, miro todo completamente sorprendida. Me encanta el ambiente que se respira, entramos a un salón y nos recibe una señora de la edad de Carmen, deben tener unos 50 años y poco más, se saludan muy afectivamente y hablan entre ellas. Luego ambas me observan, me sonrojo, para variar, Carmen me pide que me acerque y lo hago.
—Me dice mi amiga que tienes algo de experiencia, estoy necesitando una ayudante de peluquería, al menos puedes partir así y ay cuando demuestres lo que sabes vas subiendo de nivel. ¿Qué opinas? —me pregunta sonriendo
—Totalmente de acuerdo on usted, muchas gracias por la oportunidad que me esta dando, no dejaré mal a Carmen, verá que soy muy esforzada y le demostraré que no se va arrepentir de haberme contratado.
No dejo de hablar de lo feliz que estoy, es mi primer trabajo, ya que Caleb no me dejó hacerlo, decía que no era necesario y que solo me dedicará a atenderlo y hacerlo feliz, ¡ja! Ahora me doy cuenta que solo quería tenerme en casa para poder hacer de las suyas sin toparnos.
Cambio de chip, vuelvo a la felicidad de este momento y comienzo hoy mismo a trabajar, antes de irse armen, me pregunta si recuerdo el camino a casa, mientras que su amiga, que no recuerdo el nombre, le grita
—Carmen, por dios, solo tiene que caminar derecho, es imposible perderse. No seas mamá pollo.
No entiendo a que se refiere con ese dicho, tengo mucho por aprender para vivir aquí por algún tiempo. Solo tengo que centrarme en mi trabajo y cuando tenga tiempo libre y dinero, buscar un abogado para tramitar el divorcio y mi indemnización por el tiempo perdido a su lado.
Pueden preguntarse as que me refiero con “tiempo perdido” muy simple, me refiero a que deje todo p0or él, literalmente todo. Me dediqué en cuerpo y alma a Caleb durante cinco años de matrimonio, ya que cuando éramos novios (los pocos meses que lo fuimos), no me absorbía tanto Caleb. Ya estando casados todo cambio, si bien no fue violento o grosero, no le gustaba que saliera, que trabaje, que tenga amigos, solo Lara, aunque entre ellos no era muy buena su relación. Dejo de pensar en mi pasado y empiezo a hacer lo que me dice mi nueva jefa, la que todavía no me dice o si me dijo olvidé su nombre.
La tarde se pasa rápido, veo como trabaja ella y otra chica más, las clientas que tienen son conocidas ya que hablan como si fueran amigas de toda la vida. Mi jefa me da indicaciones y hago todo lo que me dice sin cuestionar, tengo que ganarme el puesto de trabajo, no basta con que Carmen me recomendara.
Narra Caleb: Me encuentro en mi oficina en este momento, miro la hora y llamo a mi casa para saber de Alexandra, no quise despertarla en la mañana ya que la noche anterior no se veía nada bien por su rostro y su expresión de dolor. Ya es pasado le medio día, por lo que marco el numero de su celular, sin embargo, este suena como apagado, eso es extraño pienso. Decido llamas a la casa, así en el caso de que Alexandra siga enferma todavía, la empleada podrá decirme razones de ella, espero en línea y contesta la empleada doméstica. —Hola, quiero hablar con la señora —digo de forma déspota como siempre que hablo con este tipo de gente. —Buenos días señor, la señora no se encuentra, salió hace algunas horas. —¿Cómo que salió? ¿Dónde fue? —pregunto confundido, no sabía que iba a salir, ella siempre me dice lo que hará, es completamente extraño que no me avisara y lo peor es que su celular esta apagado. —La señora no me dijo nada, solo la vi salir con una pequeña maleta, esto fue hace var
Narra Alexandra:Han pasado algunos días desde que llegué aquí y me siento tan bien. Me siento tranquila, relajada, comenzando de nuevo y dejando atrás todo el pasado doloroso que tengo. No es fácil decir que lo he dejado atrás, sin embargo, estoy comenzando a pensar en mí y no en lo que dirán como siempre ha sido mi vida.No puedo negar que la curiosidad por saber quién es la mujer que me ha quitado al amor de mi vida puede conmigo. He estado tentada en enviarle un correo a Lara para saber de Caleb, de mis padres, de todo lo que dejé allá, luego recuerdo que nadie me debe extrañar y se me pasa. Eso no quita el dolor que siento al darme cuenta que no soy importante para nadie, ni siquiera para las personas que me dieron la vida, eso no debería ser así.Me siento más relajada en el trabajo, aquí en Chile es muy común que las clientas conversan mucho con uno mientras trabajan, como dicen aquí “viene a puro copuchar” la primera no entendí nada de lo que decían, las palabras que usan aquí
Narra Alexandra:Después de ver alejarse el vehículo entramos al hostal para cenar. Como siempre Carmen tiene todo listo, sonriendo y con bastante apetito me siento y devoro la exquisita comida que hace.—Carmen, ¿Dónde vive Emma? Me agradó mucho su forma de ser.—Es que mi niña Emma a quien no le cae bien.—¿Cae bien? —pregunto porque no entiendo bien a que se refiere—Ay, aquí es muy común decir “me caes bien” para reemplazar lo que dijiste tú, estoy segura que no tardarán nada en ser amigas. Además, su hermano es un abogado muy bueno y la cuida mucho, pero si te conoce se relajará un poco con su sobreprotección hacia Emma.—¿Es abogado? —pregunto asimilando que podría ayudarme con mi problema del divorcio y todo eso—Si, como te dije es muy bueno en su trabajo, no tiene mucho dinero como debería porque siempre ayuda a las personas que no tienen como pagar un abogado y eso lo ha hecho muy conocido. Mi niño, que ya es todo un hombre, solo le falta vivir y dejar un poco su trabajo que
Narra Alexandra:Mi rabia crece a cada segundo frente a este idiota que se cree el dueño de todas las personas, es un engreído. —Antes de que pienses cosas que no son, solo necesito saber si estas detrás de Emma o no —giro mi cabeza al escuchar su pregunta y no entiendo a que se refiere, detiene el auto en un estacionamiento de no sé que cosa y detiene el motor. Toma mucho aire y nuevamente mirándome esta vez dice —. ¿Te enviaron por ella? —pregunta esta vez con miedo, terror que veo en su mirada —No entiendo a que te refieres, ni siquiera los conozco, quiero decir ayer fue la primera vez que cruce palabras con Emma. Por tu mirada me haces saber que no es muy simple lo que temes y no creo que quiera estar involucrada con eso, lo mejor será que me aleje de tu hermana y eso te incluye idiota. Volteo para abrir la puerta, pero esta con seguro y no encuentro de donde se abre, maldita sea. —No es peligroso o algo malo, es solo que el padre de Emma no es el mismo que el mío, este hombre
Narra Alexandra:Después de hablar con mi jefa, Mateo, se retira no sin antes besar su hermana en la cabeza ante la atenta mirada de “exijo una explicación” de Emma.Comienzo a trabajar y Emma no tarda en acercarse a mí, estoy convencida de que me pedirá las explicaciones que quería de su hermano. Ahora debo pensar en que decirle para que no piense cosas que no son.—¿Almorzamos juntas? Tenemos que hablar por lo que veo…Sin dejarme responder se aleja y continua con su trabajo, dejándome con la palabra en la boca, por otro lado, tengo mas tiempo para pensar en que decirle. Estoy en eso cuando me suena un mensaje en mi celular, lo doy un vistazo rápido y me quedo asombrada al ver que es de Mateo, lo sé poque lo dice“Soy Mateo, de seguro Emma te preguntará sobre nosotros, dile que yo te busqué para saber de la salida del sábado y que acepté a cambio de que se queden en nuestra casa ese día, porque yo saldré.”Vaya me ahorro el quebrarme la cabeza para decirle algo creíble, aunque no es
Narra Caleb:Todavía no puedo creer que la estúpida de Alexandra me dejara porque sospechó que tenia otra mujer, lo peor es que al volver a casa me di con la carta que me dejo con todo el asco y el odio del mundo. Ella me ama, lo sé, solo esta dolida y se le pasará con el paso de los días, de eso estoy convencido.Ella no puede vivir sin mí, no tiene nada ni a nadie mas que mí, ni siquiera sus padres la buscan, por lo tanto, es cosa de tiempo para que vuelva llorando y pidiendo perdón por irse sin motivo.Miro nuevamente la carta que me dejó en casa, todavía me duele leer “con todo el odio y asco del mundo”, no entiendo el motivo de ese dolor, seguramente es mi orgullo dolido por no tenerla a mis pies, aunque también puede ser el hecho de que en un comienzo si me enamoré de ella, la amaba y quería estar a su lado por siempre. No contaba con que Lara aparecería en mi vida, me haría tan feliz en todo sentido y mas encima, que ambos pensemos igual en relación al futuro.Mi paciencia tien
Narra Alexandra:Llegó el gran día de mi salida con Emma, no piensen que no quiero, la verdad es que si me entusiasma la idea. Siento que me hace falta tener un día donde solo soy una chica de 23 años y no como soy en realidad.Mi celular suena con un mensaje y no tengo que mirarlo para saber de quien es, Emma tiene mucha vitalidad y me encanta eso, ya que siento que me contagia su energía. Me levanto rápidamente y le aviso que estoy lista. Lastimosamente no todo es perfecto, Emma me contesta que Mateo será el encargado de llevarnos al mall, suspiro y me resigno, ya que.Carmen como siempre ya esta en pie y me recibe con una sonrisa, aunque se molesta porque no voy a desayunar, le explico que comeremos en el mall, eso la relaja y al salir me grita que me divierta como una joven de mi edad.Aun recuerdo cuando tenia 16 años y salía con Lara a comprar ropa y perfumes, cuando no tenia preocupaciones. Mi mejor amiga nunca ha sido de la misma situación que yo, aunque sus padres viven tranq
Narra Alexandra:Tomamos un taxi para ir a la casa de Emma, no tengo ni la menor idea de donde queda, definitivamente tengo que aprender sobre las comunas y calles de Santiago. Al llegar, pago el taxi, aunque Emma reclame, al bajar quedo asombrada por la hermosa casa que veo frente a mí. Es hermosa, hogareña, no es grande ni tampoco pequeña, creo que es ideal para los dos hermanos y lo único que me pregunto es si tendrán una habitación para mí.Entre risas entramos y miro alrededor, para ver la decoración de la casa, que es hermosa y se pueden apreciar retratos de ambos hermanos, aunque ninguno es de cuando eran pequeños, solo desde los 12 años en adelante, no digo nada por eso, no es algo que pueda cuestionar. Emma me enseña su habitación, luego me lleva a la fuerza a la habitación de su hermano, se nota que es bastante frío y serio, todo es gris, sin color. Todo lo contrario, a la de Emma que es puro color por todos lados.—¿Dónde voy a dormir? —pregunto al ver que no me muestra ma