Nyroh caminaba junto a Kleit y Konan. Esperaban que la reunión se llevara a cabo en unos días, pero Konan logró movilizar todo para que la reunión fuera lo antes posible. Ambos miraban con sorpresa a Konan mientras ella con una mirada seria les respondía: El tiempo es corto, no podemos perderlo. No sabemos si en dos días, Kaleb volverá a atacar. Tal vez siguen dos vitores con vida y puedan soñar el futuro, pero no podemos confiar en ello. No más.
Nyroh seguía a Konan y Kleit con la mirada perdida, su mente seguía interna en sus dudas. Sentía que no era el momento, pero sabía que no existiría otro momento para hacerlo. Era en ese momento, o nunca. Caminaban por la calle principal de la capital de Gilius, Ephany. Los ángeles veían con sorpresa a Konan y a Kleit. Nyroh pasaba inadvertido por muchos debido a su mirada cabizbaja y sus movimientos neutros. Cruzar
¡Hola! Lamento publicar luego de mucho tiempo, la universidad no perdona. Gracias por darle la oportunidad a mi novela. ¡Disfrútalo!
En aquel espacio parecía que existía alguna clase de horario. Porque tras unas largas horas, había oscurecido y las aguas del fiordo brillaban con la tenue luz de la Luna. Dante miraba con nostalgia la marea del océano que llegaba a aquel fiordo, recordaba los momentos más atesorados que poseía. En la mayoría, Pandora estaba presente. Muerte reprodujo aquellos recuerdos de la misma manera y sólo pensó en Vida, sentía su presencia viva y alegre dentro de Pandora y eso le tranquilizaba. Deseaba verla, pero debía preparar a Dante sin distracciones. Lo único que le faltaba, era cambiar su mentalidad. Y creyó que ese sería otro momento exacto y apropiado.—Muerte…—¿Sí?—¿Eres capaz de ver el futuro?—Mm, exactamente no, pero soy capaz de tener vagas visiones del futuro, como una clase de recuerdo futuro. Lo que
~23 de febrero de 2025~ Ha pasado 10 meses desde el coma del Ángel de la Muerte. Mientras él sucumbía a un sueño que podría ser eterno, toda Heradise se preparaba para reducir el impacto de Kaleb. Él no estaba consciente de lo que sucedía fuera de su mente, no sabía que Kaleb lo buscaba estando sabiendo que estaba en ese estado tan frágil. Pero su amada familia lo protegía y lo mantenía oculto de las garras de Kaleb. Nyroh y Kleit comandaban a toda su gente y combatían ferozmente cuando Kaleb acechaba Gilius o Faris. Tenían algunos movimientos previstos y señalados gracias a las delicadas predicciones de Caín. Por desgracia, eran pocas las veces que lograban acertar el ataque de Kaleb y contratacarlo con la menor cantidad de bajas posibles por parte de Heradise, pero con una enorme cantidad de bajas de parte de Kaleb. Tras varios meses de enormes luchas y custodio por parte de Eve, pudo proteger y alimentar a su pequeña niña que crecía con energía en su vientre. Toda
—Lady Pandora, el ataque se está repitiendo en todas las ciudades. Debemos permanecer defendiendo, los refuerzos de Faris han sido llamados. En unos minutos estarán aquí. Lo peor, es que los titanes habían vuelto a Bellger para recobrar fuerzas, estamos solos. —Comprendido. —Mamá, ¿en qué podemos apoyar? —preguntó Kalem. —Defiendan todas las regiones que puedan. No podemos permitir que esto acabe mal. —Entendido —asintió. —Elis, quédate a mi lado —dijo Carius—. Tu magia curativa será de gran aporte. —Vale —asintió. Carius salió del templo mientras trazaba runas mágicas y lanzó una onda expansiva que cubrió un perímetro de 100 mts2. Afectando a todos los ángeles, creando un escudo mágico capaz de detener cualquier ataque. Era un hechizo de soporte bastante efectivo, pero necesitaba de demasiado maná para ser utilizado en todo su esplendor. El concejal cayó de rodillas exhausto y Elis voló rápidamente a socorrerlo con
Tras cruzar el portal, Elis admiró un mundo nuevo y virgen ante sus ojos, era un reino oculto en aquel universo, un reino lleno de paz y vida. Pudo observar la ciudad de los enanos, el enorme bosque de las hadas, las montañas de los titanes y un hermoso arco iris en una zona tropical a lo lejos. Parecía un reino sereno para descansar y pensar en completa paz. Era una vista tan bella que había olvidado que Pandora caía inmóvil al suelo de aquel reino. Elis reaccionó a tiempo y cayó en picada, logrando agarrarla en el aire y protegiéndola en su regazo intentó aletear con todas sus fuerzas, pero la velocidad a la que iban le dificultaba siquiera mantener sus alas alzadas.Aleteó lo más que pudo y logró disminuir la velocidad. Por desgracia, no fue lo suficiente y ya estaban demasiado cerca del bosque de las hadas. Sin más que hacer, Elis usó su cuerpo como escudo para protege
Gracias a las luciérnagas y las hadas, pudo percibir el camino y la sombra de los árboles que se erguían a la distancia. Cuando logró visualizar bien, encontró dos siluetas junto a una nube. Sin dudar, aumentó la velocidad con sus alas y llegó en un abrir y cerrar de ojos.Las dos siluetas reaccionaron por instinto y apuntaron sus armas contra Pandora. Hasta que uno de ellos supo reconocerla.—Pandora…—Dorian…—Cuánto tiempo sin vernos. Veo que has crecido como líder y como persona —sonrió con nostalgia.—Y tú… no puede ser, ¿qué les pasó a tus alas? —Exclamó con sorpresa al observar las enormes cicatrices en su espalda.—Es una larga historia… sólo te diré que las perdí por protegerla —miró a Clementine.Ella
Dentro del enorme bosque de las hadas, en una zona recóndita y oculta en las profundidades, todo fallecía dentro de un pequeño radio y eso aterrorizaba a las hadas, las obligaba a escapar de aquel sitio. El origen de aquella extraña vibración que las perturbaba, provenía del cadáver en descomposición del depredador que hace un año atentó contra la vida de Pandora. No era un estado de descomposición cualquiera, su cabeza permanecía intacta mientras el resto del torso demacrado expandía una materialización gaseosa de energía negativa demasiado destructiva. Arrasaba con la tierra, las plantas y los animales que se encontraba a su paso. Su cabeza era un parásito que consumía la vida del bosque. El plan de Kaleb era algo tan simple y eficaz que ni el propio Nyroh pensó que haría. Al final, había sido efectivo. Sin saberlo, había dado en el refugio de la pareja que luchaba contra su voluntad. Desde la plática que había tenido con Pandora luego de despertar. Dante tuvo la idea de c
Dante llegó a la entrada de Victoria y su corazón punzó. Pensar en el reino que hace tiempo vivía en armonía molestaba sus emociones. Se llenaba de odio.«Dante, sé que es estúpido, pero reitero la pregunta. ¿Estás seguro de esto?»«Sí, Muerte. Lo estoy.»Pudo escuchar como Muerte suspiraba dentro de su cabeza.«Nyroh te verá. ¿Qué crees que hará cuando sepa que estás haciendo esta locura?»Dante sonrió con confianza.«Vendrá a ayudarme.»Muerte negó las palabras de Dante y solo en pensarlo rio.«Va a evitar que Kaleb te mate para hacerlo él mismo. Nyroh es muy amistoso, pero no perdona estas actitudes.»«No será la primera vez que lo intente. Eso no me preocupa, lo que me preocupa es si Kaleb estará aquí
Dante sintió paz al respirar el aire fresco de Bellger. Su cuerpo se movió por su cuenta a su casa, construida por los enanos. Observó el pequeño reloj colgado en una de las paredes y notó que marcaba las 16:00. Sin tomarle mayor importancia, caminó hasta su cama y cayó rendido en su suavidad. Su cuerpo pedía descanso y no le negaría la necesidad. Tuvo cuatro horas de sueño, las cuatro horas de sueño más relajantes que había tenido en su vida. Deseaba dormir un poco más, pero Muerte tenía otros planes. Él sintió la energía de Vida en Bellger. «Dante, despierta. ¡Despierta!» —¡¿Qué quieres?! —gritó contra la almohada. «Pandora…» —¿Eh? Sus sentidos lo motivaron a levantarse y a salir de su casa. Que Muerte la mencionara, significaba que ella estaba cerca. Alzó sus alas, dispuesto a buscarla por todo el reino, pero su suave voz lo interrumpió en pleno despegue. —Dante… —Pandora —contestó Dante, bajando sus alas—, n