Liam conducía de camino a su hogar, preguntándose porque su orgullo lo metía en este tipo de problemas. Definitivamente debería trabajar en su carácter.
— ¡¿Que mierda hice?! Solo debía pedirle que denuncie a Jared, como es que termine comprometiéndome a casarme en una semana. — golpeo su cabeza contra el asiento del conductor como si así pudiera cambiar algo de lo sucedido.
Cuando llegó a su casa tenía ganas de matar a alguien y sabía muy bien a quien, todo esto era culpa de su hermano.
— ¡Jared!
— ¿qué sucede hijo?, ¿en qué problema se metió tu hermano ahora?
— ¿Papá? ¿Qué haces despierto a esta hora?
— Estoy cansado de estar encerrado, ¿me dirás que sucede? A qué se debe tu cara. — Jack Simons hacia solo un par días que había salido del hospital y su recuperación era lenta. Atrás de Jack apareció su madre Nancy, quien lo miraba con cara de cansada por la enfermedad de su padre.
— ¿Dónde están mis hermanos?
— En sus habitaciones, ¿qué pasa hijo?
— Ahora les diré, vamos a la sala.
Después de pedir a una empleada que llamara a Jared y a Riny, Liam se sirvió un vaso de whisky, mientras los esperaba, algo que alertó a sus padres, ya que él no bebía.
— Liam, ¿qué sucede?— su madre lo miraba con intriga.
— ¿Acaso hay problemas en la empresa?— Jack comenzó a alterarse, debía tranquilizarlo.
— No papá no te preocupes, los negocios están bien.
— ¿Qué sucede? ¿A qué se debe la reunión?— Jared bajo con una evidente cara de estar trasnochado.
— Porque me hicieron salir del dormitorio. — mientras Riny estaba enfadada como siempre.
— Solo.... seré breve, me voy a casar. — decidió decir todo sin rodeos.
— ¿Qué?— Nancy estaba en sock
— ¿Con quién?— su padre trataba de entender que pasaba
— ¿Cuándo?— a Riny solo le importaba el tiempo que tendría para arreglarse, para tan importante ocasión.
— Te atraparon hermano. — Jared comenzó a reír ante la idea de ver a su hermano mayor caminar al altar.
— Si Jared, me atraparon.— El joven dejó de reír cuando vio la cara asesina de su hermano, la cual estaba dirigida a él, no entendía porque lo miraba de ese modo.
— Me caso la próxima semana.
— ¿Pero qué dices? Ni siquiera conocemos a tú novia como saber si...
— La conoces, todos la conocen mamá, es Kimberly Bach.— La sala se sumió en un silencio absoluto, sus mentes quedaron en blanco por un segundo, ¿cuándo? ¿Dónde? y ¿Cómo? conocía a la intocable Bach eran algunas de las preguntas que rondaban las cabezas de sus padres.
— ¡¿La intocable?! Pero... no puede ser como...
— No rendiré cuentas de mi vida personal Riny, solo... Espero que me apoyen en la decisión que tomé.— La cara de Liam se podría decir que era la misma de alguien a quien le dicen que va a morir pronto. Por lo que su padre se preocupó.
— Hijo, ¿acaso hay algo que debamos saber?
— ¿Por qué lo dices?
— Tú no crees en el amor, esa chica es apenas una niña, y tampoco entiendo porque su familia dejaría que se casaran, la alejan de todo el mundo, apenas se mueve en un pequeño círculo íntimo de amistades. – sí, la fama de intocable he inalcanzable de la joven era bien conocida. A medida que Jack hablaba, Liam comprendía aún más la penosa situación de la chica.
Entonces es así, 18 años viviendo, sin vivir. Bien es hora de despejar dudas y mentir un poco más, debo ser convincente. Solo por ella.
— Tuve relaciones con ella.
— ¡¿Acaso te están obligando?!
— No mamá, fui yo quien fue a su casa, tu hijo mayor es un hombre que hace lo correcto, así me criaste, además veo muchos beneficios para la empresa con nuestra unión, y ya no quiero hablar más del tema, mañana sus tías comenzarán a organizar todo, y yo... daré indicaciones a los empleados para que adapten mi habitación. Viviremos aquí, hasta que papá se recuperé.— Liam observó durante todo el tiempo a Jared, el único responsable de que él estuviera cometiendo aquella locura. Él simplemente lo miraba en silencio.
— Bueno, Nancy, debes estar contenta no perderás un hijo, si no que ganaras una hija.
— Sí, las personas que han tratado con ella dicen que es un Ángel, veremos si es así.
— Aunque casi no nos hablamos en el colegio, te puedo asegurar que es una buena chica mamá, dulce, tímida siempre obedece a sus primos y su hermano, no creo que cause ningún problema. – Riny se reprochaba internamente no haber visto la verdad en las palabras de aquella joven, cuando le advirtió del engaño de su amiga y novio.
Liam comenzó a pensar que quizás su hermana estaba confundida, esta noche él había observado a una joven totalmente diferente a lo que Riny decía, ella realmente parecía un león enjaulado, atacando a su familia, pero ya era tarde para arrepentirse.
Se despidió de sus padres, fue a su habitación, y tendido sobre su cama, comenzó a repasar todo lo que sucedió unas horas atrás.
La imagen que había ante él cuando pasaron al comedor, le hizo entender que ellos realmente eran una familia unida, ante él una enorme mesa para 20 personas estaba preparada, dejando solo tres lugares vacíos.
— Creo que deberíamos mandar a hacer una mesa aún más grande, la familia por fin está creciendo. — Cuando Marcus dijo aquello, solo los tíos de Kimberly rieron, y es que solo ellos y Thomas habían tomado a bien el supuesto romance, aunque Liam no terminaba de entender el porqué, ya que a excepción de Steven y su familia, los otros apenas lo conocían.
Marcus tomó su lugar en la cabeza de la mesa, Sam estaba por sentarse a su lado cuando su abuelo habló.
— Sam, está noche le darás tu lugar a tu futuro cuñado.— En ese momento Liam comprendió que el lugar de Kim era a la derecha de su abuelo y el de Sam a la izquierda, ya que parecía que cada uno de los presentes tenía un lugar designado un puesto que ocupaban en el imperio de los Bach.
Cuando los jóvenes se cruzaron a mitad de camino Sam no pudo con su genio.
— Sí que sabes subir posiciones, sueñas si crees poder ocupar el lugar de cabeza de esta familia algún día.— Liam no pudo responder a su acusación en ese momento, pero era algo que el hombre no olvidaría y antes que la noche terminara le respondería. Su orgullo así lo demandaba.
Cuando se sirvió la cena este hombre no podía creer lo que veía, parecía que estaba en una gala o fiesta importante.
¿Cómo pudieron preparar todo esto de improvisó?
— ¿Qué pasa?— Kim observaba cada gesto de él y es que conociendo a sus primos se había propuesto no permitir que nadie molestara a este hombre, que le daría la libertad de una vez por todas.
— Todo esto... parece un banquete especial.
— ¿Ah sí? Es lo que cenamos casi a diario.— Dijo la joven con un encogimiento de hombros. Algo que denotaba su nerviosismo.
— Para ser más específicos es lo que a nuestra perla le gusta. — Marcus miraba con una sonrisa a su única nieta.
— Abuelo, solo dije eso una vez. – Kim sentía la vergüenza agolparse en su rostro.
— Sí, si lo recuerdo fue cuando Sam se recibió de la universidad.
— Si es verdad Denise, Kim dijo que le gustaría comer así siempre. Y papá dio la orden que cuando la familia esté reunida se prepare así la mesa.
— Tío Cameron era solo un cumplido, pero ustedes exageran como siempre.
— No es ninguna exageración Kim, tú te mereces todo y más, ahora me gustaría saber si Liam podrá mantener tu estilo de vida. — Conall hacía sentir la presión que conllevaba llevarse a la perla que con tanto recelo cuidaban. Todos miraron a Liam por una respuesta y cuando Kim estaba por hablar, él contestó, como todo un hombre, no necesitaba que lo defendieran.
— No, Conall, eso seguro que no, yo le daré todo lo que esté a mi alcance y cuanto necesite, pero ella será mi esposa, no mi prima, sobrina, hermana o nieta.— Hizo una pausa para mirar los ojos de Kimberly quien lo estaba mirándolo con curiosidad.
— Será mi esposa, por lo que yo me haré responsable de sus gastos y gustos, como también será Libre, de trabajar, estudiar o no hacer nada según sea lo que ella necesite, de eso se trata el matrimonio, ¿no? De adaptarse al otro y a lo que necesita, acompañarlo y apoyarlo, no consentirlo y encerrarlo en paredes de oro y lujos sin sentido.
— ¿Estás diciendo que mantendrás a mi prima con la pequeña fortuna de tus padres?
— No Derek, mantendré a mi esposa con mi dinero, no el de mi familia, y no te aflijas, no pasará penurias créeme. Tengo una mesa propia donde yo ocupo la cabeza y ella estará a mi derecha.— Kimberly entendió el mensaje ocultó, ella sería libre de ir y venir, sin guardias, sin sus primos, podría ir y mirar en las tiendas sin que sus tías compraran cada cosa que ella se probará, y es que ellas nunca entendieron que Kimberly tenía una afición por ver ropa, no por usarla y menos comprarla, gracias a esto tenía ropa aún con la etiqueta puesta.
— Sueñas con que mi prima vivirá así.
— Archie cállate, tú no sabes lo que quiero nadie lo sabe más que yo, y como Liam dijo, nos casaremos no le estamos pidiendo permiso, solo les estamos avisando.
— Hay algo que no entiendo, si Liam llego hace dos semanas, como... cuando...
— ¡Bastian! ¡Que te importa mis asuntos!— el pánico de verse descubierta la hicieron levantar la voz.
— Nos conocimos por las redes sociales, y cuando llegue nos encontramos, que te resulta raro. — Liam era bueno saliendo de aprietos.
— ¡Entonces eres un degenerado que acosa a menores de edad! Porque mi hermana hace tres semanas tenía 17 años y tú tienes 28. — la acusación de Sam le hizo ver que tan pequeña e inocente era Kimberly.
— ¡Le mentí! Sí, no me mires así, crees que no puedo mentir, le mentí, le dije que estaba por cumplir 20.— La joven Bach no dejaría que todo se descubriera ahora.
— Bueno, creo que ese tema ya está aclarado, ahora terminemos de comer. — su tía busco terminar con la acalorada discusión.
— Sí, Rebecca tiene razón, ahora por lo menos entendemos porque Kim lleva dos semanas encerrada en su cuarto sin querer ver a nadie, ustedes muchacho arruinan todo.— Entonces Liam se dio cuenta que estaba en lo correcto, ella estaba entrando en una depresión, no podía ser indiferente a eso.
— Denise tiene razón, le deben una disculpa a Kimberly, ustedes son hombres y no entienden lo importante que son algunas cosas para las mujeres.— Vincent que se llevaba dos años con Kim rompió a reír, al ver la cara al rojo fuego de su prima, sin embargo Liam se sentía incómodo, ya que él sabía la verdad de lo que pasó hace dos semanas, y lo que menos quería era que la joven recordara ese momento.
— ¡¿Qué te parece tan gracioso idiota?!
— No te enojes Kim, solo disfruto la cara de incomodidad de Liam, me hizo acordar a la cara de Bastian cuando tía Alissa casi lo mató por olvidar usar protección la primera vez.— Y mientras el joven rompía a reír aún más fuerte la cara de Kimberly se transformó, su color rojo desapareció y uno un poco verdoso tomo su lugar. Mientras Liam comenzaba a rezar, ya que reparo en algo que había pasado por alto, si ella estuviera embarazada todo se iría por un caño, el mismo infierno se desataría porque no le quedaría otra que decir la verdad. Alissa miraba el rostro de ambos, de repente se paró y golpeó la mesa tan fuerte que todos la miraron con asombro, y es que de las tres tías ella era la más tranquila.
— ¡Ustedes dos! ¡Vengan conmigo ahora!— Sam lo entendió de inmediato y salió de su lugar para ir por Liam.
— Te mataré ahora, ¡si te matare!— Y cuando Liam quiso enfrentarlo se dio cuenta que tenía a todos los primos de su futura esposa yendo por él, incluso Thomas, que una vez fue su amigo de infancia.
— Alto, ¿qué hacen? ¡Suéltalo!— Kimberly se abrió paso entre ellos, pero de repente tropezó dirigiéndose directo al piso, pero cuatro pares de brazos la agarraron.
— ¿Estás bien?
— ¿Te golpeaste el vientre?
— ¡Hay que llevarla al hospital!— Esto era el caos en su máxima expresión, realmente ellos respiraban por y para Kimberly.
Dios, ellos realmente están locos, ¡ni siquiera se golpeó!— Liam tuvo un panorama de donde se estaba metiendo, pero no daría marcha atrás.
— Basta déjenme, ¡me tienen harta! ¡No soy una niña, no soy de cristal!— Kimberly tomo la mano de Liam y salió del salón.
Segundos después su tía los regañaba en el despacho y mandaba a comprar pruebas de embarazo, ambos jóvenes sentían que estaban al borde del abismo, Alissa se dio cuenta que la cara de Liam reflejaba inseguridad, algo que le pareció raro, y es que a ella, su marido y cuñados, habían quedado encantados con el hombre, que fue capaz de enfrentar no solo la hostilidad de los primos de Kim, sino a toda la familia, algo que ninguno de los tres jóvenes que Kim presento antes pudieron soportar.
Ni lo sueñes, Simons, no escaparas, no lo permitiré. Te llevaste la virginidad de mi niña y responderás por ello.
— Se casaran la próxima semana sin importar lo que diga la prueba de embarazo. — Fue su sentencia, y ninguno de los dos dijo nada. Ellos no podían procesar nada, hasta ver el resultado de las venditas pruebas.
Mientras tanto la discusión continuaba entre el resto de la familia en la sala.
— No dejaré que se casé, él es un idiota, si la embarazo lo voy a matar, yo solo...
— Tú no harás nada, ninguno de ustedes hará nada. — Marcus ya no tenía su cara simpática y amigable, esa la usaba solo con su nieta.
— Pero papá. – Edmond estaba a punto de sacar su humor a relucir.
— No, ¡¿no lo ven? La cansamos, la cuidamos tanto, que nosotros mismo la lastimamos, al punto que saliera de esta casa con mentiras, y al cometer un error se desata una cadena de errores. Por suerte fue él a quien contacto por las redes, piensen ¿qué hubiera pasado si fuera algún depravado? No quiero ni pensarlo.
— Sí, pero aun así si la embarazo no fue por error, ¡él debía cuidarla!
— ¿Cómo tú lo hiciste con la que fue tu novia Bastian?, ella le mintió, dijo que tenía 20, quizás le dijo que se cuidaba, ¿no se han puesto a pensar? Cuando Rebecca quiso que comenzara a tomar las píldoras tú te opusiste Sam, dijiste que no era necesario, porque tu hermana no haría nada indebido, como si el hecho de tener relaciones sexuales fuera un pecado y se te respeto, aun cuando es el cuerpo y vida de tu hermana.
— Entonces mejor se la entregas ¿y ya?
— Yo no entrego a mi nieta, solo le permito tratar de ser feliz, Liam... me parece una buena persona y si no es él, ¿cuánto piensas que tardará ella en fugarse con algún bueno para nada?, que la quiera como trofeo o peor que la use para tener una buena vida asegurada.— Para cuando Marcus terminó de poner a todos en vereda, Alissa entró con la pareja ya más relajada.
— Aquí no pasó nada más que un susto, pero aun así se casaran la próxima semana.— Sam quería gritar y romper todo al igual que sus primos, pero como su abuelo ya les había advertido se mantuvieron en silencio.
En una semana estaré casado, por lo menos Dios se apiadó de nosotros y esas pruebas dieron negativo, sino, estarían preparando mi cuerpo para ser entregado a mi familia.
La puerta del cuarto se abrió y Jared entró. Liam se levantó de inmediato.
— ¡¿Qué mierda estás haciendo?!
— Solucionando tu último problema, sabes... fui a verla para que te denuncie. — le dijo la verdad y es que después de conocer a la joven el corazón de Liam quemaba al saber que el idiota de Jared había lastimado a una joven tan buena.
— ¡¿Que?!
— Lo que oyes, pero no quiso, no por ti, por ella misma, le da vergüenza que se enteren que alguien como tú la haya tocado.— La cara de Jared era un poema. Pero algo en el interior de Liam lo hizo sentir mejor al decir aquello.
— Pero su hermano escucho que perdió su virginidad y creyeron que fui yo quien la tomó, por lo que decidí proponerle matrimonio.
— ¡¿Y ella aceptó?!
— Si, como verás, cualquiera es mejor que tú, desde hoy no volveré a limpiar tu desorden y si en algún momento se te olvida y quieres hacer algo parecido o alguna otra idiotez, haré que papá te saque de su testamento, le contare todo. — Jared no le prestaba atención a la amenaza de su hermano mayor, su mente estaba en otra cosa.
— No entiendo... su familia… ellos nunca...
— Me aceptaron, porque soy un hombre de bien, no como tú, ahora vete.
Liam estaba tan enojado por lo que su hermano había provocado que no reparó en lo que le decía, a él jamás se le ocurrió pensar que Jared fuera capaz de sentir algo por alguien más que no fuera él mismo, pero así era, él siempre había estado atraído por Kimberly Bach, y más ahora que sabía que había sido el primero en estar con ella, pero era tan cobarde como los demás, solo la miraban de lejos, la intocable e inalcanzable Kimberly Bach, solo le quedaba soñar con esa joven de piel blanca como la porcelana y cabello negro como el carbón.
¡Ay hermano! debiste tener cuidado al elegir mujer, te puedes quedar sin amigos... sin hermano. Esa mujer es la más codiciada del país, si no pudieron protegerla de mi esos ocho, tú no podrás hacer nada.
Y con ese pensamiento un Jared lleno de rencor salió de esa habitación.
Liam comenzó su día con unas reuniones, debía asegurarse de que todo estuviera en orden, su cabeza dolía por los tragos tomados la noche anterior, se estaba preparando para ir a almorzar cuando la secretaria de su padre y provisoriamente de él lo llamó.— Señor, disculpe pero hay una joven que dice que es ¡¿su prometida?! — Por un momento la voz de su secretaria demostró lo escéptica que se debía ver en ese momento. A él no le quedo más que sonreír, claro que todos lo que lo conocían tendrían esa reacción.— Que entre. — Fue todo lo que él respondió.Las puertas se abrieron dejando ver a una joven con unos jeas anchos rasgados y un suéter que era al menos dos tallas más grandes, aun así se veía linda.¿Con tod
El día de la boda llego y Liam el hombre que parecía tener nervios de acero y a quien toda esta locura le parecía solo un pequeño precio a pagar por lo que había hecho su hermano, se encontró mirando por la ventana tratando de contener la enorme ansiedad que sentía.Los invitados ya estaban en el enorme jardín, y a él lo tenían encerrado en el despacho con su madre hasta que se le diera la orden de salir, hacia 24 horas que no veía a Kim, y es que por costumbres de tradición así lo había dispuesto Marcus.Se sentía raro, debido a que en esta semana se había acostumbrado a estar con esa joven completamente impredecible, de pronto se sentía incompleto ante la ausencia de ella.Dios, y ¡¿si se arrepiente?! Ya planifique todo un año para estar con ella— si, Liam era un hombre sumamente precavido
Liam entró con su esposa en aquella suite, blanca y dorada con pétalos de rosas y velas a su alrededor.— No creí que Riny pidiera esta decoración. — admitió con un poco de vergüenza el hombre.— Las mujeres somos románticas por naturaleza. Eso cualquier caballero lo sabe.Quieres a un caballero princesa, bien, te lo daré.Él no se detuvo a pensar porque quería consentir a su esposa, solo lo hizo, la colocó en una silla y poniendo una rodilla en el suelo se dispuso a quitar sus sandalias, bajo la atenta mirada de Kimberly.Con cada toque se sus manos ella se sentía más nerviosa y cuando él terminó de retirar sus sandalias vio que estaba con la cara colorada.— No sé en qué piensas, pero no te preocupes, estoy realmente agotado,
Kimberly se levantó a primera hora como era su costumbre, antes que cualquier persona, el personal se sorprendió al verla.— Señora, disculpe no sabíamos que se levantaría tan temprano, ahora prepararemos su desayuno.— No, no se molesten solo tomo jugo de naranja o pomelo, sin azúcar agregada, y lo haré cuando regrese de correr. Gracias.Ella salió y corrió por dos horas, cuando regresó, sus piernas temblaban y es que ella no tenía en cuenta la cantidad de energía y calorías que perdía en la alcoba.— Hola Kimberly.— Buenos días Jack, Nancy.— No sabíamos que te levantabas tan temprano.— Sí, suelo ejercitarme un poco. — Kimberly tomo su lugar y la empleada llegó con su vaso de jugo.— ¡Maldici&o
Kimberly estaba durmiendo, desde que llegaron, ella solo fue a su recámara y se acostó, lloró tanto que al final el cansancio la sumió en un sueño profundo.— ¿Cómo se encuentra?— Sigue durmiendo Riny, ahora tu hermano le está haciendo algo de cenar.— ¡¿Liam cocinando?!— Es lo que hace el amor hija.— Sí, supongo que cuando es un amor verdadero, las cosas funcionan así.— ¿Qué tanto hablan ustedes dos?— Jared ¿me quieres decir dónde estabas?— Con una amiga, viendo las noticias, no puedo creer el alboroto que se armó por la intocable, su familia sí es algo particular en cuestión de minutos hizo que se levantara la noticia y se borrara todo sobre ella, dime mamá, no tienes miedo que alguna maldición caiga sobre nos
La cena fue de lo más tensa, Liam fue directo a su habitación y no los quiso acompañar, Kimberly intentó hacer lo mismo pero su suegra se lo impidió y no le quedó más remedio que comer, lo que produjo que se sintiera mal, ella sabía que vomitaría lo ingerido, y no había nada que pudiera hacer.Trataba de mantener la calma pero la compañía en la mesa no ayudaba.— Te vi en la tele, no sabía que te gustara tanto ser el centro de atención.— Deja de molestar a Kimberly, eres insoportable Jared.— ¿Y desde cuando ustedes dos son tan amigas?— Desde hoy, te lo advierto deja de molestar o le diré a Liam. — Riny recordaba la discusión que sus hermanos había tenido hacía unos días, donde Liam le decía a Jared que dejara de molestar a su esposa o la
Las horas pasaban y la desesperación se adueñan de todos, Liam fue a la mansión Bach, creyendo que Kim estaría allí, pero cuando llegó nadie sabía nada, luego de 20 minutos todos estaban en la mansión, tíos, tías, primos incluso su amiga Maia y hasta Riny, Liam no decía otra cosa más que había discutido con ella y que se había marchado enfadada, aunque todos podían ver que su mejilla estaba roja, no querían hacer mención de ello, hasta que Sam no aguanto más.— ¡Quiero que me expliques que le hiciste a mi hermana!— No le hice nada.—No trates de engañarme, se cómo golpea Kim, créeme el día de tu fiesta de bienvenida recibí su furia de primera mano, y esa marca en tu mejilla demuestra que ella te golpeó, y si lo hizo fue por algo.— ¿Acaso
El corazón de la joven latía tan rápido que por un momento era lo único que sus oídos escuchaban, no sabía cómo sentirse, feliz, asustada, tenía ganas de gritar y llorar.¿Qué le diré a Liam?, Dios mío, que le diré, su hijo.... nuestro hijo, momento ¡es mi hijo también! No tengo porque asustarme, es mi bebé también, si él no lo quiere yo me haré cargo...— ¡Kimberly! _ El grito de Riny la hizo interrumpir su pensamiento.— He, disculpa, entonces doctor... mi malestar es por… por… ¿porque estoy embarazada? _ Por fin se dibujó una sonrisa en su rostro y Riny pudo relajarse, se había asustado al ver a su cuñada pálida sin decir nada, como congelada por la noticia.— Sí, podría