Cuando dijo estas palabras, la comisura de los labios de Baudilio se curvó en una sonrisa, pero sus ojos se mantuvieron fijos en el cuerpo de Fane, incluso Benedicto, quien estaba junto a Fane, pudo percibir la intención investigadora oculta en los ojos de Baudilio.

Benedicto frunció el ceño y tuvo varias ideas pasando por su mente. En primer lugar, él no conocía a este discípulo de la Secta Sin Espacio llamado Baudilio, y además, Baudilio no había entrado en el quinto nivel a través de la Ciudad Mil Hojas, sino que había llegado desde otras ciudades de nivel ocho a la Ciudad Mil Hojas.

Si Baudilio también hubiera entrado en el quinto nivel a través de la Ciudad Mil Hojas, Benedicto no tendría tantas dudas en este momento, después de todo, desde que entraron en la Torre de los Siete Misterios de las Mil Hojas, habían ocurrido todo tipo de eventos, y muchas personas habían sido testigos directos de la fuerza de Fane.

Podía decir tales palabras, naturalmente, no habría motivo para dudar,