Lexi—Mami no me gusta que tlabajes de noche —Heather se cruza de brazos y frunce su ceño—.Papá me mira divertido y suspiro. Mi hija está de pie en frente de la puerta y no me deja salir, tengo que irme a trabajar lo más pronto posible ya que voy tarde.—Cariño, solo una semana más y estoy aquí para ti —beso su frente—.— ¡No!, quielo que te quedes ahola —odio cuando hace rabietas, me hace perder tiempo.—Heather Anne Williams, tengo que irme al hospital —le digo seria y se va corriendo, pongo los ojos en blanco—.—Así eras tú de pequeña, me alegra de que estés viviendo lo mismo —se carcajea Erick—.—Vete a la mierda Erick —le digo de mala gana y abro la puerta—.— ¡Recuerda que Rita viene el jueves para celebrar acción de gracias! —Grita mientras salgo de la casa—.La novia embarazada de papá, por fin la voy a conocer, ya que tengo turno de noche acción de gracias lo celebraremos un poco más temprano de lo normal, exactamente a las cuatro de la tarde.Me subo al auto y arranco hacia
LexiLe echo la cerveza al pavo para llevarlo al horno mientras canto Crazy in Love de Beyoncé, Heather está subida en la encimera comiéndose las galletas de la cena y cree que no la estoy viendo. Pero cuando una se convierte en madre es como Dios, el ojo que todo lo ve.—Heidi, cariño, deja algunas para la cena —le digo y por el rabillo del ojo veo como una galleta está a mitad de camino hacia su boca y sus ojitos están abiertos como platos—.—Lo siento, mami —sonrío y abro la última lata de cerveza blanca para echarla cuando un grito de horror me detiene—.— ¡No!, ¡Estás loca! —Suelto la lata por el susto y me giro a ver a Erick con gesto contrariado—. Rita va a comer de eso y no puede consumir alcohol.Suspiro para no matarlo y me agacho para recoger la lata, lo último que queda se lo echo a la carne.—Relájate, eso no le va a hacer nada al bebé, según los expertos las mujeres embarazadas pueden tomar de tres a cuatro latas de cerveza a la semana —cojo mi pavo y lo meto al horno—.
OwenMi padre decía que hombre precavido vale por dos, por eso tenía un plan b en caso de que las cosas no me salieran como quería. Con una sonrisa en mi cara preparo el bulto con ropa de Chase y el mío, al principio creí que el clima estaría de mi lado pero ¡Vamos!, Es otoño y esta estación se caracteriza por ser fría y nublada, y justamente hoy, el día que deseaba ir a la playa, el cielo está gris y está bastante fresca la mañana. La verdad que fue una idea estúpida querer ir al mar.Son las siete de la mañana y voy a levantar a mi hijo para ir a buscar a las chicas, ya he recibido el mensaje de burla de Lexi pero lo que ella no sabe es que tengo un As bajo la manga, nada va a arruinar nuestro día, ni siquiera nuestro trabajo ya que me reporté enfermo y espero que la rubia haga lo mismo.—Papá, no —se queja Chase.—Venga, despierta, que vamos a salir —lo zarandeo un poco y me da la espalda—.— ¡No! —Grita y se tapa la cara—.—Entonces voy a tener que cancelar con Heather ya que no q
OwenPasamos prácticamente todo el día en la piscina, los niños salieron apenas para comer del filete asado que hizo Alexia, jugué con ellos todo el rato y también la rubia se unió a nuestros juegos. Son las seis de la tarde y ya sus ojos están cerrados, junté las camas individuales y ahora duermen muy arropados con un cobertor calientito que conseguí, estaban muy agotados cuando me pidieron que los llevara a dormir, sus ojitos se cerraban solos y ya no querían estar en el agua, descubrí que Heather se pone de mal humor cuando no duerme así que le hizo una rabieta a Lexi porque no quería comer algo antes de acostarse, a la cual tuve que intervenir ya que la mayor tenía cara de que en cuestión de segundos la ahogaría en la piscina.Bajo las escaleras después de asegurarme de que están bien rendidos y al llegar a la alberca me encuentro a Lexi nadando de un extremo a otro, me quedo observándola un rato pero la ansiedad me gana, me lanzo de cabeza al agua y provoco que se detenga, salgo
LexiDespués del fin de semana que pasamos con Owen en la cabaña, maravilloso debo admitir, volvimos a la rutina, mis turnos en el hospital son en las tardes de nuevo y los de él son en la mañana, así que no coincidimos en el trabajo, algo un poco beneficioso ya que no quiero que se repita lo de la otra vez. Es martes y me he pasado estos últimos dos días preparando una sorpresa de cumpleaños para el padre de mi hija y no es mi idea, es de Heather. Cuando le dije que su papi cumplía años se puso como loca, incluso me preocupé porque corría por todos los lados gritando. Me río de solo recordarlo.Flashback—Heidi, tu padre cumple años el miércoles e iremos a ver el árbol de Navidad con él —le digo al entrar luego de despedirme de Owen.Mi hija está sentada en el regazo de Erick contándole su estadía en la cabaña. Al hablarle me mira con el ceño fruncido.— ¿Cuándo es el miélcoles, mami?—En tres días —contesto y saca su manito y comienza a contar como si supiera—. Bueno... De hecho sab
LexiDiciembre, el muy esperado diciembre ya está aquí, el frío está que arde, los chocolates calientes reinan en casa, una que otra decoración de Navidad, las hojas están por terminar de caer y también quiere llover. Estas dos semanas han sido difíciles en el hospital, muchas personas heridas, Owen cambió su turno solo para andar detrás de mi culo y tengo días sin ver a Harry, Claire me mira mal cada vez que me ve y todo es muy agotador.Owen, va cada día a mi casa, trata de convencerme para algo más pero simplemente yo le huyo, lo evito, ódienme sin quieren pero cuando un animalito se siente acorralado, corre o ataca, yo prefiero correr. No quiero estar envuelta en todo el rollo que conforma una relación, soy joven, soy bella y quiero disfrutar de la vida, los hombres como él buscan estabilidad, una esposa, hijos, una casa, yo no puedo con eso, quizás sí con los niños pero con lo demás, ni de broma. Mis amigas dicen que si no quiero nada con él que lo enfrente y se lo diga, así no a
Owen—Tu quieles matal a mi mami —Heather hace un puchero y al segundo comienza a llorar—.—Hey, no —trato de levantarme pero el brazo de Lexi me detiene y sus ojos me dan una mala mirada—.Cierto, estoy desnudo.—No cariño, ven aquí —la llama en un tono dulce y la niña corre hasta subirse a la cama—. ¿De dónde sacas esa cosa tan fea?—Él tenía sus manos en tu cuello, en la televisión eso se hace pala matal —me mira con desconfianza y aprieto mis labios para no reír—.—No, papi solo me estaba... me estaba... —mira a su alrededor buscando una excusa—. Papi te lo dirá, bebé —abro los ojos como platos y Heather me mira esperando una respuesta—.—Bueno... yo solo le estaba... mostrando una llave de lucha, eso, sí —rasco mi nuca y una sonrisa divertida crece en los labios de Alexia—. Maldita.— ¿Una llave? —Me mira confundida y asiento—. ¿Me la puedes enseñal, papi?— ¡No! —Gritamos al unísono—. Nunca lo intentes, cariño, eso es solo para adultos —le digo.—Ah —limpia sus mejillas mojadas
LexiMiro el móvil, diez minutos de retraso, resoplo y bebo de mi batida de mango. Como no aparezca este idiota en cinco minutos me largo y tendré que recurrir a un plan b. Unas manos tapan mis ojos y el perfume de hombre llena mis fosas nasales, hago una mueca y aparto mi cara cuando siento su aliento peligrosamente cerca.—Me sorprende que me llamaras, ha pasado mucho desde entonces —el rostro aniñado de Michael Bonetti aparece frente a mi cuando se sienta en la mesa y trato de sonreír con falsedad—. Es hora de usar mis dotes de actuación.—Michael, cariño. Sí que ha pasado mucho tiempo —él sonríe y relame sus labios—. Estás muy guapo, lamento tanto no aceptar cuando me propusiste ser tu novia, ahora me arrepiento —hago un puchero y lo miro entre mis pestañas—.—Sabes que conmigo siempre tienes oportunidad — ¡Bingo!, toma mi mano y acaricia mis nudillos.— ¿De verdad?—Nunca has dejado de gustarme, Alex y si de verdad estás arrepentida puedes compensarlo —Y estoy entrando al terreno