Brooke Turner.Estoy aterrada, mis manos tiemblan y el corazón se me quiere salir por la boca a causa de los nervios, jamás había vivido una situación como esta. Pero tengo que controlarme, no puedo dejar que el temor y la angustia me dominen, no estoy sola y debo proteger a mi hijo a toda costa. El sudor frío perla mi piel, muerdo mis labios hasta casi sangrar y cierro mis manos en puños mientras valoro qué hacer, porque lo único que sé es que no pienso quedarme sin hacer nada en lo absoluto, si alguien viene a joderme, le será difícil hacer algo. Miro a Anggelo y el miedo se incrementa, porque en su seguridad es en lo único que pienso.Él duerme profundamente, ajeno a todo, y lo agradezco, porque de lo contrario sería muy difícil. Al menos así puedo manejar mejor la situación, o al menos intentar hacerlo. Pienso en lo que debo hacer y aunque mi mente trabaja a toda velocidad, los nervios y la angustia no me ayudan, comienzo a caminar de un lado a otro mientras mi mirada viaja de
Alessandro Ferrara Salgo del club en busca de mi gente, ya no tengo nada que hacer aquí si Damiano se largó y sinceramente lo menos que quiero es llamar la atención y más cuando he escuchado sus palabras que se repiten una y otra vez en mi cabeza.El enemigo... ¿A quién se referirá? porque si vamos al caso, me faltan dedos en las manos para contar quienes son mis enemigos, a causa de mi posición.Me subo al auto y Leo me espera, puedo notar que tiene la mandíbula tensa, está con todo el armamento que hay en el auto fuera, listo para atacar.—¿Se dió cuenta de lo que hizo? —me pregunta— puso en riesgo su vida.—¿Acaso no es algo que pase todos los días? —le resto importancia a sus palabras.—Usted sabe a lo que me refiero señor.Está molesto, entre nosotros hay cierto nivel de confianza aunque a mí me ha costado recuperarla, después de todo lo que pasó, pero Leo me demuestra día tras día su lealtad.No le digo más nada, sé lo que quiere decir pero él está aquí para seguir órdenes, sé
Alessandro FerraraLlego a casa de mi familia ya entrada bien la noche. Cómo siempre, está repleta de guardias armados en todas partes, esto es algo común aquí. Quiero llegar directamente a mi habitación y poder dormir para olvidar tanta mier.da que ha ocurrido hoy pero apenas llego le encuentro una desagradable escena frente a mis ojos. —¿Acaso no tienes decencia o es que a mí padre no le importa que andes como una pu.ta semi desnuda por la casa cuando eres su mujer? —le reclamo a la esposa de mi padre y a la mujer que metió aquí aún cuando el dolor de la perdida de mi madre estaba latente.Ella me mira de arriba abajo y sonríe.—Ya dejé cansado a tu padre, ese viejo se está muriendo pero aún me pide que me suba sobre él y haga mi trabajo.Sus palabras me producen asco y vergüenza, no puedo creer que ella se dirija a mi de esa forma.—Lo que hagas o no con mi padre no es mi problema, a mí me tratas con respeto o se te olvida a quién te diriges.Da dos pasos hacia mí, cerrando la di
Alessandro Ferrara.Amanezco en el sillón de la biblioteca de mi casa, adolorido y agotado por la noche de mier.da que tuve.No pude dormir porque mi jodida mente no me dejó en paz pensando en quién carajos se atrevió a dejar ese mensaje en la casa de Brooke.Cuando me llegaron las fotos, es evidente que era una amenaza directa para ella, esto es algo más personal y me hace pensar que le debe algo más a alguien además de a mi. Hay cosas que no se y eso me perturba. Necesito tener el control de todo lo que respecta a ella, necesito conocer hasta la marca de agua que toma, porque sin que ella se de cuenta me haré del control absoluto de su vida poco a poco.Antes, ella me tenía en sus manos, mi corazón. Pero eso no le importó, se aprovechó de su posición solo para destruirlo.Ahora, quiero que ella dependa de mí, que me necesite al punto de tener que suplicarme.La puerta de la biblioteca se abre y es mi hermana quien entra.—¡Aquí estás! —entra molesta, aparentemente su humor no ha c
Narra Ernesto Corro lo más rápido, que puedo. El aire que entra en mis pulmones arde, quema como si estuviera respirando fuego directamente.Me consiguieron y no tengo ni la pu.ta idea de cómo lo hicieron si se supone que tenía todo bajo control.Alguien me traicionó, alguien me hizo la misma jugarreta que yo hice y por eso todo se fue a la mier.da.No es la primera vez que lo hacen, esto era un plan elaborado, engañar al idiota de Alessandro Ferrara no fue sencillo y menos para la chica de la cual yo estaba enamorado.Brooke Turner.Verla fingir día tras día amar a otro hombre que no era yo, hacía que la herida en mi corazón sangrara, pero Alessandro era nuestra salida y la única solución para vivir nuestro amor.Íbamos a estar lejos, sin necesidad del dinero de su familia o el de la mía, porque lo que le quitaríamos a Alessandro era más que suficiente.Pero todo lo arruinó ese maldi.to accidente, y todo por su terquedad y necedad, simplemente ya nada fue igual.—¿Dónde estás? —es
Brooke Turner.Amanece demasiado pronto y por más que lo intenté, no he podido pegar ojo en toda la noche. No importa que esté lejos de cualquier riesgo en casa de mi madre, después de lo sucedido anoche, no puedo fingir que mis nervios no se multiplicaron y que puedo quedarme tranquila, como si no tuviera importancia lo que aconteció.Porque está lejos de ser así.Intenté descansar, intenté dormir al menos unas pocas horas, porque mi cuerpo lo necesita y todo el estrés que soporté en todo el día, desde que salí del supermercado y mis presentimientos se dispararon, no puede ser bueno para mí. Para mi salud mental, más que física. Esto en definitiva es muy desgastante.La vida sigue, sí, a pesar de los obstáculos que se presentan sin previo aviso y que pueden cambiarlo todo en un segundo, pueden darle a nuestra vida un giro de ciento ochenta grados que nos hace reflexionar muchas cosas. Y yo sé bastante de eso, porque a veces, solo un instante es suficiente para cambiar una vida por co
Brooke Turner.La veo caminar de un lado a otro, sé que si voltea hacia la escalera, podrá verme escuchándolo todo, pero no puedo moverme, si lo hago me descubrirá y es lo que menos quiero ahora. Me quedo sorprendida por lo que acabo de escuchar, no doy crédito a sus palabras y como si fuera poco lo que ya estoy viviendo en este momento, las dudas regresan a mi mente, esta vez por un motivo diferente.¿Mi madre me oculta cosas? De ser así, ¿Por qué lo hace? ¿Por qué existen cosas que no quiere que sepa? De solo pensar en esa posibilidad se me corta el aliento y un dolor sordo en el pecho me hace consciente de que la decepción está abriéndose paso, porque al final de cuentas, la realidad es que no puedo confiar plenamente en nadie, ni siquiera en mi misma porque no puedo recordar nada del pasado. Pero intento calmarme, tengo que hacerlo, porque esto tiene que ser solo un malentendido, algo de lo que no estoy entendiendo el contexto, debo estar pensando cosas que no son, sacando concl
Brooke Turner El encuentro con mi madre me deja un mal sabor de boca y por más que trato de organizar mi cabeza, de calmar toda lo que me aturde, es imposible. Estoy demasiado saturada, siento que de un momento a otro voy a ceder a todo lo que me agobia y voy a terminar colapsando, es que ahora me la paso sobrepensando en toda la información nueva que tengo y me la vivo en plena incertidumbre, y cuando eso pasa el dolor se vuelve intenso y me jode toda la existencia.Voy paso por paso, así tengo que hacerlo porque sino siento que en definitiva no voy a poder con todo. Respiro profundo, tratando de calmarme, tratando de compartimentar todo lo que hay en mi cabeza. Solo así, haciendo de un minuto a la vez de un problema a la vez, es que veo una salida y logro estabilizarme.Lo primero, es que debo despertar a Anggelo, prepararlo para dejarlo en la escuela y luego, poder irme a trabajar. Sé que despertarlo no será una tarea fácil, puesto que ningún día lo es, pero necesito armarme