Liam miró la ventana sin decidirse, necesitaba verla, pero ¿Verla le haría bien a ella o la perjudicaría más?. No sabía bien cómo describir esa necesidad de sentirla, de saber si estaba bien o no. Hace días que no la veía y ya estaba volviéndolo loco.
Se coló por la puerta trasera de la casa, Gabriela le había dado la llave que le había robado a José. Su única aliada en su cruzada de recuperar a Leia le animó a seguir luchando por ella. A pesar de que todo parecía perdido.
Al día siguiente se verían en la escuela y tenía una minúscula esperanza de que todo se solucionaría pronto.
—Yo realmente no creo que el color rosa de los adornos vayan con Taylor —se burló Ricardo—. ¿Cuándo le has visto con algo rosado?—Mira, es el único color que encontré en la tienda, ¿Bien? —dijo Theo indignado, señalando con una pistola de silicona caliente—. Además que le mande a hacer un pastel con una ballesta de dulce encima.—No le hagas caso Theo —le animo Candace—. Ella estará encantada con esto.—¡Ayuda!Noel empezó a balancearse de la escalera donde estaba trepado para poner globos en el techo de la sala de Theo. Ricardo se acerc&oacu
—¡Las balas se están acabando Taylor!Ima metió de nuevo la mitad de su cuerpo al auto, había estado disparando a las camionetas que las perseguían también arremetieron contra ellas.—No podemos parar —dijo Taylor pisando el acelerador con firmeza—. Esos son cazadores de mayor rango y son demasiados, no soy lo suficientemente buena para poder con todos ellos.—Yo ni siquiera soy tan buena como tú —dijo Ima angustiada—. Tenemos que perderlos.—Deben saber quien soy —Taylor dobló enUen una calle, Ima fue contra la ventanilla del copiloto con brusqueda
—¡Déjame! —Joon golpeaba su brazo con rabia—. Tengo que ir a mi clase.Estefan lo arrastró a un aula vacía y cerró con seguro la puerta. Joon gruñó intentando controlar la cólera que tenía.—¡No puedes hacer lo que quieras conmigo!—No estoy haciendo lo que quiera —Estefan se mantuvo a distancia de él por lo enojado que estaba—. Solo le dije a mi tío Jaime lo que creí que era conveniente.—¡No puedes decidir qué debo hacer o no! —Joon lo señaló—. ¡Tú eres mi novio, no mi dueño!
—¡Estefan!Joon corrió hacia su novio, saltó sobre todas las cosas que se habían caído y se lanzó al suelo junto a Estefan.—Está bien —Bael se veía muy pálido, estaba aún sujetando a su hermana—. Se ha sobre esforzado.Joon abrazó a Estefan y le empezó a acariciar el rostro reteniendo su llanto.—¡¿Están bien?!Odette llegó volando junto a ellos.—Esta... —Bael hizo un gesto de dolor—. Estamos bien.
Liam abrió silenciosamente la puerta oculta que comunicaba su cuarto con él de Leia. Recordaba haber extorsionado al pobre Sulen, el asistente de su padre, para mandar hacer aquella puerta sin que su familia supiera. Aunque era muy tonto haberla puesto, ya que la habitación quedaba a lado de la otra.Pero parecía que Liam había previsto que en momentos como este. Sería mejor que nadie supiera que estaba entrando ahí. El idiota de su primo Bastian había ido a cambiarse a su casa y dejo a una de sus criadas cuidando la puerta para que Liam no la molestara.Liam la miró, estaba acurrucada y hecha una bolita en la cama tan grande. Se había cubierto con algunas mantas, parecía fruncir el ceño un poco
—Ahora que todos estamos calmados hay que hablar como los hombres lobos adultos que somos —Oliver mastico su tableta de chocolate para reconfortarse—. Matt te juro por la diosa luna que no fue nuestra intención ocultarte que tu hijo está en peligro.—No puedo creer que Theo esté en una manada a punto de ser atacada por miles de cazadores nivel A4 y nadie me lo haya comunicado —Matt los miraba furioso a todos, Dylan le apretó la mano—. Oliver no puedo creerlo de ti.—Yo les dije a todos que guardaran silencio —hablo Jaime que aún seguía manchado de sangre, aunque su herida ya estaba regenerada.Dylan bufo.—Si eres capaz de ocultar a Jeremy que su madre está a punto de morir de cáncer, ¿Como me sorprende que ocultaras que nuestro hijo está en peligro? —hablo Dylan mordazmente—. Y los demás te hacen cas
—¡Bájalos por favor!Theo miraba a su tío Alan.—No te sobre esfuerces, bebe —Dylan lo ayudaba a levantarse.—Dile que los baje por favor —le pidió Theo.—¡Bájalos demonio asqueroso! —exclamó Dylan.—¿Cómo me has dicho? —gruño Alan dejando que cayeran al suelo.Taylor, Noel, Víctor y Dann cayeron estrepitosamente sobre el césped, Alan soltó una pequeña risita. Se acercó a Taylor y le sonrió de manera macabra.—¿Esta es la niña cazadora? —dijo observándola.Taylor estaba asustada, pero le sostuvo la mirada desafiante.—¡No nos mate por favor,oh gran señor demonio!—lloriqueo Noel.—Este me cae bien —dijo Alan mirando a Noel—. Haber dime gran se&n
—Es muy sencillo —dijo Jaime—. Tienes que decirme quien te mandó a matar al chico, idiota. —No sé...no sé nada —dijo aquel sujeto con dificultad—. De verdad señor, han cogido al hombre equivocado. Bael bajo la palanca otra vez, una corriente de electricidad recorrió el cuerpo de aquel hombre. Jaime se mantuvo mesurado mirándolo con indiferencia. Bael subió la palanca nuevamente, el hombre se sacudió por un impulso de su cuerpo y después se mantuvo estático y jadeante. —¿Quién te mandó? El hombre volvió a negar. Bael bajó la palanca una vez más y cuando la subió se dio cuenta que ya estaba muerto. Jaime miró al secuaz que tambi