Brooke Turner.Paranoica. Así es como estoy desde que recibí esas fotografías. Por más que trato de mantener la calma, de dejarlo de lado, sigo viendo todo eso frente a mí y sintiendo el mismo terror recorrer mis venas. Y aunque sospecho que detrás de ellas está Ernesto, es inevitable sentirme intranquila.Es de inteligentes reconocer los riesgos y este es uno que no puedo obviar, porque puede perjudicarnos a mí y a mi hijo. Y quizás si solo fuera yo, pero de pensar que algo pueda sucederle a mi pequeño, se me hielan los huesos. El fin de semana llega y decido salir al parque con mi pequeño. Lo hago porque necesito algo de paz, de tranquilidad y tiempo de calidad con él, pero tengo que admitir que a cada tanto estoy volteando y viendo por encima de mi hombro, atenta a todo lo que me rodea y buscando alguna situación, por mínima que sea, que pueda entenderse como sospechosa. Porque la sensación de estar siendo observada sigue latente, no se me quita por más que trato de separar mis m
Capítulo 25Poder. Alessandro Ferrara.La música alta retumba en todo el lugar, las luces estroboscópicas amenizan el ambiente del lugar. Eso, aunado a las jaulas donde se encuentran mujeres bailando junto a otras que están colgadas del techo con telas mientras se muestran desnudas. Humo, alcoh.ol, dr.ogas y se.xo es lo que abunda en este lugar, pero desde mi posición veo la plataforma donde se encuentra la persona a la que vine a buscar.Camino mientras algunas personas me ven con cara de asombro, no es común que alguien como yo esté en este tipo de lugares y mucho menos que venga justo a la boca del lobo sin ningún tipo de apoyo.La familia Carusso hasta hace poco era fiel a la nuestra y se tomaba las decisiones que se dictaban con respeto, pero desde que mi padre cambió algunas cosas, ellos simplemente se sublevaron, no acatan órdenes y se han oído rumores de que desean el poder absoluto y que han estado reclutando gente de forma silenciosa, más que nada los traidores de la Camor
Brooke TurnerDespués del encuentro a la salida del supermercado, no me fío de absolutamente nadie. Díganme exagerada o histérica, pero no puedo dejar de pensar en lo extraño y aterrador de ese momento. El resto del día se fue con mis pensamientos y preocupaciones dando vueltas en mi cabeza, y aunque ahora estoy tranquila en casa, arreglando a Anggelo para dormir, la idea de poner seguridad en la casa no sale de mi mente. Y con cada segundo que pasa, me dejo llevar por estos miedos que muy dentro de mí siento que no son infundados.Acomodo mi cama para que mi pequeño duerma conmigo, cuando está entre mis brazos me siento más segura. Él es mi mayor fortaleza, el motivo por el que levanto la barbilla y enfrento todo, aunque esté casi rota por dentro. Anggelo es lo más bonito que tengo en la vida, aun cuando han pasado cosas que me impiden estar al cien por ciento para él y ser como las demás madres. Es un niño maravilloso y me consta que está claro de lo inmenso que es mi amor por él.
Brooke Turner.Estoy aterrada, mis manos tiemblan y el corazón se me quiere salir por la boca a causa de los nervios, jamás había vivido una situación como esta. Pero tengo que controlarme, no puedo dejar que el temor y la angustia me dominen, no estoy sola y debo proteger a mi hijo a toda costa. El sudor frío perla mi piel, muerdo mis labios hasta casi sangrar y cierro mis manos en puños mientras valoro qué hacer, porque lo único que sé es que no pienso quedarme sin hacer nada en lo absoluto, si alguien viene a joderme, le será difícil hacer algo. Miro a Anggelo y el miedo se incrementa, porque en su seguridad es en lo único que pienso.Él duerme profundamente, ajeno a todo, y lo agradezco, porque de lo contrario sería muy difícil. Al menos así puedo manejar mejor la situación, o al menos intentar hacerlo. Pienso en lo que debo hacer y aunque mi mente trabaja a toda velocidad, los nervios y la angustia no me ayudan, comienzo a caminar de un lado a otro mientras mi mirada viaja de
Alessandro Ferrara Salgo del club en busca de mi gente, ya no tengo nada que hacer aquí si Damiano se largó y sinceramente lo menos que quiero es llamar la atención y más cuando he escuchado sus palabras que se repiten una y otra vez en mi cabeza.El enemigo... ¿A quién se referirá? porque si vamos al caso, me faltan dedos en las manos para contar quienes son mis enemigos, a causa de mi posición.Me subo al auto y Leo me espera, puedo notar que tiene la mandíbula tensa, está con todo el armamento que hay en el auto fuera, listo para atacar.—¿Se dió cuenta de lo que hizo? —me pregunta— puso en riesgo su vida.—¿Acaso no es algo que pase todos los días? —le resto importancia a sus palabras.—Usted sabe a lo que me refiero señor.Está molesto, entre nosotros hay cierto nivel de confianza aunque a mí me ha costado recuperarla, después de todo lo que pasó, pero Leo me demuestra día tras día su lealtad.No le digo más nada, sé lo que quiere decir pero él está aquí para seguir órdenes, sé
Alessandro FerraraLlego a casa de mi familia ya entrada bien la noche. Cómo siempre, está repleta de guardias armados en todas partes, esto es algo común aquí. Quiero llegar directamente a mi habitación y poder dormir para olvidar tanta mier.da que ha ocurrido hoy pero apenas llego le encuentro una desagradable escena frente a mis ojos. —¿Acaso no tienes decencia o es que a mí padre no le importa que andes como una pu.ta semi desnuda por la casa cuando eres su mujer? —le reclamo a la esposa de mi padre y a la mujer que metió aquí aún cuando el dolor de la perdida de mi madre estaba latente.Ella me mira de arriba abajo y sonríe.—Ya dejé cansado a tu padre, ese viejo se está muriendo pero aún me pide que me suba sobre él y haga mi trabajo.Sus palabras me producen asco y vergüenza, no puedo creer que ella se dirija a mi de esa forma.—Lo que hagas o no con mi padre no es mi problema, a mí me tratas con respeto o se te olvida a quién te diriges.Da dos pasos hacia mí, cerrando la di
Alessandro Ferrara.Amanezco en el sillón de la biblioteca de mi casa, adolorido y agotado por la noche de mier.da que tuve.No pude dormir porque mi jodida mente no me dejó en paz pensando en quién carajos se atrevió a dejar ese mensaje en la casa de Brooke.Cuando me llegaron las fotos, es evidente que era una amenaza directa para ella, esto es algo más personal y me hace pensar que le debe algo más a alguien además de a mi. Hay cosas que no se y eso me perturba. Necesito tener el control de todo lo que respecta a ella, necesito conocer hasta la marca de agua que toma, porque sin que ella se de cuenta me haré del control absoluto de su vida poco a poco.Antes, ella me tenía en sus manos, mi corazón. Pero eso no le importó, se aprovechó de su posición solo para destruirlo.Ahora, quiero que ella dependa de mí, que me necesite al punto de tener que suplicarme.La puerta de la biblioteca se abre y es mi hermana quien entra.—¡Aquí estás! —entra molesta, aparentemente su humor no ha c
Narra Ernesto Corro lo más rápido, que puedo. El aire que entra en mis pulmones arde, quema como si estuviera respirando fuego directamente.Me consiguieron y no tengo ni la pu.ta idea de cómo lo hicieron si se supone que tenía todo bajo control.Alguien me traicionó, alguien me hizo la misma jugarreta que yo hice y por eso todo se fue a la mier.da.No es la primera vez que lo hacen, esto era un plan elaborado, engañar al idiota de Alessandro Ferrara no fue sencillo y menos para la chica de la cual yo estaba enamorado.Brooke Turner.Verla fingir día tras día amar a otro hombre que no era yo, hacía que la herida en mi corazón sangrara, pero Alessandro era nuestra salida y la única solución para vivir nuestro amor.Íbamos a estar lejos, sin necesidad del dinero de su familia o el de la mía, porque lo que le quitaríamos a Alessandro era más que suficiente.Pero todo lo arruinó ese maldi.to accidente, y todo por su terquedad y necedad, simplemente ya nada fue igual.—¿Dónde estás? —es