—¿Qué...qué hacen aquí?
—Entonces... ¿Le dices a esto un informe? —Bastian miró a Natsuki iracundo con una laptop en su regazo—. ¿Cómo te demoraste tres horas en esta porquería?
—¡Oye! —se quejó Natsuki sintiéndose insultado—. Hice mi mejor esfuerzo, pero sabes que me cuesta escribir un poco cosas que no sean en japonés.
—No me vengas con tus escusas baratas.
—¡¿Qué hacen en mi cuarto?! —exclamó Leia.
—¿Cómo que hacemos en tu cuarto? —Bastian la miró extrañado—. El lunes tenemos que presentar un informe, ¿lo recuerdas?, tú nos insististe en hacer grupo de a tres y hoy estamos viernes, ósea a dos días de la presentación y nadie ha hecho nada.
—Pero... —Leía lo miró sin comprender—. Yo ya no estoy yendo a la escuela.
—No me vengas con tontearías Leia —Bastian dejó de prestarle atención para seguir escribiendo en su laptop, Natsuki también estaba escondido detrás de su propio ordenador sin mirar a Leia—. ¿Vas a dejar tus estudios porque terminaste con tu novio?, ¿Y todo lo que te esforzaste para tomar la beca?, no vas a tirar todo a la b****a, te mato antes, ponte a trabajar que tenemos mucho que hacer.
Leia se quedó mirando un momento a los dos chicos, Natsuki estaba en el suelo y Bastian estaba recostado sobre su cama. Leia suspiró, trago saliva y fue a tomar su ordenador.
Natsuki le dio una mirada rápida a Bastian y este sonrió brevemente. Habían pasado cinco días desde que Leia salió del hospital y varios de sus amigos intentaron animarla sin éxito. Bastian había propuesto que deberían dejarla tranquila y tratarla como si nada hubiera pasado.
Después de unos minutos tocaron la puerta.
—¿De quién son los autos de...?, ¡Bastian y Natsuki! —Jose dijo actuando, como si él no supiera que ellos iban a esperar que él trajera a Leia de la psicóloga—. ¿Que los trae por aquí?
—Tarea —le siguió Natsuki el teatro.
—¿Tarea? —Jose miró disimuladamente a Leia—. Claro, Leia querida, ¿Debes estar muy atrasada cierto?
Leia asintió sin dejar de trabajar.
—Y... —Jose estaba nervioso—. ¿Llamó al director para decirle que vuelves a la escuela?
Leia asintió con la cabeza desmotivada.
—¡Qué bien! —dijo Jose emocionado—. ¿El lunes?
—Claro que el lunes —habló Bastian—. Tenemos que exponer.
—Perfecto —Jose tenía una amplia sonrisa—. Llamaré al director y les traeré algo de comer, ¡Sigan trabajando!
***
Bael miró las cartas esparcidas en el escritorio, los regalos y el celular de Jenifer, la chica que había creído que Liam era su novio en secreto.
—¿Qué hiciste con ella?
No es que la chica le agradara, pero Bael creía que solo era una tonta a la cual le tomaron el pelo.
Su tío Jaime lo miró sin perturbarse.
—Está encerrada.
—¿Le has hecho daño?
Jaime alzó una ceja.
—¿Estás preocupado por ella?
—No creo que haya sido ella —Bael miró firmemente a su tío—. Ella no parecía la que planearía algo así.
—Desde tu perspectiva —Bael pareció notar una chispa en los ojos de su tío Jaime mientras le hablaba—. ¿Qué crees que pasó?
—Yo creo... —Bael le apartó la mirada y levantó una de las cartas de falso amor—. Después de pensarlo mucho y unir todos los cabos, hablar con los amigos de Jennifer. Creo que que Leia tuviera un accidente no fue algo premeditado.
Jaime lo miró sin decir nada, Bael entendió que esperaba que se explicara.
—Aunque al comienzo creí que querían dañar a Leia y que alguien había querido que pierda al... al bebe. Viéndolo desde diferentes posiciones, ni la misma Leia sabía que estaba embarazada y el impulso de Jennifer de hablarle en la montaña, fue por que lo vio alejado de Leia, según sus amigas. Así que la persona que envió las cartas y según creo, también fue la que grabó el video, tenía la intención de que Liam y Leia terminaran su relación, mas no creo que tuviera idea de dañar físicamente a Leia, el accidente fue eso...—Bael suspiro—. Un maldito accidente.
—Pienso lo mismo —Jaime sujeto el celular de Jennifer—. Esto parece ser una broma que terminó con terribles consecuencias, pero era mi deber descartar todas las posibilidades.
—¿A que se refiere?
—Acompáñame.
A Bael ese lugar le seguía pareciendo horrible, aunque ya pasaba mas tiempo ahí con su tío Jaime que en la escuela.
Había visto cosas que prefería olvidar.
Pidió para sus adentros que Jennifer no este por ahí en ese momentos, realmente había indagado en el asunto. Las dos mejores amigas de Jennifer le habían contado que la muy tonta de verdad creía que Liam estaba enamorada de ella, aunque ellas había intentado hacerle entrar en razón.
Su tío entró en una de esas tantas habitaciones con puertas de acero oxidada donde Bael había visto a tanta gente desahuciada.
Cuando entró ahogó un gruñido cuando vio a la pobre Jennifer amarrada a una silla inconsciente y con la cara tan golpeada.
No pudo evitar mirar rápidamente a su tío con enojo e ira comprimida.
—No dijo nada de valor —Jaime la miró decepcionado—. Al parecer si es inocente.
—Entonces deja libre —Bael intentaba controlar sus emociones—. Por favor.
—Es muy tarde —Jaime se acercó a ella—. Puede hablar de este lugar, es mejor liquidarla.
—Tío... —Bael sintió algo frío en su interior—. No creo que ella hable si la amenazamos.
—Eso sería algo muy arriesgado —Jaime asintió—. Bien entonces, tenemos que encubrirlo con algún accidente, les diré a mis hombres que la pongan dentro de su auto y que disimulen un accidente automovilístico.
—Tío Jaime...
—Le diremos a su manada que ella intentaba huir hacia el aeropuerto a toda velocidad cuando disponíamos a ir a interrogarla...
—¡Tío! —Bael se acercó a él furioso y le habló firme—. Ella era inocente.
—Lo sé —Jaime habló indiferente—. Pero dejarla en libertad podría traernos problemas, Oliver no sabe que esta pasando aquí y si ella le cuenta a alguien que fue torturada por uno del escuadrón de Rey, estaremos en graves problemas.
—¿Ella te vio?
Jaime le sostuvo la mirada.
—Claro que no.
—Entonces si ella llega a hablar me echaré la culpa. —dijo angustiado—. Le dirás a todos que me encubriste para protegerme.
—¿Estás dispuesto a eso?
—Cuando has matado y me has pedido matar —Bael empezó a temblar—. He podido resistirlo porque los seres que hemos matado, han sido escorias que han hecho mucho daño, pero... —Bael señaló a Jennifer—. No podré vivir sabiendo que he contribuido a la muerte de alguien inocente.
—¿Ni aunque yo te lo ordene?
Bael le sostuvo la mirada a su tío.
—No lo haré tío.
Jaime sonrió de manera siniestra y Bael se asustó.
—Bien —Jaime saco una pócima de color amarillo de su bolsillo y Bael lo miro extrañado porque nunca había visto una de ese color—. Creo que una mejor solución sería darle esta pócima para que olvide por completo los últimos días.
Bael abrió la boca y señaló a su tío.
—¡¿Mentiste?!
—Solo estaba probando —Jaime siguió sonriendo—. Estaba sopesando si serías capaz de matar a alguien sabiendo que es inocente, siéntete feliz, pasaste la prueba.
Bael empezó a indignarse.
—¡No pensaba matarla en ningún momento!
Jaime borró su sonrisa.
—Mira —intento ser lo más claro posible—. Si no existiera esta pócima, la hubiera matado sin preguntarte, porque sería lo mejor.
—Pero...
—No es necesario explicarte cual es mi deber en esto —le interrumpió Jaime—. He tenido que eliminar personas por muy inocentes que sean, cuando no hay más caminos, pero si los hay quiero que los tomes. Aunque no lo creas, ese es tu trabajo, buscar la manera de que no mueran inocentes, tu tendrás que buscar soluciones cuando Liana solo vea blanco y negro.
—No creo...
—Conozco a mi hija —Jaime volvió a interrumpirlo—. Lamentablemente salió a mi, así que cuando a ella se le pase un poco la mano, quiero que se la pares y le muestres que ese no es el camino, a pesar de ser un semidemonio, eres más sensible y solidario. Algo que los Dickens carecemos, así que quiero que le hagas que Liana pare cuando es debido.
Bael asintió, aunque cada vez estaba más seguro de que su tío era un psicópata.
Tal vez por eso era el mejor amigo de su padre.
—¿Sabes quien realmente está detrás de esto tío?
Jaime negó con la cabeza.
—Eso es lo que me intriga, si fuera una tonta chica enamorada de Liam, la hubiera encontrado rápido —Jaime empezó a caminar afuera de la sala, Bael miró nervioso a Jennifer que seguía inconsciente, pero siguió a su tío—. Pero la persona que hizo esto, te protegió bien para no poder encontrar su rastro, eso es raro para alguien que solo quiere separar a una tonta pareja de escuela.
Bael intentó hablar pero su tío paró de caminar y lo miró más serio que nunca.
—Quiero que averigües quien es el que vende cosas ilícitas en tu escuela.
—¿Cosas ilícitas?
—Ya sabes, siempre hay una en la escuela que puede conseguir cualquier cosa por mucho dinero —Bael pensó automáticamente en su amigo Doniar—. Seguramente sabe sobre teléfonos descartables.
Bael rezo porque Doniar no esté metido en esto.
***
Una patada tras otra, Taylor ni siquiera estaba esforzándose en darle la paliza de su vida a su contrincante. En su opinión, ella estaba convencida que su compañera se había dedicado más a lucir bien en el traje de cazadora que en entrenar en lucha. La chica gruñó e intentó irse contra Taylor para embestirla, pero Taylor fue más rápida y se apartó en el momento justo para que su contrincante fuera a parar contra el suelo lleno de lodo.
Hubo un "Uh" colectivo y Taylor se burló cuando su contrincante levantó la cara llena de lodo.
El referí dio por terminada la pelea y Taylor se acercó a los cuatro jueces, uno de ellos era su padre. Tres de ellos le dieron un puntaje perfecto de diez, pero su papá le dio un siete.
—¿Siete? —bufó Taylor y señaló a su contrincante que apenas se había levantado—. La inservible ni siquiera me tocó.
—Te la pasaste fanfarroneando toda la pelea en vez de concentrarse —habló Khalid, el padre de Taylor y líder de los cazadores de esa zona—. Pudiste noquearla en una primera instancia, pero preferiste jugar con ella. En la vida real no hay tiempo para juegos, si te confías podrían matarte por soberbia.
—En la vida real la hubiera destripado —replicó Taylor fastidiada—. Esto no es la vida real, es una estúpida competencia señor.
Taylor no se quedó a escuchar la reprimenda de su padre por contestarle maleducadamente. Camino hacia el baño del edificio administrativo de la villa de cazadores. Habían venido algunas escuelas lejanas de cazadores para también rendir el examen para su iniciación. Los exámenes ya habían culminado y ahora estaban en la competencia de lucha entre todos los grupos de jóvenes aspirantes a cazadores. Para Taylor no era más que una demostración de fuerza entre los grupos de cazadores. Su padre había pedido a todo sus contemporáneos que se esforzara en sobresalir y ahora el muy hipócrita tenía el descaro de juzgarla enfrente de todos.
Se mojó la cara apenas llegó al lavado y maldijo por lo bajo, su padre sabía cómo arruinarle la vida. Menudo cumpleaños que estaba teniendo.
Ella solo quería que esa estúpida competencia termine para ir a ver al tonto de su novio, que para esas alturas ella suponía que ya se había enterado que era su cumpleaños y que seguramente estaba organizando alguna supuesta "sorpresa".
Se miró al espejo y a su mente se rememoró las palabras de Steve, era una estúpida por enamorarse de un hombre lobo que encontrara una pareja eterna. Pero de igual manera su relación ya tenía fecha de caducidad, ella se iría en un mes sin avisarle a nadie.
Así que aprovecharía todo los días que le quedaban junto a Theo y después le diría adiós sin que él lo note.
—Ho...hola.
Taylor se sobresaltó y se volteó alzando su pistola.
—¡Solo vine a saludar! —se asustó la joven que le había hablado.
Taylor bajó su pistola y la observó, era una chica de otra villa de cazadores.
—Me llamo Ima.
—¿Qué quieres?
—Yo solo... —Ima se ruborizo—. Solo quería... es que... escuche que tienes un novio que es un hombre lobo.
—¿Los imbéciles de mis ex amigos ya fueron con el chisme a los demás? —Taylor bufo—. ¿Has venido a burlarte?
—¡No! —se aclaró Ima y empezó a hablar con rapidez—. Es que... lo que pasa es que yo también tengo un novio de otra especie, mi novio es vampiro y mis amigos también dejaron de ser mis amigos también dejaron de ser mis amigos cuando se enteraron. Pensé que podíamos ser amigas y... lo siento soy una idiota, no debí molestarte...
Ima iba a irse pero Taylor la detuvo.
—¿Así que un vampiro?
Ima la miro.
—Si.
—¿Y desde cuándo son novios? —preguntó Taylor cruzándose de brazos y apoyándose en el lavado.
—Desde hace un año, pero todos se enteraron hace algunos meses, mis papa se puso histérico —le contó Ima—. ¿Y tú?
—Apenas unos meses.
—¿Es mayor que tú?, mi novio tiene 87 años...
—¡¿87 años?!
—Pero se transformó a los 44 años —repuso Ima—. Soy su alma no se que y que estábamos predestinados, pienso pedirle que me transforme cuando llegue a los 35 años.
—¿Y por qué no a los 25? —sonrió Taylor—. Serías más joven por siempre.
—Es que no quiero parecer su hija o algo así —Ima sonrió, algo complacida de que Taylor no la juzgara por querer transformarse en vampiro—. Ahora todos piensan que soy su hija cuando caminamos por la calles.
—Mi novio es de mi edad.
—Genial —Ima agacho la mirada—. Me pareció genial como humillaste a la tonta de Renata en su lucha, es una engreída.
—Y tú no estuviste tan mal.
—¿Me viste?
—Si, peleaste contra una idiota que pense que era mi amiga —Taylor asintio—. Fue genial cuando hiciste que se le cayeran los dientes.
Las salieron del baño conversando y fueron a la arena de batalla para saber contra quién peleaban en la segunda ronda.
Taylor miró a su padre encima de la tarima hablando con todos los demás participantes. Taylor miró a todos alrededor, todos los representantes de las otras villas estaban ahi, los podia diferenciar por los escudos en el pecho de su uniforme negro de cazador. Pero noto que parecía que solo había tres villas ahí, algunos de la cuarta villa no estaban.
Algo iba mal, lo podía sentir, sus sentidos le decían que debía ponerse alerta.
El sonido de un disparo la sacó de su trance, su padre caía de la tarima. El caos explotó, todos empezaron a sacar sus armas y a disparar. Taylor corrió hacia su padre como pudo, cuando llegó a él, vio que estaba en el suelo con una herida de bala en la cabeza.
Su padre estaba muerto.
Liam miró la ventana sin decidirse, necesitaba verla, pero¿Verla le haría bien a ella o la perjudicaríamás?. No sabía bien cómo describir esa necesidad de sentirla, de saber si estaba bien o no. Hace días que no la veía y ya estaba volviéndolo loco.Se coló por la puerta trasera de la casa, Gabriela le había dado la llave que le había robado a José. Su única aliada en su cruzada de recuperar a Leia le animó a seguir luchando por ella. A pesar de que todo parecía perdido.Al día siguiente se verían en la escuela y tenía una minúscula esperanza de que todo se solucionaría pronto.
—Yo realmente no creo que el color rosa de los adornos vayan con Taylor —se burló Ricardo—. ¿Cuándo le has visto con algo rosado?—Mira, es el único color que encontré en la tienda, ¿Bien? —dijo Theo indignado, señalando con una pistola de silicona caliente—. Además que le mande a hacer un pastel con una ballesta de dulce encima.—No le hagas caso Theo —le animo Candace—. Ella estará encantada con esto.—¡Ayuda!Noel empezó a balancearse de la escalera donde estaba trepado para poner globos en el techo de la sala de Theo. Ricardo se acerc&oacu
—¡Las balas se están acabando Taylor!Ima metió de nuevo la mitad de su cuerpo al auto, había estado disparando a las camionetas que las perseguían también arremetieron contra ellas.—No podemos parar —dijo Taylor pisando el acelerador con firmeza—. Esos son cazadores de mayor rango y son demasiados, no soy lo suficientemente buena para poder con todos ellos.—Yo ni siquiera soy tan buena como tú —dijo Ima angustiada—. Tenemos que perderlos.—Deben saber quien soy —Taylor dobló enUen una calle, Ima fue contra la ventanilla del copiloto con brusqueda
—¡Déjame! —Joon golpeaba su brazo con rabia—. Tengo que ir a mi clase.Estefan lo arrastró a un aula vacía y cerró con seguro la puerta. Joon gruñó intentando controlar la cólera que tenía.—¡No puedes hacer lo que quieras conmigo!—No estoy haciendo lo que quiera —Estefan se mantuvo a distancia de él por lo enojado que estaba—. Solo le dije a mi tío Jaime lo que creí que era conveniente.—¡No puedes decidir qué debo hacer o no! —Joon lo señaló—. ¡Tú eres mi novio, no mi dueño!
—¡Estefan!Joon corrió hacia su novio, saltó sobre todas las cosas que se habían caído y se lanzó al suelo junto a Estefan.—Está bien —Bael se veía muy pálido, estaba aún sujetando a su hermana—. Se ha sobre esforzado.Joon abrazó a Estefan y le empezó a acariciar el rostro reteniendo su llanto.—¡¿Están bien?!Odette llegó volando junto a ellos.—Esta... —Bael hizo un gesto de dolor—. Estamos bien.
Liam abrió silenciosamente la puerta oculta que comunicaba su cuarto con él de Leia. Recordaba haber extorsionado al pobre Sulen, el asistente de su padre, para mandar hacer aquella puerta sin que su familia supiera. Aunque era muy tonto haberla puesto, ya que la habitación quedaba a lado de la otra.Pero parecía que Liam había previsto que en momentos como este. Sería mejor que nadie supiera que estaba entrando ahí. El idiota de su primo Bastian había ido a cambiarse a su casa y dejo a una de sus criadas cuidando la puerta para que Liam no la molestara.Liam la miró, estaba acurrucada y hecha una bolita en la cama tan grande. Se había cubierto con algunas mantas, parecía fruncir el ceño un poco
—Ahora que todos estamos calmados hay que hablar como los hombres lobos adultos que somos —Oliver mastico su tableta de chocolate para reconfortarse—. Matt te juro por la diosa luna que no fue nuestra intención ocultarte que tu hijo está en peligro.—No puedo creer que Theo esté en una manada a punto de ser atacada por miles de cazadores nivel A4 y nadie me lo haya comunicado —Matt los miraba furioso a todos, Dylan le apretó la mano—. Oliver no puedo creerlo de ti.—Yo les dije a todos que guardaran silencio —hablo Jaime que aún seguía manchado de sangre, aunque su herida ya estaba regenerada.Dylan bufo.—Si eres capaz de ocultar a Jeremy que su madre está a punto de morir de cáncer, ¿Como me sorprende que ocultaras que nuestro hijo está en peligro? —hablo Dylan mordazmente—. Y los demás te hacen cas
—¡Bájalos por favor!Theo miraba a su tío Alan.—No te sobre esfuerces, bebe —Dylan lo ayudaba a levantarse.—Dile que los baje por favor —le pidió Theo.—¡Bájalos demonio asqueroso! —exclamó Dylan.—¿Cómo me has dicho? —gruño Alan dejando que cayeran al suelo.Taylor, Noel, Víctor y Dann cayeron estrepitosamente sobre el césped, Alan soltó una pequeña risita. Se acercó a Taylor y le sonrió de manera macabra.—¿Esta es la niña cazadora? —dijo observándola.Taylor estaba asustada, pero le sostuvo la mirada desafiante.—¡No nos mate por favor,oh gran señor demonio!—lloriqueo Noel.—Este me cae bien —dijo Alan mirando a Noel—. Haber dime gran se&n