—Es mejor que me vaya, aquí el ambiente se ha vuelto irrespirable- solto en tono despectivo.
Sin embargo Daniels que está parado en el marco le cierra el paso
— Déjeme pasar- le pide matándolo con la mirada
— No sin que antes me digas porque te importa tanto mi opinión, que te importa lo que yo sienta o crea, el mundo es así, es mentira que la felicidad completa existen y que todos te van a amar.- replico con amargura y eso la sorprendió, viniendo de alguien como el que lo tenía todo
- Por Dios Melisa no sufriste y aprendiste mucho con todos esos lugares adoptivos a los que fuiste y donde una y otra vez te rechazaron. No necesitas la aprobación de nadie para salir adelante, no te amargues por lo que yo, mi madre o nadie más puedan pensar, acepta que la vida no es siempre lo que queremos. No puedes ser tan confiada, tan sensible, nunca esperes lo mejor de los demás porque terminaras llevándote muchas decepciones- puntualizo amargo.
Melisa quedo impactada por sus palabras, era un consejo disfrazado de critica.
¿Pero como sabía todo de ella?, claro tuvo que investigarla bien, ya que no quería meter en su casa a una posible delincuente- razono Melisa creciendo en ella más el enojo, pero entonces recordó de donde venía, y lo que había aprendido y bajo la guardia, ella un día había decidido que nadie iba a robarle su paz, y a cambiar su esencia, su creencia por la vida y amor por Dios
Así que expuso la teoría de vida que adopto para su existencia
—Las hermanas del orfanato me enseñaron, que Dios no quiere que nosotros guardemos rencor, que debemos aprender a perdonar, es la única manera de seguir adelante- hizo una pausa y mirándolo a los ojos agrego- Uno tiene solo dos formas de afrontar las adversidades o te hundes y te llenas de odio o sales adelante, sin permitir que nada, ni nadie cambie tu esencia, yo no me permito odiar, ni siquiera a usted o su madre, por lo que dijeron, por su desprecio, por eso no concibo que alguien pueda convertirse en mi enemigo solo porque no le agrado, porque no soy de su misma clase social, porque el dinero importa más que los sentimientos pero si me afectaron sus palabras, si me duele
Se calla y aunque tiene más cosas que decir, se obliga a callarse, no tenía caso desnudar su alma con alguien que la despreciaba
—Hay algo más que quieras decirme, dilo- la i***a y realmente se le ve interesado en su respuesta
—Solo una pregunta, la única pregunta que tengo ¿Porque insisten en verme como una enemiga?, créame no lo soy, tampoco soy una arribista, yo no pedí venir aquí, y si lo hice fue para cumplir el sueño de tener una familia, pero claro cómo va entenderlo alguien que lo ha tenido todo, dinero, posición, una familia
El camina hasta el ventanal y se queda allí un rato mirando los rascacielos, que panorama espectacular de Nueva York, y su ajetreado mundo, sin volverse entonces comienza a hablar:
—No siempre fue así, al igual que tú, pase privaciones, hasta que fui adoptado a la edad de 10 años por Lucia Alcántara, y lo que he logrado lo hice a base de trabajo y esfuerzo- se vuelve y la mira fijamente, como si su vida dependiera de esos ojos color miel que ciertamente él debía reconocer lo habían atrapado, volviéndole vulnerable y era algo que detestaba, respirando profundo y con convicción agrego- así que Melisa Hartley no soy tu enemigo, créeme
Se acerca a ella, y nuevamente queda atrapada en esa mirada tan intensa, su sinceridad ha acabado con todas sus defensas, quiere creerle, no hay otra cosa que desee más en la vida, que creerle a él.
— Daniels
—Lo que dije, en un momento dado, tal vez tenia ciertos motivos, pero si puedo ser sincero conmigo mismo, no desearía Melisa Hartley que por nada del mundo te alejaras – iba a decir "de mi" pero callo, ya era suficiente información la que le había dado y no podía exponerse de esa manera- es posible hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero- su media sonrisa termino por derrumbarla
—Es posible-acepto sonriente también- si me invitas a almorzar, según recuerdo me perdí una invitación por ti.- bromeo y con eso dar de una manera ligera por concluido el asunto.
—Hubieras querido ir a almorzar con Vincent?- pregunto en tono sombrío
—Porque no, es un chico muy atractivo, amable, y muy divertido- acoto ahora muy divertida y relajada y suspicaz, seria acaso que Daniels estaba un poquito celoso de Vincent, Dios si así fuera ella sería la mujer más feliz sobre el planeta
—Vamos a almorzar antes que me arrepienta de llevarte- le dice seriamente
Ella tomo su cartera rápido, no deseaba por nada del mundo que el cambiara de opinión, más ahora que se había disculpado y por Dios, estaba tan feliz.
Fueron a Giorgio, un restaurante italiano y una vez que estuvieron instalados y con su orden ya pedida, recordó como él se había sincerado con ella, aquella revelación sobre su origen, el hecho de ser también adoptado, nunca imagino que Daniel fuera también adoptado, eso le inquieto y creció la curiosidad por saber más de el
Ella se atrevió a preguntar
— Me gustaría saber más de ti y Vincent, ustedes son hermanos realmente
—Sí, cuando fuimos adoptados yo tenía 10 años y Vincent 2
— Como fue que Doña Luciana accedió a adoptar a los dos, es que por experiencia sé que siempre adoptan a los bebes, los más grandes siempre somos relegados.
— Recuerdo el día que Doña Luciana llego al orfanato, con toda intención de adoptar un bebe, porque estaba casada y hasta los momentos no había podido tener hijos, y enseguida se enamoró de Vincent, como no hacerlo era un niño hermoso, rubio, de tez muy blanca y ojos azules, recuerdo que cuando dijo que lo adoptaría yo le dije que era mi hermano y que el trato era los dos o ninguno, cosa que le pareció gracioso y sin mas dijo: en ese caso tendré que adoptarlos a los dos
— Que historia tan hermosa- quería llorar pero se aguantó. Eso le hablaba de una mujer que tenía un buen corazón, así que tenía esperanzas también ella de conquistar un día su cariño. Esa idea la reconforto.
—Que paso luego
— Al poco tiempo fuimos a vivir con ella y su esposo, y empecé a conocer lo que era un verdadero hogar y el amor de una madre, pero al poco tiempo note que las cosas iban mal entre ella y Héctor Travers, y terminaron divorciándose y nos quedamos solo con ella. De mi padre adoptivo solo me quedo su apellido, pero jamás volvimos a saber de el, luego mi madre conoció a tu padre, se enamoraron y el vino a ser un padre para nosotros, luego nació Sofía, y créeme jamás en todos estos años, ni el, ni mi madre han hecho diferencia entre sus hijos adoptivos y su hija biológica.
-— Doña Luciana es una gran mujer y tu la amas mucho y ella a ustedes lo he notado- tuvo que reconocer, entonces pensó no todo estaba perdido, tal vez quizás también algún día podría llegar a ganarse el aprecio de Doña Luciana
— Como no hacerlo, como no amar a la persona que te dio una oportunidad, que te amo incondicionalmente- hizo una pausa y tomando su mano entre las suyas añadió-y te aseguro Melisa que ella no es tu enemiga, solo que esta situación la sobrepaso, enterarse que su esposo tuvo un desliz y como resultado una hija, no es algo que se digiera tan fácil, dale tiempo, terminara aceptándote y queriéndote como todos
—Que significaba eso, todos la querían, incluido ¿el?
Llego la comida y la conversación fue interrumpida quedándose con la inquietud de saber que tanto Daniels la quería o la aceptaba.
Mas tarde cuando cruzaban el jardín para entrar en la casa ella se sentía tan feliz deseando que la noche no terminara, pero eso era algo imposible.
Iba a entrar a la casa cuando el la tomo sorpresivamente de la mano y la atrajo para quedar uno frente al otros, sus miradas perdidas en la otra y entonces cuando pensó que el la iba a besar, el acerco su mano a su rostro, y quito un mechón suelto que llevo hasta detrás de su oreja
—Buenas noches Melisa Hartley
— Buenas noches Daniels
Solo cuando estuvo en su habitación pudo desahogar toda su emoción, con el corazon palpitandole a mil por hora y mil mariposas revoloteando en su vientre, estaba feliz, muy feliz y entendio que Daniels Travers se habia robado su corazon.
La siguiente semana se agudizo el problema de la amenaza de huelga siendo la decisión de los sindicalista, irse a paro indefinido todos los obreros de las fábricas, porque sabían que eso comprometía la producción y el no poder cumplir con las órdenes de despacho que habían sido expedidas Así que Melisa decidió tomar cartas en el asunto y fue a hablar con Daniels —Daniels es necesario tomar una decisión- lo tuteo, así fue desde el día que almorzaron juntos y su relación se había vuelto un poco más cordial- supe de buenas fuentes que para el jueves de esta semana está pautado la huelga indefinida, ellos saben de los compromiso con los clientes que tenemos y esa es su manera de presionar. — No cederé,-negó categórico- están pidiendo un aumento del 50% cuando ya de por si tienen un salario generoso, además quieren entre otras cosas: servicio de guardería, estoy de acuerdo porque hay muchas madres trabajando en las fábricas, con niños, pero eso tomara tiempo, habilitar el lugar, buscar
Eran las 5pm, cuando se les pidió a los trabajadores reunirse en el salón de usos múltiples, donde Daniels les comunico las buenas nuevas a los obreros quienes por unanimidad aceptaron Todos aplaudieron, a excepción del sindicalista, que tuvo que tragarse sus palabras, pues el acuerdo tuvo una gran receptividad —Gracias patrón, nos sentimos muy satisfecho por las decisiones aquí tomadas, y a partir de ahora trabajaremos con más ahincó, y dedicación- le expreso Pablo Alcántara estrechando su mano —Gracias - manifestó ahora Beatriz Méndez y añadió- tengo dos niños de 6 meSes y 2 años, y a veces hasta me ha tocado dejarlos solos, solo con una vecina que de vez en cuando me los mira, no sabe lo que esto significa para mi —Lo sé, la entiendo perfectamente- acordó con voz ronca y Melisa sabia que por experiencia lo sabía. —Es usted un gran hombre- le dijo Juanita Covarrubias, una Sra. de 50 años —Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Apunto Beatriz mirando a M
Fueron a Vértigo, la discoteca que estaba de moda por la zona este, y los amigos de Vincent Carola, George, Alice, Sebastián resultaron ser muy divertidos y le hicieron sentir como si sus amigos estuvieran con ella, como los extrañaba, les había escrito ya por W******p contándole cada novedad, y con Vanesa le estaba contando diariamente su historia de amor frustrado. Pero esa noche, era su noche, así que se divertiría a rabiar, no tomo mucho, pero eso si bailo hasta que sus pies le exigieron un descanso. Finalmente a la una, Vincent decidió que volverían a casa recordando que ella debía madrugar. —Fue una noche increíble, me la pase muy bien contigo —Yo también, y ahora a dormir que mañana tenemos que levantarnos temprano —Espera, la noche aún no ha terminado- le retuvo y sorpresivamente la beso - dime te gusto- pregunto —Ni un poquito,- reconoció apenada por Vincent, el era tan guapo, tan tierno, tan buen amigo, pero ella solo podía pensar en Daniels y en como si sus besos le p
Sin embargo, a pesar de haber iniciado el día mal, la visita a la fábrica resulto muy placentera para Melisa porque pudo conocer más del negocio, tratar con otras personas, además a su pesar, disfrutar de la compañía de Daniels, quien por cierto ese día, estaba más serio que de costumbre, y lo adujo a la discusión que habían tenido, porque solo estaba serio con ella, porque con los demás empleados, sobre todo con Mateo, el gerente de operaciones de la fábrica, un hombre de 50 años, era muy amable, y lo trataba incluso con mucho aprecio. Lo cual era reciproco. A la doce Daniels le informo — Comeremos en casa de Mateo y Susan —Esta bien- acordó tratándolo con la misma seriedad que la estaba tratando. Comieron, conversaron, los hombres de negocio y Susan decidió hacerle un interrogatorio, cuando la llevo a la salita para tomar un café mientras los hombre iban al despacho. —Dime querida, como te has sentido en este tiempo, adaptándote a tu nueva familia —Si, todo ha sido un proceso
El lunes estuvo toda la mañana en la oficina de Daniels trabajando, de pronto Daniels le gustaba mucho hablarle de los sus proyectos, preguntar su opinión en algunos asuntos y eso la emocionaba, aunque claro no lo demostraba. ¡Por Dios! ella era como esos perritos que el dueño le daba una patada, pero tan pronto este les silbaba el perrito volvía moviendo la colita a los brazos de su dueño, sin rencores. Dependía tanto de la opinión de Daniels y de las migajas de cariño que le brindaba de vez en cuando que no se reconocía a ella misma, siempre fue súper independiente, la opinión de los demás le valía un comino, pues ella tenia su propia opinión y al no ser criada por sus padres, la hizo no ser tan dependiente de aceptar el cariño de los demás (sus anteriores novios) por temor al rechazo. —Ya es hora de comer, así que continuaremos más tarde, te parece?- la voz aterciopelada de él la saco de sus meditaciones —Ok,- acepto poniéndose de pie para irse — Ok, y donde vas a comer?- preg
Esa tarde, Vincent como era la costumbre fue por ella —Mi bella Melli, ya estas lista para irte —Apenas son a las 5 – apunto sin deseos de irse, había pensado inventarse una excusa de tener algo que hacer para quedarse hasta más tarde y quizás entrar a su oficina y tratar de hablar con él. Desde el almuerzo no lo veía y lo extrañaba a rabiar. Pero Vincent no iba a dejarla —Hora de salida de todo el personal- apunto- o acaso quieres ser como mi hermano Daniels todo aburrido, embotado en su trabajo y sin vida social. —Debe tenerla-lo defendió — Si acostarse de vez en cuando con Delia, es para ti vida social. —Delia quién es?- su alerta se activaron, y ella que pensaba que no tenía a nadie. Recordó ese nombre antes mencionado en boca del propio Vincent. Así que ya había vuelto al país y visitado a Daniels. Con razón últimamente llegaba tan tarde a casa. Los celos se apoderaron de ella. —Ya la conocerás, ella aún tiene esperanzas que Daniels un día le pida matrimonio, pero lo cier
A la mañana siguiente Melisa despertó puntual a las 7:00, se dio un duchazo, vistió y bajo a desayunar, encontrándose para alivio de ella solo con Vincent. Comieron rápido, conversaron animadamente y entonces Vincent ofreció llevarla como siempre. Pero en ese momento apareció Daniels y con su acostumbrado tono dictatorial dijo: —No Melisa, hoy tú te vas conmigo- toma su acostumbrado café que le pasa María, y dándole un sorbo le pregunta- ¿Dormiste bien? Melisa noto que tenía un brillo de diversión en sus ojos, obviamente estaba haciendo connotación a lo que sucedió la noche anterior,ella no pudo evitar sonrojarse y molestarse, lo cual no pasó desapercibido para Vincent. —Porque lo preguntas Daniels- pregunto Vincent —Anoche hizo mucho calor y Melisa no podía dormir precisamente por estar tan acalorada. Daniels estaba jugando con ella y Vincent ahora también tenia una expresión divertida cayendo en cuenta del doble sentido que su hermano decía aquello. Daniels termino su café
En la siguiente media hora Daniels y Melisa estuvieron viendo autos de diferentes modelos, todos hermosos pero ella no tenía cabeza para otra cosa sino para preguntarse el motivo por el cual Daniels la había besado de esa manera, tanto en la noche anterior como en el día de hoy. ¡Dios! y si se le volvía una costumbre, acaso ella tendría el valor de rechazarlo —¿Qué te parece este auto Melisa?- le pregunto Daniels sacándola de sus meditaciones. Encogiéndose de hombros con indiferencia respondió —Lindo —¿Solo eso? - la miro inquisidor —Sí, recuerda que me mandaste a callar, así que no puedo hablar mucho. Ese comentario levanto la suspicacia del vendedor, quien imagino que era una pelea de novios, eso la disgusto más, que la asociaran con Daniel Travers en una relación sentimental, sola eso le faltaba "Que buena mentirosa que era", claro que le encantaría tener una relación del tipo que sea con el —Está bien, te doy permiso de hablar- le soltó divertido y el vendedor tampoco di