En un abrir y cerrar de ojos, Fiona y los demás se pararon frente a uno de los garajes de la familia Jorge.

Cuando se levantó la pesada puerta de metal, se encontraron cara a cara con coches de marca opulentos y suntuosos: Bentley, Porsche, Ferrari e incluso Rolls-Royce. Además, algunos de ellos eran raros y de edición limitada. Cada uno de ellos tenía un aura imperial e ilustre como un gobernante orgulloso.

“Mamá, ¿puedo… puedo elegir uno también? ¿Será mío después de que lo escoja?”.

Xena estaba un poco agitada; nunca anticipó que sus bendiciones llegarían tan pronto. De repente se sintió conmovida con su decisión de salir con Ben. Él, como respaldo, era de hecho su mejor decisión.

Sin embargo, Fiona respondió: “¿Cómo puedes pensar así? Hace un momento, decías que solo eres la novia de Ben, y todavía no eres una Taylor. Por el momento, este coche no te pertenece, pero puedes conducirlo ya que eres la novia de Ben".

“Fane y hermana Selena tienen sus propios coches. Solo Ben y yo