La luz que entraba por su habitación, Taylor noto que apenas amanecía. Su corazón empezó a palpitar rápidamente. Ese día era su prueba para ser realmente una cazadora, le haría una prueba de conocimiento y práctico. Sabía que era estúpido emocionarse por eso, sin prueba o no, ella sabía que era la mejor pupila de cazador de su generación por mucha diferencia. Sus compañeros de clases eran torpes y lentos a lado de ella, estaba totalmente convencida que si ella se enfrentaba con todos sus compañeros de su misma edad a la vez, ella les daría su merecido a todos esos traidores.
Taylor no podía negar que le dolía haber perdido sus amistades de un dia para otro, desde que salió con Theo, todos sus supuestos amigos la habían dejado de lado por eso y muchas estúpidas fans de su ex novio Steve, había querido tomar venganza de que ella le disparara y lo dejara tirado en el bosque.
Taylor había ido un paso más que ellos y a todos les había trampas dolorosas en sus habitaciones para que no olvidaran quien era ella y lo que podía hacer. Y lo mejor había sido llegar con esa cabeza de lobo a sus espaldas y la nueva ballesta que tomó de las armas de Theo, en las manos como toda una verdadera cazadora. Callándole la boca a todas esas personas que habían dicho que ella no sería capaz de defenderse de ellos, ya que salía con uno.
Había llegado a la junta que hacía su padre con los principales líderes del lugar y lanzó la cabeza del lobo sobre la mesa. Sonrió sin dar ninguna explicación y se fue a su habitación. Se había reído mucho cuando se había dado cuenta que seguía bañada en sangre.
Regresó al presente cuando su celular empezó a vibrar, estiró su mano para cogerlo, ya que estaba metida en su tina, dándose un buen baño de burbujas. Sonrió al darse cuenta que era Theo deseándole un muy buen día y suerte. La tristeza y añoranza de sus traidores amigos se fue de golpe. Taylor sabía que había valido toda la maldita pena del mundo haber dejado a los idiotas por el ardiente hombre lobo que era su novio.
Taylor no quería aceptarlo pero estaba enamorada de Theo. Este le hacía sentir cosas realmente diferentes. Sus ojos la hipnotizaban y la sonrisa le hacía tener ganas de levantarse todas las mañanas. Y su cuerpo, Taylor sonrió con descaro, ella quería hacerle un monumento a su cuerpo y rezarle todos los días.
Theo la volvía loca de buena manera y de una muy mala también.
Saco la mitad de su cuerpo de la bañera y tomó una foto de su cuerpo desnudo y húmedo por el agua. Evitando su rostro y posando su mano dentro de su intimidad. Envió su foto con un mensaje algo inapropiado.
"Yo no quiero suerte, quiero que vengas y me jodas duro."
Taylor envió la foto y espero con una gran sonrisa, podía imaginarlo en ese mismo instante revisando el mensaje y la foto, su rostro tornándose totalmente carmesí y escandalizándose.
Su celular vibró y Taylor soltó una carcajada al leer la respuesta de Theo.
"¡¿Sabes lo peligroso que es m****r este tipo de fotos por internet?!"
Ella replicó con rapidez.
"Quiero una foto de ti desnudo ahora mismo, estoy tocándome y quiero inspiración"
La respuesta fue inmediata.
" NO, COMPÓRTATE "
Ella alzó las cejas y respondió:
"Bien, será solo mi imaginación, te imaginare desnudo y bañado de sudor encima mio besándome en medio del bosque"
Taylor empezó a sentir calor porque realmente se lo imagino, podía sentirlo tocando su cuerpo con el suyo y queriéndose pegar más a él . Taylor pensó que se estaba volviendo loca porque al cerrar los ojos podía verlo, podía imaginar las cosas pecaminosas que quisiera que él le hiciera.
Abrió sus ojos cuando una idea le vino a su cabeza. Tomó su celular, lo alzó en alto con una mano para grabarse y con la otra empezó a tocarse.
Theo se moriría cuando le enviara el video.
***
—¡Me quiere volver loco! —grito Theo frustrado—. ¡Loco!
Theo sintió como una erección aparecía en su pantalón totalmente dura al observar el impúdico y pornográfico video de Taylor masturbándose y gritando su nombre.
—¡Por la diosa luna que me quiere matar!
Intentó calmarse pero su lobo ya estaba como loco, apenas podía calmarse cuando de Taylor se trataba, luchaba contra su lobo todo el tiempo, porque este quería saltar encima de ella cada vez que la veía y marcarla de una vez. Había hablado con su padre Victor de esto, ya que era realmente preocupante para él que su lobo sea un desesperado de lo peor.
Pero su papa Victor le explicó que era algo demasiado normal y que esa era la razón porque los hombres lobos se casaban y tenían hijos muy jóvenes. Los lobos que llevaban dentro de ellos no entendían de profesiones o planificación familiar. Ellos querían unirse a su alma gemelas apenas se encontraban y era muy difícil evitarlo. La naturaleza del hombre lobo es preñar lo más que pueda a las mates y tener cuantos cachorros se puedan para hacer a la manada más grande. Aunque en la actualidad las cosas ya no eran así, para las mujeres lobas era muy difícil no quedar embarazadas cuanto los mates de ellas estaban en celo, porque los anticonceptivos no servían en esos momentos.
Theo ahora podía entender porque los hombres lobos de clase normal tenían más de dos hijos por familia, ellos no tenían acceso a los anticonceptivos avanzados y caros del Reino especializados en hombres lobos.
Otra cosa que tenía que apuntar para hablar con su tío Oliver.
Después de un intento fallido de satisfacerse a sí mismo, ya que su lobo solo se satisfacía con su mate. Bajo a desayunar de un muy mal humor, encontrándose con Noel, el señor Born que era el papa de Noel y su papá Victor en la mesa desayunando.
—¿Y esa cara? —se burló Noel engulléndose un gran plato de tocino.
—Cállate —gruño Theo tomando un poco de café.
—Déjame adivinar —sonrió Victor—. Te peleaste con Taylor.
Theo gruño de nuevo.
—Debes estar nervioso porque hoy es la prueba para los pupilos de cazadores —habló el Señor Born.
—No tienes de qué preocuparte Theo —dijo Noel con la boca llena—. Taylor es realmente buena, será pan comido para ella.
—Después de verla llegar con esa cabeza del forastero no lo dudo —dijo Victor—. Espero que nunca la hagas enojar, hijo mío, que no quiero verte desmembrado.
—¿Cuándo le vas a decir que es tu mate? —preguntó el señor Born.
—No lo sé —dijo Theo dudoso—. Tengo miedo de espantarla.
—Yo creo que deberías decírselo antes de la graduación —Noel casi se atraganta con su jugo de fruta—. Recuerda que ella piensa en fugarse antes de que eso suceda.
Theo fulminó con la mirada a Noel, se suponía que eso era un secreto. Noel lamento haber abierto su bocotá.
—¿Cómo que se piensa escapar? —dijo Victor alarmado.
Theo piso el pie de Noel. Este suprimió un grito de dolor.
—No quiere ser la siguiente líder de los cazadores como su padre —habló Theo—. Además que su padre piensa obligarla a casarse con...
—Con el hijo del bastardo ese —gruño Victor—. Eso sí lo sabía.
—¿También odiamos al papá de Steve? —preguntó Noel aún recuperándose del dolor.
—Ese bastardo —el papá de Noel golpeó la mesa—. Tiene prohibido acercarse a nuestras tierras.
—Esa alimaña... —Victor intentó controlar su ira—. Mató a un amigo de nuestra infancia, supuestamente en defensa propia, pero todos sabemos que fue solo por diversión. Lo habría matado con mi propias manos, pero mi padre que en esa época era el alfa, no hizo mucho porque no quería un nuevo problema con los cazadores.
—Pero el papá de Taylor parece tenerle mucha estima según ella misma —acotó Noel alejando su asiento al de Theo—. ¿También odiamos al papá de Taylor?
—Khalid no es un mal hombre pero siempre ha estado ciego con respecto a Ibsen —habló el papá de Noel—. No ve el tipo de alimaña que es.
—Taylor también solía pensar que su hijo Steve era un santo —Theo miró el desayuno sin ganas de comerlo—. Pero cuando se dio cuenta de la verdad, sus padres no quisieron creerle, su padre está empecinado con que se case con él, es por eso que quiere escaparse.
—Pues Khalid firmó un tratado con nosotros —habló Victor mirando a su hijo con confianza—. Si alguno de su grupo de cazadores llegará a ser mate de algún miembro de nuestra manada, ellos deben respetarlo, así como nosotros respetaríamos que algún miembro de nuestra manada quisiera irse de aquí con su mate cazador. Cuando decidas contarle la verdad a Taylor, iré con toda mi gente para acompañarte a que enfrenten a Khalid en caso se resista, ella es tu mate y nadie puede impedir esa unión.
—Puedes llamar a tu tío Demonio —dijo Noel entusiasmado—. Quisiera ver como vuela.
Theo sonrió al pensar que posiblemente Noel le tendría miedo al conocerlo. Su tío solía asustar a personas como Noel.
—No quiero desayunar —Theo empujó su plato—. Me siento extraño.
—Taylor estará bien —Victor negó con la cabeza.
—Tengo un mal presentimiento —gruño Matt.
—Tal vez el entrenamiento que tengamos hoy te levante el ánimo —intento animarle el papá de Noel.
***
Taylor observaba las hierbas con detenimiento, se supone que tenía que clasificarlas y ordenarlas según su funcionalidad. Ya había pasado su examen escrito, del cual ella creía que iba a tener una muy buena clasificación. También había realizado su examen de sanación, del cual no creía tener una nota perfecta pero estaba segura que lo aprobaria. Ahora tenían un examen de conocimiento de entornos, aunque apenas estaba en el examen de iniciación de cazador, ya tenía que saber cómo adecuarse en una zona sin alimento ni armas.
Terminó de clasificar las hierbas, era lo último de su examen de conocimientos de entornos. Tocó la campana indicando que había terminado, todos sus demás compañeros alzaron la vista mirando su mesa, ella había sido la primera en terminar. Sonrió con suficiencia y salió de la sala cuando el jurado había anotado todo su trabajo.
Respiro un poco de aire y miro al cielo, ahora seguía las pruebas de fuerza y combate. Soltó una risa, esa era su especialidad
Sintió a alguien acechando, sacó una de las pistolas de plata que había tomado sin permiso del baúl de Theo y apuntó al arbusto de donde escuchó los ruidos.
—¿Por qué estás riéndote sola como una loca? —Steve apareció—. ¿Se te está pegando las locuras de los lobos?
—Aghhh, eres tú —Taylor guardó su arma—. ¿Qué haces aquí inútil?
—Estaré presente en las batallas —Steve se acercó a ella—. Como uno de los jurados, me gané ese puesto cuando fui el primero de mi generación del examen del año pasado.
—No me interesa —Taylor empezó a caminar para alejarse de él.
—Mira que curioso que no te interese —Steve empezó a seguirla—. Cuando terminó mi batalla el año pasado, te surraste en las reglas y te lanzaste a abrazarme en frente de todos, cuando ni siquiera debías estar ahí.
—Ya no me molestes con él pasado.
—Extraño a esa Taylor...
—Esa Taylor está muerta —dijo ella deteniéndose—. Tu la mataste, ¿No lo recuerdas?
—Estoy arrepentido de lo que te hice, fui un estupido que no supo apreciarte —Steve la miró suplicante—. Pero a pesar de todo lo que pasó entre nosotros, a pesar de que me disparaste, te he perdonado por eso y aun te amo, ¿Porque tu no puedes perdonarme?
Taylor soltó una carcajada .
—¡Muchas gracias por perdonarme! —se burló ella—. Todo esto es historia para mi Steve, entiéndelo, aunque te perdone, no pienso volver contigo jamás, ni siquiera como amigos, no quiero saber nada de ti, supérame por favor que ya me esta cansando tus dramáticos numeritos...
—¿Es por él?
Steve ahora la miraba furioso.
—Adiós.
Taylor intentó irse pero Steve la tomó por el brazo, ella se soltó rápidamente.
—¿Es por ese estúpido lobo?
—Se llama Theo y no es ningún estúpido —Taylor también se enojó—. Tú no eres digno de hablar de él.
—¿Estas...? —Steve lo miró aturdido—. ¿Estás enamorada de él?
La pregunta la sacudió desde adentro, ya que ella no quería admitirlo.
—Eso no te importa.
—¡Claro que me importa! —él explotó—. ¡Eres mi prometida!
—¡Tu y yo no somos nada! —replicó Taylor—. Y por cierto, estoy muy enamorada de él, me muero por Theo, daría por él lo que nunca di por ti, así que ya déjame en paz.
Steve retrocedió mirándola herido.
—Mientes.
—No miento —Taylor miró hacia el suelo—. Lo adoro.
—¿Eres estúpida? —Steve puso sus brazos en sus caderas e intentaba mantenerse calmado—. ¿Qué será de ti cuando él encuentre a su pareja eterna?
Taylor sintió como un golpe en su estómago las palabras de Steve.
Era como darse cuenta por primera vez que Theo era un hombre lobo y que, por su naturaleza, él encontraría una mate.
Pero de igual manera él se irá a su preciado reino, ella intentó consolarse a sí misma, y yo me iré de aquí.
Sus caminos se separarían de un modo u otro.
—Lo sé —ella suspiro—. Y no me importa, entiende Steve, no hay un nosotros ya, no volveré contigo jamás.
Ella caminó hacia el centro de entrenamiento otra vez.
—Feliz cumpleaños Taylor —dijo Steve con una voz afligida.
—Gracias —respondió ella sin dejar de caminar y sin voltear a verlo.
***
—¡Dale papá! —Noel gritaba sentado sobre un tronco de árbol—. ¡Tiralo al suelo!
Theo transformado intentaba esquivar al papá de Noel, pero el señor Born era mucho más hábil combatiendo como lobo, así que pudo alcanzarlo con facilidad y derribarlo.
Theo gruño cuando escucho la risa de Noel.
Cuando Noel se transformara le daría una paliza.
Escuchó más risas, levantó la vista intrigado y vio a todo su grupo de amigos que había llegado.
"¿Que nunca tienen nada que hacer?" —gruñó el lobo de Theo
"Son mis amigos" —le dijo Theo a su lobo, sintió dolor cuando su lobo se levantó—. "Nos han dado una paliza"
"Tus amigos están en el reino" —volvió a gruñir el lobo de Theo—. "Deberíamos estar en el Reino con nuestro Rey"
"Ay, no empieces de nuevo"
"Deberíamos tomar a nuestra mate e irnos"
"Eres un amargado"
Theo ignoró a su lobo y se acercó a sus amigos.
—¡Hola Theo!
Candace fue la primera en alcanzarlo y se lanzó a acariciarlo, su lobo se quejó nuevamente diciéndole a Theo que esa chica creía que era su mascota, pero le respondió que se callara porque disfrutaba que le acariciara las orejas.
Todos los demás lo saludaron y Theo aun transformado en lobo, se sentó mirándolos. Su padre le había dado permiso para descansar un rato.
—Ya quisiera transformarme —suspiro Zatch—. Quisiera conocer a mi Lobo.
"Ojala no le toque un lobo tan gruñón como el mío"
"Tu no me mereces"
—Por cierto Theo —Lana miró a su dirección—. ¿Qué le regalaste a Taylor por su cumpleaños?
—¿Su cumpleaños? —dijo Noel palideciendo.
Theo se transformó rápidamente en humano.
—¿Su... su cumpleaños? —Theo palideció más que Noel.
—¿Acaso no sabías que hoy es el cumpleaños número 18 de tu novia? —habló Candace sorprendida.
—Alguien es lobo muerto —sonrió Lana.
—¿Quién apuesta a que le corta la cabeza a él también? —exclamó Ricardo.
—Yo apuesto 20 —respondió Zatch.
—¡¿Es el cumpleaños de Taylor?! —Theo los miró pasmado—. ¡¿Porque nadie me lo dijo antes?!
Leia miraba como Jose acomodaba su ropa en un bolso grande, apenas habían pasado cuatro días encerrada en ese lugar, pero para ella había sido casi toda una eternidad. Se había vuelto un espectáculo para las enfermeras y los doctores, que disimulaban cuidarla, pero la verdad era que querían ver cómo era la chica que había perdido al hijo del príncipe. Cuando Jeremy se dio cuenta, prohibió el ingreso de cualquiera que no sea Lauren, su enfermera oficial y él a su cuarto. Leia se sentía muy cansada, pero sabía que le faltaba mucho por seguir.Aunque ya nadie había ido a verla por la prohibición de Jeremy, Leia sabía que varias personas intentaron verla en la casa de Jose y ella no tenía la fuerza para discutir con
—¿Qué...qué hacen aquí?—Entonces... ¿Le dices a esto un informe? —Bastian miró a Natsuki iracundo con una laptop en su regazo—. ¿Cómo te demoraste tres horas en esta porquería?—¡Oye! —se quejó Natsuki sintiéndose insultado—. Hice mi mejor esfuerzo, pero sabes que me cuesta escribir un poco cosas que no sean en japonés.—No me vengas con tus escusas baratas.—¡¿Qué hacen en mi cuarto?! —exclamó Leia.—¿Cómo que hacemos en tu cuarto? —Bastian la miró extrañado—. El
Liam miró la ventana sin decidirse, necesitaba verla, pero¿Verla le haría bien a ella o la perjudicaríamás?. No sabía bien cómo describir esa necesidad de sentirla, de saber si estaba bien o no. Hace días que no la veía y ya estaba volviéndolo loco.Se coló por la puerta trasera de la casa, Gabriela le había dado la llave que le había robado a José. Su única aliada en su cruzada de recuperar a Leia le animó a seguir luchando por ella. A pesar de que todo parecía perdido.Al día siguiente se verían en la escuela y tenía una minúscula esperanza de que todo se solucionaría pronto.
—Yo realmente no creo que el color rosa de los adornos vayan con Taylor —se burló Ricardo—. ¿Cuándo le has visto con algo rosado?—Mira, es el único color que encontré en la tienda, ¿Bien? —dijo Theo indignado, señalando con una pistola de silicona caliente—. Además que le mande a hacer un pastel con una ballesta de dulce encima.—No le hagas caso Theo —le animo Candace—. Ella estará encantada con esto.—¡Ayuda!Noel empezó a balancearse de la escalera donde estaba trepado para poner globos en el techo de la sala de Theo. Ricardo se acerc&oacu
—¡Las balas se están acabando Taylor!Ima metió de nuevo la mitad de su cuerpo al auto, había estado disparando a las camionetas que las perseguían también arremetieron contra ellas.—No podemos parar —dijo Taylor pisando el acelerador con firmeza—. Esos son cazadores de mayor rango y son demasiados, no soy lo suficientemente buena para poder con todos ellos.—Yo ni siquiera soy tan buena como tú —dijo Ima angustiada—. Tenemos que perderlos.—Deben saber quien soy —Taylor dobló enUen una calle, Ima fue contra la ventanilla del copiloto con brusqueda
—¡Déjame! —Joon golpeaba su brazo con rabia—. Tengo que ir a mi clase.Estefan lo arrastró a un aula vacía y cerró con seguro la puerta. Joon gruñó intentando controlar la cólera que tenía.—¡No puedes hacer lo que quieras conmigo!—No estoy haciendo lo que quiera —Estefan se mantuvo a distancia de él por lo enojado que estaba—. Solo le dije a mi tío Jaime lo que creí que era conveniente.—¡No puedes decidir qué debo hacer o no! —Joon lo señaló—. ¡Tú eres mi novio, no mi dueño!
—¡Estefan!Joon corrió hacia su novio, saltó sobre todas las cosas que se habían caído y se lanzó al suelo junto a Estefan.—Está bien —Bael se veía muy pálido, estaba aún sujetando a su hermana—. Se ha sobre esforzado.Joon abrazó a Estefan y le empezó a acariciar el rostro reteniendo su llanto.—¡¿Están bien?!Odette llegó volando junto a ellos.—Esta... —Bael hizo un gesto de dolor—. Estamos bien.
Liam abrió silenciosamente la puerta oculta que comunicaba su cuarto con él de Leia. Recordaba haber extorsionado al pobre Sulen, el asistente de su padre, para mandar hacer aquella puerta sin que su familia supiera. Aunque era muy tonto haberla puesto, ya que la habitación quedaba a lado de la otra.Pero parecía que Liam había previsto que en momentos como este. Sería mejor que nadie supiera que estaba entrando ahí. El idiota de su primo Bastian había ido a cambiarse a su casa y dejo a una de sus criadas cuidando la puerta para que Liam no la molestara.Liam la miró, estaba acurrucada y hecha una bolita en la cama tan grande. Se había cubierto con algunas mantas, parecía fruncir el ceño un poco