PRIM Cuando termino de contarle todo lo sucedido con Nathaniel, Gris y Dylan, omitiendo la noche en la que me folló como bruto, se queda callado, analizando la situación, no me mira y deseo que acepte esto y se marche, trago duro y me pongo de pie, habíamos estado hablando por más tiempo de lo que es mi hora de almuerzo. —Tengo que volver —susurro. —¿Sabías que era mi hermano? —pregunta mirando el suelo. Me quedo quieta y cruzo mis brazos. —Al principio no, de hecho, estaba tan adentrada en ayudar a Gris, que no le presté mucha atención, aunque me parecía familiar, sentía que lo había visto en algún lado —explico—. Luego, cuando estábamos en el hospital por una recaída de Gris, él dio su nombre a una enfermera, ahí supe que era tu hermano. —Y no te alejaste de él —espeta con firmeza. —Lo intenté —replico—. No me hables en ese tono como si hubiera cometido un crimen, porque no lo hice a propósito, las cosas pasaron y ya, no fue importante y tampoco estás en la disposición de rec
PRIM La mirada que me lanza, me sienta como una patada en el estómago, pero trato de mantener la compostura porque nos están mirando, mi mirada viaja hacia la rubia que se cuelga de su brazo y retrocedo, era de esperarse. —¿Ustedes se conocen? Qué sorpresa —Alicia ríe. —No —apunto. —Sí —añade Neith. —Tengo que buscar a Tyler —me disculpo con Alicia y su marido—. Con su permiso. —Adelante cariño. Sonrío y me alejo de ahí antes de que ocurra algo más, intento buscar a Tyler con la mirada hasta que lo encuentro hablando con una mujer mayor, cabello castaño oscuro y ojos azules. Ella le toca la mejilla con cariño y me acerco a ellos. —Prim —habla Tyler abriendo los ojos como platos—. Madre, ella es Prim, la mujer que es importante para mi. La mujer me sonríe y me da un abrazo. —Oh, eres hermosa, es un placer conocerte, lo digo en serio, Tyler no es como su hermano menor, no le he conocido una relación seria —bromea. —El placer es mío, señora, pero Tyler no es… Tyler rodea mi c
NEITH La rabia me consume al escuchar la maldita mentira que ha dicho Prim, solo para quedar bien con Tyler, quien relaja el cuerpo. —¿En verdad Neith? —niega mi hermano—. Solo porque Prim no caiga a tus pies, no tienes porqué tratarla así y mentir. Sello mis labios, si ese es el juego que quiere jugar ella, bien. El problema es que ella ya cayó por mí hace tiempo, la hice mía, y con todo eso, estoy seguro de que piensa en lo mismo que yo en estos momentos. —Lo siento —paso de largo de ella y le doy una palmada en la espalda a mi hermano—. Sabes como soy. Hay preguntas que surgen todavía, pero seré paciente en encontrar la respuesta. —Que pasen una velada… —miro de soslayo a Prim—. Espectacular. Sin decir nada más, sigo caminando, es una sensación extraña la de tener que fingir que le creo y acepto la mentira, a más, de que el dolor en la entrepierna se intensifica con cada segundo. Salgo de la maldita fiesta dejando a la puta que vino conmigo. Subo a mi auto y piso el acelera
PRIMTermino de recoger la última bolsa de basura y la llevo a los contenedores, es cansado cuando lo único que me duele es la cabeza al pensar en lo sucedido esa noche, las cosas salieron mal, casi me doblego ante Neith, cosa que no puede volver a pasar. Respiro hondo y estoy a nada de volver a entrar para seguir trabajando, cuando de la nada, siento que alguien me observa, levanto la mirada y veo como Tyler sale de su camioneta estacionada al otro lado de la acera, se dirige hacia mi, levanta la mano para saludarme y repito el mismo gesto. —Hola —me da un beso en la mejilla. —Vaya, estás muy feliz ¿te has vuelto millonario? —bromeo.—Eso ya lo soy, pero no es por eso que estoy así. —¿Entonces? —pongo las manos en jarra. —Es porque ya no debes preocuparte por Neith, hace media hora hablé con él, hablamos, él dijo que lo que hubo entre ustedes fue un error y que jamás fue importante —dice como si fuera el mayor hallazgo. El problema es que sus palabras se sienten como una apuñal
PRIM Volver a sentir los labios de Neith sobre los míos, es como recibir el golpe de un Boomerang de regreso, la realidad golpea fuerte, lo peor de todo, es que no me aparto de él, la razón se me nubla, los sentidos se duermen, sus labios son hábiles y quiero que deje de hacerlo. Recibo su beso, pensando en que no sentí esto cuando su hermano actuó de la misma forma. Se separa y nuestros ojos se conectan. —Eres el segundo que me besa hoy —susurro. Pero me separo al darme cuenta del peso de mis palabras. —¿A qué te refieres? —se molesta. —Nada. —Prim —me nombra pero suena más a sentencia. —Tyler vino por la mañana, me invitó a su fiesta de cumpleaños y espero que no vayas —dejo claro—. Me besó, eso es todo. No logro entender por qué le he dicho todo, es como si estando a solas, él tuviera cierto poder sobre mi. —Te besó —tensa la mandíbula—. ¿Y tú le correspondiste? Me quedo callada. —Habla. —Sí, acepté su beso… —Joder. Rodea mi cintura, me estrecha contra él y vuelve a
NEITH No me siento cómodo, tampoco feliz por estar aquí, jamás he venido a los cumpleaños de mi hermano Tyler por una sola razón, y es que para todos, él es perfecto, incluso para mis padres es el hijo ideal, llevo toda una vida sobreviviendo a las comparaciones del mundo entre nosotros. Yo soy el rebelde, el que nunca sentará cabeza, el que es cantante, inestable, compositor, siempre hay un escándalo en el que salgo y se me relaciona con muchas mujeres hermosas, solteras, casadas, modelos, compañeras, soy el rebelde, mientras él… es el empresario serio, el modelo a seguir y el que cualquier mujer quisiera como marido. Esa es la realidad, una que no me molestaba tanto como hasta ahora, que a lo lejos lo veo sonreír y presentar a Prim como si fuera su maldito trofeo. Ella sonríe, lo hace porque él le consiguió poder acercarse a los directivos musicales, sé cuál es su sueño y si me lo hubiera podido, yo le hubiera ofrecido ya incluso un contrato. Pero ha decidido jugar del lado equi
PRIM La boca se me seca con lo que acaba de hacer Tyler, de pronto descubro que me siento enfadada, recordando que esta es una de las razones por las que en el pasado terminamos, siempre hace las cosas creyendo que todo saldrá como él quiere, ni siquiera pregunta por cómo me siento. En este caso, no me preguntó ni me dijo antes sus intenciones, ¿cómo me pide eso sabiendo que apenas nos hemos vuelto a encontrar? Trago duro, todos están mirándome y me siento tan presionada que cometo uno de los mayores errores de mi vida. —Sí —susurro. Mi voz tiende de un hilo pero los presentes aplauden y él aprovecha para ponerme el anillo con manos ágiles. —Gracias —besa mis manos. Siento como si el anillo estuviera rodeado de púas, me pongo de pie y aplauden, intenta besarme pero giro mi rostro y recibo su beso en la mejilla. Una parte de mí sabe que lo hizo porque Neith está presente, la verdad es que no me atrevo a verlo a la cara, no después de esto. Los invitados nos felicitan y acepto t
PRIM Llevo dos semanas en las que Neith no me da tregua, no sé lo que somos realmente, pero no dejamos de follar, incluso ahora, que ha pasado dos días metidos en el estudio, me folla a lo bestia solo porque miré de más, según sus palabras, a uno de sus amigos cantantes. Cosa que no es verdad, solo intentaba ser amable y lo malinterpretó todo. —Mía —gruñe Entra y sale de mi cuerpo hasta que el sonido encharcado de nuestros sexos es lo único que se logra escuchar. Gimo, cuando vuelve a penetrarme. —Detente, Neith. —No mires a nadie más. Sigue con lo suyo hasta que se desploma encima de mi, mis piernas permanecen abiertas alrededor suyo y me besa con rabia. —Mía. —¿Y puedo decir lo mismo de ti? —inquiero con cautela. Como siempre, se queda callado y sale de mi. Se pasa una mano por el cabello y comienzo a vestirme, sintiéndome enfadada. Cada que toco el tema se comporta de ese modo tan hostil. Él hace lo mismo y pienso que ha llegado el momento de terminar con esto de una vez