Después de caminar en la playa subimos al bote, la cena estuvo increíble, Jason se encargó de todo y siempre tenemos algo de qué hablar, me contó sobre su vida en Los Ángeles, parece que le iba bastante bien, eso no es raro, él siempre hace amigos muy fácilmente y tiene una forma peculiar de conseguir lo que quiere, se nos pasó el tiempo muy rápido, regresamos después de medianoche al edificio, seguramente Tefy ya estaría durmiendo, debimos venir antes, pero las horas pasaron demasiado rápido, aunque Jason parecía tranquilo como siempre, cuando llegamos al edificio me dejó bajar primero.

–Solo espero que Tefy este durmiendo –mencioné al bajar del auto.

–No creo que pueda con su sueño.

–¿Siempre duerme temprano?

–Las ocho es su límite –sonrió –. Aunque ojalá pudiera levantarse después de las seis.

Me reí cuando lo escuché suspirar, al parecer madrugar era su rutina.

–No sabía que estaba despierta tan temprano, ¿tú también te levantas a esa hora?

–A veces, te he escuchado algunas veces