— ¿Estás seguro tío? Son de primero – miro a Elvis con cara de pocos amigos y asiento.
— ¡Si Montreal, estoy seguro! – Digo para que se calle — Charles es buena onda y me agrada, además él es de segundo – se cubre el rostro como si no lo creyera — ¡Ay por favor, lo mismo decían con Oliver y está con nosotros! – negó.
— ¡Es un crío! ¿Cuánto pesa, cincuenta kilos? – achino la mirada y niego.
— ¿Entonces si no es una bestia como nosotros, no lo admitimos? – Abre la boca, pero lo interrumpo — ¡Eso es una actitud discriminatoria! ¿Sabes? – asiente complacido ¡es un idiota!
Salgo de la casa Alfa y saco el seguro del auto, veo llegar a Mila con un vestido precioso y unos
Solo tuve que mirarlo para que las dos copas que me tomé hace más de una hora surtieran efecto, perdí el equilibro torpemente y de manera rutinaria terminando en sus brazos bajo la mirada de odio de su acompañante ¿qué coño hace aquí? Puse los ojos en blanco y desplegó esa sonrisa de dientes perfectos que hace un efecto de presión en mi vientre ¡maldito sea él y su sonrisa perfecta!—¿Ya puedes soltarla para que bebamos algo? – su amiga le habla y ni siquiera voltea a verla.—¡Vete a la mierda Mila, no vine contigo! – no despega lo ojos de los míos y yo siento que muero —¿Qué tal estas? – Dice como si no hubiese mandado al diablo a su ligue —¿Estás disfrutando? – mis cuerdas vocales se averiaron, la piel me arde allí donde su mano me t
Los calambres siguen y la quemazón también, no puedo evitar gritar y llorar ¿Por qué no para? Escucho voces y gritos mientras la puerta se abre, aparece Charles con las chicas y por supuesto Jonás con cara de pocos amigos.—¡No sabía que le haría daño! – Grita Dakota —¡Yo misma la consumo! – le planta cara a Jonás.—¡¿No pudiste pensar en que los organismos no son iguales?! – Se le acerca tanto que ella se encoje —¡¿Eres estúpida?! – ella le suelta una bofetada y mis temblores se hacen más fuertes, rechino los dientes para no gritar.Se abalanza sobre ella y Charles se interpone colocando las manos en su pecho.—¡Tranquilo Serrano, es una chica! ¿Recuerdas? – entorna los ojos y asiente.
La cinco de la mañana y no he podido dejar de mirarla dormir, no sé qué coño me pasa con ella, es que no es… igual que las otras, obviamente es virgen y no me agradan, pero me atrae como si fuese un imán. No entiendo una mierday no me lo voy a plantear. Me voy de aquí antes de que esta muñeca despierte y crea que quiero algo más con ella que… nada, porque no quiero nada.—¡Charles! – Llamo su atención y viene hacia donde me encuentro justo en la puerta de la habitación donde yace Leila —¡Debo irme, tengo… algo que hacer! – asiente y me da la mano.—¡Gracias por hacer esto, por ella! – suspiro, este tío es toda una monada.—¡Eh, si lo que sea! – le digo para evitar su expresión de chico bueno —¡
Abandono la cama y entro a la ducha de nuevo, mi cuerpo se resiente por el agua fría por el sudor y el calor que siento. Lavo mi cuerpo y el cabello. De pronto la imagen de Leila invade mi mente y cierro los ojos, recorro mentalmente su cuerpo con ese vaquero desteñido y a la cadera que le hace un culo precioso y que si lo tuviera de frente en este momento azotaría, su rostro es perfecto, sus carnosos labios, esos ojos grandes y expresivos, su nariz pequeña y respingona. Recuerdo el vestido de ayer y me empalmo como un adolescente ¡no puede ser! Aun me duelen los músculos de la batalla con Kimmy ¿fueron que, cuatro horas? ¡Jesús soy un degenerado e insaciable pervertido de mierda! Pero mi mano se mueve sola al ritmo de la música que recuerdo estaba disfrutando esa chica pequeña, pura y virginal que está colándose en mis pensamientos. Aprieto los ojos y mi mano vuela sobre mi pene haciéndo
¡Mala idea haber venido! ¿No entiendo que hago aquí? Los veo entrar y mis dientes rechinan, Frank es un buen tipo, pero yo no y le tiene los dedos puestos en la parte baja de la espalda ¡maldición, quiero cortarle la mano! No me han visto y voy a aprovecharme de eso para vigilarlos, si se le ocurre flirtear con ella me va a oír, pago mi entrada y me escondo de ellos cuando ingresan a la sala, luego entro y me siento en el último lugar en el rincón derecho. Ella le sonríe y él a ella, aparentemente es algo inocente, pero Frank a pesar de que es un poco más tranquilo sexualmente es un hombre igual que yo y ella… me pertenece ¿qué, pero que me pasa? Paso las manos por mi rostro, exasperado y con furia. Me levanto de la silla y salgo de la sala de cine, doy vueltas como un loco por el frente y me dispongo a largarme de allí, no puedo quedarme y husmear en su vida, eso sería acoso y yo no soy así ¡maldita sea Leila Monserrat! ¿Qué estás hacie
Capítulo 24. Jonás.Robert viene detrás y no se ve nada contento, la chica lleva la cara abajo y en el momento que se gira hacia ella con los puños cerrados noto su rostro colorado y los ojos enrojecidos. Normalmente no me meto en sus problemas pero la empuja y salto de la silla para dirigirme hacia él. Los chicos también dejan sus asientos.—¿Todo bien Campeón? – Gira sorprendido y me fijo en su rostro —¿Qué sucedió Rob? – bufa muy enojado.—Las señoritas decidieron que era buena idea salir solas en busca de unas golosinas y alguien se metió con ellas – dice con voz trémula de enojo —¡Tuve que intervenir! – asiento.—¿Quién es el sujeto? – él la mira a los ojos y los de e
Me asió por el codo y prácticamente me arrastro hacia afuera de la habitación, su toque me calienta el cuerpo, me produce un estallido en el estómago que viaja a mi bajo vientre ¡soy una zorra!—¡Suelta! – Me deshago de su agarre —Solo tenías que decirlo y yo habría salido por mis propios medios – adelanto el paso y siento la vibración de mi teléfono, sé que es mi padre.El que ahora según, quiere protegerme del mundo ¡pues que se vaya a la mierda! No hará conmigo lo que hace con mi madre. Saco el teléfono y es mi hermana.—¡Hola! – Respondo y cuando giro tengo a Jonás como un águila vigilándome, se me acelera el pulso —¿Qué quieres? – lo miro a los ojos y éste los entorna, pongo los míos en blan
En el frente de la casa se encuentra el imbécil de Genaro, es un tipo desagradable que busca una oportunidad conmigo y apuesto mi vida a que mi padre está furioso porque vino a desearme feliz cumpleaños y no estaba para él ¿asqueroso no? Que tu padre quiera casarte con un hombre que ni siquiera conoces y de paso es diez años mayor, divorciado y repulsivamente rico.—¡Gracias por traerme! – Trato de abrir la puerta pero se encuentra obstruida —En serio necesito salir, no es buena idea que estés mucho tiempo aquí ¡debes irte por favor! – pero como el rebelde que es, sale del auto y lo rodea.Abre la puerta y ofrece su mano para ayudarme a bajar, quedo embobada con la tinta de su brazo, es fascinante verlo moverse con todos los adornos que lleva en la piel ¡me encanta!—En casa, sana y salva señor