4. ¿Dónde está?

Narra Caleb:

Me encuentro en mi oficina en este momento, miro la hora y llamo a mi casa para saber de Alexandra, no quise despertarla en la mañana ya que la noche anterior no se veía nada bien por su rostro y su expresión de dolor. Ya es pasado le medio día, por lo que marco el numero de su celular, sin embargo, este suena como apagado, eso es extraño pienso. Decido llamas a la casa, así en el caso de que Alexandra siga enferma todavía, la empleada podrá decirme razones de ella, espero en línea y contesta la empleada doméstica.

—Hola, quiero hablar con la señora —digo de forma déspota como siempre que hablo con este tipo de gente.

—Buenos días señor, la señora no se encuentra, salió hace algunas horas.

—¿Cómo que salió? ¿Dónde fue? —pregunto confundido, no sabía que iba a salir, ella siempre me dice lo que hará, es completamente extraño que no me avisara y lo peor es que su celular esta apagado.

—La señora no me dijo nada, solo la vi salir con una pequeña maleta, esto fue hace varias horas, señor —me informa

—Para la próxima vez tu deber es avisarme cuando veas que esto sucede, no seas incompetente. —termino de decir cortando la llamada, este vieja ni siquiera sé para qué la sigo teniendo en casa, no sirve mas que para acompañar a Alexandra.

Desde mi celular le envío un mensaje a Lara, la mejor amiga de mi esposa, ella siempre sabe lo que sucede con Alexandra, no existe algo que no sepa de su mejor amiga y viceversa, al menos eso creo.

“Sabes algo de mi esposa”

No tarda mucho en contestar, lo que em dice me deja en shock

“Cielo, ya habías tardado”

Suelto mi celular y lo dejo caer en el escritorio, no entiendo a que se refiere Lara con esa respuesta, por mas que pienso no comprendo. Una llamada entrante en mi celular me saca de mis pensamientos, es Lara, pienso en si contestar o no, ya que no me gustó nada el mensaje que me envió. Finalmente contesto, si no lo hago volverá a llamar.

—Hola —digo serio

—Cielo, ¿Por qué tan serio? Estoy sola —suelto el aire que estaba conteniendo al escuchar sus palabras

—¿Sabes donde esta Alexandra? No esta en casa y la empleada no sabe dónde fue, me estoy comenzando a preocupar ay que se fue hace varias horas de la casa y con una maleta.

—Bueno, creo que te debo contar algo, ella vino a verme ayer, sucede que te llevaba almuerzo a tu oficina y resulta que te escucho hablando con tu “amante” —al decir la palabra amante hace énfasis en esa palabra —. Me llama llorando desesperada de que la estas engañando y por mas que le dije que seguramente escucho mal insistió en que esta convencida de tu infidelidad. No me dijo que se iría por un tiempo, pero no pensé que hablara con sinceridad, ya sabes que es una tonta que no hace nada sin ti, pero hay algo que no entiendo, me dijo que sin ti ella no tiene nada, que la empresa es tuya y no de ella, algo totalmente distinto a lo que tu me dijiste a mí, ¿podrías explicarme que es todo eso? —exige, mas que pregunta, ahora mi cabeza está tratando de entender toda la estupidez que est5a diciendo Lara

—¿Qué mierd@ estas diciendo? ¿Cómo es que ella te contó ayer que me escucho hablando con otra y no me dijiste nada? ¿Es que acaso no tienes cerebro? ¿Cuántas veces te he dicho que ella es la dueña de la empresa y que sin ella no tengo nada? No entiendo como es que puedes ser tan inteligente para saber volverme loco en el sexo y no eres capaz de pensar, usar un 2 por ciento de tu cerebro para comprender lo que te he dicho cuantas veces en estos años. ¿No crees que si fuera yo el de dinero no me hubiera separado antes de Alexandra? ¡Eres una idiot@! Necesito que vuelva a la casa y vas a tener que ayudarme a convencerla de que estaba hablando con su madre, alguna mentira que ella crea y vuelva, es necesario que regrese y todo sea como antes. No pienso perder todo el dinero que he hecho con la empresa por tu incompetencia, se supone que son amigas y que estarías pendiente de que no sospechara ni supiera nada de lo nuestro, pero veo que no hiciste nada cuando te dijo de la llamada. —reclamo molesto, no entiendo como es que esta tonta no me dijo nada al saber que mi esposa sabía que tenia otra mujer.

—Espérame un momento en tu enojo, la única que se puede enojar soy yo, se supone que me mentiste, no me estas explicando el motivo por le cual Alexandra cree que le empresa es tuya, que sus padres te la vendieron cuando tu me has estado diciendo todos estos años que sigues con ella por el dinero de su familia y que sin ella pierdes todo, no comprendo como es que ella se va dejándote todo porque se supone que no tiene nada y que todo es tuyo, ¡Explícame eso! —grita las ultimas dos palabras

—No tengo nada que explicarte, lo único que necesitas hacer ahora es buscarla y convencerla de que no me deje, no tengo nada sin ella y tu menos, olvídate de tu estilo de vida y busca trabajo, que si ella no vuelve a mi lado no tendremos ni siquiera dinero para comer. ¡Ponte en eso y búscala que la quiero de vuelta para ayer! —grito enojado, más que enojado, furioso.

No la dejo hablar y termino al llamada, tirando el teléfono a cualquier lugar de mi despacho, esto no puede estar pasando, mi esposa no puede dejarme, no puedo perder la fortuna que ahora tenemos como matrimonio por culpa de que supo o escucho una llamada con mi amante, con la verdadera mujer que amo a pesar de que a veces soy un idiot@ por la forma de expresarme con ella, Lara es la mujer que quiero a mi lado, esa mujer me ha vuelto loco desde que la conocí, al principio pensé que era una prueba de Alexandra, sin embargo, con el paso del tiempo comprendí que ella no sabía nada de lo que su “mejor amiga” estaba intentando conmigo. Al comienzo me reuní con ella, solo quise quitar las ganas de estar con ella, ya que es bastante sexy y sensual, lo que no esperaba era enamorarme, lo que comenzó como una aventura termino siendo un amor genuino. Solo que nos conocimos tarde, cuando ya estaba comprometido con Alexandra y también el hecho de que Lara y yo somos pobres, no tenemos fortuna y nos gusta la buena vida, creo que además de ella lo que mas amo en el mundo es el dinero, ella es igual que yo, por eso somos perfectos el uno para el otro.

Tengo que llamar a Lara y pedirle perdón pro mi forma de hablarle, es que me siento frustrado por Alexandra, ella no puede dejarme, no puede privarme de la vida con lujos que tenemos Lara y yo, ya que sin que ella ni su familia se den cuenta mantengo a mi amada con el dinero de mis suegros y la familia de ellos.

Llamo a mi secretaria para que se encargue de limpiar la oficina, me busque un nuevo celular y cancele mis reuniones de la tarde, tengo que comenzar a ser precavido, si mis suegros se enteran que engaño a su hija lo pierdo todo, es por eso que durante el tiempo juntos me he encargado de darles una imagen falsa de su adorada hijita. Solo por ese motivo ellos me quieren mas a mí que a ella, dije unas mentiritas piadosas, como que Alexandra solo se la pasa en el celular, que no me atiende a menos que estén ellos presentes, que yo soy el bueno y que ella es la mala. Este viaje sin aviso puedo usarlo a mi favor, puedo ir llorando con ellos diciendo que ella me dejo por irse con un amante, ellos son tan ingenuos que no son capaces de buscarla para saber la verdad, siempre han tenido muy mala relación con su hija, a veces la compadezco, no tiene que haber sido fácil crecer con esos padres, pero luego me digo que si no fuera así no podría ser tan adinerado y consentido gracias a ellos.

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