Los chicos en casa estaban murmurando entre ellos, estaban llegando a sus propias conclusiones respecto al posible paradero de Vanessa. Por otro lado, Marcelo había podido ver una parte de Vanessa que los demás no habían llegado a notar, él había comprobado algunos aspectos en la personalidad de la mencionada que el resto del equipo no había podido ver hasta el momento.
Él sabía que las ansias de venganza que tenía la chica eran demasiadas y que, a causa de su acción, había olvidado su principio de vida. Quizá, pensaba Marcelo, Vanessa había cambiado y a la vez perdido de vista aquella persona que deseaba ser y mantener; sin embargo, era un cambio que era necesario, luchar contra ella misma, mas sabía que la preocupación y la culpa se estaban agolpando en el pecho de su querida amiga.
—Voy a salir, no me sigan— sentenció Marcelo tomando el a
—¿Cómo no va a ser uno de mis talentos? — refunfuñó Paolo observando desde la distancia, chasqueó con la lengua y se dio la vuelta. —Cómo sea, ya sé que ambos están bien, iré a buscar comida— masculló metiendo sus manos a los bolsillos y con pasos lentos se alejó del lugar.En su cabeza se culpaba por no haberlo notado antes, Vanessa siempre estuvo interesada en su hermano ¿Por qué tuvo que ser tan ciego? Insistir en algo que estaba seguro, no iba a funcionar, era una de las cosas más egoístas que podría hacer, no quería no hacer nada; por el otro lado, su hermano se había sacrificado una vez antes por su causa, ¿debería hacer Paolo lo mismo en esta ocasión?Su mente estaba invadida por ideas, pero una cosa estaba mucho más clara que el agua: Marcelo y Vanessa habían esperado demas
—Traidora— dijo Vanessa entre dientes al rodar los ojos. La mirada seria de su interlocutora podría llegar a infundir miedo, así que la anteriormente rubia se apresuró a reformular su expresión antes de ganarse un golpe. —Quiero decir ¡Alessia! — se acercó a abrazarla —no me dijiste que vendrías, así que me tomaste por sorpresa— sonrió en su intento por arreglar lo que había arruinado.—Eres muy mala intentando solucionar las cosas— renegó sonriendo de lado —yo vine con la intención de darles una pequeña sorpresa, además supuse que estarían ajetreados gracias al juicio que se aproxima.—¿Cómo sabes que habrá un juicio? — preguntó la mayor rápidamente y miró a Marcelo, quien, negando, dejó en claro que él no había tenido nada que ver en aque
El plan de Alessia era bastante descabellado, incluso más de lo que lo eran los planes de Vanessa, al fin y al cabo, usarían los miedos de los gemelos para saber quién de ellos podría enfrentarlo por Vanessa. La joven terminó accediendo a la idea de su menor, pensó que quizá nada podría salir mal, solo sería actuación.Luego de terminar con su charla, las chicas regresaron con sus compañeros para continuar con la cena, para sorpresa de ellas, Marcelo y el prometido de Alessia estaban conversando tranquilamente; sin embargo, al percatarse de que las chicas estaban cerca, guardaron silencio y cambiaron drásticamente el tema, ¿quién sabe de qué cosa estarían hablando entre sí?—Tardamos más de lo esperado, lo siento— se disculpó Alessia tomando asiento al lado de su prometido. Era cierto que ambos hacían una linda pa
Al llegar a casa, divisaron que las luces de casa permanecían encendidas, la pequeña silueta de Michi intentando arruinar por milésima vez las cortinas de Kennedy era el primer reflejo que llamaba su atención, ¿el segundo?, era el dueño de las cortinas volviendo a corretear a ese pequeño felino; sin embargo, antes de que pudiera atraparlo, se enredó con la lámpara de pie terminando en el suelo y con Michi frotándose en sus rodillas.—Hay cosas que nunca cambian— susurro Vanessa sin despegar la mirada del lugar.El sonido de las risas del resto de los chicos llegó con velocidad a sus oídos. La joven pensaba en lo muy agradecida que estaba por tener a esos jóvenes en su vida, si no hubiese sido por ganar la lotería, lo más probable es que esta escena jamás hubiese sucedido.Marcelo jugaba con la mano de su compañera, él la hab&i
Ellos no se habían detenido a pensar en qué harían al estar frente a la señora, ni mucho menos un elaborado guion, así como Vanessa había acostumbrado a hacer con la señora Heather. Nada más eran dos personas que iban a aclarar las cosas con la peor mujer que jamás hubieran conocido.—Todo sea por la paz mental— se repitió Vanessa mientras se armaba de valor para entrar al lugar en el que Bianca les esperaba. —Es extraño verla de ese lado, se lo merece, pero no deja de ser extraño— elevó los hombros tomando asiento.—Ah, eran ustedes, por un instante llegué a creer que sería alguien importante— rodó los ojos —¿Para qué interrumpieron mi importante conversación con la pared? ¿Qué es tan valioso que deben decirme? ¿Acaso me van a dar la invitación de su boda, Paolo y Fran
Vanessa tenía una casi última tarea por hacer, y era encontrarse con aquella psicóloga que a su vez era la cuñada del Papagayo. Estaba claro que, si quería asegurarse de que Danna estuviera mentalmente en perfectas condiciones, tendrían que permitirse ser ayudadas, ¿Y qué mejor que recibir ayuda de alguien de confianza?Aunque ella no conocía a la chica, conocía a aquellas personas que la recomendaban y no dejaban de halagarle por su trabajo, dejar a Danna en manos de otra persona, no era muy agradable para la mayor, pero, lastimosamente, no se había titulado en psicología.—¿Estás nerviosa? — preguntó Heather mientras esperaban en el aeropuerto. Había notado cómo Vanessa jugaba con sus manos y golpeaba el suelo con la planta de su pie.—Lo estoy, aún más que cuando Kennedy y yo entramos en casa de Marcelo y lleg&
—¡Dani! ¡Estás supergigante! — exclamó Kennedy sin lograr salir de su confusión —¿Viniste a visitar a la abuela? — el niño asintió —¿Dónde está la chiflada de tu mami?—Está con papá y el señor Marcelo— sonrió —¿Quieres saludar a mami? A ella no le gusta que le digas chiflada— frunció de manera muy tierna sus labios —Mamá se pondrá triste si le dices eso.—¡¿Tu padre también vino?! — exclamó, y observó en dirección de la puerta con una expresión de incertidumbre ¿Aún se atreverá a ver mi resto a pesar de lo que me hizo? — arrugó en entrecejo y apretó sus labios.Heather, que entró poco después de Daniel, observaba a los jóvenes mientras se apoyaba en el m
• ────── ✾ ────── •—No puedo imaginar a nuestro Kennedy escalando una montaña así de empinada— murmuró Vanessa en medio de la cena. Todos estaban reunidos mientras disfrutaban de la comida, la cual con mucho esfuerzo Danna y Kennedy habían preparado, además del esfuerzo extra que puso Danna fue el soportar las extrañas órdenes de su mayor y la preparación de comida que nunca antes había llegado a ver.—Pero ¡qué dices! Si conocieras las carreras que mi madre y mi hermano hacían cada año, te habrías sorprendido. Nada más les falta escalar el Everest sin protección— expuso el mayor con una sonrisa, los mencionados intercambiaron miradas cómplices.—No me digan, ¿desean ir a escalar el Everest sin protección? — cuestionó Kennedy llevando su mano a la frente de manera brusca. En much