Lexi—Es un idiota —dice Maddy y asiento buscando ropa en mi armario—.—Es que no entiendo, dizque venganza, ¿Acaso tiene diez años? —Replico y saco un vestido celeste—.—Es un hombre, su orgullo se hiere muy rápido —dice Gina y río un poco. —Si no me crees pregúntale a Chad.Me giro y le muestro el vestido a la pantalla de mi portátil. Mis tres amigas niegan con la cabeza y resoplo frustrada. Estoy haciendo un Skype con Gina, Maddy y Bekah para contarles mi fatídica noche con Owen y para que me ayuden a elegir mi vestuario para la entrevista de trabajo que tengo concertada para mañana. Por fin me han llamado del hospital central porque quedaron satisfechos con mis prácticas.—Vas a una entrevista de trabajo no a tirarte al director del hospital —dice Rebekah y bebe de una taza—.—Eso no es mala idea —le guiño un ojo y busco más prendas—. ¿Qué tal esto? —Les muestro un pantalón negro y una camisa blanca—.—Eso está mejor —dice Gina y levanta la mirada, frunce el ceño y hace una mueca
LexiLunes. Gran y pesado lunes. Tiro mi bolso al sofá desde que entro a la sala de estar, esperando ver a mi hija pero no está. Que extraño. Frunzo el ceño y me quito los zapatos. La jornada en el hospital hoy fue bien dura, a todos se les ocurrió fracturarse distintas partes del cuerpo, el mismo día. Suelto un suspiro. Toda va bien, mi trabajo en estas casi tres semanas ha sido estupendo, unos días más ajetreados que otros pero cuando haces lo que te gusta todo es perfecto.En cuanto a Owen, a él lo tengo bien lejos, trato de no toparme con su presencia en el jardín de niños, no voy al taller de mi padre ya y no estoy yendo a las carreras tampoco. ¿Y cómo lo haría? Si mi turno termina a la seis y a partir de ahí es tiempo de calidad junto a mi hija y los fines de semana, son para mis amigas y familia. Estoy perdiendo las costumbres, pero eso pasa cuando te vuelves un poco más responsable. En el hospital, me llevo bien con los demás, Rocío me sigue acosando y Claire es muy dulce pero
Owen— ¿Es en serio Liam?, ¿Un pirata? —Pregunto malhumorado—.—Pero si te ves guapo —dice sonriente—.—No me gusta llevar el pelo suelto —replico y trato de hacerme una coleta pero me golpea la mano. —Lo miro mal—.—Te ves sexy así —le doy una mirada asustado—. No lo digo yo, es lo que escucho de las mujeres —se justifica y suspiro aliviado—. Por un momento creí que mi mejor amigo había cambiado de preferencia sexual. No es que sea malo pero sería extraño.—Odio esto —gruño y hago un movimiento extraño para que el cuero del disfraz se acomode—. —Es lo que te cuesta ir detrás del culo de Alexia —lo golpeo tan fuerte en el hombro que cae al suelo—.Liam consiguió un traje de Frankenstein para él, dejándome uno de pirata a mí. Y debo decir que lo odio ya que los malditos pantalones de cuero me están molestando, las botas me aprietan y va con el pelo suelto. Lo suficiente para mantenerme de enojado toda la noche.—Es hora —dice levantándose del piso y caminando hasta la puerta de mi hab
OwenAbro los ojos y frunzo el ceño. De inmediato recuerdo donde estoy y como llegué a esta habitación de hotel. Giro mi cuerpo esperando encontrar a Lexi a mi lado pero la cama está vacía y fría también.¡Maldita sea!Lo hizo otra vez. Golpeo el colchón y sigo maldiciendo. Busco mi móvil y veo la hora, las seis de la mañana, apenas tengo tiempo de llegar a casa, ducharme y llevar a Chase a la escuela. Con todo el enojo e indignación que puede albergar mi cuerpo, me visto con el ridículo disfraz de la noche anterior y bajo a hacer la cancelación de la habitación para seguido ir al auto. En todo el camino a casa pienso en todo esto que ha pasado, me preocupa su estado por los efectos secundarios, pero me cabrea que se haya ido, creo que es hora de dejar de intentarlo con Alexia, nunca me dará la oportunidad y yo no voy a ir todo el tiempo detrás de ella.Llego a mi hogar y con rapidez entro a la estancia, me encuentro con mamá preparando el desayuno.—Buenos días —digo en tono serio y
OwenA pesar de que no me sentó bien el rechazo de Lexi, la sonrisa de estúpido no se borra de mi cara. No puedo creer que vaya a conocer a mi hija, porque lo es, lo sabía, lo que no me creo es que ella me lo haya dicho sin antes darme pelea, es decir, creí que nunca me lo diría y tendría que ser yo quien la enfrentara. Pero agradezco a quien sea que esté detrás de esto, porque tengo el pecho lleno de emoción por esa pequeña. Sigo al Alexia a poca distancia, y mientras más nos acercamos a su casa, más me doy cuenta de porqué nunca nos topamos de nuevo, tenemos amigos en común cierto, pero esta zona queda bien alejada de donde vivo, casi cuarenta minutos de distancia. La rubia se detiene frente a una casa crema de dos plantas, tiene un jardín bien cuidado en el cual se encuentra Erick sin camisa regando las plantas y una señora de enfrente lo mira sin disimulo. Lexi se baja de su auto y yo del mío, debo decir que estoy nervioso, mucho.—Hola reina —Erick se acerca a su hija y besa su f
LexiAunque al principio me negué, disfruté la tarde junto a Owen y Heather. Puede que me hayan dejado de lado pero eso solo fue un punto a mi favor, verlos interactuando como si se conocieran de años me tiene con una sonrisa en el rostro.El primer lugar que visitamos fue una heladería, Owen recordó las alergias de Heidi por lo que le compró una barquilla de vainilla y mantecado, y dos de chocolate para nosotros. Nos sentamos en una mesa y comenzaron a hablar de películas como si fuera el tema más importante del mundo, mi hija reía por los chistes malos de su padre y un brillo de amor se instalaba en los ojos azules de Owen al verla reír y disfrutar con él. De allí fuimos al cine y mientras ellos caminaban de la mano delante de mí, yo les sacaba fotos con mi móvil. En la sala de proyección los dos se susurraban y reían como cómplices y yo solo sonreía por la unión que estaban formando. Heather estaba entre nosotros pero eso no fue impedimento para que él jugara con mi pelo mientras v
LexiMe despido de mi hija, su padre ha venido a buscarla para llevarla al jardín de niños, pero él ni siquiera se dignó a mirarme y no lo culpo, yo tampoco quiero contacto con su persona. El problema vino ayer cuando le reclamé porque volvió a besarme de manera inesperada y le dije que nuestra relación sería únicamente de amistad, ya que teníamos una hija en común. Es obvio que se lo tomó mal y terminamos disgustados, yo no estoy para una relación amorosa, no sé lo que es eso y yo temo a lo desconocido, además de que creo que Owen necesita alguien mejor que yo, soy una mujer libre y quiero seguir siéndolo.Me encamino a preparar algo de desayuno pero al entrar a la cocina mi padre me tiende un sándwich.—De queso.—Vaya, Erick, hoy te despertaste de buen humor —le digo y veo como sonríe—.—En unas horas iremos a la primer ecografía, estoy nervioso —se muerde el labio y me río—. Se ve tan adorable.—Espero que todo vaya bien papá, te noto muy feliz.—Lo estoy, me siento como un padre
OwenSuspiro y maldigo hacia mis adentros. He hecho lo que nunca debería hacer un hombre, cogerse a una mujer pensando en otra y es que no puedo evitarlo, Lexi se ha metido en mi cabeza y por más que intento no la puedo sacar de allí. Lo peor de todo esto es que fue con Claire y ella es muy enamoradiza, no quiero que interprete esto como que yo deseo algo con ella, porque no es así. Miro mi reloj y decido salir de la oficina, es hora de volver a mí turno.Justo cuando salgo me cruzo con Sanders y Alexia, frunzo el ceño y al mirarla a ella siento el enojo recorrerme. Su cara está sonrojada y sus pupilas dilatadas, como cuando le doy un orgasmo. Mis dientes rechinan al apretar mi mandíbula.—Hey, Marshall —me saluda Harry y solo le doy una mirada—.—Alexia, necesito hablar contigo.—Si no has visto, estoy haciendo algo —levanta unos sueros y me da una falsa sonrisa—.—No importa, yo lo llevo, tu habla con él —le quita los suministros de las manos—.— ¿Seguro? —Pregunta con desconfianza.