Fane se sintió un poco avergonzado. Yvonne tenía la impresión de que ella era el objeto de deseo de todo hombre.

Ahora que él lo pensaba, sus acciones eran bastante cuestionables. ¿Alguien más regalaría algo que valía de 20 a 30 millones?

Además, Yvonne era guapa y tenía una bonita figura. Él había visto accidentalmente esa figura ayer también, por lo que probablemente sospechaba que tenía algunas intenciones desagradables hacia ella y quería ponerse de su lado dándole un regalo así. Ciertamente era una teoría creíble.

Fane le dio una sonrisa sarcástica. “No te preocupes, no tengo ideas locas sobre ti”, aseguró él. “Pagaste por esto, y ya dije que te lo daría sin importar lo que saliera mientras pagaras. No me retracto de mi palabra como hombre".

Hizo una pausa aquí antes de continuar: "Tómatelo como una disculpa por el accidente de ayer, si realmente te incomoda aceptarlo".

En realidad, ayer él no había hecho nada malo. De hecho, ella no cerró la puerta y salió directamente del b