Como lo supuso, la mansión donde vivía Daniels y su familia era asombrosamente grande, hermosa, imponente, ubicada en una de las zonas más elegantes de Nueva York y su ansiedad volvió, él se dio cuenta y al salir del auto le tomo por un ligero momento la mano que apretó suavemente provocándole chispazos en su interior al decirle nuevamente
—Cálmate, todo saldrá bien.
Al penetrar en el mansión fueron recibidos por la mucama quien saludo con efusividad a Daniels y a la recién llegada.
—Qué bueno que ya llegaron, el Sr Travis no hacía más que preguntar si ya había llegado
—Entonces puedo irlo a ver ya- inquiero ansiosa de ver a su progenitor
—Recién se quedó dormido, es que le acaban de inyectar una ampolla de morfina, no despertara hasta la noche.- informo lamentando desilusionar a la joven
— María, muéstrale a Melisa su habitación- indico Daniels
—Claro, ven preciosa puedes darte un baño y descansar del viaje, e imagino tendrás hambre- le pregunto con cariño agarrándola del brazo para guiarla
—No gracias, comí algo esta mañana- respondió, sintiendo que con las emociones que estaba experimentando definitivamente no podría comer.
-— Mentira María, - la puso en evidencia Daniels - no desayuno y en el vuelo apenas se comió la mitad de una manzana, así que prepárale algo
— Así será, te preparare algo muy rico, ahora ven conmigo. Daniels tu madre te espera en el Despacho
—Gracias María- respondió y se dirigió al Despacho y Melisa subió las escaleras con la amable ama de llaves
Melisa se dio un baño como se lo indico María y se vistió con un sencillo vestido de pana que se ajustaba a su figura, se hizo un moño, y solo uso compacto y un brillo de labios, luego se comió el emparedado de jamón y queso que otra empleada le había subido con un jugo de mora y tuvo que reconocer que le hacía falta ese alimento que su estómago le agradeció.
Luego se dirigió al ventanal y vio abajo a Daniels que conversaba cerca de la exuberante piscina con un joven de cabellos rubios, muy guapo y supo, por la foto que había visto en internet que era Vincent el hermano menor de Daniels.
Este pareció percatase que era observado y su mirada se dirigió a ella topándose con la de la chica, la cual saludo con un gesto de mano, que ella correspondió también la mirada de Daniels se posó en ella, pero este estaba muy serio. Ella Abandono de inmediato el balcón
Al entrar a habitación su corazón latía apresurado, y se tuvo que reprender a ella misma
—"Melli, tienes que controlarte, tu viniste aquí con un propósito conocer a tu padre y hermana y no a enamorarte, eso es algo que está prohibido"
Abajo Vincent le dijo a su hermano
—Caramba Daniels no me habías dicho que nuestra hermanastra era tan guapa
— Cálmate Vincent y sea lo que sea estés pensando, olvídalo, si- le corto muy serio.
Ese era Daniels su hermano mayor muy serio y algo amargado mientras que él era todo lo contrario.
Vincent sonrió mientras ciertamente algunos pensamientos pasaban por su mente.
El y Daniels eran hermanos de sangre, sin embargo eran muy diferentes en su carácter y personalidad.
Vincent a sus 24 años aún no había madurado, y seguía viviendo un estilo de vida despreocupado, saliendo mucho a fiestas y bares y haciendo vida de Don juan, mientras que Daniels era la responsabilidad personificada, y siempre había sido así.
Daniels había decidido surgir en la vida, ser alguien, y lo había logrado a base de esfuerzo, inteligencia y un tino enorme para los negocios,
Era en la actualidad un empresario promisorio, y según las revista de People, uno de los solteros millonarios más cotizados
Sin embargo este título otorgado a él le valía nada.
No se consideraba un Don Juan, pero si sabía que causaba buena impresión en las mujeres, pero para nada quería de nuevo una relación estable con alguna mujer.
Desde la muerte inesperada de su amada Diana, su corazón se había cerrado a toda posibilidad de volver a amar.
—Necesito que asumas tu rol, en esta familia y en la empresa- le reitero Daniels a su hermano, saliendo de sus divagaciones que no lo iban a llevar a ningún lugar bueno, al menos a uno que él quiera estar
—Como sabes yo volveré a Brasil, y quiero que tú te quedes a cargo del Consorcio.- puntualizo
—Pero sabes perfectamente que lo mío no es los negocios, si estudie administración fue para complacerte a ti y a mama, pero los números y yo no nos llevamos.
—Pues deberás aprender también a llevarte con ellos, el lunes empiezas a ir a la empresa y no refutes que no voy a claudicar.
—Está bien.- acepto sabiendo que no podría hacer que su hermano cambiara de decisión y entendiendo que él tenía razón.
A las seis y treinta María subió a su habitación indicándole que la cena seria servida a las 7:00
— Y mi papa, cuando lo veré- pregunto aprehensiva
—Ay mi niña, aún está dormido, y es mejor dejarlo dormir, porque cuando esta despierto el dolor es muy fuerte, aunque él es muy bueno disimulando a su familia, pero sufre mucho
—La enfermedad que tiene, es cáncer, verdad?- pregunto con un hilo en el alma
—Si- asintió recogiendo la bandeja que había dejado
—Y hace cuanto lo supo?- indago
—Hace 3 meses, es un tipo de cáncer muy agresivo,
—No hay nada que hacer?- insistió
—No, las quimioterapias solo alargaran un tiempo, y el se ha negado a hacérselas, dice que prefiere poco tiempo pero de calidad.
—Es muy valiente- reconoció orgullosa del hombre que la había procreado, que si, la había abandonado, pero que ahora quería reivindicarse, y que por referencias, estaba conociendo que era un hombre bueno y generoso, que su familia amaba.
—Si lo es, como te dije es muy raro verlo quejarse, y a veces es el quien le da fuerzas y ánimos a Doña Luciana y a Sofía
—Y Sofía como esta?- pregunto preocupada por su hermana
—Destruida, llora día y noche, no quiere apartarse de su lado,
—Bueno niña, voy a dar órdenes para que sirvan la cena, te esperamos abajo
—Preferiría comer aquí- le indico sintiéndose cohibida.
—Nada de eso, Daniels me dijo que tú bajaras a comer con la familia.
Cuando Melisa bajo ya la mayor parte de la familia estaba reunida alrededor de la mesa
Daniels en la cabecera, Vincent a la derecha y del otro lado estaba su hermana Sofía
Su corazón salto de gusto al verla tan hermosa, pero con la mirada mas triste que alguien pudiera tener, y deseo tanto abrazarla y darle apoyo moral de hermana
—Melisa, que encanto recibirte aquí, y que compartas la mesa con nosotros- Indico todo meloso Vincent poniéndose de pie, y como todo caballero diligencio una silla para que ella se sentara.
—Gracias- inquirió con timidez
Toda la situación la tenía apabullada, Por un lado estaba su hermana que apenas le echo una mirada indiferente y Daniels con expresión indescifrable.
Y de nuevo se vio totalmente abobada mirándolo y es que estaba tan guapo, vestido muy formal, con una camisa blanca y pantalón del mismo tono que sacaba a relucir todo su atractivo animal.
Nuevamente tuvo que reprenderse a ella misma diciéndose
—"Piensa rápido en otra cosa, cuenta las ovejas hasta cien, hasta que se te pase en calorón"
No era posible que el causara esta reacción en ella, no podía permitirlo.
La sirvienta comenzó a servir y entonces se atrevió a preguntar
—Y su madre, Doña Lucia no cenara con nosotros
—No- negó Daniels sin más explicaciones y ella imagino que la causa era ella.
No deseaba compartir la mesa con la hija ilegítima de su esposo.
—Ella comerá en su habitacion, no se siente muy bien- quiso arreglarlo Vincent
—O más bien, alguien la hizo sentir mal- apunto mordaz Sofía
Melisa se puso de pie y apesadumbrada alego:
—En ese caso, quizás deba ser yo, la que coma en su habitacion
—Siéntese Srta. Hartley, usted comerá aquí y punto- le ordeno cortanteDaniels
El tono autoritario, la mirada como de hielo y esa seguridad que irradiaba, la hicieron no chistar, sino que de inmediato se sentó y comenzó a comer a pesar que su estómago estaba totalmente inapetente.
Noto que Sofía también apenas probo bocado y al cabo de unos minutos se levantó y dijo:
—Iré con mi padre
—Sofía tú tienes que comer- la amonesto Daniels en tono preocupado
Sofía lo miro y soltó con enojo
—Daniels para que volviste, desde que llegaste solo das ordenes, tu y mi mama me tienen harta
—Sofía- la llamo pero ella salió lo más rápido que pudo del comedor
—Déjala hermano, - inquirió Vincent - no es fácil para ella, es su padre, - apunto, pero tan pronto lo dijo se percató de algo y en tono de disculpa le dijo a Melisa- perdón y tuyo también.
—Sigamos comiendo- indico Daniels en tono austero
El resto de la comida lo hicieron en silencio, aunque Vincent le hizo uno que otro comentario y ella se relajó un poco, sin dejar de preocuparse por su hermana, le dolía verla sufrir tanto.
Luego de la cena Melisa y Vincent se dirigieron al salón y allí entablaron una conversación amena y amistosa.
Pero al cabo de media hora María apareció para informarle
—Srta. Hartley, el Sr. Daniels la ha enviado a buscar, dice que ya su padre despertó y quiere verla.
Su corazón se detuvo en seco literalmente, una emoción profunda la invadió y con las piernas temblando fue tras María que la llevaba a la habitación de su padre.
En una cama acostada, pero con un rostro que trataba de embozar una sonrisa, estaba su Padre.
Frank Travis era un hombre atractivo, aun para su edad y enfermedad, aun proyectaba poder, respeto, aplomo.
—Hola mi niña, eres tan hermosa, tal y como siempre lo imagine.
—Yo....- no sabía que decir cuando llego hasta donde estaba el, y tomo asiento en un banquito junto a la cama
—Lagrimas no, no las merezco- indico el cuándo noto que una lagrima corría por la mejilla de su hija, ella no podía evitar sentir un dolor profundo en su corazón, era su padre, y por tantos años deseo tanto encontrarlo y ahora estaba frente a él, pero en esas condiciones, la llenaba de dolor.
—¿Porque no?. Pregunto tomándole de la mano y mirándolo con empatía.
—Porque yo fui un cobarde y te abandone a ti y a tu madre, y no solo cuando me veo al borde de la muerte es que me he animado a buscarte
—Eso no importa, lo único que importa es que lo hizo, y que por fin pude conocer a mi padre.
—Hay tanto que hablar- dijo con voz enronquecida y es que a él también le costaba hablar por la emoción
—Hablemos entonces- acepto esbozando una sonrisa cálida
Como si supiera que debía dejarlos solos Daniels salió de la habitación y padre e hija entonces tuvieron una larga conversación, donde lo único que quedo claro que no habían rencores de por medio.
Con los días la relación entre padre e hija se afianzo, pero no así la relación con Doña Lucia quien desde el principio le demostró cuanto detestaba su presencia allí.
También tuvo la oportunidad de tratar más a Vincent, quien era todo lo opuesto tanto físicamente como de personalidad a Daniels. Era un joven con una personalidad muy alegre, sencilla y que la acepto con genuino aprecio.
Por su parte no había podido hasta el momento conversar mucho con su hermana Sofía, como dijo Daniels, ella estaba muy deprimida, se encerraba en su cuarto por horas, y pasaba el resto del tiempo velando el sueño de su papa.
Ella sabía lo duro que era para una joven de 16 años enfrentar la muerte de un ser querido, así que era mejor darle tiempo.
Esa tarde Melisa bajo a tomar un vaso de agua, y al pasar por la sala, vio que estaba Daniels y su hermana Sofía y quedo de pronto atrapada en medio de una emotiva escena. —Perdóname Daniels lo que te dije, no es cierto, yo te quiero mucho y agradezco que hayas dejado todo para venir aquí y apoyarnos, pero no quiero que mi papa se muera. Daniels miro con infinita ternura a su hermana menor, quien era la luz de sus ojos. —Ven acá pequeña, - la insto y abrazo- solo quiero que tengas presente que suceda lo que suceda, yo estaré aquí para ti, te amo mucho, eres y siempre serás mi dulce niña — Tú más que nadie sabes lo que es perder un ser amado, y es algo que no se supera.- índico ella. Daniels suspiro profundo ante los recuerdos que vinieron a su mente y puntualizo. —Pero se aprende a vivir con ello, y con el tiempo quizás se abra una puerta de esperanza y de felicidad —Te prometo que tratare de ser más fuerte, de alimentarme, porque no quiero que papa se preocupe por mí, quiero
El día que fueron reunidos en la biblioteca para la lectura del testamento y mientras los abogados se preparaban, en su mente no dejaba de repetirse aquella frase dicha por Daniels Travers "sea lo que sea que Frank le haya dejado, se lo damos y esa joven desaparecerá para siempre de nuestras vidas, tal y como llego, no quiero otra cosa, que volver a mi vida normal, es lo mejor para todos" Y había llegado ese día, ya sus maletas estaban empacadas y esa tarde dejaría la Mansión, para volver a su vida rutinaria y solitaria. Los abogados empezaron a hablar y entonces Daniels Travers ocupo el asiento al lado de ella, y no pudo evitar sentir una aniversion hacia su persona, y esto fue notorio para él. —Buenas tardes Señoras y señoras- Inicio Gustavo Moncada, el abogado de la familia y gran amigo de Frank. —Primero antes que leer el testamento, tengo una encomienda especial, son estas cartas que dejo Frank para su esposa y su hija.......hizo una pausa- Melisa Hartley Se hizo un silencio
Melisa llego a la sala de Juntas y noto que ya todos estaban allí. —Así es como espera ser parte de la Junta Directiva de este Corporativo, llegando tarde en su primer día- Cuestiono Daniel Travers — Lo siento, no volverá a suceder- contesto disimulando el enojo que le producía su cuestionamiento. No, No iba a darle el gusto que la viera afectada —Siéntese, no retrasemos más por su culpa esta reunión.- espeto con seriedad. Melisa ocupo el asiento al lado de Vincent recibiendo de el una sonrisa de apoyo, al igual que de Sofía. —Porque estas reuniones deben ser tan temprano además, yo nunca tuve que venir a una junta- indico Sofía haciendo un puchero, se notaba que le costaba levantarse temprano. — Porque tu padre, siempre controlo tus acciones hasta que cumplieras la mayoría de edad pero ahora es tiempo que asumas tu rol como accionista, lo mismo va para ti Vincent, ya sabes lo que Frank estipulo en su testamento para ti- le recordó a Vincent, quien realmente era su adoración, y
En las siguientes semanas todo se volvió una rutina de la casa al trabajo. El amor que por alguna razón, se le apareció en la figura de Daniel Travers, porque desde el momento que lo conoció, supo de algún modo, que era distinto, a todo lo que antes había vivido o buscado. Pero solo, para después llevarse una terrible desilusión. Por eso, ahora trataba de evitar cualquier contacto con Daniels pero muchas veces en reuniones de negocios el pedía que ella estuviera presente, y así fue empapándose poco a poco de los negocios y eso despertó muchas ideas que esperaba poder comunicar y que fuesen aceptadas. Lo que si no ha podido negar y dejar de admirar era su habilidad y destreza, además de su inteligencia como Gerente y negociador y resultaba un privilegio verlo trabajar; porque está aprendiendo mucho, El manejaba cada reunión de una manera impresionante, irradiaba seguridad y era un empresario con gran visión, con razón es uno de los empresarios más prominentes en el mundo Empresaria
—Es mejor que me vaya, aquí el ambiente se ha vuelto irrespirable- solto en tono despectivo.Sin embargo Daniels que está parado en el marco le cierra el paso — Déjeme pasar- le pide matándolo con la mirada — No sin que antes me digas porque te importa tanto mi opinión, que te importa lo que yo sienta o crea, el mundo es así, es mentira que la felicidad completa existen y que todos te van a amar.- replico con amargura y eso la sorprendió, viniendo de alguien como el que lo tenía todo - Por Dios Melisa no sufriste y aprendiste mucho con todos esos lugares adoptivos a los que fuiste y donde una y otra vez te rechazaron. No necesitas la aprobación de nadie para salir adelante, no te amargues por lo que yo, mi madre o nadie más puedan pensar, acepta que la vida no es siempre lo que queremos. No puedes ser tan confiada, tan sensible, nunca esperes lo mejor de los demás porque terminaras llevándote muchas decepciones- puntualizo amargo. Melisa quedo impactada por sus palabras, era un c
La siguiente semana se agudizo el problema de la amenaza de huelga siendo la decisión de los sindicalista, irse a paro indefinido todos los obreros de las fábricas, porque sabían que eso comprometía la producción y el no poder cumplir con las órdenes de despacho que habían sido expedidas Así que Melisa decidió tomar cartas en el asunto y fue a hablar con Daniels —Daniels es necesario tomar una decisión- lo tuteo, así fue desde el día que almorzaron juntos y su relación se había vuelto un poco más cordial- supe de buenas fuentes que para el jueves de esta semana está pautado la huelga indefinida, ellos saben de los compromiso con los clientes que tenemos y esa es su manera de presionar. — No cederé,-negó categórico- están pidiendo un aumento del 50% cuando ya de por si tienen un salario generoso, además quieren entre otras cosas: servicio de guardería, estoy de acuerdo porque hay muchas madres trabajando en las fábricas, con niños, pero eso tomara tiempo, habilitar el lugar, buscar
Eran las 5pm, cuando se les pidió a los trabajadores reunirse en el salón de usos múltiples, donde Daniels les comunico las buenas nuevas a los obreros quienes por unanimidad aceptaron Todos aplaudieron, a excepción del sindicalista, que tuvo que tragarse sus palabras, pues el acuerdo tuvo una gran receptividad —Gracias patrón, nos sentimos muy satisfecho por las decisiones aquí tomadas, y a partir de ahora trabajaremos con más ahincó, y dedicación- le expreso Pablo Alcántara estrechando su mano —Gracias - manifestó ahora Beatriz Méndez y añadió- tengo dos niños de 6 meSes y 2 años, y a veces hasta me ha tocado dejarlos solos, solo con una vecina que de vez en cuando me los mira, no sabe lo que esto significa para mi —Lo sé, la entiendo perfectamente- acordó con voz ronca y Melisa sabia que por experiencia lo sabía. —Es usted un gran hombre- le dijo Juanita Covarrubias, una Sra. de 50 años —Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Apunto Beatriz mirando a M
Fueron a Vértigo, la discoteca que estaba de moda por la zona este, y los amigos de Vincent Carola, George, Alice, Sebastián resultaron ser muy divertidos y le hicieron sentir como si sus amigos estuvieran con ella, como los extrañaba, les había escrito ya por W******p contándole cada novedad, y con Vanesa le estaba contando diariamente su historia de amor frustrado. Pero esa noche, era su noche, así que se divertiría a rabiar, no tomo mucho, pero eso si bailo hasta que sus pies le exigieron un descanso. Finalmente a la una, Vincent decidió que volverían a casa recordando que ella debía madrugar. —Fue una noche increíble, me la pase muy bien contigo —Yo también, y ahora a dormir que mañana tenemos que levantarnos temprano —Espera, la noche aún no ha terminado- le retuvo y sorpresivamente la beso - dime te gusto- pregunto —Ni un poquito,- reconoció apenada por Vincent, el era tan guapo, tan tierno, tan buen amigo, pero ella solo podía pensar en Daniels y en como si sus besos le p