Tener que volver por Magno podía ser algo bastante difícil, Adhara sabía que Dunca querría a ella, lo único que le impedía llegar era Chaid, este no estaría de acuerdo con ella si deseaba volver.— Deseo ir con vosotros — le dijo esa mañana, este había pasado una buena noche, descansó todo lo que había querido, pero ahora estaba entrando a un debate, no estaba de acuerdo con el hecho de que Adhara fuese al lugar donde estaría Duncan.— ¿Por qué deseas ir? — le pregunto y esta frunció el ceño.— Es a mí a quien quiere, ten claro que no lo entregará si no me ve ahí, es algo que desea, nobes necesario que intervenga, pero desea verme, más que yo, tú lo sabes bien — le dijo con sinceridad.— No vendrás, eso es una orden como vuestro laird — le dijo y esta no alegó más, sabía que con él no había razón alguna para que este le dejara llevar la contraria.— Ten claro lo que te estoy diciendo, sabéis quién es Duncan y tú le has ganado algo que desea, para ser exacta, a mí, lo hará por joderte,
Hablar de la mitología celta era algo que les causa cierto temor a las personas de la sociedad actual, más que nada cuando estas veían todo desde el punto religioso, donde algo fuera del cristianismo convencional resultaba ser un completo tabú.Adhara había estado sumergida en el mundo de la investigación por mucho tiempo, el Dagda que tanto hablaban, ella lo había investigado y en su mente tenía plasmado todo aquello que decían los libros.Dagda era una figura de inmenso poder, armado con una enorme porra mágica. El extremo del arma podía matar a nueve hombres de un golpe, haciendo crujir sus huesos como guijarros bajo los cascos de un caballo, mientras que el mango podía devolver la vida a los muertos.El Dagda poseía además un arpa de roble llamada Uaithne con la que podía controlar el orden de las estaciones, así como interpretar otros acordes de efectos igualmente mágicos. El Dagda también está asociado a la abundancia, ya que se le atribuye la propiedad de un caldero mágico sin
Adhara había experimentado uno de los mayores miedos, caer por un vacío, era algo extraño, dado que era la capitana de un equipo de porrismo, por lo tanto, era normal que estuviese por los aires en entrenos y presentaciones, pero el vértigo que había sentido, le daba cierto miedo de volverlo a pasar, no quería que eso ocurriera.— ¡Adhara! — Grito Chaid mientras le buscaba, no quería pensar en qué está había sido encontrada por algunos de los hombres de Duncan.Adhara se levantó, su pierna estaba bastante lastimada, pero no sé dejaría morir de esa manera.— ¡Adhara! — escucho ella, sabía que era Chaid, no confundiría su voz.Intentó llamarlo, pero su voz no salía, sentía impotencia de sentir que este estaba tan cerca.No sabía lo que pasaba con su voz, así que miró a su alrededor, buscaría la forma de hacer que este se fijará en ella.No había nada, miraba y buscaba, arrastrando su pierna izquierda, en medio del dolor, tomó fuerzas y comenzó a subir aquella montaña, no se quedaría esp
Aliak, estaba preocupado por su señora, este sabía que aquella lesión había sido algo grave, su pierna necesitaba revisión, era claro.Algunos hombres estaban pendientes de su salud, habían preparado una cama para ella, no la dejarían moverse en aquel estado.— Iremos a Evern grand — les dijo entre se sentaba junto a Adhara, esta estaba completamente cansada, había cerrado sus ojos por un momento.— Creo que necesita que alguien le revise — le dijo Aliak, estaba claro que tenia razón.…— ¡Adhara, trae el portátil! — le preguntó Rachel, era hora de organizar el tiempo de entrega del último trabajo en la universidad, necesitaban pasarlo por encima de cuatro para poder calificar.— No necesito hacer esto, espero que lo entiendas, quiero cambiar todo el trabajo — dijo Adhara, haciendo que su amiga se colocará como loca, estaban apuntó de acabar cuando a est se le había ocurrido aquello.— No, no lo haré, ten claro que es algo totalmente descabellado — sentenció Rachel.— No me interesa
Meribeth estaba pensando mucho en lo que debía hacer, Adhara estba completamente enferma y la probabilidad de que mejorará era bastante complicada.— ¿Que haces? — preguntó Chaid en cuanto entró a la habitación nuevamente, el reostro de la mujer estaba con una expresión de desconcierto,no sabía exactamente que hacer.— Es veneno — dijo, no sabía porque lo habia dicho, había pensado callarlo y dejar que esta muriera ahí donde estaba, pero en su interior sabía que era lo más estúpido, realmente Chaid le aborrecia y eso no mejoraría aunque Adhara estuviese muerta.— ¿Que dices? — le preguntó con un poco de confusión.— La marca en su pierna indica que es veneno, el tónico está en el castillo, dile a uno de mis hombres que venga,o enviare por el — le dijo, algo en su interior le indicaba que iba por el paso correcto, Chaid no perdió ni un segundo y se marchó en su búsqueda, estaba seguro de las palabras de Meribeth.— Ya van por el, si se verdad funciona,estaré sumamente agradecido con vu
El amor entre ellos iba creciendo, Chaid le cuidaba de una manera que ella nunca se imaginaria que un hombre hiciese.— ¿Salimos? — le dijo él indicando que esta saliera de la tina.— Sí, es momento, creo que me voy a poner como una pasa si sigo aquí ¯ dijo y comenzó a reír.— ¿Siempre tienes tan buena actitud? Aún convaleciente — le preguntó sorprendido, en Adhara había una sonrisa en todo momento, a pesar de su fuerte carácter, esta siempre buscabaLa manera de ver las cosas de forma positiva.— No sirve de nada estar mal, muchas veces hacia eso, estar mal con todos, pero al darme cuenta de que todo era peor cuando peleaba, decidí manejar las cosas de un manera diferente.La situación entre los dos mejoraba, Adhara estaba casa vez mas saludable a lo que realmente estaba, era algo extraño, ya que las peleas entre ellos era algo normal.— ¿Cuando retomamos el viaje? — le preguntó nuevamente, estaban completamente seguros de que Adhara no se rendiría y llegaría a ese lugar.— Es mejor
— Si no soy de este tiempo espero poder vivir un buen tiempo aquí junto a ti, es algo que me interesa realmente bastante, me gusta esto — dijo Adhara, esta estaba a intentando comer algo para aliviar un poco el ardor de su estómago.Vivir en medio de la nada, muchas veces implicaba un trabajo descomunal, todo se hacía de forma más lenta, acostumbrada a un móvil, una cafetera, waffles recién hechos y un sin fin de cosas que hacía de la vida del ser humano un poco más tranquila.Sabía que un escocés precisamente había sido el creador de uno de los elementos más importantes en la época, el primer teléfono práctico, sin contar el creador de la bicicleta y el que revolucionó todo con la máquina a vapor, aún faltaba bastante para esos sucesos, pero sabía que en cuanto llegara al reino, buscaría la manera de hacer que todo fuese más fácil.— ¿Y ahora en que está pensando? — le preguntó él, era algo habitual en ellos aquellas dudas, con Adhara era algo bastante común.— Solo creo en lo que me
Laa vueltas del amor, hacían que el corazón tomarán un poco de humanidad, habían casos en las novelas que leía Adhara, donde este prefería cambiar todo a tener que perderle.Esa mañana habían despertado con la tranquilidad de tenerse uno al otro, era algo agradable, ver que estos se hacían compañía de esa manera, parecía que no había razón de huir.— ¿Como amaneces? — le preguntó ella, estaba viéndole desde hace algunos minutos, esta vez era ella quien había despertado primero.— Creo que bien — le contestó mientras bostezaba, había bajado la guardia por un momento, de hecho, sabía que con ella no había necesidad de vivir totalmente a la defensiva, ella era su paz y ahora lo estaba entendiendo.— Creo que si sigo descansando aquí, voy a perder la forma — le dijo haciendo que esta riera, estaba claro que ella la había perdido desde hace algunos meses, era obsesionada con el ejercicio y ahora estaba frente a él sin un día de haber hecho una sentadillas, su abdomen ya ni era el mismo de