A Fabián le gustó lo que escuchó de Timothy, y una sonrisa de satisfacción apareció en su rostro cuando dijo: “Joven Amo Drake, está siendo demasiado amable. Debería ser yo quien le muestre hospitalidad como agradecimiento. Escuché que despidió a este guardaespaldas por mi hijo. ¿Cómo debo pagar su amabilidad?”.

Harto de cómo estaban actuando esos hombres, Fane espetó: “Quién será el anfitrión de quién más tarde no tiene nada que ver conmigo. Deberían transferirme los mil millones prometidos antes de que pierda la paciencia”.

Cadmus se sorprendió momentáneamente ante el atrevimiento de Fane, pero pronto dejó de estarlo y sonrió. “Jovencito, eres todo un hablador. ¿Cómo te atreves a hablarnos así después de saber que soy un mariscal?”.

Fane se rio con altivez. “¡Ja ja! ¿Por qué debería ser cortés con un mariscal que no puede distinguir entre el bien y el mal? Y tú eres solo un mariscal. No eres digno de que te trate educadamente”.

"¡Dios mío, eres extremadamente terco!". Cadmus a