Eric movió su cola siguiendo a la pequeña ardilla hasta que esta se subió a un árbol, mirando hacia abajo a él. Habían estado persiguiéndose la última media hora, molestando juguetonamente, escuchando los gruñidos de Ryder mientras él iba detrás de sí. "No vayas tan rápido," el oso dijo, deteniéndose una vez más. Internamente se rió. Había estado haciéndolo apropósito solo porque Ryder tenía que ir a su ritmo. Giró el círculos y le dio una mirada. Ryder entrecerró los ojos. "Bien. Pero no te alejes tanto."
Se dio la vuelta y corrió hacia el claro en donde había llegado hacía una hora atrás. Escuchó el gruñido de Ryder de inmediato. Llegó al claro y cambió, dejándose caer sobre su trasero sobre la hierba. Dios, eso se sintió bien. Había pasado un largo tiempo sin cambiar y solo rondar por ahí, dándole un respiro a su ciervo. Miró hacia el cielo, a las estrellas mientras esperaba que Ryder llegara a su lado. El oso bufó y lo miró con las cejas profundamente fruncidas.
"¿Terminaste?"
Asintió y estiró sus manos hacia él para levantarse. "Estoy cansado ahora."
"No lo estarías si solo hubieses caminado." Ryder se puso de cuclillas tendiéndole su ropa con una firme expresión, mandíbula apretada al igual que sus labios. Eric se deslizó dentro de sus boxers antes de ponerse de pie. Miró fijamente a Ryder mientras sostenía el resto de su ropa contra su pecho. El alfa levantó una ceja. "¿Quieres que te lleve?" Solo continuó sonriendo hacia él hasta que Ryder se levantó y le dio la espalda.
Eric saltó encima de él, envolviendo sus brazos y piernas alrededor de Ryder. Era tan cálido. Eric suspiró, presionando su rostro contra la nuca, llenándose de todo su calor. "¿Podemos dar el paso final esta noche?" preguntó con suavidad, no había necesidad de ser ruidoso, ambos estaban en medio del bosque, rodeados de los sonidos de la noche.
Ryder se mantuvo en silencio por un momento. "¿Crees que estás preparado?" Su voz resonó contra el pecho de Eric, haciéndolo removerse un poco cuando el tono rasposo hizo que su pene reaccionara. Ryder miró hacia él por sobre su hombro con una seria expresión. "Solo quiero saber que estás listo, sabes que no hay presión."
"Quiero hacerlo." Miró su perfil fijamente antes de estirarse y besar su cuello. "Estoy listo."
El resto del camino siguió en completo silencio. Eric solo se aferró a su compañero, ojos cerrados, intentando adivinar qué estaba en la mente de Ryder, pero el alfa no dijo una palabra. Cuando llegaron a la casa, Ryder abrió y cerró la puerta, con Eric todavía aferrado a su espalda. Incluso subió las escaleras y lo dejó sobre sus pies cuando estuvieron en la habitación. Lo miró fijamente cuando él solo se quedó parado frente a él.
"Oh." Dio un paso atrás cuando Ryder tiró su camiseta por encima de la cabeza y desabotonó sus vaqueros. Se quedó ahí solo intentando no babear sobre sí mismo al ver todos los apretados músculos allí. Ryder no tenía su típica expresión seria, había casi una sonrisa en sus labios, pero no podía asegurarlo, y sus ojos eran amables.
"Tomaré una ducha," dijo y deslizó su ropa interior también. Eric miró fijamente la erección de Ryder y comenzó a plantearse las cosas mejor. Demonios, ¿Ryder en verdad era tan grande? Levantó la mirada. Ryder sonrió de lado.
"Te acompaño," dijo, dándole la vuelta para quitarse los boxers. Sentía que su pene no era ni siquiera suficiente para compararlo con el de Ryder. Frunció el ceño y miró hacia abajo. Luego gritó y se aferró a los duros hombros de Ryder cuando él lo levantó, haciéndolo envolver las piernas en su cintura. Se rió nerviosamente cuando sus rostros quedaron a la misma altura y Ryder lo veía con una expresión divertida. "¿Qué intentas?"
"Hacer que te relajes," respondió.
Pasó la puerta del cuarto de baño y la cerró. "No estoy nervioso," se quejó en voz baja.
"Estás temblando." Las manos de su compañero frotaron sus muslos y se quedaron en su trasero. Eric tragó con fuerza, sintiendo su pene presionarse contra el firme abdomen de Ryder. Estaba un poco avergonzado, quería pararse en sus propios pies. El alfa lo hizo, lo dejó sobre sus pies y le dio la vuelta antes de encender la regadera. Suspiró al sentir las duras manos sobre sus hombros, frotando lentamente, con una presión perfecta. "Inclina tu cabeza."
Lo hizo, cerrando los ojos, intentando centrarse en el masaje sobre sus hombros y luego sobre su cabello. Se sentía tan bien...
**
Ryder tensó todos los músculos de su cuerpo mientras lavaba el cabello de su compañero. Estaba duro, y dolía, pero quería que Eric se relajara por completo antes de que llegaran a la cama. No lo iba a admitir al parecer, pero tenía la piel erizada y se movía nerviosamente. Ryder estaba extrañamente enternecido con ello. ¿En dónde había quedado la extrovertida y energética versión de su compañero?
Tomó el gel de baño y empujó algo de ello en su mano antes de dejar la botella en su lugar, luego frotó el cuerpo de Eric lentamente. Tocó su suave piel y sintió cómo se erizaba con cada toque, en su pecho, su espalda. "¿Se siente bien?" preguntó, empujando su cabeza en el espacio entre el cuello y el hombro de Eric, frotando su mejilla contra su piel.
Eric gimió y asintió. "Se siente bien." Se giró, haciendo a Ryder detenerse cuando ambos estuvieron frente a frente. Su compañero sonrió suavemente antes de estirarse y tomar gel en su mano. Presionó sus manos en el pecho de Ryder y frotó lentamente, por todo su cuerpo. Sí, eso se sentía bien. Increíble, en realidad. Empujó sus manos en los hombros de Eric, también, decidiendo hacer lo mismo. Casi estaba impresionado de lo intimido y ligeramente sexual que eso era, pero de alguna manera se sentía vulnerable. Ambos estaban desnudos, limpiando al otro, en su propia burbuja.
Eric se sonrojó cuando miró hacia abajo y luego a sus ojos. Ryder podía hacerse una idea de lo que su compañero pensaba, y de alguna manera eso acariciaba su ego, pero no quería asustarlo. Le levantó el mentón con una mano y se inclinó, reclamando sus labios con un profundo beso. Eric era demasiado para él, ya no podía contenerse. Tampoco quería.
"¿Puedes darme un momento?" Eric murmuró contra sus labios cuando se separó, jadeando y mirando a Ryder con nada más que hambre. Su excitación llenaba el cuarto de baño, haciéndolo gruñir y atacar sus labios otra vez. "Por favor."
"Está bien." Lavó todo el jabón de su cuerpo antes de salir, envolviéndose con una toalla, dándole una última mirada.
Se sentó sobre la cama y comenzó a secarse el cabello. Había estado decidiendo si debía dejarlo crecer otra vez, pero por alguna razón ya no se sentía correcto, y estaba bastante cómodo con el largo que mantenía. Era más fácil tratar con él y no pasaba tanto tiempo cuidándolo. Miró el reloj de la mesa de noche, notando que era cerca de las diez de la noche. Cerró los ojos, dejándose caer de espaldas en la cama, presionando las manos a los lados. Estaba tan relajado que no escuchó a Eric salir del baño, solo sintió que el lugar a su lado se hundía.
"¿Estás dormido?" Quiso reírse al escuchar a Eric tan desanimado, pero solo sacudió la cabeza y abrió los ojos. Eric le dio una mirada plana antes de rodar los ojos. Estaba desnudo, con el cabello húmedo y esponjoso. Su compañero palmeó sus muslos y apretó los labios. "Entonces..."
Ryder sonrió y se empujó fuera de la cama, apartando la toalla, dejándola sobre la mesita de noche. Eric lo miraba fijamente con una expectante expresión. Le acunó el rostro, arrodillándose frente a él. Lo besó profundamente, empujando su lengua dentro de la boca de Eric, tragándose sus gemidos. Eric se estremeció y mordió su labio inferior. "Auch."
"Lo siento." Sus manos subieron al rostro de Ryder y comenzó a frotar los dedos encima de sus labios con una mirada aterrada. "¿Duele?"
"Está bien." Tomó sus manos, poniéndolas a los lados de su cabeza sobre la cama y lo besó otra vez, teniendo cuidado de sus dientes esta vez. Le dio un suave beso, lento y esperaba que apasionado. Quería ser tan dulce y suave como pudiera, dejarle saber a Eric que era importante para él. Lamió su labio inferior antes de empujar su lengua dentro, escuchando los suaves suspiros de su compañero. Sintió cuando su respiración comenzó a acelerarse y retrocedió un poco, frotando sus labios sobre su mandíbula, bajando hacia su cuello para dejar besos húmedos sobre su piel.
"Oh." Levantó la cabeza de su cuello para verlo a la cara. Eric estaba completamente sonrojado mirando a Ryder con ojos abiertos. "No es nada, continúa."
Levantó una ceja. "¿Qué es?" Ryder se sentó sobre sus piernas y miró hacia él cuando Eric solo apartó la mirada. "Podemos detenernos si no te sientes listo todavía."
"¡No!" Eric cerró los ojos, respiró y luego los abrió."Estoy nervioso, ¿bien? Solo... sigue."
Ryder suspiró y se deslizó fuera de la cama, sintiendo la mirada de Eric sobre él. Abrió la gaveta de la mesita de noche y sacó un tubo de lubricante y lo dejó caer sobre la cama. Luego se sentó a un lado de Eric y miró directamente a sus ojos, grandes y un poco asustados. "No."
"¿Qué?" Eric se sentó, frunciendo las cejas profundamente. "¿Por qué?"
En lugar de responder, Ryder tiró de él hasta que sus labios chocaron. Lo levantó y lo sentó sobre sus piernas, gruñendo cuando sus erecciones de frotaron. Deslizó una mano detrás de su cabeza y lo presionó más cerca, besándolo profundamente hasta que sintió que sus pulmones ardían. Juntó sus frentes, respirando pesadamente, viéndolo a los ojos. "Lo haremos cuando estés listo." Levantó su mentón y besó su cuello, chupando marcas sobre sus clavículas. Eric se quejó y se frotó contra él con un rápido golpe. Ryder estiró una mano sobre la cama y tomó el lubricante. Se las arregló para hacer un desastre sobre las sábanas para conseguir un poco en su mano, pero lo hizo. Eric lo miró a los ojos.
Ryder lo levantó un poco, dándole un mirada confiable antes de frotar su agujero con los dedos húmedos. Eric saltó un poco, abriendo los ojos antes de relajarse, un poco. Se mordió el labio inferior y se aferró a los hombros de Ryder con tanta fuera que podía sentir las uñas enterrándose en su piel. "¿Bien?" preguntó, frotado con un dedo sobre el lugar.
Eric asintió con rápidos movimientos. Bajó la mirada a sus penes antes de sonreír y mirar a Ryder otra vez. "Se siente bien." Esa pequeña sonrisa hizo que el corazón de Ryder diera un vuelco. Eric era hermoso. Lo besó, empujando la punta de su dedo dentro, sintiendo que Eric comenzaba a relajarse un poco. Gruñó, separándose de él cuando sintió que sus penes eran apresados apretadamente. Eric sostenía sus erecciones con ambas manos, frotado lentamente. Su rostro se apretó un momento cuando Ryder empujó más profundo. "Está bien," dijo sin aliento, dejando caer la cabeza hacia un lado. "Joder."
Ryder solo sintió que sus colmillos descendían mientras miraba las emociones. Estaba encendido, tan caliente que sentía que iba a explotar en cualquier instante como un volcán. Tener a Eric... a su pareja encima de él, moviéndose así, soltando esos suaves sonidos- estaba volviendo a su oso loco, con el deseo de morder y marcar. Sus ojos fueron hacia el espacio entre el hombro y cuello antes de lamerse los labios. Movió su dedo más rápido, un poco más profundo, dejando que Eric se acostumbrara a la nueva invasión.
"¿Ryder?"
Levantó la mirada para verlo. Sus ojos estaban entrecerrados y oscuros, viéndose positivamente delicioso. Gruesos labios entreabiertos dejando escapar bajos suspiros. "¿Sí?"
"Se siente..." Se estremeció un poco antes de empujar hacia atrás y luego hacia adelante. Soltó una pequeña risa nerviosa y se humedeció los labios. Envolvió las manos detrás de la cabeza de Ryder y lo besó lento, húmedo y apasionado. Ryder gruñó antes de empujar otro dedo junto al primero. Eric se separó de él y gimió alto. "Creo que..."
Antes de poder pensarlo correctamente, Ryder hundió los colmillos en el hombro de Eric sintiendo que su corazón iba tan rápido que saldría de su pecho en cualquier momento. Su oso rugió, marcando a su compañero. Sintió a Eric tensarse y quejarse, pero se movió sobre sus dedos más rápido. Ryder gimió alrededor de la mordida, sintiendo paz y tranquilidad llenarlo por completo. Sacó los colmillos y besó sobre ella, empujando su cara contra la de Eric, sintiendo la agitación de su compañero antes de que Eric apretara sus hombros con fuerza y se corriera sobre ambos, mucho. Ryder abrió los ojos y miró hacia abajo mientras Eric continuaba corriéndose. Lamió una línea desde las clavículas hasta el mentón, observando su expresión de placer. Repartió besos sobre sus mejillas y labios mientras él bajaba de su nube de éxtasis.
Finalmente, Eric se derrumbó contra él. Ryder lo sostuvo, sintiendo los espasmos todavía recorrerlo. "Lo siento," Eric murmuró con voz agitada. "Me corrí antes que tú."
"Estoy bien." Inhaló sobre su cien, cerrando los ojos. Estaba lleno de una extraña sensación, cálida y suave, pero fuerte y posesiva al mismo tiempo. Sabía que debía ser el lazo entre ambos haciéndose más fuerte, Ryder no sabía cómo pero eso solo fluyó en sus pensamientos. Todavía Eric no lo había mordido; cuando lo hiciera, su lazo estaría completo y sería... más fuerte. Parpadeó, abriendo los ojos para mirar hacia Eric. "¿Cómo te sientes?"
"Como un trozo de papel mojado." Se rió suavemente, frotándose contra el pecho de Ryder. Miró hacia arriba para que sus ojos se encontraran antes de sonreír y acunarle el rostro y rozar sus labios. Ryder se dejó ir, dejándolo tomar todo lo que quisiera. Sentía que solo iba a complacerlo en todo lo que Eric deseara por el resto de su vida. Y por alguna razón, eso no le molestaba. De hecho, estaba esperando por ello. La cosa del lazo era extraña.
Ryder sintió que sus labios comenzaban a estirarse mientras él y Eric se miraban fijamente. "¿Qué?"
"¿No piensas correrte también?" Eric ladeó la cabeza, pasando uno de sus dedos sobre el pecho de Ryder, bajando lentamente por su estómago hasta que estuvo peligrosamente cerca de su pene. Le dio una ardiente mirada con ojos oscuros. "Sabes, yo podría-"
Ryder lo detuvo, levantando la cabeza para escuchar. Puso una mano sobre la boca de su compañero gentilmente, poniendo un dedo en medio de sus propios labios. ¿En dónde estaba el sonido? Eric frunció el ceño. Ryder sacudió la cabeza y bajó su mano. "Lo siento. Pensé haber escuchado algo."
"Oh. Está bien." Carraspeó antes levantar y bajar las cejas rápidamente. "Entonces, de lo que hablamos."
Rodó los ojos antes de deslizar las manos por debajo de sus piernas y ponerse de pie. Eric se sostuvo de sus hombros mientras Ryder caminaba hacia el baño. "Tenemos tiempo. Demasiado, por delante. Podemos tomarnos nuestro tiempo antes, explorar el cuerpo del otro así podrías sentir un poco más confianza." Encendió la luz del cuarto cuando entraron, miró cortamente sus reflejos en el espejo, conteniendo una sonrisa que no podía entender. Eric lo miraba fijamente con el bonito color de ojos de vuelta, pálido color avellana y brillantes. "Después puedes poner tu marca en mi." Lo dejó sobre los pies lentamente para abrir la llave de la regadera y empujarlo debajo antes de seguirlo y pasar sus manos sobre su suave abdomen, escuchándolo soltar un bajo suspiro.
"Me mordiste." Sus mejillas se volvieron rojas cuando se giró, mirando sobre su hombro. "Pensé que solo podía ser mientras..."
Deslizó sus manos en las caderas de Eric, mientras se acercaba más, dejando que el agua cayera en medio de ambos. "No necesariamente. En el momento en el que le das la mordida a tu compañero, el lazo inicia o termina." Estiró la mano para tomar el gel de ducha, dejó algo en su mano antes de ponerlo en su lugar. Frotó sus manos juntas y las deslizó sobre los hombros de Eric. "¿Dolió?" Frotó sobre su pecho y abdomen antes de ir por su manos. No podía creer cuánto estaba disfrutando solo hacer esto. Creía que podía hacerlo por siempre. ¿Todo eso era proveniente de la mordida?
Miró cuando los hombros de Eric se volvieron ligeramente rojos. "No." Se dio la vuelta y lo miró. "Fue caliente."
"¿En serio?" Sus ojos fueron hacia la mordida todavía roja.
"Eso fue lo que hizo que yo me corriera."
"Oh." Entrecerró los ojos antes de pasar los dedos por encima de los dos pequeños agujeros antes de abrir la boca y apartar los dedos. Eric cerró los ojos y gimió en voz alta. "Es bueno saberlo, supongo." Lo sostuvo cuando él se estremeció y terminó de limpiar a ambos rápidamente. Tomó una toalla y los secó antes de apagar la luz y salir.
Eric bostezó y fue directamente a la cama, dejando la toalla a un lado. Se acostó boca abajo, con los brazos por debajo de la cabeza, parpadeando lentamente hacia Ryder. Ryder no pudo evitar que sus ojos fueran al bonito y pequeño trasero relleno. Quería morderlo. Apartó la mirada cuando sintió que su pene dio un salto. Tenía que pensar en algo más para poder bajar su erección. Tal vez fue cierto lo que le dijo a Eric sobre tener tiempo, pero su pene no sabía nada sobre eso. Sacudió la cabeza, tomó la toalla del piso y la que usó antes para dejarlas en el baño antes de darle la vuelta a la cama y deslizarse en su lugar.
Casi de inmediato, Eric se movió más cerca, subiendo una de sus desnudas piernas encima de las de Ryder, hundiendo la cabeza en su hombro. Pasó un brazo por encima de su abdomen y bostezó largo y tendido antes de dejar un beso bajo su mandíbula. "Buenas noches, osito."
"Buenas noches, pequeño demonio." Sonrió sobre su cabello y lo envolvió con los brazos después de apagar la luz de la lámpara.
***
Ryder no supo qué lo despertó.
Estaba oscuro todavía y Eric seguía todavía a su lado, así que supuso que no había pasado mucho tiempo desde que se durmieron. Con suavidad tomó el brazo de Eric y lo dejó sobre la cama antes de ponerse de pie e ir hacia la puerta. Se detuvo un momento y escuchó; nada. Tomó un par de boxers de su armario rápidamente antes de salir de la habitación. Cerró con cuidado y caminó por el pasillo hacia las escaleras.
Dominic y Logan estaban haciendo guardia por los tigres esta noche y Heath estaba con Chase y su familia. Theo estaba probablemente en su habitación desde que toda la casa estaba en silencio.
Un sonido.
Ryder se detuvo y escuchó atentamente. Eran pasos, en la planta baja. Maldijo para sí mismo antes de deslizarse a lo largo de la pared hasta que estuvo en el borde de la pared, mirando hacia abajo, a la sala. Había un sujeto en la planta baja, fornido y alto, vestido de negro, pero definitivamente no estaba intentando esconderse. Hombres de su hermano. Dejó escapar una larga respiración y esperó un momento, pero el sujeto miró en su dirección de golpe.
Jodida m****a.
Se empujó lejos de la pared y se paró a la vista del otro sujeto. "¿Quién eres?"
"La pregunta correcta, es a qué vengo." El sujeto se guardó los pulgares dentro del borde de los pantalones y se paró con suficiencia. "¿Por qué no bajas? Así podemos hablar tranquilamente."
"No estoy creyendo nada. Pero voy a bajar, solo porque no me gustan los extraños en mi casa."
El hombre sonrió. "¿Está él también aquí? No puedo olerlo."
Ryder sacudió la cabeza mientras bajaba los escalones. "No sé de quién hablas."
"Sabes, Desmond me dijo que su hermano era un tipo duro, pero no mencionó nada sobre ser estúpido." Había poca iluminación, por lo que se le hacía difícil ver su rostro. El hombre dio un paso atrás lentamente cuando Ryder bajó el último escalón. "¿Dónde está?"
"Así que no eres un hombre de mi hermano, ¿huh?" Ryder miró alrededor, buscando a alguien más, pero no podía ver a nadie, u oler a alguien. De hecho, no podía conseguir ningún olor. Frunció el ceño y volvió a mirarlo. "¿Te contrató?"
El hombre se encogió de hombros tranquilamente. "¿Por qué otro motivo estaría aquí?" Rascó su espesa barba antes de suspirar. "¿Está arriba?"
"No vas a llevarte a nadie." Exhaló bruscamente girándose hacia él, apretando las manos en puños. Se estaba poniendo ansioso, teniendo a éste desconocido en casa, sabiendo que está destrás de él y de Theo, además Eric seguía en su habitación. "Si vas a intentar algo, éste es el momento. No tengo toda la noche."
El hombre sonrió. "¿Necesitas regresar con tu pareja?"
Ryder gruñó, mirándolo fijamente cuando el hombre comenzó a caminar hacia atrás. "Déjate de mierdas y solo atácame." Tomó una respiración, ahora que estaban un poco más cerca, pero seguía sin poder atrapar el aroma. Su hermano jamás enviaría a un humano, a menos que éste tuviera armas o hubiera sido entrenado para el puesto.
"Bien, si es lo que quieres."
Ryder dio un salto hacia atrás antes de cambiar a su forma de oso cuando el hombre cambió en un enorme león. No lo pensó dos veces antes de correr y embestir contra el león, gruñendo cuando éste clavó sus garras sobre el lomo. Ryder se empujó en sus patas traseras y golpeó con las patas la cabeza del león antes de dar un par de pasos atrás. Su lomo ardía y era posible que tuviera sangre saliendo de las heridas, pero no había manera en que se echara para atrás. El león gruñó, mostrando sus colmillos mientras caminaba en círculos, buscando su punto para atacar.
¿Qué esperas?
El león dejó escapar un largo y alto rugido que lo hizo gruñir de vuelta. Saltó sobre Ryder y clavó las garras a los lados de su cuerpo, sus colmillos enterrados en la parte superior del cuello. Se sacudió, intentando hacerlo separarse, pero él no lo hizo, solo siguió aferrándose hasta que Ryder corrió hacia la pared y estrelló al león contra ella, escuchando el gruñido de dolor que soltó antes de dejar su cuello libre. Se apoyó en sus patas traseras y dejó que todo su peso cayera sobre las delanteras, sobre el león y rugió hacia él. Nadie venía a su casa a dañar a los suyos.
"Tío, ¿qué sucede?"
Miró hacia arriba cuando escuchó la voz de Theo. Su sobrino miraba hacia el león con una expresión de confusión. Sus ojos no tenían miedo, era conocimiento.
"Lo envió el tío Des, ¿cierto?"
"¿Ryder?" Eric parpadeó hacia él antes de bajar la mirada hacia el león. Separándose del león, Ryder cambió otra vez. Se tambaleó un poco, pero pudo aferrarse al borde de la escalera. Su espalda dolía, ardía como la m****a y su cuello también. Sus hombros tenían marcas de garras y goteaba sangre. "Por Dios," Eric estuvo en un segundo a su lado, ayudándole a pararse en sus propios pies.
"Desmond ya sabe dónde estamos," dijo, siseando por el dolor. Levantó la cabeza y miró a Theo. "Tienes que permanecer en casa, ¿está bien? Es el único lugar en el que puedo tenerte a salvo."
"Tengo que irme," Theo respondió, abriendo los ojos como platos. "Solo enviará a más de ellos y atacará a tu manada por mi culpa."
"Es tu manada también." Cerró los ojos y suspiró. "¿Recuerdas de lo que hablamos cuando veníamos de camino aquí? Desmond nos quiere a ambos. Y no vamos a huir de nuestro hogar."
"Tienes que subir y cambiar," Eric dijo, mirando con preocupación. Estaba asustado por él.
Asintió. "Tengo que deshacerme de él antes."
"¿Él?"
"¿Adónde se fue?" Theo bajó los escalones y miró alrededor. "Estaba-estaba ahí hace un momento."
"Maldición." Saliendo del agarre de Eric, Ryder se dio la vuelta y revisó el lugar en donde lo había dejado.
Apenas pudo cambiar a tiempo para golpear con su cuerpo al puma que saltó sobre él. El gato cayó un par de metros atrás, agachándose y siseando con una expresión enojada. Ryder rugió antes de correr hacia él, pero el puma se movió rápidamente rodeándolo. No, no, no. Ryder giró tan rápido como pudo y atrapó el cuarto trasero del gato, hundiendo los colmillos profundamente en el músculo antes de lanzarlo lejos, escuchando un sonido de fractura.
Theo cambió y corrió hacia el puma cuando Ryder cambió y se inclinó sobre el cuerpo tendido de Eric. Tomó su cabeza y revisó su cuerpo buscando más heridas. El puma mordió su hombro derecho, y tenía sangre empapando la camiseta, y estaba inconsciente. Probablemente de la caída.
"Por favor, despierta." Palmeó sus mejillas gentilmente y murmuró más palabras. Joder. "Eric, por favor."
Escuchó a Theo jadear antes de que el oso llegara a su lado, goteando grande de sus mandíbulas. Luego cambió y se arrodilló. "¿A quién llamo? Chase-"
"Está fuera del pueblo." Cerró los ojos y tomó las manos de Eric, frotando lentamente sobre ellas. Tenía que pensar con claridad. Las heridas no eran tan malas, podría sanar en un tiempo, pero mientras siguiera inconsciente, sería imposible que lo hiciera. Además podría solo desangrarse mientras más tiempo esperaran. Necesitaban un médico. "Ian."
"¿Qué?"
"El alfa de los tigres. Ve por mi celular y marca su número. Dile que necesito a su médico en la casa."
Theo asintió y corrió hacia arriba hacia su habitación. Ryder suspiró, frotando la mejilla de Eric y dejando caer su cabeza gentilmente hacia atrás para revisar el cuerpo del puma.
"Pero qué-" El puma en algún momento antes de morir volvió a cambiar a su forma humana. Era el mismo hombre que cambió a león. Ryder le dio la vuelta, revisando lo que podía de su rostro, y sí, era él. ¿Desde cuándo podían cambiar a dos especies? Inhaló una respiración. No podía oler el shifter, pero tampoco podía oler lo humano.
"Michael-Michael viene con el médico," Theo dijo sin aliento volviendo a bajar. Tenía una almohada en su mano y la deslizó bajo la cabeza de Eric. "Va a estar bien, ¿verdad?" Levantó la mirada y vio a Ryder fijamente a los ojos.
"Va a estar bien. Lo sé." Se sentó a un lado de su compañero, sintiendo que su corazón se hundía en dolor, casi tan fuerte que causó un estremecimiento en su cuerpo. Esto es exactamente de lo que estaba hablando. Apretó los labios y pasó los dedos sobre la mejilla de Eric, deseando ver a los bonitos ojos mirándolo y escuchando su aguda boca decir algo para ponerle de puntillas. Tanto como odiara hacer esto, necesitaba a todos los chicos en la casa.
Pero la única manera de acabar con el problema era arrancarlo de raíz.
"¿Dices que no tenía ningún olor?" Ian se frotó la mandíbula mientras caminaba alrededor de la sala, tenía una mirada pensativa y sombría. Ryder sacudió la cabeza cuando el tigre lo miró. "Y tuvo dos cambios." "¿Estás seguro que no eran dos?" Ryder suspiró. "Estoy seguro que era el mismo sujeto." Giró la cabeza en dirección a Michael. "Jamás vi nada así." Asintiendo, Michael se dio la vuelta y salió de la sala. Ryder miró a Ian otra vez. El tigre había recortado su cabello y también se había afeitado, aunque todavía llevaba un pijama encima con una gruesa bata cubriéndolo, pero lucía mejor de lo que había parecido unos días atrás. "Creo que..." Sacudió la cabeza y se giró para verlo a los ojos. "Podría contactar a alguien, pero no estoy seguro que quiera contestar." Entrecerró los ojos. "¿Quién es?" "Un viejo conocido." Apretando los labios, Ian se encogió de hombros, pero Ryder vio que era un poco más que solo un viejo conocido po
"Es un placer conocerte." Robert Norton sonrió ampliamente haciendo que su rostro fuera diez veces más atractivo de lo que ya era. Con la gruesa barba alrededor de su mandíbula afilada y ojos encantadores de color gris, el humano lucía rusticamente guapo. Suponía que estaba a la mitad de sus treintas, tan alto como Ryder, pero con una misteriosa mirada llena de humor. Parecía genuinamente encantado de verlos. "Ha pasado un tiempo desde que Ryder y yo nos vimos, y me sorprendió verlo con su cabello corto.""Han sucedido cosas," dijo, bajando la mirada hacia la mesa donde estaba jugando con una servilleta. La mirada del hombre era un poco intensa. Carraspeó y miró en la dirección donde Ryder esperaba su orden. "¿Cómo se conocieron exactamente?""Ryder vagó mucho después de salir de su hogar," Robert dijo, inclinando la cabeza mientras entrecerraba los ojos, como si intentara
Eric cortó el tallo de las rosas blancas, tiró los pequeños trozos en el cesto de la basura y luego las puso dentro de un largo jarrón de vidrio transparente mientras le daba cortas miradas a Jaden de vez en cuando. El chico había estado más callado que de costumbre, apenas parecía estar consciente del ramo que estaba preparando, por su mirada perdida. Apretó los labios juntos y dejó el jarrón sobre el mostrador antes de girarse hacia él."¿Qué anda mal?" preguntó, poniendo juntando las manos detrás de la espalda.Jaden parpadeó lentamente hacia el ramo antes de voltear la cabeza hacia él. "Lo siento, ¿dijiste algo?""¿Qué sucede? Has estado así todo el día." Se sentó sobre la silla alta de mostrador y puso toda su atención en él.Jaden suspiró antes de dejar el ramo sobre la
No eres un cobarde. Vamos, puedes hacerlo.Theo presionó su espalda contra la parte trasera de una de las casas de la manada. Sentía su corazón latir tan rápido dentro de su pecho que creía que iba a explotar en cualquier instante. Oh, Dios, oh, Dios. Él era un cobarde, ¿a quién intentaba engañar? Nació siendo un alfa, pero no tenía nada de alfa en sí. Vivía dentro de los libros, en fantasías lejanas, olvidando que se suponía que debía tener una manada en algún punto de su larga vida. No era para él. No era su vida.Parpadeó hacia la oscuridad del bosque al que estaba mirando fijamente. No se le hacía más fácil intentar llegar a la casa de su madre. Había siempre guardias afuera de la casa, que su tío envió, para evitar que ella escapara. Pero había creado una pequeña puerta
Eric estaba teniendo el mejor sueño del mundo.Acostado sobre una manta al borde de un lago. Ryder cernía sobre él, besando lentamente su pecho mientras sus manos se movían a sus costados, como si no pudiera tener suficiente de él. Apretó los ojos cerrados y gimió, estirando las manos para ponerlas sobre el cabello de Ryder y tirar de él. Se sentía tan real.Parpadeó lentamente, mirando al techo de la habitación, notando la ligera luz que se filtraba a través de la ventana. Cuando miró hacia abajo, se quedó estático, en silencio, sin poder creer la imagen frente a él."Buenos días." Ryder sonrió hacia él mientras su nariz frotaba el pezón izquierdo de Eric, haciéndolo soltar un suspiro. Estaba desnudo, podía decirlo por la forma en que sentía la piel, igual de desnuda de Ryder sobre. Y estaba duro.
Ryder miró a Eric fijamente, apartando el cabello de su frente cuando miró hacia abajo. Eric rió nerviosamente mientras se lamía los labios y envolvía una mano alrededor de su pene. Ryder tensó la mandíbula, permaneciendo quieto mientras dejaba a su compañero explorar por su cuenta. En los últimos días se había entusiasmado con la idea de darle una buena mamada. Teniendo en cuenta que Eric era bastante nuevo en el mundo del sexo, él se estaba prestando como sujeto de prueba. Además, era adorable verlo tan concentrado por algo como una mamada. "No te burles de mí si es malo, ¿de acuerdo?" Besó tiernamente la punta bulbosa antes de lamerse los labios. No había manera en que fuera malo. Apreciaba su esfuerzo y su entusiasmo, pero solo el ver a Eric tan cerca de su pene, jugando con él, ya lo tenía duro. Lo estuvo desde el momento en que el chico salió del baño, terminando de arreglarse para ir a trabajar, cuando decidió que iba a intentarlo. Su pene se lev
Eric se despertó cuando la puerta de la habitación golpeó la pared con tanta fuerza como para estremecer las ventanas. Subió la sábana hasta su nariz, mirando entre la oscuridad a quien acababa de entrar. Frunció el ceño, quedándose tan quieto como le fue posible, escuchando los gruñidos que el hombre dejaba con cada paso de dió cuando cerró la puerta y se fue directamente hacia el baño de la habitación. Parpadeó, bajando la sábana, sentándose sobre su trasero mirando la espalda desnuda, al igual que todo el hombre, cuando se metió al cuarto de baño y encendió la luz de ésta. Nuevamente, solo parpadeó, mirando de la puerta hacia el cuarto de baño sin estar seguro de qué estaba pasando. Escuchó la regadera abrirse y un murmullo bajo del hombre. Entrecerró los ojos y miró hacia el cuarto antes de abrir los ojos como platos y elevar las cejas. ¿Era ese el alfa de la manada? Miró la hora en el reloj sobre la mesita de noche a su lado. Dos de la madrugada. Se frotó
Ryder se sacudió antes de cambiar a su forma humana. Observó a Eric durmiendo tranquilamente sobre su cama, aferrándose a una de las almohadas, los labios entreabiertos y las cejas profundamente fruncidas, como si estuviera teniendo problemas en su sueño. El pequeño ciervo había comenzado a tomar su ropa del armario sin preguntarle. Como ahora, tenía puesta una de sus camisetas de color azul y solo boxers negros ajustados en sus caderas.Su cuerpo comenzó a reaccionar como cada mañana, así que se dio la vuelta y se metió al cuarto de baño para lavarse. Para su incomodidad, su erección no parecía querer suavizarse aún con el agua fría. Apretó los dientes, gruñendo cuando se tomó en una mano y comenzó a tirar de su pene con lentos golpes. Cada imagen que llevaba su mente era de Eric, sobre su cama, usando su ropa, oliendo como si Ryde