Ya no pude trabajar bien el resto del día por culpa de Collin, lo único que pasaba por mi cabeza era la forma en que vino a decirme que nunca me había dado una orden. Pobrecito, ahora solo falta que el muy idiota se haga la víctima.

Leo me llamó y terminé en el almuerzo con los proveedores, no me esperaba encontrarme a dos chicos alrededor de los veinte años, tienen una sucursal donde desean vender nuestro producto, se la pasaron todo el tiempo en el teléfono y pidieron agua de pepino, terminamos pronto y afortunadamente nos fue bien, les agrada la calidad de los materiales naturales, cuando terminamos no tenía ganas de regresar a la empresa, así que terminé en casa de Leighton.

–¿Y los gemelos? –pregunté cuando vi la casa demasiado tranquila.

–Tienen un ensayo del instituto, Greg los llevó.

Al menos no estaba Greg, aunque estar con estos niños es como una pequeña terapia, siempre te distraen.

–Bien –suspiré –. Al menos está Liam.

–Liam ahora está durmiendo, pero necesito ayuda con un