SINOPSIS
"Él es oscuridad y ella la luz que desea atrapar"
Prim sabía que estar cerca de Nathaniel era peligroso, sus palabras fueron duras, sus caricias se sentían gélidas la noche en la que la hizo suya. Él tenía el poder de destruirla si se le daba la gana, pero ella no lo permitió.
No solo se enfrenta a un famoso cantante y compositor, poderoso, cruel y arrogante que siempre está rodeado de chicas, sino, a un pasado que tienen en común; Tyler Sanderson, hermano mayor se Neith. Con quien tuvo un tórrido romance hace años.
Ambos lo mantienen en secreto, y ahora que se han vuelto a encontrar, no está dispuesto a perderla de nuevo, enfrentando de este modo a su hermano menor, sin saber que Nathaniel ha caído bajo la bruma de la lujuria y el deseo que lo llevan
NEITH La música es algo que siempre me ha movido, me ha hecho sentir como si no fuera de este planeta, luego de lo sucedido hace un año con Hans y Gris, ha vuelto a los escenarios, aunque esta vez sea una gira para darse un descanso, ya que quiere pasar tiempo con la familia que ha formado. Miro a la gente a mi alrededor, esa que ha acudido al concierto en el que hago una aparición. Somos amigos, somos hermanos, pese a los hechos del pasado, las chicas se vuelven locas levantando enormes pancartas con nuestros nombres, las pulseras con luces que adquirieron hacen ver todo el estadio como si en lugar de gente, estuviera lleno de estrellas. Hans canta su última canción, una que le compuse y que ambos hicimos para Gris, mientras toco la guitarra y hago los coros. La gente se vuelve eufórica, hace meses que añoraba volver a los escenarios. —¡Gracias! Ambos decimos y dejo caer la guitarra al suelo con estilo, el concierto termina y la gente nos aplaude, nos ovaciona como despedida. En
NEITH Cuando despierto, me encuentro dentro de la habitación de un hospital, siento que el aire se comprime en mis pulmones cuando reúno las piezas del rompecabezas, mi móvil no deja de sonar y la cabeza me estalla, lo localizo sobre el mueble al lado de mi cama, noto que estoy conectado a un par de aparatos y me los quito de encima. Mi mano izquierda está vendada, pese a la posibilidad de moverla, no obtengo todo lo que desearía. Respondo sin darme cuenta del nombre que parpadea en la pantalla. —Idiota, hasta que contestas ¿estás bien? La voz de Dylan parece lejana, me pongo de pie y muevo el cuello con estrés. —¿Cómo te enteraste? —¿Bromeas? Estás en todas las noticias. Me asomo por la ventana con cuidado y noto que los alrededores del Hospital están llenos de paparazzi, de fans con enormes pancartas con mi nombre. —Mierda —cierro la cortina—. Estoy bien, seguro solo fue un accidente. —Es lo que parece. Veo la hora que marca el reloj. —Tengo que colgar, saludos a Gris. —
PRIMLa garganta se me seca al ver las noticias, mientras veo mi imágen en la pantalla de la cafetería, me aferro al palo de escoba como si eso me fuese a ayudar a algo. Recuerdo que esa vez Tyler insistió demasiado en que fuera con él, al final acepté, pero pese a lo que viví al salir, jamás imaginé que saldría en las noticias. —Joder —maldigo.—Eres famosa —se burla Alexis, mi amigo y gerente—. No lo sabía. —Cállate —le enseño el dedo corazón. —Te ves tan bien a su lado —suspira Mirna, mi compañera y amiga de manera—. Los dos son tan guapos. Las tripas se me retuercen, si esto ha salido en las noticias a nivel nacional, solo significa una cosa, que cierta persona verá esto, y cuando se entere me hará un berrinche, lo conozco bien. Me muerdo el labio inferior y trato de mantener la calma. —Esto es un problema —susurro para mí misma. Alexis apaga la televisión y se lo agradezco. —Bien, a trabajar —demanda.Sigo con lo mío y enseguida suena mi móvil cuando estoy en la bodega aco
PRIM Cuando termino de contarle todo lo sucedido con Nathaniel, Gris y Dylan, omitiendo la noche en la que me folló como bruto, se queda callado, analizando la situación, no me mira y deseo que acepte esto y se marche, trago duro y me pongo de pie, habíamos estado hablando por más tiempo de lo que es mi hora de almuerzo. —Tengo que volver —susurro. —¿Sabías que era mi hermano? —pregunta mirando el suelo. Me quedo quieta y cruzo mis brazos. —Al principio no, de hecho, estaba tan adentrada en ayudar a Gris, que no le presté mucha atención, aunque me parecía familiar, sentía que lo había visto en algún lado —explico—. Luego, cuando estábamos en el hospital por una recaída de Gris, él dio su nombre a una enfermera, ahí supe que era tu hermano. —Y no te alejaste de él —espeta con firmeza. —Lo intenté —replico—. No me hables en ese tono como si hubiera cometido un crimen, porque no lo hice a propósito, las cosas pasaron y ya, no fue importante y tampoco estás en la disposición de rec
PRIM La mirada que me lanza, me sienta como una patada en el estómago, pero trato de mantener la compostura porque nos están mirando, mi mirada viaja hacia la rubia que se cuelga de su brazo y retrocedo, era de esperarse. —¿Ustedes se conocen? Qué sorpresa —Alicia ríe. —No —apunto. —Sí —añade Neith. —Tengo que buscar a Tyler —me disculpo con Alicia y su marido—. Con su permiso. —Adelante cariño. Sonrío y me alejo de ahí antes de que ocurra algo más, intento buscar a Tyler con la mirada hasta que lo encuentro hablando con una mujer mayor, cabello castaño oscuro y ojos azules. Ella le toca la mejilla con cariño y me acerco a ellos. —Prim —habla Tyler abriendo los ojos como platos—. Madre, ella es Prim, la mujer que es importante para mi. La mujer me sonríe y me da un abrazo. —Oh, eres hermosa, es un placer conocerte, lo digo en serio, Tyler no es como su hermano menor, no le he conocido una relación seria —bromea. —El placer es mío, señora, pero Tyler no es… Tyler rodea mi c
NEITH La rabia me consume al escuchar la maldita mentira que ha dicho Prim, solo para quedar bien con Tyler, quien relaja el cuerpo. —¿En verdad Neith? —niega mi hermano—. Solo porque Prim no caiga a tus pies, no tienes porqué tratarla así y mentir. Sello mis labios, si ese es el juego que quiere jugar ella, bien. El problema es que ella ya cayó por mí hace tiempo, la hice mía, y con todo eso, estoy seguro de que piensa en lo mismo que yo en estos momentos. —Lo siento —paso de largo de ella y le doy una palmada en la espalda a mi hermano—. Sabes como soy. Hay preguntas que surgen todavía, pero seré paciente en encontrar la respuesta. —Que pasen una velada… —miro de soslayo a Prim—. Espectacular. Sin decir nada más, sigo caminando, es una sensación extraña la de tener que fingir que le creo y acepto la mentira, a más, de que el dolor en la entrepierna se intensifica con cada segundo. Salgo de la maldita fiesta dejando a la puta que vino conmigo. Subo a mi auto y piso el acelera
PRIMTermino de recoger la última bolsa de basura y la llevo a los contenedores, es cansado cuando lo único que me duele es la cabeza al pensar en lo sucedido esa noche, las cosas salieron mal, casi me doblego ante Neith, cosa que no puede volver a pasar. Respiro hondo y estoy a nada de volver a entrar para seguir trabajando, cuando de la nada, siento que alguien me observa, levanto la mirada y veo como Tyler sale de su camioneta estacionada al otro lado de la acera, se dirige hacia mi, levanta la mano para saludarme y repito el mismo gesto. —Hola —me da un beso en la mejilla. —Vaya, estás muy feliz ¿te has vuelto millonario? —bromeo.—Eso ya lo soy, pero no es por eso que estoy así. —¿Entonces? —pongo las manos en jarra. —Es porque ya no debes preocuparte por Neith, hace media hora hablé con él, hablamos, él dijo que lo que hubo entre ustedes fue un error y que jamás fue importante —dice como si fuera el mayor hallazgo. El problema es que sus palabras se sienten como una apuñal
PRIM Volver a sentir los labios de Neith sobre los míos, es como recibir el golpe de un Boomerang de regreso, la realidad golpea fuerte, lo peor de todo, es que no me aparto de él, la razón se me nubla, los sentidos se duermen, sus labios son hábiles y quiero que deje de hacerlo. Recibo su beso, pensando en que no sentí esto cuando su hermano actuó de la misma forma. Se separa y nuestros ojos se conectan. —Eres el segundo que me besa hoy —susurro. Pero me separo al darme cuenta del peso de mis palabras. —¿A qué te refieres? —se molesta. —Nada. —Prim —me nombra pero suena más a sentencia. —Tyler vino por la mañana, me invitó a su fiesta de cumpleaños y espero que no vayas —dejo claro—. Me besó, eso es todo. No logro entender por qué le he dicho todo, es como si estando a solas, él tuviera cierto poder sobre mi. —Te besó —tensa la mandíbula—. ¿Y tú le correspondiste? Me quedo callada. —Habla. —Sí, acepté su beso… —Joder. Rodea mi cintura, me estrecha contra él y vuelve a